Nota Mia: Un remake que quizas sea lento. No es parecido en nada al primero, pero quizas salga mejor. Si gustan puedo subir los antiguos que son 6 en total.
Pd: Este Fic tendra referencias a otros mios como de costumbre, unos minicameos como asi quizas la trama misma (Una Hermosa Coincidencia) seran referencias a la trama Oficial que aun no estan escritas.

Aclaración:

Edades:
Lori 18
Leni 17
Luna y Luan 16 (diferencia de 9 meses)
Lynn 15
Linc 14
Lucy 13
Gemelas 11
Lisa 10
Lily 5
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—¡Piensa rápido! — fue lo que se escuchó en la escalera mientras que la escena se congelaba para que proceda a describirla.

Y así comienza esto, con una chica de pelo castaño recogido en el aire lanzando un balón de chinela al el pasillo por donde pasaba un adolescente con su revista de comics en manos. En este mismo lugar podemos ver como una pequeña castaña de anteojos igual está en el aire con algunos rasgos de polvo negro en su cuerpo y saliendo de su habitación, seguido de una pequeña rubia saliendo despavorida por aquella nube negra mientras grita, en un rincón se puede ver a lo poco a una chica pálida sonriendo mientras aquella nube estaba por cubrirla en su oscuro color al igual que a otra rubia de overol que estaba en pleno salto con la lengua afuera entrando al origen de toda esa suciedad para escabullirse en ella, y las demás integrantes estaban cerrando sus puertas para librarse de ese desastre. Dejemos que el tiempo transcurra.

—¿Eh?- dijo volteando la mirada hacia dónde provino el grito alerta y solo pudo ver como un objeto volador que aún no identificaba se acercaba a gran velocidad que siquiera antes de medir el mismo ya estaba en su frente y con eso su caída inminente.

La castaña choco contra la pared de espalda, la pequeña rubia asustada fue aplastada por la joven deportista que caía del aire quedando como una emparedado a medias, la gótica desapareció entre el humo negro, la chica sucia se revolcaba como si fuera un animal en sus juegos y las demás lograron cerrar sus puertas a tiempo antes de que pudieran ser afectadas por ese extraño y de dudosa procedencia de humo.

—¡Lisa Loud! ¿Qué rayos te pasa? ¡¿Porque hubo una explosión?! —exigía respuestas la mayor, Lori.

—Dudo que comprendas la veracidad de mis asuntos y tampoco es que quiera explicártelos —dijo la pequeña de vestimenta verde mientras se sacudía la suciedad—, si era todo, buen día. ¡Lana! Sal de mi habitación —una vez sacando a su hermana mascota cerró la puerta dejando a la mayoría de hermanas sin explicación o mínimo una disculpa.

—¿Y a esta que le sucede? Esta más distante de lo normal —dijo una chica de vestimenta purpura.

Después de una charla entre ellas para ver que paso en realidad, una de ellas se volteo y pudo observar a un par de chicas, una encima de la otra, alerto a las otras que no tardaron en dar asistencia a la más pequeña de los Loud a lo cual ella respondió

—No se molesten por mí, mejor ayuden a Lincoln —señalo bajo las escaleras solo para ver al peliblanco inconsciente cabizbajo con su comic a un lado.

—¡Lincoln!- gritaron todas y fueron a verificar que todo estuviera bien, no lo estaba.

Sangre escurría por su frente la cual provenía desde la corona de la cabeza, parte de su cabello estaba de ese color carmesí en tonadas mínimas mezclándose con la pureza de ese pelo sin color aparente, dándole parte de si, combinando lo suyo para ser parte de él.

El tiempo no se sabe cuánto paso desde aquel golpe, pero Lincoln recobraba la conciencia y despertó en su cuarto, pero noto algo en particular, su cuarto era demasiado pequeño.

—¿Que está pasando? —se preguntó mientras miraba a su alrededor, miro sus manos y estas eran un poco más grandes, miro su torso y este era más ensanchado al igual que pudo notar el cambio en su voz. Saliendo de su cuarto adentrándose al baño miro en el espejo solo para verse a sí mismo pero al mismo tiempo no era él.

Era totalmente diferente a aquel adolescente, ahora era un adulto. Sin entender lo que pasaba su mente como así su juicio se nubló, poso sus manos a su cabeza y repitió esto mientras se tiro al piso en posición fetal vertical "Solo es un mal sueño, solo debo despertar. Solo es un mal sueño, solo debo despertar".
Cerró fuertemente sus ojos y se suplicaba despertar. No entendía que pasaba, creía que algo había pasado aquel día que causo que no haya nadie en su casa, ya que al pasar por el pasillo vio los cuartos abiertos vacíos como así el polvo de la estructura quemada en la habitación de su hermana menor.

—¡AHH! –Grito en aquel pequeño espacio del baño, ¿Cuánto tiempo paso? Se preguntaba. Una vez más miro al espejo y ahí vio algo, a su atrás estaban todas sus hermanas que sonreían, y en su lugar estaba él de hace años— ¿Chicas? —pregunto. Dio media vuelta y no vio a nadie. Ahora asustado dio un fuerte golpe a la puerta logrando atravesarla, algunas astillas se incrustaron en su puño que lentamente comenzaron a sangrar.

Mientras estaba en el suelo mirando su puño ensangrentado escucho un paso a su atrás.

—¿Te divertiste? Hora de volver, Lincoln Loud —dijo la voz poniendo una pistola en la nuca del joven que solo se quedó sin habla—¡Despierta! —grito para luego disparar y matarlo.

...

Con respiración agitada abrió los ojos y miro a sus alrededores, se levantó de donde estaba, comenzó a mirar y a tocar su cabeza como así mirar su puño. Todo estaba bien, era un adolescente.

—Pero que... —se estaba por cuestionar. Fue interrumpido

—Tus niveles de adrenalina se elevaron exponencialmente, hermano. Por tu expresión puedo deducir que tuviste una "pesadilla" entre comillas ya que no creo en esos mundanos cuentos de primates sub-desarrollados —refuto la pequeña genio—. Para resumir, tuviste una pequeña fisura tras la caída, no te preocupes, estarás bien.

—¿Qué paso aquí? —pregunto mientras veía aun el cuarto algo sucio.

—Cosas menores, la ciencia requiere sacrificios como estos para poder avanzar. Por cierto, cuando salgas ve donde Lynn, Lori me menciono que ella se disculpara por hacerte esto —dijo sin sacar su mirada de una libreta en donde anotaba apuntes—. Ya puedes irte.

Lincoln salió en dirección a donde esta le dijo, toco la puerta una vez pero no hubo respuesta, volvió a tocar pero nuevamente no hubo nada, pego sus oídos a la puerta y logro escuchar unos golpes repetidos hacia la pared que iban acompañados con una cuenta que iba en asenso conforme la pelota rebotaba.
Sin decir nada entro y se paró cerca de la cama de la castaña esperando la susodicha disculpa, no ocurrió.

—Ejem, disculpa, ¿no tienes algo que decir?

—¿Qué haces en mi habitación? —respondió con otra pregunta sin despegar su mirada del objeto.

—Pues vine por mi disculpa

—Pues discúlpame por creer que creas que mereces una disculpa. Si eso era todo, puedes salir —agarro su pelota y espero a que él se fuera.

Algo disgustado y enojado el albino salió de ahí camino a su habitación a tratar de calmarse y disfrutar parte de lo que quedaba de su fin de semana.
Por su parte la castaña solo suspiro después de que el saliera, miro su pequeña pelota, la miro con furia y la lanzo con todas su fuerzas contra la pared, lo que no esperaba era que esta rebotara directo a su frente dejándola dormida.

El único chico de la casa miro su reloj que marcaba cerca de las tres de la tarde, así que sin preámbulos agarro su celular y se puso a mensajear con su novia que en este punto ya debería estar saliendo del entrenamiento.

—¿Hola? ¿Ya estas libre? —pregunto al ver que estaba en línea. Espero unos minutos hasta que le salió el icono "escribiendo".

—Hola, Linc. Si, ya terminamos aquí, estoy en los bastidores, en poco te devuelvo los mensajes, ¿Va? —propuso ella, ya que aún le faltaban cosas por hacer.

—Claro, te espero —contesto este. No leyó el mensaje y se desconectó.

Tras finalizar su pequeña charla, pasos e escucharon cual si fuera una manada cambiando de ubicación ya sea por peligro o por cosas mejores, el caso era lo segundo; irán al centro comercial.

—¡Lincoln! —grito la mayor de las rubias que al ver a su hermano en las escaleras le dijo– pasaremos tarde de hermanas, ahora si quieres puedes leer los comics con tu fetiche raro a tu antojo —comento ella mientras se iba con las demás en la Van de la familia.

Teniendo casa sola, Lincoln solo hizo lo que le dijo, pero no porque se lo ordeno, sino porque si quería. Paso cerca de hora y media en donde el shonen se había devorado una saga completa de Ace Savy, lo cual no era cosas de dos capítulos, eran muchos por saga.
Algo lo saco de su estado relajante, escucho ruidos provenientes del segundo piso, descarto que fuera Lisa, su hermana menor, ya que la vio en la Van antes de irse. Con cautela se movió por las paredes, no tuvo cuidado y dejo caer una maqueta que estaba ahí haciendo que algo del ruido cesara en la planta de arriba. Sin tener opciones para idear un plan, agarro un paraguas y lo sostuvo como palo de base bol listo para un HomRom. Ha pasos lentos se acercaba al segundo piso en donde aún no podía divisar nada fuera de lo normal, al mirar a los lado noto la puerta del baño entreabierta y no dudo en acercarse a investigar el caso.

—¡Te ten...

Momentos Antes

Con algo de sueño y dolor se levantaba de mala gana nuestra deportista castaña, miro a los lados y no vio a su compañera de cuarto por lo que dio por sentado que hacia sus cosas de rarita en el atico. Con dolor en la frente y tras quejarse, opto por darse una ducha y luego bajar a comer algo, juraba que alguien la había llamado antes para hacer algo, pero lo mas seguro es que haya sido parte de su sueño.

Una vez puesta su toalla, se miro en el espejo un poco el chichón que se hizo con la pequeña pelota.

-Maldición -se tocaba la sien en la parte afectada-. Estúpido Lincoln, ¿¡cómo se le ocurre interrumpir?! ¡Encima insinuar que merece una disculpa! ¡Ja! Ni que fuera el Rey de Roma -cerro la puerta con fuerza haciendo razonar en toda la casa.

Al llegar a la puerta de su habitación solo pudo escuchar como algo igual sonaba en la planta baja, miro rápidamente y solo vio una sombra escabullirse por las zonas menos visibles de ella. Miro los otros cuartos y dio por sentado que no había nadie, ¿entonces quien estaba ahí abajo? Esa era su pregunta, pero no se quedaría ahí de brazos cruzados a esperar que ese tipo se presente ante ella y no sea alguien de agrado. Descargaria su enojo de ese momento con aquel que se inmiscullo en su casa.
Agarro un bat y se posición cerca del baño para dar un estocada sin reparo.

-¡Te tengo! - grito mientras movía el Bat hacia su objetivo.

Mientras tanto en el Centro Comercial las hermanas Loud pasaban un tiempo de caridad, si así se le puede decir.
Las dos mayores, amantes de la moda, estaban es su propio mundo mirando probándose ropa por aquí y por haya.

-¡Mira, Lori! -llamo a su hermana- ¿Cual crees que me quede mejor? ¿Este de aquí o este otro? -pregunto mientras sostenía unas prendas en sus manos.

-Leni, literalmente son el mismo vestido, aunque, si tuviera que elegir -le hablo calmada, entendía a su compañera de cuarto, era despistada-, te elegiría, este - le entrego un vestido que agarro a ella.

-¡Oh! Gracias, Lori -agradecio a su hermana por la recomendación-. Ahora, ¿Cual vestido va con el naranja? -pregunto.

¿Las otras hermanas? Pues no es gran cosa, una que otra anda en su Hobby o por ahí.

Sentada en el punto de reunión mientras escuchaba una música desde sus audífonos como así movía sus labios imaginando que cantaba mientras que solo llegaba a sonar la melodía de esta. Sentada en el centro, brazos acaparando los espaldares y de piernas cruzadas que movía al sonar de su música, ella era Luna.

Comprando artefactos como asi un libro de notas, se notaba un aura de alegría aunque así no lo fuese. Frenillos, pelo castaño y vestimenta brillante, Luan.

Un aspecto lúgubre y vago en temas de vida, iba la chica de tests pálida junto a sus hermanas gemelas, una genio y una que estaba en desarrollo, ellas eran Lucy, Lola y Lana, Lisa y Lili

-Sigo sin entender porque me subí -se quejo en el asiento de atrás.

-Eres nuestra mayor, debes cuidar de nosotras, ademas subíamos aquí todo el tiempo, no entiendo porque te quejas -dijo Lana.

-Debe ser el hecho de que apenas quepo y de que todos me miran como extraña -se encogía de hombros, sentia vergüenza.

¿Faltan? Pues están en lo correcto, veamos como van las faltantes, aunque solo es una.

Con miedo y desesperación una castaña con ropas deportivas caminaba en círculos mientras murmuraba un plan para no ser inculpada de lo sucedido.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar a una Van llegar al estacionamiento de la casa, entro en pánico.

Con todo lo que daba, cargo el paliblanco con mechas rojas hasta su cama, al llegar solo lo tiro ahí, saco un pedazo de madera de su estante de arriba y lo puso a un lado de la cama, para simular que esa cosa fue la causante de su inconsciencia.
Para suerte de ella, ese plan funcionó y no hubo líos por ese tema, aunque ahora si tendrá que pedir disculpas como es debió a su hermano.