Era de noche y la oscuridad envolvía las calles. Observaba de lejos a Sarisha mientras que ella caminaba lentamente, quedándole aproximadamente siete minutos de camino.

A lo lejos, pude divisar a un grupo de chicos que parecían mayores que Sarisha. Estaban allí, bebiendo y fumando, y algo en la actitud de ellos no me parecía correcto. A medida que Sarisha se acercaba, el grupo bloqueó su paso, y uno de los chicos de pelo rizado comenzó a insultarla por su origen.

—¡Oye, asquerosa! — exclamó con desprecio — ¿Por qué no te vas a tu país? Estamos hartos de que personas como TÚ vengan a quitarnos nuestros trabajos.

Mi instinto me decía que debía intervenir, pero decidí observar la situación por un momento más. Sarisha intentó ignorarlos y pasar junto a ellos, pero volvieron a bloquear su camino y continuaron insultándola.

—¡¿No nos escuchaste?! — preguntó otro chico, este llevaba un gorro rojo — ¡Responde!

Sarisha permaneció en silencio, con la cabeza gacha y los brazos cruzados, pidiéndoles en un susurro que la dejaran ir. Pero los chicos no la escucharon y siguieron lanzándole insultos. No sabía qué hacer, sentía una mezcla de rabia e impotencia al presenciar esa situación.

Entonces, se tornó aún más desagradable. Uno de los chicos empujó con fuerza a Sarisha, haciendo que cayera al suelo, mientras que otro le arrojó su bebida, dejándola empapada y con un olor desagradable impregnando el aire. Verla en esa situación me llenó de indignación.

Ya no pude contenerme más y cuando iba a intervenir, otra persona se me adelantó por detrás de los chicos.

—¡Dejadla en paz! — exclamó ese desconocido.

Los agresores se giraron hacia el chico misterioso, sorprendidos por su intervención. A medida que se acercaba a ellos, su figura se hizo más visible, revelando un chico alto de cabello oscuro y porte seguro.

Era Aidan Stoke, mi primo.

Un sentimiento incómodo se apoderó de mí, y no pude evitar sentir un leve atisbo de celos al ver a Aidan junto a Sarisha.

Traté de ignorar esos sentimientos confusos, convenciéndome de que solo se trataba de su preocupación por la seguridad de Sarisha. Pero no podía negar que me molestaba ver cómo Aidan se acercaba a ella, cómo parecían tener una conexión instantánea. Aunque intentara negarlo, había algo en su presencia que me incomodaba profundamente.

Mis pensamientos se agolpaban en mi mente, luchando contra esa mezcla de celos y confusión. Sabía que no era justo culpar a Aidan por proteger a Sarisha, pero no podía evitar sentir esa punzada de rivalidad cuando les veía juntos.

Observé con creciente angustia cómo Aidan se adelantaba para defender a Sarisha. Un nudo se formó en mi estómago, mezcla de celos y frustración. Por un momento, me detuve a examinar mis propios sentimientos y me di cuenta de que mi relación con Sarisha iba más allá de una simple amistad. Había algo más en juego.

Una vez que los chicos se fueron, mi primo y Sarisha comenzaron a caminar en la dirección contraria a la que me encontraba y decidí seguirlos en silencio.

Mis pasos sigilosos pisaban con cuidado el suelo. Cada paso que daba, el conflicto interno se intensificaba. Mi mente estaba llena de pensamientos contradictorios y mis emociones parecían salirse de control. ¿Por qué me afectaba tanto ver a Sarisha junto a Aidan? ¿Acaso sentía algo más profundo por ella?

Las palabras de Aidan resonaron en mis oídos mientras caminaban. Él prometía estar allí para Sarisha, protegerla de cualquier maltrato que sufriera tanto dentro o fuera del instituto. Mi mandíbula se tensó, sintiendo una mezcla de una furia contenida que quería salir.

A medida que avanzábamos, las voces de ambos llegaban a mis oídos. Escuché cómo Sarisha le agradecía a Aidan con esa voz suave y genuina, sintiendo una punzada de dolor en mi pecho. ¿Por qué no era yo quien estaba allí, cuidando de ella y siendo su defensor?

Mis pasos sigilosos se volvieron más pesados a medida que luchaba con mis propios sentimientos. Me escondí detrás de un árbol cercano, tratando de controlar mi respiración acelerada. La envidia me carcomía por dentro mientras veía a Sarisha confiar en Aidan.

Sentía como mi corazón latía con la esperanza de que algún día ella me mirara de la misma manera.

* * * *

Narra Sarisha

Estaba enormemente agradecida a Aidan Stoke por haberme salvado de aquel grupo de chicos. No sabía exactamente por qué, pero su apellido me resultaba familiar, como si lo hubiera escuchado antes... o tal vez solo era producto de mi imaginación.

Después de despedirme de Aidan y subir a casa, decidí darme una ducha rápida para quitarme el olor de la bebida que me habían derramado encima. Una vez que estuve limpia y vestida, me dirigí a mi habitación y vi mi móvil sobre la cama. Suspirando, lo cogí y me encontré con sesenta llamadas perdidas y treinta y ocho mensajes.

Sí, fue de locos.

Al ver esa cantidad de mensajes y llamadas, me asusté un poco, sobre todo porque la mayoría eran de mi padre (lo cual temía) y otras provenían de Salma y Leila, mis amigas del grupo.

Antes de comenzar a leer sus mensajes, decidí llamar a mi padre de inmediato:

—Hola p... —comencé a saludarlo, pero fui interrumpida sin ninguna demora.

—¡Sarisha! ¿Puedes decirme dónde has estado? — preguntó mi padre enfadado y antes de que pudiera responder, volvió a interrumpirme —¡Te he llamado millones de veces y no has respondido! Estaba a punto de llamar a la policía.

—No, no, no... Estoy bien, papá — respondí suspirando —Solo estaba... estudiando para un examen y apagué el móvil.

—¡Me da igual! —replicó — No vuelvas a preocuparme.

—No lo haré, lo siento mucho.

Mi padre siguió dándome un sermón largo y tedioso, pero finalmente lo interrumpí.

—Papá, papá, me tengo que ir... a cenar. Por favor, hablamos mañana.

—Está bien —accedió después de unos segundos de silencio — Descansa y NO salgas mañana sin mi permiso.

—Está bien... adiós.

Una vez que acabé la llamada, comencé a leer los mensajes de las chicas. Siempre me divertía leyendo sus mensajes.

Leila 08:00 p.m.: ¡SAARIIIIIII! ¡NO ME LO PUEDO CREER! Mándame un mensaje ¡TE NECESITAMOS!

Salma 08:05 p.m.: ¡Chicaa! ¡¿Dónde estás?! ¡PUEDES CONTESTAR! ¡Es muy IMPORTANTE!

Salma 08:08 p.m.: YA CONTESTA EL MALDITO MENSAJE!!!

Leila 08:08 p.m.: Eres un monstruo sin corazón.

Salma 08:30 p.m.: ¡SARISHA SHEIKH! ¡Te ordeno que nos hables ahora mismo!

Salma 08:31p.m.: ¿Nos reemplazaste? ¿Por qué no nos respondes el maldito mensaje?

Leila 08:40p.m.: ¡Rata de dos patas, te estamos hablando!

Leila 09:00p.m.: Hola ¿te acuerdas de nosotras? Somos tus mejores amigas. Has conocido a un grupo y nos dejas de lado.

Salma 09:01p.m.: Lei, déjala...creo que está muerta.

Leila 09:01p.m.: Nos ha abandonado, jaja.

Lo que os decía.

Las quiero mucho, pero son unas pesadas, aunque...claro que, tampoco me puedo quejar de nada, yo también era así.

Sari 10:30 p.m.: Hola.

Leila 10:32 p.m.: ALELUYA!!! ¡Estas viva!

Sari 10:32 p.m.: Perdonad el retraso.

Salma 10:33 p.m.: ¡Por fin te has dignado a responder!

Sari 10:33 p.m.: Sorry...

Salma 10:34 p.m.: Creíamos que estabas muerta.

Sari 10:34 p.m.: Dnd estáis??

Leila 10:34 p.m.: Bueno... Estábamos de camino para ir a hacer tu funeral 🤣🤣 Pero ahora que sabemos que estas viva, estamos de camino a tu casa.

Salma 10:35 p.m.: ¡NI SE TE OCURRA SALIR! ¡Hay una gran noticia! Love you girl 😉😘.

Pasó un rato hasta que las chicas llegaron a mi casa y llamaron al timbre. Les abrí la puerta y en cuanto me vieron, se lanzaron hacia mí, abrazándome con entusiasmo y alegría. Me envolvieron en sus brazos, impidiendo que pudiera moverme.

Después de forcejear un poco para liberarme de su abrazo, nos dirigimos a mi habitación, donde se lanzaron a la cama como si estuvieran agotadas tras un día largo de trabajo.

—Chicas, ¿podríais explicarme qué os ha pasado? —les pregunté, esperando una respuesta.

Salma me miró indignada y dijo: —¡¿Tienes idea de lo que nos has hecho pasar?! Fuiste al parque con las chicas... ¿sabes quiénes son ellas?

Encogí los hombros y respondí: —Sí, son... los F30.

Leila me miró incrédula y exclamó: —¿Y lo dices con tanta tranquilidad? Sarisha, ¡HAS ESTADO CON LOS F30! ¿Sabes quién es Ava Wilson?

—¿Cómo sabes su apellido? —pregunté frunciendo el ceño. —Ella va a mi instituto.

—Es la NOVIA de BRYAN STOKE.

—Ya. ¿Y?

Las chicas me miraron incrédulas con la boca abierta ante lo que dije. ¿Qué les pasaba?

>>Chicas, dejad de mirarme así. Dais miedo.

Vi cómo se recompusieron de nuevo, Leila inspiraba y expiraba al igual que Salma. Luego, ésta última me preguntó:

—¿Conoces a Bryan Stoke y a su hermano gemelo, Wyatt Stoke?

—Sí.

—¿Sabes quiénes son? —preguntó Leila y alce los hombros en respuesta.

Ella miró indignada a Salma quien se reía por lo bajo. Mientras que discutían por algo entre susurros, caí en la cuenta de algo y entonces les pregunté: —Chicas, ¿conocéis o sabéis quién es Aidan Stoke?

—¿Aidan Stoke? —preguntó Leila volteando a verme de nuevo como exorcista. —¿A qué viene eso?

—Sola fue una pregunta.

—Es el primo de los gemelos y mi futuro esposo —respondió guiñándome un ojo. —El padre de los gemelos y el de Aidan son hermanos. Son los dueños de una empresa, Senwell, famosa a nivel mundial con la base principal en Corea del Sur.

—¿Qué? —pregunté incrédula.

—Sí, y esos tres chicos serán los herederos de esa empresa dentro de un año, cuando sean mayores de edad. En verano, sus padres los llevaban a Corea para que aprendieran algunas cosas —continuó Salma. — Los gemelos y Aidan son estadounidenses e ingleses. La madre de los gemelos, Katherine, era una famosa abogada conocida en todo el mundo.

—La madre de Aidan, Nora, es una reconocida modelo — añadió Leila. —La familia Stoke esta lleno de artistas. Las tías de los gemelos son famosas actrices en Estados Unidos, al igual que los tíos y tías de Aidan. Además, Aidan hizo algunas apariciones en series cuando era pequeño.

>>Aparte de todo esto, tiene muchas casas alrededor del mundo, como en China, Londres, Noruega, Estados Unidos, entre otros lugares. También tienen una granja familiar en Toronto, Canadá —explicó Lei entusiasmada. Yo las escuchaba atentamente, sorprendida por toda esta información.

—¿Y los F30? —pregunté —¿Qué hay de ellos?

—F30, F30... según hemos escuchado, la mayoría de las personas de ese grupo son hermanos de sangre entre ellos o primos —respondió Salma. — Todas las familias de ese grupo son empresarios famosos y reconocidos. A medida que el grupo creció, también creció su popularidad.

>>Wyatt y Bryan fueron nombrados líderes del grupo, y los F30 también son conocidos como unos influencers. Suben vídeos creativos y divertidos cada semana. A veces me gustaría saber lo que se siente al ser famoso a una edad tan temprana —terminó por suspirar.

—Si son tan famosos, ¿por qué viven aquí? — pregunté. —No tiene sentido, pensé que personas como ellos vivían en Hollywood.

—Antes de que nacieran los tres chicos, la empresa ganó enemigos, así que sus padres decidieron criarlos en este pueblo. En ese momento, nadie los conocía —explicó Leila. —A pesar de que los gemelos y Aidan nacieran aquí, tienen cuatro nacionalidades.

—¿Alguna vez los habéis visto? —les pregunté.

—Salma y yo hemos vivido aquí durante diecisiete años y nunca los hemos visto, solo en las redes sociales, en las noticias, etc... ¡Hasta hoy! Cuando me presentaste a las chicas y me di cuenta tarde, no dejaba de pensar que fueras con ellas. Ojalá hubiera sabido que eran de los F30 y no las hubiera rechazado —dijo Leila con un puchero. —Pero sabes... los F30 van a TU instituto. Me encantaría conocerlos o al menos a alguien del grupo.

—Bueno, al menos ahora conoces a algunas chicas— le dije riendo.

—Ja, ja, ja...que graciosa —respondió sarcásticamente.

—¿Tú sabes que por tu culpa ella ha estado comiendo mi cabeza? —me preguntó molesta Salma. —Desde que vimos tus fotos con el grupo...no nos l-

—¿Qué? — la interrumpí dejando de sonreír —¿Dónde habéis visto esas fotos? —me alteré, sabiendo que, si mi padre viera alguna foto relacionada con lo que las chicas mencionaban, estaría en grandes problemas.

—Chica, existe algo llamado I-N-S-T-A-G-R-A-M — dijo Leila.

—No, no, no— murmuré, empezando a sentirme cada vez más alterada. Salma me lanzó una almohada.

—Sari, relájate. Si te preocupa tu padre, él no lo sabrá, porque no tiene Instagram— trató de tranquilizarme.

—Pero su padre tiene Facebook, ¿no? — preguntó Leila.

—Sari...—Salma iba a decir algo, pero la interrumpí.

—Creo que sí lo tiene — dije dudosa.

—¡Leila! ¡Deja de molestarla! —exclamó Salma.

—¡¿Qué?! Solo digo la verdad —se defendió.

—Sari tranquila, relájate... esas fotos solo las tienen adolescentes de nuestra edad y solo las pueden ver las personas que las siguen. Además, nadie de nuestra edad tiene Facebook, tu padre no lo sabrá —me tranquilizó Salma.

—Claro, a no ser que esas personas que tienen tu foto tengan la cuenta pública y no privada. En ese caso hay grandes posibilidades de que esas fotos lleguen a manos de tu padre. La mayoría de las personas de este pueblo te conocen gracias a tu padre, saben de quién eres la hija — continuó hablando Leila mientras que yo me iba poniendo cada vez más pálida.

>>Y si tú padre ve o se entera de todo eso...estarás acabada —terminó diciendo con una sonrisa maliciosa en su rostro.

—¡LEILA NO AYUDAS! —le atacó Salma tirándola una almohada y luego se dirigió hacia mí. —Sarisha, tranquila, confía en mí. Tú padre no verá esas fotos.

—¿Estás segura? — pregunté dudosa.

—No.

—Sí.

Dijeron las chicas al unísono.

—¡Leila, para ya! —me quejé, lanzándole una almohada.

Poco después, Salma se unió a mí y comenzamos a lanzarnos almohadas entre risas, hasta que finalmente nos quedamos dormidas.

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Okay....y esos celos??

Pero vamos a ver chico misterioso, aclárate porque no se te entiende.

Que tal con nuestro nuevo personaje?? EL PRIMO DEL PROTAGONISTA :00 

(es nuestro tercer protagonista) sshhh.....

Os quiero<333 no olviden votar y comentar.