Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20

¡ADVERTENCIA!: Este capítulo contiene contenido adulto y perturbador de naturaleza ficticia. Se abordan temas sensibles y desafiantes que pueden provocar reacciones emocionales intensas. Si eres sensible o propenso a experimentar angustia al enfrentar este tipo de material, ten en cuenta que lo que lees es completamente ficticio y no representa situaciones reales, al menos no en mi entorno. Aun así, te aconsejo que consideres si deseas continuar con la lectura. La decisión de hacerlo es completamente tuya, y debes asumir la plena responsabilidad de los efectos que pueda tener en ti.

********

Narra Sarisha

Cuatro días.

Llevaba encerrada en esa maldita habitación durante cuatro largos días. Quería salir de ese lugar, pero era imposible. La incertidumbre carcomía mi mente, y me preguntaba desesperadamente si alguien vendría a mi rescate o no.

En medio de ese tormento, el tercer día, conocí a una chica de entre 22 y 24 años, María. Quien se convirtió en mi única conexión con el mundo exterior. Ella era un rayo de luz en esta oscuridad, trayéndome comida y ropa, y sus ojos reflejaban el mismo deseo de liberación que el mío. 

Aparte de Marc y David, conocí a otros cuatro chicos, formando un grupo de seis personas.

Mi cuerpo estaba lleno de moretones y cicatrices, producto de los terribles abusos a los que me sometían cada vez que esos chicos se emborrachaban o cuando desobedecía. Además, cada tres horas, me inyectaban una extraña vacuna que me dejaba débil y sumisa, obligándome a hacer lo que me ordenan.

El ruido de la puerta abriéndose me saco de mis pensamientos, era María con una bandeja de comida.

—Hola — me saludó con una sonrisa triste.

—Hola...

—¿Cómo te encuentras?

—Viva.

—Sarisha... — me llamó arrodillándose frente a mi — Por favor come, llevas sin comer desde ayer. 

—No tengo hambre —me limite a decir.

En cuanto la vi, no pude evitar suplicarle que me ayudara a escapar de ese lugar, a pesar de saber la respuesta.

>>Ayúdame a salir de aquí, por favor — le rogué — No aguanto más estar encerrada aquí.

— Sabes que es imposible — respondió agachando la cabeza — Hay cámaras de vigilancia por toda la casa —murmuró. — Las salidas están llenas de guardias y perros labradores...es imposible salir de aquí.

>>¿Eres de Lucena?

—Sí.

—Estamos a dos horas de allí, no hay nada alrededor — dijo cogiéndome de las manos — Aunque logres escapar, no podrás ir muy lejos.

Las pocas esperanzas que tenía de salir de esa casa, se iban esfumando conforme María me iba respondiendo.

—Al menos sabrás por que estoy aquí —dije desesperada, sintiendo como mis ojos se llenaban de lagrimas — ¿Qué es lo que me harán? — pregunté con temor — Llevo aquí cuatro días y no hacen más que golpearme o b...besarme. ¿Por que no me matan de una vez?

—No te has dado cuenta aun ¿verdad? — me dijo — Ellos te quieren a ti. Quieren hacer sufrir a Wyatt.

— ¡¿Pero por qué a través de mi?!

—Porque te has convertido en su debilidad.

—¿Qué?

—Este grupo, se encargaba de buscar chicas con el objetivo de utilizarlas, vender a las chicas que son vírgenes, utilizarlas para sus juegos o incluso... matarlas torturando. 

—¿Qué? — pregunté aterrorizada.

—Wyatt solo les ayuda en el secuestro — añadió —Con todas las chicas que Wyatt jugo, estaba la hermana de Marc. Ella se enamoró de Wyatt perdidamente y él la rechazó muchas veces hasta que, luego de un tiempo, ella se suicido.

 >>Marc y su hermana eran muy unidos. Cuando Marc se enteró que el culpable de la muerte de su hermana fue Wyatt, quería matarle pero David lo impidió. Le dijo que esperara a encontrar alguna debilidad de Wyatt para atacar allí. 

—No puede ser... — murmuré sintiendo las lagrimas resbalar por mis mejillas.

¿Y se suponía que yo era su debilidad?

—Tienes que estar agradecida que hasta ahora no han llegado tan lejos — me sacó de mis pensamientos —Ya sabes a lo que me refiero. Eres la primera chica con la que no han llegado tan lejos, a pesar de que llevas aquí cuatro días.

 >>La primera vez que los chicos te vieron saliendo del instituto, llamaste su atención. Wyatt dijo que eras de la India y también musulmana...por lo tanto, los chicos supusieron que serias virgen. Wyatt logró  convencerles de no secuestrarte ni torturarte. Les dijo que él te llevaría a la cama, haría la grabación y los enviaría para que lo publicaran en las redes y ya. 

>>Lo iba a hacer en el lago...

—Pero al final no lo hizo — completé por ella en un susurró.

—Los chicos se enteraron que el vídeo que mandó,  fue falso y que él no cumplió su promesa. Le dieron una oportunidad hasta la fiesta de Halloween, estuvieron vigilando y cuando vieron que se negó a hacerlo, supieron que te habías convertido en su debilidad.

Era imposible que él fuera tan cruel, nunca pensé que fuera capaz de hacer eso. 

Aun recordaba el día en que Camila me dijo "...de lo que estoy segura es que él seria incapaz de hacer daño a alguien"   Ya claro, incapaz de hacer daño...que irónico

—Sarisha, escúchame —dijo moviéndome con suavidad para que volviera a la realidad. — No pienses en él ahora, preocúpate por ti — añadió clavando su mirada en la mía. — Conozco muy bien tu religión y tus costumbres. Sé el sitio que tiene en el mundo una chica como tú que no sea virgen antes del matrimonio. 

>>Créeme Sarisha, créeme que si estuviera en mis manos te ayudaría a escapar de aquí cuanto antes, pero es que realmente es imposible. Les escuché decir que... — y se quedó callada apartando la mirada de mi y sentí como mi corazón se encogió.

—¿Qué escuchaste? —pregunté y continuaba sin terminar la frase — María, contéstame ¡¿qué les escuchaste decir?!

—Que...esta noche, mejor dicho, dentro de poco comenzara tu infierno...pero tienes que ser fuerte.

—¿Q-qué quieres decir que comenzara mi infierno?

—Te...violarán — respondió luego de unos segundos y cerré los ojos de golpe, suspirando —Sarisha...

—No — la detuve antes de que continuaran hablando —Necesito que me ayudes a salir de aquí, te lo suplico, María. No me importa que me pillen después o no. ¿Qué...qué es lo peor que harán?

>>Matarme...pues lo hagan pero no voy a dejar que me toquen, sin al menos, intentar luchar por salir de aquí. Prefiero morir antes que dejar que hagan lo que quieran conmigo.

—María —  oímos una voz masculina y sentí como mi corazón se salto varios latidos. Empezaba a marearme...Yo levanté la vista y ella volteó a ver — Sal de la habitación.

Era Marc...acompañado de David y otros cuatro chicos.

Inconscientemente agarré del brazo de María, quien me vio por una ultima vez...y no hizo falta que me dijera lo que iba a pasar.

Se levantó lentamente con su mirada fija en mi, se disponía a marchar cuando la forcé mi agarré llorando.

—No me dejes sola — murmuré aterrada.

—¿Acaso no has oído lo que hemos dicho ? — preguntó uno de los chicos que se llamaba Ben.

—Lo siento...— murmuró María observándome fijamente mientras que se soltaba de mi agarre y yendo para dejarme sola con esos seis chicos.

—¡NO! ¡María! — se detuvo y volteó a mirarme una ultima vez antes de salir de la habitación —No...

Me vi atrapada en una pesadilla de la que no podía escapar. La habitación se quedó en un silencio opresivo, que solo se rompía por los pasos decididos de Marc. Su sonrisa siniestra me llenó de miedo, y retrocedí lentamente, sin poder evitarlo. No tenía fuerzas para levantarme ni defenderme, y me sentí totalmente indefensa, sin escapatoria.

Cuando Marc finalmente me acorraló, se arrodilló frente a mí, con su mirada fija en mis ojos llenos de lágrimas. Sus palabras eran una mezcla perturbadora de amenazas y elogios, mientras avanzaba con besos no deseados que me hacían sollozar desesperadamente.

—Te ves muy guapa — murmuró besándome.

—D-déjame en paz —supliqué en un susurró llena de temor — Por favor, no lo hagas...

—Hey — sonrió agarrándome del rostro, clavando su mirada en la mía — Tranquila...vas a disfrutar esta noche  — terminó de decir, acercándose aun más hasta tener los cuerpos pegados.

No sé como ni de donde salió la fuerza para pegarle en su zona

—¡¡AAHH!! — gritó de dolor retorciéndose en el suelo.

Sabía lo que me esperaba pero prefería estar muerta a perder la dignidad, a perder lo mas valioso de mi.

Con toda la fuerza que reuní, me levanté apoyada a la pared viendo como Ben y David se dirigían hacia mi rápidamente. 

Ben me golpeó en el rostro, provocando que cayera en el suelo.

—¡Te vas a arrepentir de hacer eso! — dijo David sentándose en cuclillas y cogiéndome del pelo, levantando el rostro para que le viera — No deberías de haber hecho — terminó de decir pegando mi rostro al suelo.

No pude ni gritar, ni quejarme de dolor. 

Cuando David golpeó mi rostro contra el suelo, una oleada de dolor punzante se extendió por mi cabeza, y un zumbido agudo llenó mis oídos. En ese momento, el mundo se desdibujó y se volvió borroso, mientras mi cuerpo se inundaba de una mezcla abrumadora de miedo y humillación.

La intensidad del golpe me hizo sentir como si estuviera perdiendo el control sobre mi propia realidad. Fue un choque físico que dejó mi rostro entumecido y mi mente abrumada por una sensación de vulnerabilidad y desamparo.

Miré de reojo a Marcos y Arturo, se encontraban sin camiseta y sin pantalón, solo en boxer. Sentí de nuevo como alguien me agarraba del cabello haciendo que le mirará. Era Marc, se acercó a mis labios para besarme con intensidad mientras que yo procuraba tener los labios sellados.  

—¡Te vas a arrepentir de esto, guapa!

Y así sin más, comenzó a arrancarme la ropa mientras que yo luchaba porque me soltará. Terminó dejándome totalmente desnuda mientras que me besaba con intensidad, intenté alejarlo de mi pero era imposible. Después de unos segundos besándome en los labios y el cuello se alejó de mi. Pensé que había acabado, pero no...solo era el comienzo. 

Ben y Marcos se acercaron a mi con una gruesa cuerda... pasándolo por el cuello, los pechos, la muñecas, cintura, muslos y acabando con los pies separados, dejándome totalmente expuesta a ellos.

—¡NOO! ¡¡SOLTADME!! — grité llorando — ¡DEJADME IR! — cada vez que hacia un movimiento, la cuerda me rozaba haciendo daño.

—¿No crees que si quisiéramos dejarte ir...ya no estarías aquí?  — preguntó Arturo — Te ves hermosa...

Él tenia sujetado algo en la mano, en cuanto lo metió dentro de mi intimidad...esa cosa comenzó a moverse dentro de mi. 

¿Qué era eso? 

—Aah...— solté un gemido sin querer —Sa-saca...ah, sácamelo — terminé de decir sollozando.

—Ooohh...si — gruñó David.

Le miré de reojo, se estaba masturbando mientras que me observaba. También dirigí mi mirada a los otros, hacían lo mismo. 

Marc se levantó de su sitio acercándose a mi, mientras que se masturbaba con una mano.

Cerré los ojos mientras que salían las lagrimas de mis ojos, deseando que realmente fuera una pesadilla.

—No te imaginas como te ves así  — dijo susurrando cerca de mi oído.

Rápidamente abrí los ojos e intenté alejarme de él pero no me lo permitió.

—Abre la boca —  ordenó Marc.

—Noo...—logré decir aguantando por no gemir.

El soltó una risa — ¿Te esta gustando? —preguntó y cerré los ojos — Súbelo a dos — le escuché decir a alguien.

Esa cosa que tenía en mi intimidad, empezó a moverse con un poco más de intensidad.

—Aahh...—gemí —Pa-para...

—El daño que me hiciste — dijo cogiendo mi rostro provocando que abriera los ojos —Ahora quiero placer — añadió obligándome a abrir la boca y cuando lo logró, metió su miembro dentro de mi —Oohh...— gimió con una voz grave cuando cerré los ojos de golpe — Si...nena...

Intenté alejarme pero no me dejaba. Sujetó mi cabello en una coleta y comenzó a mover mi cabeza hacia detrás y delante, mientras  él sacaba y metía su miembro.

—Oohh...maldita sea...aah —continuó gimiendo mientras que yo deseaba que eso se acabará.

Sentí que alguien me cogió de la mano y lo puso en su miembro, quite rápidamente la mano pero volvió a cogerme la mano, obligando que le masajeara.

—Oohh...que bien lo haces... — le escuché decir a ese hombre. 

Noté como alguien me sacó esa cosa que tenía dentro, cuando abrí los ojos vi que era Marc. Sentí un gran alivio o eso creí porque en cuanto me saco esa cosa, me pincho algo en el brazo libre que tenía mientras que me retorcía. 

Al acabo de unos segundos empecé a sentir el efecto, convirtiéndome en sumisa. Les comenzaba a hacer caso siempre que me decían algo cuando en realidad no quería eso. 

Se acercó a besar mi pecho a la vez que metió sus dedos en mi.

—Aahh...Ma-Marc ...Para...

—Siento como envuelves mis dedos, joder...

—Quiero que gimas — murmuró Arturo cerca de mi oído mientras continuaba masajeando el miembro de Ben.

—Aah...s-si... — sentí como empezaba a tensarme cuando Marc se detuvo y se apartó de mí.

—Quitad la cuerda — ordenó a los chicos.

Ben soltó mi mano y me cogió de la barbilla obligando a que le viera y dijo:

—No vuelvas a atacar...o te arrepentirás.

Cuando quitaron las cuerdas, intenté gatear hacia la pared y una vez que lo logré, intenté  ponerme de pie pero me caí.  Marcos se acerco a mi cogiéndome y empecé a patalear a pero fue en vano.

—¡¡SUELTAME!! — grité llorando —¡¡NO ME TOQUES!!

Estaba viendo como Arturo se tumbó en el suelo, boca arriba y Marcos me llevaba hacia él.

—¡Noo! ¡Noo! ¡Por favor suéltame!

Me posicionó encima de Arturo boca arriba y noté como sus manos se envolvían alrededor de mi abdomen.

—Te va a encantar — susurró en mi oído y sentí como mi corazón se iba acelerando.

—Por favor...no...—supliqué llorando mientras que intentaba soltarme. —¡¡AAAAAAHHHHHH!! — grité de dolor cuando metió su miembro en mi ano.

—Joder...—gimió —Que estrecha estas.

Marcos y el sexto chico que hasta entonces se mantuvo sin tocarme, Bruno...Se acercaron a mi obligándome a que separara las piernas. Intenté juntarlas pero fue en vano. 

Observé con lagrimas como Marc se acercaba a mi con una sonrisa, posicionándose entre mis piernas. Cada vez que intentaba cerrarlas , me lo impedía. Paso su mano por mi intimidad mientras que me movía, intentando que no me tocara.

—Joder, como sigas moviéndote así...—murmuró Arturo —No aguantaré.

—Noo... — susurré con la mirada clavada en la de Marc intentando transmitirle algo para que tuviera piedad de mi y no lo hiciera.

—Estas lista para mi — dijo con una sonrisa siniestra y entró de golpe.

—¡¡NOOOOOO!! — grité de dolor llorando.

—Oohh — soltó una risa — ¿Eras virgen? Claro, se me olvidó — dijo mientras que salía de mi.

Pensé que había cambiado de opción, que logró tener un poco de piedad pero que equivocada estaba. 

Entró de nuevo de golpe.

—¡¡AAAAAHHH!!

Me quemaba, me consumía de un dolor insoportable... lo hizo... me arrebató lo más valioso de mi, dejando tras de sí un rastro de sufrimiento que jamás podía haber imaginado. Cada momento de aquel acto se convirtió en una tortura, como si mi alma misma se desgarrara. La vergüenza, la humillación y el tormento me envolvieron, y el mundo se oscureció a mi alrededor. En ese instante, mi inocencia se perdió para siempre, y una herida profunda se abrió en mi interior, marcándome con cicatrices imborrables.

—Aaahh...que caliente y estrecha estas Sarisha —gimió Marc y cerré los ojos negando —Ooh...joder...

Los dos comenzaron a moverse dentro de mi, me dolía...quería morirme.

Continuaron entrando y saliendo, el cuerpo entero me ardía. Cuando ladee la cabeza me percaté de que...me estaban grabando.

—Que bien se siente, como aprietas...— habló Arturo — Quiero que gimas — susurró.

—Aah, aah s-si...

—Ooh...si, ah... — esa vez fue Marc y se acercó hasta el cuello para besarme — Pide más.

— Si...si-sigue ah...—decía sin apartar la mirada de la cámara.

Así continuaron hasta que perdí la noción del tiempo.

Después de que acabaran esos dos dentro de mi, fue el turno de Bruno y Marcos. Luego de ellos dos, les tocó a David y a Ben y por ultimo, solo Marc. Los que no estaban dentro de mi, me obligaban a masajearlos o a chuparlos. Estaba cansada, mi cuerpo entero dolía.

—¡¡Aaahh...!! — gimió por ultima vez Marc — Estoy apunto Sarisha...S-si...aah, ooh...—dio unas estocadas más y se vino dentro de mi — ¡Aaahh! — gimió por ultima vez antes de desplomarse encima de mi.

Yo lloraba en silenció. Luego de unos minutos, salió de mi dando una estocada más.

>>Nos vemos mañana, cariño...  — dijo besándome con intensidad para luego de unos segundos, salir de la habitación dejándome sola en el suelo. 

********

No diré nada más :/

Pobre Sarisha...se va a la esquina a llorar*

¿Por cuanto tiempo sufrira?

¿Llorasteis? ¿Sufristeis con la protagonista? ¿Se enfadaron?

Levanten la mano quien quiera que no sufra en el siguiente capitulo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro