Miré a todos lados, el lugar estaba vacío y se sentía cálido y agradable, pero solitario.

- ____-chan -

Me detuve de golpe, sentí mi labio inferior temblando y me giré un poco lento por miedo a que solo haya sido mi imaginación.

- ¿Qué te pasa, te volviste muda? - Sonríe ampliamente pero yo corrí hasta él y lo abracé.

- Jiraiya... - Comencé a llorar de nuevo, él apoyó sus manos en mis hombros y me estrechó con ternura -¿Por qué... ? - Pregunté llorando.

- Ya deberías saber que hay batallas que no siempre se ganan... - Dice.

- Por eso estoy aquí... - Dije sollozando y apartándose un poco mientras me pasaba la muñeca por el ojo para quitarme las lágrimas.

Él me sonríe tiernamente y niega.

- Tú no perdiste ____-chan... más bien... hiciste que todos ganaran... -

Me lo quedé mirando sin entender nada.

- Lo que hiciste fue muy valiente... no siempre alguien daría la vida de esa forma por otra persona... -

- Pero... ahora... Naruto... ¿Quién lo defenderá de los golpes de Sakura? - Pregunté haciendo un puchero que lo hizo reír bastante.

- Veo que hasta en tu estado sigues pensando en defender a Naruto - Dice.

- ¡Pues claro! Yo... lo quiero... - Dije apartando la mirada sonrojada.

- Lo sé... -

- Lo siento Jiraiya-sensei... no podrás vernos a Naruto y a mi como pareja - Dije cruzándome de brazos.

- Es una lástima... pero... no creo que se pueda hacer mucho estando aquí... - Dice.

- ¿Y ahora qué? - Pregunté.

- Esperar -

- ¿Qué cosa? -

- Ya lo verás, ten paciencia - Dice.

Yo me crucé de brazos nuevamente.

- ¡Cierto! ¡Jiraiya-sensei! Me debe ramen - Dije apuntándolo con el dedo.

Él se ríe y coloca su mano en mi hombro.

- Tienes razón, vamos - Dice y comienza a caminar.

Yo lo seguí hasta ver el puesto de Ichiraku, con dos tazones de ramen ya listos, pero no había nadie.

- ¡Ramen! - Dije y me senté para luego agarrar mi tazón de ramen.

Jiraiya se sienta a mi lado.

- Come todo lo que quieras, aquí no hay límites - Dice y yo estaba feliz por aquello mencionado.

- Podría acostumbrarme a estar aquí... pero... no hay un Naruto o los demás chicos -

- Es verdad, no los hay, y no creo que aparezcan pronto -

Asentí. Ambos comimos de nuestro tazón de ramen mientras charlamos de lo que sucedió, aunque él dijera que lo había visto todo y que estaba orgulloso de nosotros por lo que habíamos logrado.

- Jiraiya-sensei... Naruto y yo... leímos su primera novela... -

- ¡¿De verdad?! ¡¿Y?! ¿Qué les pareció? - Pregunta emocionado.

Pero su rostro cambia al ver que comencé a lagrimear recordando el libro el cual no tenía nada que ver con lo de sus novelas de ahora...

- Fue increíble... el mejor libro que haya leído en mi vida... - Dije.

Él sonríe y cierra los ojos por un momento para luego apoyar su mano en mi espalda.

- Ya veo... me alegro que te haya gustado... -

Nosotros nos quedamos un buen tiempo así, pero yo acababa mi ramen y aparecía otro de la nada y yo parecía no tener fondo en mi estómago porque no me llenaba nunca y quería seguir comiendo.

- Así si puedo ganarle a Choji - Dije competitivamente haciendo reír a Jiraiya.

- No cabe duda - Responde.

Terminé el tazón de ramen y sonreí pero luego me levanté.

- ¿Huh? - Pregunté al ver que comenzaba a desaparecer - ¿Qué sucede? - Pregunté.

-.Te estás yendo - Responde Jiraiya sin mirarme.

- ¡¿Qué?! ¡¿A dónde?! ¡¿Iré al infierno?! ¡Eso me pasa por leer Yao... ! Nada... -

Jiraiya se ríe a carcajadas y se levanta.

- Tu nunca irás al infierno ____-chan -

Yo lo abracé.

- ¿Volveré a verte? -

- Claro que sí, mientras me mantengas aquí - Dice tocando mi frente.

- ¿No vendrás conmigo? -

Negó.

- Nos vemos ____ -

Yo desaparecí por completo de ese lugar. Pero entonces sentí como gotas de agua cayendo en mi mejilla.

- ¿Huh? ¿Qué es esto? ¿De dónde vino? -