8.
Narra Kise
Le miré fijamente unos segundos mientras pensaba que mi suerte no podía ser peor.
-yo...- el se acercó un poco a mi mientras yo retrocedía.
-Kise, por favor, esto está matándome, necesito que me digas todo- hablo mirando con aquella expresión que ponía cuando hablaba en serio.
-¿Kise Ryouta?- una mano se puso en mi hombro logrando que diera un gran salto- ¡Claro que eres tu!
Me puse de pie rápidamente y mire a quien estaba frente a mi, maldición...
-Hola... Keicchi...- él me tomo y me dio un gran abrazo
-Kise, justo me había acordado de ti hace poco- su sonrisa me dijo que no iba a terminar bien- supe que estas soltero, podríamos...- me vio de pies a cabeza mientras mordía su labio- ya tu sabes...
No pude responder nada, ya que, un golpe en la mesa nos hizo separarnos de inmediato.
-escucha, amigo- Aominecchi hablo escupiendo la palabra- estamos en algo importante aquí y Kise no es tan directo como para decirte que molestas.
Vi que Keicchi iba a responder algo pero luego de mirar a Aominecchi prefirió callar.
-te llamaré- dijo antes de irse para luego perderse en el lugar, dejándome a mi con un Aominecchi furioso.
Narra Aomine
¿Quién demonios era ese idiota?
Quería golpearlo hasta que fuese papilla, la ira estaba por todo mi cuerpo y no sabía que hacer para calmarme.
Kise evitaba mirarme otra vez y un poco de culpa estaba en mi.
-lo siento, no quise asustarte ni reaccionar asi- dije intentando sonar lo más calmado posible.
-no importa... fue el quien...- Kise me miró con una pequeña sonrisa y tuve el impulso de correr a abrazarle.
-bueno... Kise... puedes contarme sobre ese tiempo... quizá como fue que empezamos a vivir juntos- el sonrió y ahora era de manera más sincera, como si recordara algo gracioso.
-de hecho, en un comienzo tu invadiste mi casa- soltó una pequeña risa y yo le miré sin creer mucho.
Tercera persona
Aquellos recuerdos hicieron que el rubio soltara una pequeña risa, recordaba cada uno de los momentos que había vivido junto a su amado, aunque este no pudiese hacerlo.
-¿invadí tu casa?- una risa salio de los labios del moreno al pensar que aquello no era tan imposible como para ser una mentira.
Flash back
Kise había cambiado su dirección a petición de su manager, su fama había incrementado de golpe luego de participar en el video clip de una banda famosa, pronto las compañías comenzaban a pelear porque el modelara, lo que ocasiono que los/las fans aumentaran rápidamente.
Muchos rumores le rodeaban, cosas como que salia con muchas mujeres o que incluso, tenia una relación secreta con mas de una, por lo que debió salir en mas de una ocasión a desmentir aquellos rumores, hasta que molesto de ser el alimento de los programas de chismes, dio una declaración publica en la que relataba su homosexualidad.
La noticia llego a todos lados... menos a un moreno demasiado despistado como para siquiera notar algo.
Fue un día en el cual Kise debió llamar a la policía por los constantes acosos de un tipo que ambos se reencontraron.
-¿Kise?- preguntó el moreno apenas le vio y el rubio fue capaz de reconocerle de inmediato... nunca olvidas a un hombre del cual estuviste enamorado durante tres años...
Aunque el moreno no sabia aquello.
Aomine había estado viviendo en la ciudad durante algunos meses luego de ser transferido, era un policía de renombre por lo que pronto fue asignado a la parte mas prestigiosa de la ciudad, sin embargo, debido al alto costo de la renta, debía viajar cerca de tres horas para llegar a su trabajo, todos los días.
Por lo que, apenas supo que el rubio vivía a tan solo un par de cuadras de la comisaria no dudo en comenzar a frecuentar el lugar... no una ni dos veces...
-Aominecchi... ¿te quedaras?- el rubio ya estaba acostumbrado a la invasión del moreno por lo que apenas este llegaba y se instalaba en su sofá a ver televisión, Kise preparaba algo de comer para ambos.
-claro, no quiero ir a casa ahora... es muy cansado- Kise sonrió, acostumbrado al tono de pereza con el cual Aomine solía responder, mientras caminaba hacia la habitación en la cual este dormía, sin embargo, su camino se vio interrumpido al sonar el timbre.
El rubio, sin ver de quien se trataba, fue a la puerta, siendo empujado y reducido apenas el hombre puso un pie dentro de su hogar, de piel muy blanca, de cabello rubio al igual que Kise, con ojos azules se encontraba forcejeando con él.
-¡Kise-kun!- grito el hombre mientras apresaba al rubio contra el suelo, sosteniendo sus manos sobre su cabeza mientras comenzaba a besar el cuello del mismo.
-¡¡D-Déjame!!- gritaba el rubio intentando forcejear- ¡no se quien eres!
-eres malo, Kise-kun, yo te amo...- Kise solo podía sentir asco al ser tocado por ese hombre, en especial cuando sus labios buscaban los suyos- yo te amo... y te haré mio- aquello sonó mas tétrico que antes, por lo que el pánico invadió al rubio.
Sin embargo, la ayuda llego mas pronto que nunca.
De un parpadeo el sujeto ya se encontraba reducido en el suelo, con Aomine sobre el mientras le recitaba sus derechos.
-Kise, ¿estas bien?- Aomine tomo su teléfono para llamar a la comisaria.
Cuando llegaron, le explico que había sucedido, todo pasaba demasiado rápido para Kise, no supo en que momento se encontraba sentado en su sofá con Aomine a su costado acariciando su espalda, ya que, el aun estaba llorando.
-ya paso... quedara en custodia mientras llega su abogado, están las cámaras de seguridad como prueba así que no debes preocuparte- Kise asintió mientras Aomine le abrazaba- hey, no debes estar así, lo mas seguro es que el edificio este bajo una mayor seguridad, y siempre estaré cuidando de ti.
Aquellas palabras le hicieron relajarse.
-lo he decidido- dijo Aomine tomando al rubio por sus hombros- me mudare contigo.
Fin del flash back
-luego de eso trajiste tus cosas y te mudaste aunque yo no estaba muy seguro de eso- Aomine soltó una pequeña risa.
-supongo que es algo que podría haber hecho- durante el relato, ambos se miraban sin dejar de sonreír.
Aomine supo que aquello que sentía por el rubio era amistad... una profunda amistad, solo sucedía que al estar tanto tiempo en compañía de Kise sentía que su amistad estaba a otro nivel.
Definitivamente, el moreno se convencía de aquello.
Aunque la verdad aun estaba en manos de Kise, que sentía que su relación solo debía limitarse a una linda amistad... como fue en un comienzo, pero claro, no le iba a relatar que aquella noche en la que el rubio estaba asustado ambos habían dormido abrazados.
************************************************
Les cuento desde ya que deben comenzar a comprar pañuelos ;D
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro