27.
Narra Aomine
Me quedé en aquel lugar viendo como Kise se iba otra vez.
Pero reaccione antes esta vez y corrí en su búsqueda.
Le encontré tomando un taxi, pero lo detuve.
-Aomine, déjame- tenía lágrimas en su rostro, las que limpie con mi mano libre.
-te deje ir una vez, no lo haré de nuevo- tomé su rostro entre mis manos para comenzar a besarle.
En un comienzo el se resistía pero poco a poco comenzó a ceder.
Hasta que se separó de mi de golpe, su mano se estrelló contra mi mejilla.
-no me toques otra vez- estaba furioso, me miraba como si fuese la peor basura en el mundo y no estaba lejos de como me sentía- si quieres besos o sexo pideselo a cualquiera menos a mi, pero yo no quiero verte otra vez.
El tomó un taxi y se fue dejándome sin palabras.
-¡Mierda!- apretaba mis puños con rabia, intentando contener el llanto que estaba por salir.
Debía trabajar por lo que comencé a caminar hasta casa.
Narra Kise
Iba en el taxi, llorando a más no poder, maldito idiota, ¿Quién se cree que es?
-disculpe- el taxista me llamo la atención- se que no debo entrometerme pero un chico tan lindo no tendría que llorar de aquella manera.
Solté una pequeña risa.
-gracias- el me presto pañuelos mientras conducía.
-no se preocupe, yo se que lo que sea que le este pasando pronto se solucionará, un chico lindo como usted siempre tendrá finales felices- asentí mientras me escuchaba- hemos llegado.
-muchas gracias- le pague y antes de bajar me dijo.
-en último caso si quiere a alguien para ser feliz, se que tendrá una larga fila, pero considereme.
Le sonreí y subí al departamento de Kuroko.
Al entrar la soledad me recibió, vi aquellas flores de la mañana y decidí cambiar mi vida.
Ya era suficiente.
Aunque fuese cruel, un clavo saca a otro clavo.
Tercera persona
Kise no dudo en tomar su teléfono y enviar un mensaje.
Te invito un café, Avísame si puedes.
El rubio se metió para darse una ducha mientras esperaba una respuesta que no tardó en llegar.
Al salir de cambio por algo más provocador, se maquillo las señales del llanto y salió.
Hayato le vio y de inmediato se acercó con una radiante sonrisa.
Kise disimulo una sonrisa y dejó que el chico le guiará hasta la cafetería que quisiera.
Por otro lado Aomine fue a trabajar aun con el ánimo por los suelos.
Sus compañeros de trabajo no se atrevían a preguntarle que sucedía, sólo le dejaron en paz mientras que Aomine golpeaba su escritorio con el lápiz.
Su jefe decidió enviarle a patrullar, a lo que el moreno asintió sin decir una palabra.
Aomine iba caminando sin prestar mucha atención a su entorno.
Aomine no podía dejar de pensar en el rubio, en sus bellos ojos, la hermosa sonrisa que antes le dedicaba cada mañana.
Recordaba aquellos coqueteos en la mañana mientras hacían el desayuno, como Kise se acurrucaba sobre él para comenzar a besarle.
De solo pensar en lo que había perdido, un aura negra cubría a Aomine.
Camino cerca de la cafetería en la cual veía siempre a Kise y el destino estuvo de su lado... pero la suerte no.
Ahí estaba el rubio que le robaba los suspiros, pero estaba junto a Hayato.
Kise estaba con él.
Kise hablaba con él.
Kise le sonreía a él.
En ese momento Aomine tomo una decisión que debió tomar hace mucho tiempo.
Mientras Aomine se retiraba esperando que Kise no le viera, Hayato se acercaba más y más a Kise.
-le extrañé mucho cuando no iba a trabajar- hablo el chico mientras miraba a Kise con una gran sonrisa.
-gracias, ahora retomare mi horario- Kise puso una mano en la mesa y el chico no perdió la oportunidad para tomar su mano.
-me alegro, ahora podré verle más seguido- Kise tuvo la intención de apartar la mano pero el contrario no se lo permitió- Kise-san, yo se que no es el momento adecuado... pero me gustaría que me diera una oportunidad- Kise le miró en blanco unos segundos.
-Soy casado- respondió apartando por fin su mano.
-no me importa- Hayato hablo con voz segura.
-Soy casi diez años mayor que tú- el rubio bebió un poco de su taza.
-no me importa aunque tuviese treinta años más que yo- Hayato se acercó un poco a Kise- desde el primer momento en el que le vi, me di cuenta que sentía algo especial por usted.
Kise le miró sin saber que responder, su corazón aclamaba al moreno, a pesar de todo el sufrimiento siempre había amado a Aomine.
-lo siento- hablo tocando la mejilla del chico- yo no puedo corresponder a tus sentimientos.
-ya veo...- Hayato bajo la mirada y sólo sonrió con amargura- pero quiero que sepa que aún le amo.
Kise no respondió a aquello, sólo se puso de pie y dejó un poco de dinero en la mesa.
-lo siento- susurró poniendo su mano en el hombro del chico y salió de ahí.
No quería darle falsas ilusiones al chico, no quería que el lo pasara mal por su culpa.
Al llegar a casa, había otro ramo de flores sobre la mesa, probablemente Kuroko la había recibido.
Tomó la dichosa tarjeta y le extraño lo que decía.
Sólo debes darme una oportunidad, no pierdas el tiempo en los demás, sólo yo puedo darte lo que ellos no.
Estuvo pensando mucho en lo que había pasado ese día, no creía que ambos chicos fuesen tan insistentes como para enviarle aquellas tarjetas aun luego de todo lo sucedido.
Kise estaba confundido, demasiado, pero decidió dejarlo de lado e ir a ayudar a Kuroko con la comida.
Estaban preparando algunas cosas cuando el teléfono del rubio comenzó a sonar con insistencia.
-¿Ahora?- su mánager no dejaba de gritar y decirle que era urgente.
-¡Si! Corre porque es muy importante, te espero allá- le cortaron y quedó unos segundos en blanco.
¿Qué podía ser tan urgente?
****************
Jejeje nadie acertó quien es quien manda las flores jejeje.
Les cuento que se encuentran publicados los One-shot, ñ si quieren pasar a leer.
Aokise- Enfermero.
-Murahimu- Equivocado.
Espero les gusten.
Nos leemos pronto!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro