Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

?Parte única?

Mi mami me había hecho unas trenzas que me apretaba tanto la cabeza, que podía morirme de dolor. Y me miraba con sus ojos de mamá enojada para que no me las desarmara. "Eiji tienes que comportarte" como odiaba cada vez que me lo decía "Eiji tienes que estar bien peinada" o "Eiji tu pelo negro es tan bonito, tienes que peinarlo". Apenas si habían niños, pero ni siquiera me dejaban jugar con ellos, temían a que les ganase, estoy segura. Y las niñas, bleh, nunca les cai bien, no veo porque ahora lo haría. Entre las piernas de unas de todas las mamis que estaban en el lugar había una mancha amarilla de pelo, unos ojitos como los míos y miraba a todos con cara de no mucho agrado. Me acerque y me miró de la misma forma que a todos.

—Me llamo Eiji. ¿Cuál es tu nombre?

Me saco la lengua.

—Entonces ¡Boom! Y me dijo: Algo me dice que te equivocaste, yo le mire... Adivina que le dije—No me había concentrado en la historia de Denki, nos miraba con emoción, esperaba una respuesta, alce mis hombros.

—¿No me digas?—Con un tono de ironía mencionó Kyo, esperando la respuesta.

—Ojalá—Levanto ambos pulgares—No pude decir nada, estaba aturdida, solo podía estar así—Puso una cara de idiota mientras movía sus manos con los pulgares arriba. No me había ni enterado de la historia y tuve que fingir una risa, en cambio el pelimorado se tapó la boca para no reírse tan fuerte, la rubia sonrió sastifecha por el resultado. Era tan obvio. Vi la hora, recién era las una de la mañana, por lo general a esta hora estaba cómoda en mi cama con mi celular entre las manos, pero en para una fiesta todavía era temprano. Tome un sorbo de mi bebida, mientras escuchaba como Denki contaba otra historia graciosa, que otra vez me había perdido, Kyo reía se forma estruendosa. Yo volví a fingir una risa, estaba demasiado dispersa.

¡Katsusu estaba en peligro! Decía sálvame, aunque sin mucha emoción, no sabe... Corrí hasta donde estaba ella, estaba bajo la cama, tal vez fue un monstruo y la atacó, intentaba tomar su mano pero no alcanzaba, me miraba con su cara de aburrida y estiró su mano, yo la tire con fuerza y la saque del peligro. Se sentó en el suelo.

—Estas a salvo—Sonrei feliz de mi logro, a la vez que ponía mis manos sobre sus hombros.

—Seria mejor jugar afuera—Miro la ventana de mi habitación y hacia una especie de puchero.

—Tú sabes que no podemos—dije mientras cerraba mis puños. No podíamos jugar afuera porque la última vez me había caido de un árbol y todavía tenía los parches curitas.

—Es porque eres una torpe—Me dió un pequeño golpe en la cabeza, me dolió, tenía mi mano sobre mi cabeza. Katsusu se levantó y se fue a no sé qué, me quedé esperando, pasó una eternidad cuando volvió—Se te cayó el otro—En sus manos tenía un parche curita y me lo coloco en mi nariz. No había notado que se me había caído.

Cuando era pequeña siempre me lastimaba, me caía seguido y por lo general estaba con parches curitas en mis rodillas y en mi cara, ví mi mano derecha, tenía un parche en mi dedo índice, me había cortado cuando hacía la tarea de artes plásticas. Kyo se puso a hablar de otra historia, escuche la mitad de la historia, a lo lejos se podía ver a Hana y a Min hablando muy cerca uno del otro, la pelinegra movía un poco el pie mientras que el pelirrosa tenía una mano sobre su nuca, parecía nervioso.

—Parece que nuestra querida Hana le hace ojitos a cierto amigo nuestro—Cantureo Denki.

—Parecen hacer buena pareja—opino Kyo y después bebió un sorbo de su bebida. Yo sonreí al ver a mis amigos siendo feliz.

No esperaba encontrarme con Suki en el camino, intenté de forma inútil colocarme el gorro de la capucha para esconder mi cabello, me miró de forma seria, eso no era bueno, intenté huir a mi casa pero logró atraparme, tirando de mi muñeca izquierda y me llevo a rastas a su casa. La señora Mitsuki me miró muy preocupada cuando entre a la casa, yo solo la saludé con la mano mientras Suki me arrastraba al piso de arriba donde se encontraba su habitación. Abrió la puerta de una patada, recién ahí fue cuando soltó mi muñeca, con mi mano derecha le hice un poco de cariño a mi adolorida muñeca, me miraba de manera molesta, de forma lenta me senté sobre su cama. Estaba molesta y se notaba, si bien la mayor parte del tiempo lo estaba, podía notar como sus orejas estaban algo rojas, abría y cerraba la boca sin saber que decir.

—¿Que te paso?—La mire pero no le respondí, me miraba molesta—Se ve horrible ¿Lo sabes?—¿Como no iba a saberlo? Me mantuve en silencio—Eres una tonta, trato de ser buena contigo y...—Bufó.

—Fueron unas niñas mayores...—mencioné bajo, mientras agachaba la cabeza, escuche un suspiro suyo. Escuche como se movía por su habitación, sentí un poco de peso sobre la cama, después escuche un sonido de corte cerca de mi cabeza—¡¿Qué haces?!—Senti como parte de mi cabello caía sobre la cama.

—¿Que parece? Arreglo lo que tienes en la cabeza—Gire un poco mi cabeza y la ví a ella sentada sobre la cama mientras en su mano derecha habían unas tijeras.

La dejé que me cortase el cabello, sus manos eran suaves no como las de las niñas mayores que lo cortaron antes, cerré los ojos mientras ella recortaba, hablaba acerca de lo idiota que era, siempre me lo decía, pude sentir cuando me estaba cortando el pelo de adelante, abrí un poco los ojos y ví sus ojos rojos viendo con atención hacia mi rostro, notaba como se mordía un poco los labios, hizo un corte más y se quedó observando, parece que había terminado, tan cerca, moví mis manos hasta su pequeña cintura, ella no reaccionó, aún con las tijeras en mano la acerque hacia mi, casi se tropieza, coloco su mano izquierda sobre mi hombro y me miró molesta, sonreí un poco antes de acercar mis labios. No me rechazo.

Me toque los labios, los tenía roto y salían un poco de sangre, mis dientes siempre fueron un problema, podía ver cómo Denki y Kyo se querían besar, se sentía, yo no había besado en tanto tiempo, no de esos que se quedan su piel, en tu mente, no de esos que apestan a alcohol, todavía recordaba esa sensación a pesar de que fue hace años. Logré divisar en medio en la habitación, esos mechones rubios ceniza que tenía algún adorno en este, a esta distancia no podía distinguirlo, esos bonitos ojos rojos que parecían brillar en medio de la noche, una chaqueta de cuero reposaba sobre sus hombros, una camisa naranja que mostraba algo de escote y un pantalón de mezclilla que realzaba sus gloriosas piernas, a su lado... Bebí un poco de mi bebida y desvíe la mirada, mi pecho ardía.

—No sabía que estaba con Utsushimi—comento Kyo mientras tomaba un sorbo de su vaso, Denki puso una cara de nerviosismo—¿Y tú?—La pregunta iba dirigida hacia mi. Yo no...

—¿¡No creen que está muy buena esta bebida!?—exclamó Denki mientras servía un poco de bebida en su vaso y se la tomaba de un trago, gracias Denki.

—¿Rojo?

—¡Si!—comenté emocionada, levanté la bolsa que tenía en mi mano izquierda—¡Aquí tengo todo lo que necesito!—Tenia el agua, la tintura, los guantes y todo lo necesario.

—¿Tienes el permiso?—Levantó la ceja izquierda, mientras se cruzaba de piernas haciendo girar un poco la silla.

—Me dijieron que si entraba al internado UA, y adivina qué— decía orgullosa, pide notar la sonrisa que salió de su boca.

—No sabía que dejaban entrar a cualquiera—Se burló, mientras cambiaba su sonrisa de lo que parecía ser orgullo por una de burla, tan linda.

—Eres de lo peor—Le hice un poco de cosquillas, que pareció no afectarle—Ayudame con esto—Levanté de nuevo la bolsa, saque algo de estaPor cierto esto es para ti—Le pase un broche de una amapola, ella lo tomo, note su sonrisa casi imperceptible.

—Es mejor no mencionar a cierta persona—susurraba la rubia al pelimorado, intentado de que yo no escuchase, no funciono mucho.

—Pense que...—Sonaba confundido, su murmullo era más discreto que el de la rubia.

—Pues parece que no, yo tampoco lo entiendo del todo—Se levantó de hombros, algo incómoda.

—Esta bien—Les calme un poco, le coloque mi mano derecha sobre su hombro. Fue un silencio algo incómodo, fue a servirme más—Tienes razón Denki.

—¿Eh?

—Esta bebida está buena.

¿Qué tal?—Tenia en su cabello el broche de amapola que le había dado hace un tiempo ya, tenía unos shorts que dejaban ver sus piernas y una camisa manga corta de color negro algo holgada, me dediqué a mirar, ella me veía de manera impaciente—¿Y?

—Te ves bien, muy bien. ¿A donde vas?—pregunte con curiosidad, algo avergonzada por quedarme mirándola.

—Tendre una cita con Jirou—dijo con simpleza, mientras se miraba el espejo y daba unas cuantas vueltas. Oh...—¿Pasa algo?

—No, nada, pensé que veríamos una película o algo no importa—Le intenté restar importancia aunque me doliese.

—Puede ser cuando regrese—Tomo su bolso y se acerco a la puerta—Me voy, no desórdenes mucho mi habitación—No la mire pero escuche la puerta cerrarse.

Tome un sorbo, de reojo podía ver la sonrisa de tranquilidad de mi amiga, se acerco a mi, me abrazo y deje mi cabeza sobre su hombro, era bajita, ella me hacía cariño con su mano derecha de forma suave, pasaba su mano por mi pelo rojo, estaba enredado y sentía como se le atoraba los dedos, escuchaba sus murmullos de molestia, escuchaba la risa de Kyo. Cuando al fin pudo sacar su mano de mi pelo, nos separamos y nos reíamos de la situación, mientras Denki se secaba una lágrima de risa mencionó.

—Se te ven las raíces—Coloqué mis manos sobre mi cabeza, se me había olvidado teñirme el pelo, me daba una pereza, porque tenía que comprar la tintura específica o no me tomaba y el agua, toda una molestia.

Estaba en el pasillo camino a mi habitación, no esperaba encontrarme con Suki a punto de entrar a su habitación, hace tiempo que no hablabamos, ya no era como antes, la extrañaba, podía ver su rostro sus mejillas sucias y sus ojos algo rojos, me miró y coloco su ceño fruncido de siempre, yo solo me acerque y la arrastre a mi habitación, ella se sentó sobre mi cama y yo me quedé en la silla del escritorio, la observaba esperando una respuesta por su parte, nos quedamos en silencio como 10 minutos, hasta que por fin se digno a hablar.

—Me engaño—Fue un murmullo muy bajo, por poco no la escucho.

—¿Kyo?—De lo último que habíamos hablado era que estaban juntos, conocía a Kyo, era mi amigo, no lo puedo imaginar haciendo eso.

—¿Que?¡No! Termine con él hace meses, era—No quise escuchar más, no quería...no quería saber quién.

—Yo nunca te haría eso—No estaba segura porque le dije eso, ella me miró.

—Eres dulce, pero no importa eso—Se abrazo a si misma un momento, me senté a su lado. Quisiera besarla. Pero no.

—Es en serio. Si estuvieses con...—Me miro de forma severa, me quedé en silencio y le abrace. Quisiera que se fijara en mi.

—Si quieres yo te puedo ayudar—Mencionaba alegre, dando lo que parecía ser unos saltitos—Nunca he teñido, pero puedo aprender. No debe ser difícil. Es agua destilada ¿No?—Ahm...¿Cómo decirlo?

—Si...—Alargaba la "i", suspiré y le respondí:— No. Te quiero y todo, pero no dejaría mi cabello en tus manos—Trate de ser delicada al decírselo, pero no parecio así.

—¡Hey! Yo pensé que éramos amigas—Fingia unas lágrimas—Yo, que te ayudo, yo, quien siempre ha estado para ti, yo, que...—Se cortó y parecía concentrada en algo del fondo. Me volteó para saber que miraba.

—¡Guapa!—me grito Denki cuando salí del baño con el pijama puesto, me cepillaba el pelo mientras me sentaba entre Denki y Katsuki, me reí un poco con el comentario de Denki.

—Si, si—le reste importancia—¿De que hablaban?—Suki me miró, le ofrecí el cepillo, lo tomo y me empezó a peinar, sentía su manos suaves pasar entre mi pelo, era maravilloso.

—De chicos, y nuestros gustos y todo eso—contesto Tokoyami con algo de desinterés.

—¿Hablabas de Kyo?—le susurré, ella se asustó y me dió una pequeña patada, yo me reía. Tomé un sorbo de mi vaso con alcohol.

Eres una pesada—Hacia un especie de puchero, escuche la risa de Suki a mi espalda, su risa siempre me había gustado—¿Y a ti?¿Que te gusta?

—¿Yo? No sé, no me fijo mucho en eso—Le restaba importancia, no podía responder que me atraía cierta rubia que me peinaba el pelo.

—Creo que a mí me da igual—comentó Midoriya, algo nerviosa—No me importaría salir con un hombre o con una mujer, solo que sea agradable y todo eso.

—Supongo que yo igual—mencionaron varias, yo me quedé silencio y bebi un poco más de alcohol.

—Iuh—Escuche a mi espalda, me volteó y veo a Katsuki hablar—Yo no podría salir con una chica—Segui bebiendo...

Era Katsuki besando... No quería ver, pero no podía dejar de ver, no podía dejar de ver como las manos de ella pasaban por el cuello del chico, como si el aire no existiese, parecía algo eterno e incómodo, no supe en que momento me empecé a abrazar a mi misma, demoré en darme cuenta de la mano de Denki en mi hombro derecho y la de Kyo en mi hombro izquierdo. Todavía dolía, todavía dolía. Cuando terminaron ese beso larguísimo, pude desviar la mirada, preferí concentrarme en algo más. Pude ver esa mota de cabello rosada junto a esa mota negra, al menos ellos si disfrutaban la fiesta y no se amargaban por estar cerca mío mientras... Suki se volvió a besar con... Concéntrate en otra cosa. Pero ¡Hey! Hana y Min se estaban besando, así que todo bien ¿No?

Me costó reconocer el lugar, eran los pasillos del cuarto piso, Suki a mi lado me afirmaba con su hombro, a penas recordaba lo que había pasado, estábamos en una especie de fiesta en la habitación de Denki y... Creo que bebí mucho, escuchaba a Suki murmurar molesta pero no sabía de qué, llegamos al frente de mi puerta y nos detuvimos. Sentí la mano de ella pasar por mi, buscando la llave de mi habitación. Estaba en mi cama, veía como Suki me acomodaba para después estar a punto de irse, me senté en la cama y la sujete de la muñeca, le dije que no se fuera o al menos esa fue mi intención, solo me miró, apenas se veía algo con la poca luz que entraba, tire un poco más de si muñeca, ella se sentó sobre la cama, sentí como una de mis piernas tenía su peso, tomé sus mejillas y junte mis labios con los suyos, el sabor a alcohol era evidente, ella también había bebido.

—Te amo ¿Lo sabes?—le dije cuando nos separamos, note como se pasaba el dorso de su mano por la boca.

—Si, si. Como sea—Movia la mano mientras le restaba importancia a mis palabras. "Yo nunca saldría con una chica" resonó en mi cabeza

—Parece que es oficial, Hana y Min son parejas—mencione con una alegría fingida. No esperaba que lo otro me afectase tanto.

No alcance a escuchar la respuesta de Denki, se que respondió porque escuche una especie de murmullo, no entendí lo que dijo porque mis ojos seguían navegando en búsqueda de los suyos, me perdía en sus mechones, en sus hombros, en esa mirada intensa que...rojo con rojo, se había percatado de mi presencia, podia ver esos ojos atentos a los míos, quería huir pero me quede ahí mismo, sentí como mi latido está por detenerse a la vez que andaba rápido, ví en cámara lenta como parecía acercarse a mi, sentí mis rodillas temblar.

Estaba nerviosa, mis rodillas temblaban, había salido temprano de mi habitación para llegar antes de Katsuki, ni siquiera había podido desayunar, escuchaba a mi estómago, con cuidado de no ser vista por nadie, me coloque de puntillas y dejé con cuidado la carta que había escrito la noche anterior, solo esperaba haber firmado el papel ¿Lo había firmado, no? No lo recordaba estaba segura de que sí, pero... Escuche unos pasos y me aleje de la entrada, empezó a sonar una canción que conocía muy bien además de que mi bolsillo derecho de la chaqueta empezaba a vibrar, de este bolsillo tomé mi celular, en la pantalla estaba el nombre de Katsuki, con algo de temor conteste.

—¿Si?—balbuceo.

—¿Te quedaste dormida?

¿Que? No, me equivoqué con la alarma y la coloque muy temprano, incluso voy camino a la escuela—Movia el pie con poco ritmo.

Parecía no ser cierto, pero llegué hasta escuchar sus pasos, cerré mis ojos, sentí como mis párpados temblaban, me mordía los labios con fuerza, sentía el sabor de la sangre de mi labios, si me movía de mi puesto podría caerme, escuchaba como los pasos cada vez se acercaban más, sentí la mano de Denki apoyándose en mi hombro, quería huir, pero no quería, no podía, me seguía aferrando a las estúpidas cosas, sentía ganas de llorar, sentía impotencia. Escuche sus pasos detenerse, con lentitud abrí mis ojos y me encontré con esos ojos rojos que conocía bien, sus alborotados cabellos, en su cabello estaba ese adorno, ese que le regalé hace unos años, ese de amapola, le quedaba tan bien como la primera vez. Rojo con rojo. Parecía querer hablar, notaba como abría y cerraba la boca, después suspiro y dijo:

Habían tocado el timbre, era recreo. En ningún momento de la clase logre concentrarme del todo, desviaba la mirada hacia cierta rubia que parecía muy atenta a la pizarra ¿Había visto la carta?¿Le gustó?¿La botó? Estaba tan paranoica, mis dedos golpeaban la mesa con insistencia, miraba a la dirección de mi compañera, podía escuchar que Denki me hablaba pero no le preste atención, estaba concentrada en cada movimiento que hacía Katsuki y apenas sonó el timbre de levantó de su puesto y se encaminó hacia mi puesto, mi rodillas volvieron a temblar, sentí como mi respiración se aceleraba

—¿Que es esto?sentenció con un sobre rojo entre sus dedos de la mano izquierda, tenía el ceño fruncido.

Ahm...ehm—Las palabras no me salían, mis dedos se movían entre ellos, ella frunció más el ceño.

—Dejate de bromas, no es gracioso—El ojo derecho le empezaba a tiritar a la par que yo empezaba a sudar.

¿No te gusta?—susurré fue tan imperceptible que me sorprendía que ella lo escuchase.

—Ya lo he dicho. Las mujeres no me interesan—Se cruzó de brazos mientras su pie empezaba a dar golpecitos en el suelo.

Yo creí que tenía una...—Me abrace a mi misma.

—¿Eres estúpida?—Lanzó la carta sobre mi escritorio—No me interesa.

Agache la mirada, me concentre en mis zapatos y mis calcetas blancas, intentaba hacer caso omiso a los murmullos a mi alrededor, las voces agudas, las voces graves, nadie estaba indiferente. Levante la mirada un momento, ví como la espalda de Suki se iba por la puerta, esos mechones rubios ceniza moverse al compás de su paso, por un instante volteó a verme, rojo con rojo, después se retiró, sabía que no volveríamos a hablar. Solo quería esconderme, quería huir, desaparecer. Mejor hubiese sido más sutil. Pero la sutileza nunca había sido parte de ella.

Ei... Kirishima.

—Bakugou.

Rojo con rojo. Cada una había crecido, se notaba en el rostro, se notaba en nuestras acciones, en nuestra lejanía, pero no olvidó esa época en el que mi cabello era oscuro y recién nos conocíamos. No puedo olvidar sus manos por mi cabello, mis manos por sus caderas. No puedo olvidar eso besos efímeros y castos. No puedo olvidarla, es un recuerdo que se entierra en lo más profundo. Y no puedo abandonar la presión en mi pecho diciendo que olvide todo. Oh Suki, quisiera tener una oportunidad...

Y aquí termina.

Es el primer (intento) de songfic que he hecho, no quería poner la letra porque siempre se la saltan o cosas así, al menos yo me las salto. Adoro sus versiones genderbend, aunque hice sufrir a mi bebé. En estos fics siempre recibo comentarios tipo: "Me dolió" "Llore" y cosas así, así que me disculpó por adelantado.

Esta es la por el día 14 de los 30 días con Kiribaku, lo tenía escrito hace como unas semanas, tal vez un mes, pero lo publicó ahora aprovechando el día, también como especial de los 200 seguidores, junto con Corazón y vidrio.

No tengo más que decir.

-Cambio y fuera

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro