45. El comienzo del cambio
A Percy le gustaba lo que veía.
Mirándose en el espejo del gimnasio de Ares, Percy se sintió genuinamente satisfecho de encontrar que su camiseta iniciaba a ondularse con los músculos de sus pectorales, además, sus bíceps ya no parecían espaguetis subdesarrollados, sino más bien, como los brazos de un hombre saludable y bien ejercitado. Y sí, ya sabía que aún no se veía como el próximo rival para los abdominales de Zack Efron, pero eso realmente no le importaba. Después de todo, solo habían pasado dos meses desde que se ejercitaba.
Aún no había grandes cambios, pero los pequeños, entusiasmaban a Percy para no dejar de venir.
Alzó los brazos hacia arriba y empezó a estirarse, luego colocó las manos sobre sus caderas y se echó hacia atrás hasta oír cómo los músculos de su espalda crujían placenteramente. Cuando Percy terminó sus estiramientos, él ya estaba listo para regresar a casa, sin embargo, debía seguir esperando un rato más, ya que Luke se había ido al baño, y a él le gustaba llevarlo en su coche. Y la única razón por la que Percy no ponía pegas sobre esto, era porque Luke era su mejor amigo; y a veces él le dejaba conducir.
Percy estaba lo suficientemente de buen humor para sentirse sociable, así que, miró a su alrededor, y buscó con quién podría hablar. Frank estaba ocupado atendiendo a un cliente, Leo se había marchado hace media hora con el innombrable, y Will Solace y Nico di Angelo, se veían de todo menos abiertos para recibir a una tercera persona dentro de su pequeña y perfecta burbuja de amor, mientras jugaban a algo en el celular de Nico. Pero había alguien libre, a quien podría molestar sin sentirse culpable por ello.
Percy agarró su botella de agua vacía, y se dirigió junto a Dylan.
Llegó a su lado después de un minuto, y se lo quedó mirando con un deje divertido en su expresión. Dylan estaba colgando de cabeza, sujetándose mediante la fuerza de sus piernas flexionadas sobre la barandilla de una de esas cosas para ejercitar los abdominales. (¿Qué?, él no iba a aprender cada aparato de ejercicio de este lugar, ¡que había más de cuarenta especies!) El pelo castaño de Dylan casi tocaba el suelo, y si su camiseta no había caído por la gravedad, era porque él había metido el rodadillo dentro de sus shorts, evitando así, que la tela cayera sobre su cara. Percy pensó que él no se había percatado de su presencia, entonces, él preguntó:
— ¿Dónde está tu novio?
Percy puso una cara agria al instante. Dylan ni siquiera lo miró, seguía tecleando como si nada. Percy lo hubiera hecho caer, de no ser porque ya estaba acostumbrado a sus comentarios impropios, y de forma extraña, le divertían. A veces, la maldad de Dylan resultaba refrescante, tratar de ser políticamente correcto todo el tiempo frente a alguien, solía estresar a Percy.
—Él no es mi novio— Percy contestó, con calma.
—Ah. Pues será mejor que se lo digas, ya que él tiene una idea errónea de lo que son.
Percy se sentó en el suelo a su lado en postura india, sin dejar de fruncirle el ceño, y pensó acerca de eso. Luke siempre era muy amable con él, atento y generoso, y solía pasar mucho tiempo pegado a Percy; pero eso tenía una razón, ellos habían sido amigos desde la infancia, y eran el primer mejor amigo del otro... además, ellos habían pasado por... cosas difíciles de niños. Y en todo caso, ¿el estar siempre juntos, no era lo normal entre amigos? Cecil y Will eran peores que ellos, y nadie los molestaba.
— ¿Por qué siempre jodes con eso? — Percy preguntó realmente intrigado, pero luego decidió que no quería arruinar su buen humor tan pronto, así que optó por cambiar de tema—. Lo que sea, está en el baño. ¿Tú qué haces?
—Hablando con una puta — Dylan contestó casualmente—. Ella está fingiendo que me ama, y yo finjo que me lo creo. A cambio... ¡Bingo! Me acaba de enviar su pack ahora mismo, ¿quieres ver?
Antes de que Percy pudiera afirmar o más probablemente negarse, Dylan ya había puesto la pantalla de su celular a centímetros de sus ojos para que no tuviera de otra más que mirarlo. La primera reacción de Percy fue quedarse en blanco, él no entendía lo que estaba mirando, pero después... lo reconoció. Su segunda reacción entonces, fue sentir como la sangre se le subía a las mejillas violentamente, porque estaba viendo el clítoris de una chica con mucho vello púbico a su alrededor. Y él nunca había visto uno tan de cerca.
Percy chilló:
—¡Pero qué haces! ¡Guarda eso! ¡Guárdalo! —apartó el celular de su cara con un manotazo y el celular casi se resbaló de las manos de Dylan; aún así, este reía a costas de él— ¡¿Qué demonios, hombre?!, no deberías mostrarme eso.
—Tu reacción es digna de un virgen —Los ojos de Dylan, hoy de color café, brillaban con malicia. Luego agregó—: Tengo más, ¿quieres ver el resto? Son en su mayoría, desnudos de algunas chicas de nuestro instituto que me gusta coleccionar — alzó su celular de nuevo—. Mira, tengo una carpeta para cada chica en mi galería. Ya tengo más de treinta...
Percy miró fugazmente la pantalla del celular, y comprobó que Dylan tenía un montón de carpetas clasificadas con el respectivo nombre de sus compañeras. Percy se sintió un poco asqueado, habían fotos de mujeres atractivas que mostraban sus traseros y senos desnudos en poses provocativas, pero lejos de excitarlo le hizo sentir sudor frío recorrer su espalda. En tanto Dylan, tenía una expresión orgullosa en su rostro, pasaba el dedo por la pantalla táctil, comentándole sobre cómo había conseguido algunas, y sobre la manera en que había manipulado para obtener otras.
Percy apartó la mirada, no quería encontrarse con el nombre de su prima allí, no estaba seguro de cómo reaccionaría. Así que, esta vez con más calma, Percy alejó el celular de su rostro y después, miró a Dylan con incomodidad.
—¿Por qué no las has borrado?
—Alegran la vista, y además — sonrió con sorna— podrían resultar de utilidad algún día— Percy se quedó callado, Dylan devolvió sus ojos a su celular, y puso una cara triste de repente—. Es una lástima que no tenga una de Abby, nos hubiera servido de tanto... En esos días, sólo habían BlackBerrys, y sin contar, que era tan inexperto.
Percy decidió no preguntar, por el bien de su estado de ánimo, sobre cómo una foto de Abby lo ayudaría con sus problemas. Claro que tenía una vaga idea sobre eso, pero fingió ignorarla, y enviarla al fondo de su subconsciente. Sin embargo, otro tipo de preocupación se coló en los pensamientos de Percy antes de que pudiera detenerlo: El supuesto intento de violación. De aquello se sentía como si hubieran pasado nueve meses, pero en realidad, solo habían sido tres. Percy se preguntó, si aún había gente murmurando sobre eso, o creyendo que él era un violador en serie.
Percy no tenía redes sociales, con suerte tenía Facebook Lite y WhatsApp Lite en su chatarra de poco almacenamiento. Y aunque tuviera la memoria suficiente, tampoco tendría el saldo necesario para navegar con gusto por las redes. ¿Estarían haciendo memes contra él?, ¿grupos de odio a Percy o algo así? O una campaña gigantesca contra él para mandarlo a la cárcel. Tal vez debería empezar a probar la ropa de convicto, ¿habría un Instituto de Delincuentes Juveniles cerca de New York? Necesitaba al menos a su madre llevándole galletitas azules para sobrevivir el día a día.
Percy no se dio cuenta de que estaba yéndose por las ramas como siempre lo hacía, perdiéndose en sus pensamientos; hasta que sintió una mano zarandear su hombro para llamar su atención. Él sufrió un respingo, y luego alzó la cabeza, Luke estaba de cuclillas a su lado mirándolo fijamente. Al parecer, lo había estado llamando ya un par de veces.
—¿Listo para irnos? — preguntó Luke, frunciendo algo el ceño después, al notar la tensión palpable de Percy. —¿Todo bien?, ¿de qué estaban hablando?
Percy y Dylan compartieron una mirada, y por alguna razón, el castaño no dijo nada impropio u obsceno al instante. Debió ser obra de un milagro; o porque Dylan había reconocido la posición vulnerable en la que se encontraba en caso de que Luke atentara contra su cuerpo. Al final, Percy respondió:
—Nada importante —agarró su botella de agua y se puso de pie—. Vámonos a casa.
Luke asintió, dándole la sombra de una sonrisa. Entonces, Percy hizo el amago de moverse, pero antes dar siquiera un paso, sus ojos volvieron a colocarse sobre la figura colgada de Dylan, quien a su vez, le volvió a mirar con una interrogativa en sus ojos. Fue su parte odiosamente gentil el que le preguntó:
—¿Necesitarás ayuda para bajar de ahí?
—Nah, mira esto.
Acto seguido, Dylan le pasó su celular para que lo sujetara. Percy lo sostuvo como si fuera una estatua de Jesús en sus manos, porque estaba seguro de que si lo descomponía con su torpeza, solo podría compensarlo con un riñón a cambio. Seguidamente, Dylan colocó las palmas de sus manos contra el suelo, y sus piernas se soltaron de la barandilla. Percy observó asombrado, al castaño suspendido en el aire por unos segundos con mucha flexibilidad y equilibrio, para después, dejarse caer hasta el suelo en una posición de lagartija. Ya ahí, él se puso de pie con ayuda de sus rodillas.
—Tadaaa — Dylan abrió los brazos, y casi al instante, se llevó las manos para sujetarse la cabeza con fuerza. Él se tambaleó un poco— Mierda, mi cabeza... — trató de mirar el suelo— Oh, se me ha oscurecido la vista — hizo una mueca—. Ah, ¡¡Estoy ciego!! ¡Ya no podré ver porno!
—No estás ciego, es solo que la sangre se te ha ido a la cabeza— explicó Will riendo, apareciendo con Nico a su lado, enfrente de ellos—. Solo espera un minuto, y volverás a la normalidad. ¿Por cuánto tiempo estuviste de cabeza?
—¿Cómo veinte minutos?, no lo sé—Dylan contestó indeciso. Pestañeó un par de veces con los ojos entrecerrados y pareció volver a recobrar la vista, entonces, fijó sus ojos en Will, y preguntó—: ¿Por qué traes una cartera?
Antes de que Will pudiera decir algo, Nico soltó un fuerte: "¡Ja!" Y dijo:
—Te dije que era una cartera.
—No es una cartera, ¿okay?— Corrigió Will, ofendido, remarcando la negativa, mientras alzaba un dedo índice—. Es un bolso masculino. Juvenil. Unisex. ¿Jamás han visto a universitarios? Esto. ¡Esto es lo que usan ellos!
—Te hace ver gay —Dylan señaló suavemente.
—Pues soy gay—Will devolvió irritado — ¡Pero no porque esté usando este bolso!, ¿comprenden? — al final, soltó un quejido exasperado y continuó—: Como sea, no vine para eso. Nico y yo estábamos hablando, y tuvimos la idea de invitarlos a ir a almorzar todos juntos. Ya que las clases comienzan la próxima semana, sería bueno que aprovecharamos estos últimos días, ¿qué dicen?
Percy miró a Nico, Nico miró a Percy con una expresión de: "Me vale mierda, incluso tú, él tuvo la idea, no yo". Por supuesto, aquel "tuvimos la idea" fácilmente se traducía en que únicamente Will la había tenido, y ahora arrastraba a Nico consigo. El día en que Nico di Angelo invitara a otro ser humano a un almuerzo, voluntariamente, incluso a su propio primo más allegado; ese día era porque tenía una sentencia de muerte y estaba despidiéndose.
A pesar de eso, Percy aún se sentía de buen humor, y con ganas de socializar, así que aceptó la invitación de "ambos", con una afirmativa entusiasta, porque por primera vez, tenía el suficiente dinero hoy para darse ciertos gustos. Obviamente, Luke también accedió de inmediato a acompañarlos y no era un secreto para nadie que lo hacía para permanecer junto a su mejor amigo. Además, Dylan también iría, y Luke aún no confiaba en él ni un céntimo para dejarlo cerca de ese manipulador.
—Genial—Will dio una palmada animada, y luego nos repasó con la mirada— entonces, ¿a dónde vamos?
Dylan y Nico contestaron al mismo tiempo:
—BURGER KING
—MCDONALD'S — Nico frunció el ceño y agregó—: ¿Cómo puede gustarte ese lugar habiendo un McDonald's en el mundo?, ese lugar es una estafa.
—Tú estás delirando, di Angelo— Dylan replicó, casi escandalizado. —Las hamburguesas de King son las mejores, es cultura general. No puedes soltar tales blasfemias, si no has probado la combinación de carne a la parrilla y pepinillos antes.
—Los pepinillos en las hamburguesas son asquerosas— Nico refutó—. Además, odio la Pepsi. Coca Cola es mejor, ¿y adivina que? Solo McDonald's lo tiene.
Dylan abrió entrecerró los ojos con una mirada que decía: Esto es la guerra. Y Nico le alzó una ceja con soberbia, advirtiéndole que no se detendría hasta que él desistiera. Claramente, la lucha por decidir quién tenía las mejores hamburguesas podrían durar meses con esos dos, por lo que Will Solace, tuvo que intervenir de inmediato.
—Este debate no nos llevará a ningún lado — Will rodó los ojos — Así que votemos por donde ir, ¿Nico?
Will y Nico votaron por ir al McDonald's, Luke y Dylan, para sorpresa de ambos, (quienes mostraron muecas asqueadas al estar en acuerdo) votaron por las hamburguesas King. De pronto, Percy se encontró siendo observado por todos, como si el peso de salvar o perecer al mundo, hubiese recaído sobre sus hombros. ¿Qué clase de monstruo le daba tal responsabilidad a un chico de dieciséis años?
¿Cuál es mejor, King o MC? Yo voto por Burger king, sorry Nico, pero ellos tienen la mejor hamburguesa. 😏
—De acuerdo, te toca a ti para el desempate, Percy — Le señaló Will, quien sonreía divertido por la situación—. Todo depende de ti. Así que, ¿por cual votas?
Antes de que él dijera cualquier cosa, Nico formó una sonrisa impersonal sobre sus labios, que le confería un aire gélido y distante, y comentó casualmente en su dirección:
—La familia es lo primero, Percy Jackson— su voz sonó severa— Piénsalo antes de decidir.
Luego Dylan, le murmuró, con una sonrisa encantadora:
—¿Debo recordarte quién te ayudó a tener ese hermoso piercing industrial a precio económico, Percesito?
Percy miró a ambos, pausadamente, con una expresión de: ¿en serio me harán esto?, pero ninguno de ellos flaqueo en su afán de extorsionarlo para satisfacer sus propios intereses. Miró a Luke, a él le importaba un comino sobre el lugar al que irían a comer, ni siquiera necesitaba preguntárselo, lo conocía lo suficiente para saber que mientras Percy estuviera a su lado, no le importaría comer incluso frente a un establo maloliente de vacas.
—¿Y bien?, tengo hambre— lo apuró Dylan.
Y Percy soltó un largo suspiro cansino. "Esto ganas cuando eres sociable".
—Una orden de sushi para la mesa número cuatro— anunció la camarera, y en seguida, colocó una larga bandeja en medio de la mesa, enfrente de ellos. —Buen provecho.
Ella se marchó después de eso, pero no sin antes ruborizarse y pestañear como loca frente a Dylan, quien lo único que hacía era simplemente estar allí, sentado, sonriendo, para que la mitad de la multitud femenina del local, estuvieran suspirando mientras le echaban miradas disimuladas, probando por quien tenía suerte de llamar su atención. Percy supuso que era el efecto natural de los hombres guapos, solo necesitaban estar ahí, existiendo, para lucir bien.
Percy sintió envidia en secreto, y apoyó su mentón sobre el hueco de la palma de su mano, mientras agarraba el primer rollito de sushi para llevárselo a la boca. Estudió su entorno para distraerse de sus penurias, todo el local estaba decorado con temática china, las paredes y cortinas se alternaban entre el color rojo y el dorado. La mitad de las camareras eran chinas, y la otra mitad, neoyorquinas, vestidas con falda roja y camisetas de color crema. El olor del incienso los mantenía calmados mientras disfrutaban de un ambiente cálido y tranquilo.
En vista de que Nico había parecido capaz de hacerlo dormir con los tiburones, y Dylan capaz de arrancarle el piercing con sus manos, con todo y oreja, en caso de que Percy osara salir en contra de uno de los dos... Él no tuvo de otra que utilizar sus poderes de: "Mi cumpleaños está cerca, así que por hoy, yo decidiré dónde comer".
Y entonces, voilá: ¡Pescado crudo para todos!
Ellos habían elegido una mesa cerca de la ventana, y se habían sentado sobre sofás de color rojo granate. Delante de él, estaba Will utilizando los palitos chinos con bastante experiencia, y sentado a su lado por supuesto, Nico; quien justo en ese momento estaba olisqueando con precaución la bebida de extraña procedencia que le habían traído. Percy observó mediante la comisura de sus ojos, a Luke ponerle mucha sal y salsa marrón a su sushi, tanto que ahora parecía un rollito de chocolate. En cuanto, a Dylan Thompson, estaba estaba en la cabeza de la mesa, cerca de Percy; él simplemente apuñalaba su sushi con la punta de su palito chino, y se lo llevaba a la boca como una brocheta.
Luego de su tercer sushi, Nico siseó en voz baja.
—Pudimos haber estado comiendo hamburguesas—No miró a nadie, él se encontraba en una batalla campal con los palillos chinos y sus dedos. No importaba como los agarraba, el sushi se volvía a caer cuando estaba a centímetros de su boca, hasta que se hartó y lo cogió con los dedos, mandando al diablo la elegancia.
—El pescado es bueno — dijo Luke, saliendo del lado de su mejor amigo, lo cual Percy apreció mucho, y a continuación, le hizo un gesto de: ¿Ves?, en dirección a Nico.
—Es cierto —apoyó Will—. De vez en cuando, es bueno dejar de ser un carnívoro de carne roja, Nico. Tu hígado te lo agradecerá —entonces, miró a Percy —Así que, ¿cumples diecisiete años, no?, el ocho de agosto. ¿Harás alguna fiesta por eso?
Percy contuvo una mueca, aunque lo hubiese querido, no podría costearlo. Las comida era cara, las bebidas que valen la pena son aún más caras, y aunque lo hubiese querido, tampoco tenía el lugar para realizarlo. ¿En su departamento?, ni hablar. Ni siquiera tenía lugar para siete personas en la sala. Solamente sería vergonzoso e incómodo para todos ellos.
— No —contestó directo, concentrándose en el mantel con bordados dorados delante de él. — Ya sabes... Pero pienso que seria cool, si salimos a comer... igual que hoy, si ustedes están libres.
Will sonrió cálidamente, y asintió.
—Claro. Y descuida, arrastraré a Nico conmigo ese día.
De pronto, una chica, enfundada en un largo vestido tradicional rojo, se acercó a ellos, con una bebida entre manos y se paró delante de Dylan. El vaso era delgado, no demasiado alto, con un líquido transparente llegando al límite de este. La camarera, por otro lado, era jodidamente hermosa. Su rostro era tan pálido que bien podría tratarse de una geisha, excepto que no traía más maquillaje que un simple tinte cereza sobre sus labios.
El cabello negro y lacio enmarcaba su rostro, y volvía sus ojos achinados mucho más oscuros de lo que ya eran. Les daba una especie de brillo místico, que hizo que la atención de todos en la mesa se fuera directamente hacia la mirada. No fue raro, tomando en cuenta que eran un grupo de chicos adolescentes ansiosos por descubrir cuerpos femeninos. La camarera se inclinó para dejar la bebida sobre la mesa, justo frente a Dylan, y con un aire mitad misterioso y mitad coqueto, le sonrío y le dijo:
—El vino de serpiente, trae buena suerte a aquel que lo ingiere— le sonrío aún más, cuando se dio cuenta de que Dylan la miraba de vuelta, prestándole completa atención y levantando las cejas, como si cada palabra que ella decía fuese un enigma misterioso que él se moría por conocer— Cortesía de la casa. Espero que lo disfrutes.
Luego de eso, la chica se marchó, y Dylan soltó una risilla divertida, ahora demostrando que las palabras de la camarera le importaban muy poco, pero que al menos había conseguido una bebida gratis.
— Vino de serpiente— repitió Dylan, soltando un silbido de admiración a la vez— ¿Creen que haya una cabeza de serpiente en el fondo? ¿Tú que dices Nico, me envenenaré si lo tomo?
—Ojalá— respondió Nico, y Dylan lo miró ofendido.
—¡Hey!, ¿así tratas a tu viejo proveedor de marihuana?
Will se escandalizó, y Percy hubiera tenido la misma reacción de no ser porque estaba más ocupado mirando el regalo de Dylan con confusión.
Percy era cliente habitual desde hace más de diez años, y jamás hubo tal cosa como: "Cortesía de la casa". La dueña del restaurante era una china mezquina y cascarrabias de setenta y cinco años; que ponía veneno a los restos de comida, para matar a los perros y a los gatos del barrio, que venían a rebuscar algo para comer entre su basura. Entonces, Dylan alzó el vaso para dar su primer sorbo, y Percy miró la servilleta que quedó sobre la mesa. En la esquina del papel, había un número telefónico escrito con tinta azul, junto con una carita de gato sonrojado. Las dudas de Percy acabaron al instante.
Percy agarró su séptimo sushi, y lo masticó con pereza. Delante de él, Will había regañado un poco a Dylan, y ahora trataba de convencer a Nico para que probara su arroz con salsa de soja, pero Nico estaba más ocupado quitando el aguacate de su arroz que estaba envuelto en algas. Luke estaba poniendo más sushi en su plato de forma sutil, y Dylan le sacaba una foto a su bebida y al sushi para presumirlo en instagram como buen millenial.
De repente, Percy se encontró reconociendo, que se sentía muy cómodo, muy a gusto y contento compartiendo este almuerzo con ellos, ¿hace cuánto no salía con un grupo de amigos?, y terminaba bien para él. Percy no debió preguntar, porque justo en ese momento, las puertas del local se abrieron, y del exterior ingresaron: Drew, Mark, y Abby Chensen con un grupo de amigos.
La habitación dejó de sentirse cálida abruptamente.
♡ Espero que haya disfrutado del sisniversario. He publicado: cliché, sol, y con la sis: Instituto de Delincuentes Juveniles. Kinn ha subido RH y claro, corazón maldito.
¡Y una nueva historia juntas!, ¿qué más pueden pedirle a la vida? Espero que les guste, y TENGAN LA MENTE MUY ABIERTA. ♡ Se les quiere. Saludos.
Psd: no seas cochino y comenta, te hemos dado caps de a montón >:v
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro