Aclaraciones:

(c/c) color de cabello
(c/p) color de piel
(c/o) color de ojos

» Omnisciente «

TN se encuentra en los dormitorios, al borde de su cama mientras mueve sus piernas animadamente. Desde ayer tenía un buen humor, pues hoy era el día en que recibían correspondencia, como todos los viernes. Toma un sobre que va dirigido a ella, el sello es una pequeña flor prensada en cera roja. Al borde, escrito en una caligrafía perfecta y curva, el nombre de su madre.

Lo retira con cuidado, para no dañar el papel. Una sonrisa empieza a crecer en su rostro, iluminando sus mejillas de un tono carmesí conforme saca las hojas.

Comienza a leer, la dedicatoria hace que tuerza sus labios con ternura.

“A mi pequeña soldado”

Su sonrisa crece conforme sus ojos analizan palabras.

— Mi mamá vendrá... — susurra en un tono agudo — ¡Mi mamá vendrá! — vuelve a decir, alzando sus brazos triunfante.

Hace mucho que no la abrazaba, la extrañaba mucho, extrañaba pasar tiempo con ella, en un hogar, con cosas que ya conocía. Cuando se enlistó al ejército, estuvo convenida de que su ausencia no le afectaría tanto, pero con el paso del tiempo, descubrió que se equivocaba.

Iría a visitarla, los superiores estaban dejando que los reclutas fueran con sus familiares los fines de semana; y por primera vez en tres años ella podría salir.

No pierde tiempo, se levanta de un brinco a su cama y del baúl personal comienza a sacar su ropa. Para dormir, y una muda para el día siguiente. Las mete en la maleta con la que vino en su primer día.

— TN, ¿pasó algo? — pregunta Christa con genuina preocupación.

— ¡Nada malo!

— ¿Oh?

— ¡Mi mamá vendrá! — voltea a verla — Cuando hicimos esa simulación en Trost me dijo que quizá vendría aunque no fue así, pero ahora ya está arreglado. Voy a prepararme de una vez.

Habló muy rápido, pero la rubia pudo entender sus palabras. Le da gusto, su amiga se veía muy ilusionada. Aún recordaba como en la simulación estuvo triste otros dos días porque su mamá no se presentó.

Una semana después, TN sostiene el mango de su maleta con fuerza mientras se aleja del patio principal a la salida.
Ve que el trío de siempre está observando a los demás partir. Se recargan en la barda de madera que delimita la entrada de las instalaciones. No están tristes, o al menos, no se nota tanto, más bien, miran con cierta ilusión a los otros mientras se marchan.

« Supongo que van a quedarse. »

Va de regreso a la entrada, con ellos. Se balancea sobre un pedazo de madera de las protecciones — Oigan — ladeo su cabeza — Eh... ¿quieren acompañarme?

Los tres le miran ligeramente sorprendidos. Eren es el primero en hablar.

— ¿De verdad? — musita, parpadeando un par de veces.

— ¡No queremos causar molestias! — sigue Armin.

— No se preocupen, a mi mamá le va a alegrar que tenga amigos, ya no dirá que los invento — susurra, frunciendo sus cejas — Vengan, no es ninguna molestia — hace un ademán con mis manos para que le siguieran —, hasta le va a dar gusto.

Tras unos diez minutos de discutirlo, los otros adolescentes aceptaron. Ya que no se quedarían, no tuvieron necesidad de llevar pertenencias.

— TN, ¿vas a ir vestida así? — Armin señala su ropa, no de mala intención, solo le daba curiosidad, ya que otros compañeros usaban ropa casual.

— Quiero que me vea con el uniforme — la chica sonríe de forma inocente, incluso sus pómulos se notaron algo rojos —, creo que le gustará, quiero que se sienta orgullosa.

Eren no pudo evitar enternecerse, el cariño de una madre... le alegraba que TN tuviera algo así, ella era tan linda, se merecía una familia feliz y completa. Y que mejor, él podría conocerla, se moría de ansias por saber cómo eran los parientes de la chica que tanto admiraba –y apreciaba–

— ¿En donde vives?

— Por el sur. Será un viaje largo, pero llegaremos bien. 

...

La casa que tenían estaba bastante alejada de las demás, aislada, como había mencionado durante su cabalgata. Dejan los caballos atados a una barra de madera, y se quedan estáticos ya que su amiga no parece reaccionar.

— Esa es — señala la construcción. — Yo... tengo que ir, ¿verdad? 

— Suerte — le dice Mikasa, dándole un pequeño empujón.

Hale avanza a pasos firmes hacia la puerta, pero se detiene justo antes de subir las escaleras de piedra. Exhala, queriendo deshacerse de sus nervios. Sus palmas le sudan, tanto de emoción como incertidumbre. 

Toca la madera con su puño unas tres veces. Una mujer de cabello castaño y liso la recibe, sus ojos miel comienzan a aguadarse en cuanto ve a la chica ahí. La abraza, antes de que pueda reaccionar y recarga su cabeza en la de la menor.

— ¡Mi niña! — exclama, sujetándola con fuerza — ¡TN!

El trío EMA observa como las dos se abrazan y se mueven para no perder el equilibrio. De vez en cuando escuchan que la mujer que suponen es su madre le pregunta cómo ha estado, o que creció mucho. Diez minutos después, se separan con más calma.

La (c/o) apunta a ellos, y aparece explicarle algo a la mujer de vestido verde, quien asiente efusivamente. Después, los invita a ir con ellas.

— ¡Hola! Sean bienvenidos — les dice la mujer, asomándose a verlos — Me llamo Rebecca, un gusto conocerlos a todos, soy la mamá de TN.

— ¡M-Mucho gusto!

— Ellos son Mikasa, Eren, y Armin, los conocí en... bueno, es algo obvio, en el reclutamiento.

— ¡Amigos! Que adorable, se ve que son buenos muchachos — sonríe —. Es un gusto conocerlos a todos. TN me ha hablado de ustedes en las cartas.

— Un poquito... — confirma ella.

— Está será una agradable reunión. TN, tus tíos también vendrán.

— ¿Eh?

— No avisaron. No, nunca lo hacen. — su madre suspira, cansada de esa actitud — Supongo que les dará gusto verte así — vuelve su vista a su hija, y una sonrisa se forma en sus labios de forma inconsciente. La atrapa en sus brazos nuevamente — Mi pequeña soldadito~ — la suelta, limpiándose las lágrimas — ¿No los invitarás a pasar?

— ¡Ah, sí! — exclama, dando un pequeño birnco — Pasen, por favor, están en casa.

Al entrar, un olor dulce llega a sus fosas nasales, de pronto despertando su apetito. Ven el interior, madera limpia y reluciente, el piso liso con detalles de roca en las esquinas, y paredes perfectas y acogedoras, con retratos u otras pinturas. Estaba medio vacía, pero tenía ese toque reconfortante, tal vez era porque hace mucho el trío no entraba en un ambiente hogareño, pero para ellos, su casa era simplemente perfecta.

— Siéntense — dice, dando unas palmadas en uno de los sofás marrón —, ¿quieren algo de beber? No sean tímidos, no se preocupen.

Ven que TN tiene más confianza que en colegio militar. Tal vez era porque tenía a su mamá cerca, y eso le hacía sentir más segura que estar rodeada de extraños.

— Agua, por favor — dice Mikasa, bajando su cabeza.

— ¡Okay!

...

Una hora después, llaman a la puerta nuevamente. Rebecca atiende sin muchas ganas, y deja pasar a dos hombres con gran parecido a ella.

— ¡TN! — exclaman, ignorando a la mujer.

— Ellos son los tíos de TN — explica, señalando con sus manos — Xavier y Erik Hale. Los dos impuntuales — pone sus ojos en blanco.

— Vamos, hermanita, danos algo de crédito por venir hasta acá. — Erik, el castaño, deja las flores en el mostrador.

Los chicos notan el apellido. Les parece extraño, ya que normalmente se utiliza el apellido paterno primero, pero en la familia de TN, se usaba el materno. Hale.

— TN — dice el otro, haciendo el saludo militar junto a su hermano.

La joven les imita rápidamente. Y casi seguido, sus amigos igual.

— Nosotros somos oficiales en la policía militar. — sonríe simpáticamente — Un gusto conocerlos, cadetes.

— ¡El honor es nuestro, señor!

— Ya no hagas eso — regaña Rebecca apretando sus labios —, están en mi casa, no en el colegio.

— Hah... lo siento, es divertido. ¡Descansen, cadetes!

— ¡Sí! — los cuatro gritan al unísono, liberando sus brazos pero siguen quietos.

— ¡Ya! — la mayor le da un golpecito en la cabeza.

Se presentan todos brevemente, sin muchos detalles acerca del trabajo. Como ya no falta nadie, la (c/p) acompaña a su madre a terminar la comida, dejando a sus amigos y tíos en la sala tomando té.

Mikasa ojeaba discretamente sus alrededores. Se detuvo al ver un retrato, cuatro personas, que supuso eran la familia de TN. Ahí estaba su mamá, otra joven de cabello corto y ondulado, y un hombre, de complexión media y barba.

— ¿Ella es la hermana de TN? — musita Armin. Eso llamó la atención de Eren, se inclinó un poco al frente para tener mejor vista — Se parecen mucho... — dice, casi asombrado — ah, y ese hombre debe ser su papá.

— ¿El señor Hale no se nos unirá? — pregunta el castaño a los otros invitados.

— ¿Ah... no les contó?

— ¿Qué cosa?

Los dos se miran incómodos, como si no supieran que decir.

— Mi yerno murió... en uno de los intentos de recuperar María.

Los tres chicos se sobresaltaron, en efecto, fue un detalle que TN no había mencionado.

— Lo partieron en dos — sigue su hermano — Y lo único que TN recibió del dicho comandante fue un misero parche.

— Por eso mi pequeña sobrina se unirá a la policía militar, no está desquiciada como su padre.

— Sí — el rubio asiente —, todos los que se unen a la legión mueren de forma horrible.

— ¡Pero–

— ¡Galletas! — interrumpe TN, llegando de pronto con una charola que contenía los postres — Mamá dice que la comida casi está lista, así que no coman, vamos a dejar que se enfríen.

Nadie dice nada, y prefieren evitar mirarla a los ojos.

— ¿Qué? — ladea su cabeza, confundida.

— N-Nada — Armin sonríe —, muchas gracias.

— De nada, es su receta especial... ¿seguros que todo está bien?

— ¡Sí, ya tengo hambre! — su tío se adelanta a la mesa.

— Pero todavía falta...

...

— Y, ¿a qué tropa se quieren unir? — pregunta Xavier tras tragar un pedazo de pollo.

— Ellos se unirán al cuerpo de guarnición — contesta TN, pasándole un pan —, los tres juntos, ¿pueden creerlo?

Eren intenta alzar su mano — Bueno, yo–

— ¡Aquí tienes! — llega a servirle agua de pronto, sonriendo de esa forma tan tétrica que tenía al trío tan incómodo — Ay, que sediento estás. Tíos, ¿ya les conté de nuestro instructor? Una vez hizo que una de nuestras compañeras diera vueltas por la cancha toda la tarde y noche, ni siquiera le permitió hidratarse.

— ¿Ah, sí? ¿Pues que hizo?

— Estaba comiendo en las presentaciones, por eso la castigó. ¡Se robo la patata directo de la cafetería!

Se echa a reír — Vaya, tienes que mantenerte lejos de esas malas influencias.

— Sí... pero en realidad ella es muy simpática. Se mete en muchos problemas pero es una buena amiga.

— Mhm, ten cuidado. Todos ustedes.

¿Cómo explicar que Sasha es de sus mejores amigas? Decide omitir la plática, también pasando por algo todas esas veces que le ayudó a la chica patata a esconder su comida y pasándole la tarea.

— ¿Y a que se debe que nos acompañen hoy? No me malentiendan, pero me pregunto si sus papás estuvieron de acuerdo en... — el hombre calma, al ver que TN pasa una mano por su cuello, como diciéndole que corte aquella conversación.

— Pues... — el de ojos esmeralda rasca su cabeza — Nosotros perdimos a nuestra familia cuando Shingashina cayó. Mikasa y yo.

— Oh, lo lamento...

— ¿Y tú, jovencito? — Rebecca junta sus manos, ignorando los gestos exasperados de su hija.

— Tenía a mi abuelo — murmura —, pero él murió cuando el gobierno envío a las personas de expedición a María.

TN se da una palmada en la frente. Le había dicho anteriormente que sus papás "no estaban" pero tal vez debió ser más específica.

Los adultos casi se atragantan con su propia saliva. « TN, ¿que clase de amigos has traído? » eso piensan.

Un silencio incómodo se apodera del ambiente.

— No estoy molesto — habla Armin —. Sé que Thomas Hale es abuelo de TN, pero, eso no importa, porque ella es una gran amiga. No les tengo ningún rencor.

— Lo tienes, en el fondo... — dice Xavier, tomando su taza con delicadeza. La mira con algo de nostalgia, como si en el reflejo encontrara un recuerdo tormentoso —, pero gracias, joven Arlert.

— Voy por las galletas. — la (c/c) se levanta rápido de la mesa.

— ¡Te ayudo! — su madre sale disparada a su lado.

...

TN acompaña a sus amigos fuera del terreno de su hogar. Sostiene las correas del caballo de Armin, que va al frente junto al de la pelinegra.

— Eso no salió como esperaba, pero... — se encoje de hombros — ¿gracias por venir? 

— No nos dijiste que tu papá había muerto. — dice Mikasa.

— No es algo que me guste recordar.

— Está bien... nuestra intención no era incomodar a tu familia.

— Lo mismo para ustedes.

— Muchas gracias — se acomoda la bufanda —, por invitarnos.

— ¡Sí, fue muy agradable! — anima el rubio — Tu mamá cocina muy bien.

— No estabas siendo tú misma el día de hoy, no del todo. — Eren se acerca.

— No creo que les guste que sea yo misma — contesta ella, acariciando al caballo — No quiero sonar grosera, es que...  no soy como ellos, simplemente no puedo acostumbrarme a sus normas.

Eren recordó esas veces que Jean la molestaba diciéndole "niña rica", pero TN no parecía el arquetipo de chica presumida y nefasta. Cuando recibía dulces, los compartía con sus amigos, ayudaba a los demás para colocarse el equipo, daba consejos a quienes se acercaran.

¿Por qué su familia no gustaría de ella? ¿No la habían escuchado hablar? ¿No prestaron atención a cómo les contó que dominaba el equipo de maniobras con facilidad y su puntería era de lo mejor?

— Tal vez no te importe, pero, a mí me gusta más la auténtica TN — declara, tratando de obtener alguna reacción de su parte. La muchacha entreabrió sus ojos, y le miró, con un pequeño brillo en ellos —, esa que es risueña, decidida y golpea personas para defender a otras.

— ¡Eso solo fue una vez! — murmura apenada.

Su sonrisa se ensanchó — Y eres ruidosa, y no finges ser servicial. Eres tú, y eso me agrada. ¡A todos! A todos nos agrada.

Suelta una pequeña risa.

— Gracias.

¿Se estaba sonrojando? No podía haber otra explicación para sus mejillas rosadas.

— Buen viaje. Los veo en unos días.

~ ~ ~ ~

Me gustó este capítulo uwu, ¿ustedes que opinan?

Gracias por leer ✨

JadeOkumura.