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Después del entrenamiento usando el EDM3D me alejé un poco para poder ajustar las correas de mis piernas.
Han pasado unos días desde que entré a la legión. Las cosas han transcurrido con normalidad, y nuestra rutina es similar a la de nuestra capacitación: despertar, desayunar, entrenamiento, comer, tiempo "libre", y cenar. La única diferencia es que tenemos un espacio para hacer el aseo, órdenes del cabo Rivaille.
De pronto me doy cuenta que Eren se había reclinado a la pared como yo.
— Mikasa quiere saber si estás bien.
Busco a la azabache con mis ojos, ella está del otro lado del campo hablando con Armin.
— Estoy bien, en serio. — suspiro — No tienes que preocuparte.
— No quisiera perder a mi mejor amiga. — musita, mirando al cielo — Has estado distante estos días, no comes con nosotros y siempre te...
Dejé de escuchar después de su primera pausa. ¿Qué dijo? ¿Amiga? Pero si... nos besamos. No me digas, ¿solo lo hizo por impulso y no significó nada?
¿Se le olvidó? ¿¡así de poco memorable fui!? Me está dando algo.
— Me alegra que estés bien — digo dando unas palmaditas en su hombro. — Te dejo para que descanses.
— Pero–
— Adiós.
Entro de nuevo al cuartel, subiendo las escaleras casi corriendo.
Nunca más hablamos del tema, pero...
Estúpidos sentimientos. ¿Quién los necesita? Estúpido Eren, estúpido titán de Eren.
Pateo una cubeta que estaba por ahí.
— ¿Qué mierda te pasa? — una voz pregunta tras de mí. Brinco por el susto, y me doy la vuelta para encontrarme con el cabo Rivaille.
— Ah, n-no, nada — muevo mis manos a los lados. — Pensé que había una araña. — la excusa fue tonta, pero no dijo nada — Ya me voy a dormir. Buenas noches.
— Son las tres de la tarde. — se cruza de brazos.
— ¡Entonces voy a ver en qué ayudo! — alzo mi dedo, buscando excusas para irme — ¿Usted necesita algo?
— ¡Levi! — una mujer sube las escaleras con entusiasmo, sus lentes brillan con la luz que entra de las ventanas. Pasa su largo brazo por el cuello del cabo — ¡Oh, hola! — exclama, sonriéndome — ¿Me recuerdas tu nombre?
— TN Hale, señora — hago el saludo —. ¿Necesita que haga algo por usted?
— ¿De qué hablaban?
— Iba a buscar a algún superior para auxiliar en algo.
— ¡Ah! Puedes ayudarle al enanín, tiene mucho papeleo esta tarde, ¿verdad? — se inclina más a él. Levi debe tener una paciencia del tamaño del colosal, está obviamente irritado pero se mantiene quieto.
— No necesito–
— No seas modesto — le ahorca más con su brazo —, deja que la novata te ayude. TN, no te negarías a una orden de tu superior, ¿o sí?
— ¡No, jamás! ¡Me gustaría mucho ayudar!
Se echa a reír — Novatos, me encantan. — dice en voz baja — Bueno, ven, te enseño donde están.
Asiento, y le sigo en silencio. El cabo, que se quedó atrás, se resigna a hacer lo mismo.
— Soy Hange Zoe.
— Sí, lo sé, la científica de la legión del reconocimiento. Es un honor, señora.
— No seas tan formal — junta sus manos en un gesto tierno —. Vamos a trabajar juntas después de todo, es bueno hacer amigas. Oye, por cierto, tú estuviste ahí cuando Eren se transformó, ¿verdad?
— No empieces, cuatro ojos.
— ¡Oh, Levi! Deja que hable.
— Fue extraño — murmuro —. En Trost Armin dijo que Eren fue tragado. Yo estaba en el cuartel general cuando su titán apareció a combatir, no vi nada de su transformación o... lo que sea.
— Que suerte — exhala con pesadez.
— Le interesan mucho los titanes por lo que veo.
Asiente energéticamente, es como ver a una niña pequeña emocionándose por un juguete.
Al llegar a la oficina que se encontraba dos pisos arriba –la cual está en un estado simplemente impecable– Hange se queda platicando sobre su experiencia en Trost y lo mucho que disfrutó estar con los titanes. No parece estar del todo loca, simplemente le entusiasma mucho el tema. En cierto modo es divertido.
— ... y entonces capturamos a dos titanes para los experimentos.
¿Qué dijo?
— ¿En serio?
— ¿Tú crees? ¡Es genial! Tal vez descubramos algo que no sabíamos, ¡tenemos una gran oportunidad! Ahh~ los titanes son criaturas fascinantes. ¿A ti también te interesan?
— Eh... no. — digo, con cierta vergüenza — No como a usted. Pero me gustaría mucho que compartiera algo de su conocimiento conmigo.
— Ya no nos quites el tiempo. — se me había olvidado que él seguía ahí.
— Perdón — rasco mi cabeza — Entonces, ¿qué debo hacer?
— Llena los informes, transcribe.
— ¡Adiós, Levi, adiós, TN! — la castaña sale de la oficina sonriente — ¡Diviértanse~!
Todo se sumió en un silencio abrumador cuando cerró la puerta. Y es que, el cabo me intimida bastante. No sé que decir ni de qué hablarle.
— Así que... Titanes, ¿eh?
— Sí. — toma asiento, y desliza unas carpetas hacia mí.
Bueno, yo me metí en esto, así que... haré mi mejor esfuerzo.
Cuando los abro y empiezo a leer, me doy cuenta que son expedientes de la legión. Los registros de sus miembros activos y su estatus, por ejemplo, Krista Lenz que es una novata, pero se graduó como las mejores y participó activamente en la defensa de Trost. Está su escuadrón, el cuadrante donde peleó, las bajas, y comentarios adicionales de lo que fue testigo.
Me da mucha curiosidad, aquí está todo con lujo de detalle.
Pasando a Krista, encontré la carpeta una tal Frida, dice aquí que se graduó con nosotros, pero ni idea quien es.
— Cobarde... — murmuro, al leer que ella se resguardó en el cuartel de reabastecimiento con otros.
— Oi, no son para que leas un chisme.
— Ah, perdón... — río nerviosamente — Ya no diré nada. Perdón.
— Ya te habías disculpado.
— Per– alza su vista brevemente — no, perdón. Ya no digo nada.
Unas horas después alguien llama a la puerta, tras un "pase" , Petra junto a otro hombre rubio que creo pertenece a su escuadrón también, entraron a la oficina con una bandeja y té.
Fue un alivio, porque no habíamos hablado más que yo para resolver dudas rápidas. Solo habíamos estado en silencio, pero no fue desagradable.
— Hola, TN. — dice ella.
Le devuelvo el saludo.
— Por cierto, el comandante Erwin te busca.
— ¿A mí? — me apunto con mi dedo índice — ¿Para qué?
— No lo sé, pero no parecía nada grave, tranquila.
— Bueno.
Continúo escribiendo.
— Esto... — escucho su incomodidad — ¿No irás?
— Dijiste que no era grave.
No quiero verlo.
— Eso no lo sé — sus cejas se arquean —. ¿Quieres que te acompañe?
— Estoy ocupada.
Antes de que agarre el siguente expediente, Levi pone un dedo sobre él.
— Tu comandante te busca, debes ir.
— Pero el trabajo–
— Ayudaste mucho, puedes irte.
Demonios.
— Gracias.
Me retiro de ahí, pero en vez de buscar a Erwin simplemente me voy a las áreas verdes de la base a pasear.
Aunque fue trabajo... me entretuve bastante. Ahora ya no sé que hacer. Tal vez pueda buscar un libro o algo.
¡O a los establos!
— Quizá me encuentre a Jean — digo para mí misma. — Jeje...
(...)
Ya que oscurecía, decidí ir al castillo de nuevo.
Siento una mano en mi hombro, y nuevamente, es Petra quien aparece. Me he topado solo dos veces con ella en el día.
— ¡TN! — deja un sobre en mis manos — Ten. Normalmente la correspondencia llega un poco más tarde, me sorprende la rapidez de esta. Por eso quería verte el comandante.
Leo la dedicatoria.
𝑇𝑁 𝐻𝐴𝐿𝐸
𝑆𝐼𝑁𝐴, 𝐷𝐼𝑆𝑇𝑅𝐼𝑇𝑂 𝑀𝐼𝑇𝑅𝐴𝑆.
~ 𝐴𝑀𝐸𝐿𝐼𝐴 𝐻𝐴𝐿𝐸.
Vaya, este día iba a llegar tarde o temprano.
— ¿Estás bien?
— Gracias, Petra. Hasta mañana.
— Pero todavía falta... — me doy la vuelta para ir a mi habitación — la cena...
(...)
Esperé hasta la noche para poder revisar la carta. Tuve muchos nervios, por eso mismo la estuve aplazando.
Antes de cenar decidí abrirla. No voy a estar tranquila si no lo hago.
Lentamente saco la hoja.
TN
Estoy tan feliz y molesta de escuchar de ti. No sabes el alivio que nos dio saber que saliste con vida de ese infierno, y la confusión porque no estás con nosotros.
Dime, por favor, ¿en qué estabas pensando?
Teníamos un plan, desde que éramos pequeñas estaba decidido que nos uniríamos a la policía militar.
Te estaba esperando, y de pronto, cuando Trost es invadido me entero que te unes a la tropa de reconocimiento. ¿Estás loca? ¿Estás consciente de lo que implica estar ahí después de lo que viste?
Mamá está tan devastada y preocupada como yo. Cuando no te vio entrar a Mitras con los otros cadetes hizo hasta lo imposible por localizarte, nuestros tíos tuvieron que intervenir para encontrar tus registros.
No tienes que pelear fuera de las murallas. Tienes un puesto, es tuyo, puedes tomarlo cuando quieras.
Por favor, TN, ¡piensa bien las cosas! No habrá ningún problema si renuncias a la legión. Quedaste como una de las mejores soldados, con gusto el rey te recibirá para que estés a su servicio.
Nos encargaremos de que seas admitida. Puedes traer a tus amigos también.
Con cariño, Amelia.
Mi puesto en la policía militar... Sería muy fácil ir allá. Apuesto a que mi familia disfruta de comer carne y postres deliciosos. Mis tíos pueden gozar de cosas caras y de pasearse por el castillo sin preocupaciones.
Voy de vuelta al comedor, arrugando el papel hasta hacerlo bolita. Al entrar, lo dejo caer al bote de la basura.
Voy por mi bandeja de comida y me sirvo una cantidad generosa de puré.
Hoy quiero comer mis amigos. Ya no quiero apartarme como toda la semana he echo. Afortunadamente en su mesa hay espacio todavía, así que voy con ellos y tomo mi lugar sin más.
Estuve a punto de darle un bocado al pan, pero sentí que todos se me quedaron viendo un poco... ¿sorprendidos?
— ¿Por qué me ven así?
— Pues... — balbucea Jean — ¡Hah! No te des tanta importancia, niña rica, no te estábamos viendo.
Tras enseñarle la lengua, todos volvemos a lo nuestro. Ellos retoman su plática, yo solo me dispongo a comer.
Mientras lo hacía, se me cayó mi servilleta a las piernas, así que la recojo nuevamente. No sé por qué miré con tanta melancolía aquel espacio vacío a mi derecha. Mina... Mina ocuparía ese lugar.
— ¿Estás mejor? — susurra Eren.
— Sí, gracias. — le sonrío — ¿Y tú? ¡Escuché que ya conociste al escuadrón especial de la legión! Cuéntame cómo son.
— Ah... — rasca su nuca — Pues ya conviviste con el capitán Levi, ¿no es así? Es un poco estricto. Pero en general los demás son... amables.
— Eso es bueno — doy un sorbo al té —, me alegra mucho. Yo conocí a la científica Hange hoy, me dijo que tiene experimentos con titanes o algo así.
— Sí, ella es... entusiasta. Me tuvo toda una noche contándome sobre titanes.
Río ante eso — Suena algo que ella haría.
~ ~ ~ ~
Ola uwu
Amo demasiado a Zeke ahhHH, pero muchxs en el fandom no lo quieren :c Aún así dejaré fotos aquí porque, ¿por qué no? Admiremos.
(¿Niccolo eres tú?)
Gracias por leer, tomen awa.
JadeOkumura.
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