Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

(79)

SIMÓN

Estar encerrado en un ataúd no era lo que se esperaba en estos instantes y en ningún otro cercano, primero porque si él estuviera vivo y lo encerraran en algo así ya se hubiese quedado sin aire y se hubiera muerto hace horas arruinando el plan de ser un rehén de la bruja de Camille o que los miedos hubieran comenzado a atacarlos haciendo perder los cinco sentidos, pero no, no iba a suceder nada de eso porque no estaba vivo y no le estaba afectando tanto, así que aprovechó para mirar a la nada, a la oscuridad mientras podía sentir como sus piernas y muñecas ardían por las cadenas que tenía puesta, le estaban apretando, por primera vez no sentía ganas de llorar y gritar, sabía que nadie vendría en su búsqueda, menos Raphael.

Además estar encerrado no se comparaba con nada con lo que Raphael había pasado, esto era un minúsculo porcentaje de sufrimiento, trató de aprovechar los momentos para reflexionar, aunque no era una decisión buena, cuando la tapa del ataúd se abrió hizo que se encandilará por los minutos que habían pasado, pestañeo un par de veces antes de mirar, Raphael no era, eso lo tenía seguro porque el olor a menta que lo identificaba no estaba en los aires, si no un olor a libros viejos, tinta o algo parecido.

—Oh sigues igual de feo que antes.

La voz era masculina, un poco grave pero tenía un poco de calidez incluida, lo miró después de ver que su visión se había aclarado, el chico tenía rulos castaños claros, algunos caían en su frente y los demás iban hacia atrás como pequeños resortes, sus ojos eran claros y tenía una sonrisa tan arrogante en su cara que parecía a Raphael cuando lo había conocido, frunció el ceño, comparar a Raphael con este muchacho merecía un castigo, el vampiro mayor era mucho más bonito cuando trataba de ser arrogante, cuando lo hacía antes.

—Tú eres un patán como antes.

Quería golpear su frente con algo por no haber pensado antes lo que iba a decir, no conocía a este chico de nada y para poder demostrar que no se dejaba molestar por nadie, se había hecho pasar vergüenza el doble.

—Eso es raro porque no me conoces—dijo el chico riendo.

<<Piensa Simón, piensa. >>

—La cara que tiene no lo oculta— contesto.

El chico volvió a reír, y un recuerdo de Raphael cuando se conocieron se cruzo por su mente, siempre sabía burlarse y reírse de las cosas que él decía y debía admitir que ahora no le había molestado para nada, sino al contrario había sentido una punzada en su pecho.

—Touché—dijo el muchacho— me llamo Fran.

Lo miro extrañado ¿Por qué uno de los seguidores de Camille venia a hablar con él tan agradable? ¿Y si Camille quería cambiar el amor por Raphael con este muchacho? Era muy estúpida si pensaba que podía pasar, que iba a caer en sus juegos.

— ¿Me ves cara de que me importa tu nombre? —pregunto molesto Simón.

El chico levantó sus manos en forma de paz y sonrió de nuevo.

—Soy amigo de Raphael, solo vengo a visitarte—dijo el muchacho.

¿Un amigo de Raphael? ¿Tenía que creerlo? Raphael no le había hablado de un tal Fran de este hotel, pero bueno a pensar verdad la relación con el vampiro mayor siempre había sido extraña y nunca hablaban de estos temas.

—Ya sabes que no soy Raphael, el está con Magnus Bane, así que ve a buscarlo allá— dijo Simón—aunque no creo que te recuerde.

No sabía que contestar, el chico tenía una mirada intimidante, vio como acento sus manos en la madera del ataúd casi tocando sus brazos y lo miro más de cerca, Simón pudo ver unas casi visibles pecas y unos labios carnosos, insistía que Camille era una ridícula a pensar que este chico iba a igualar a Raphael.

—Se anda murmurando que eres la pareja de Raphael— susurro Fran fascinado— muy rara vez alguien encuentra al indicado para eso.

Simón rodeo los ojos tratando de que el chico viera la indiferencia en ellos mientras que por dentro las preguntas comenzaban a torturar ¿Qué clase de juego estaba haciendo el chico? ¿Cómo sabía lo de Raphael?

—Soy la pareja de Raphael, estamos marcados— contesto Simón.

Girando la cabeza para mostrarle la marca.

—Shh. — dijo el chico.

Moviendo sus manos hacia su cara posándose en su boca.

— las paredes pueden escuchar y llegar a los oídos equivocados— añadió Fran.

No pudo evitar mirarle con confusión, las manos se salieron del lugar.

— ¿Qué?

—Que hay personas que están escuchando y cada cosa va a parar a los oídos de Camille— explicó el muchacho.

—Ah.

El chico volvió a sonreír con arrogancia mientras mojaba sus labios, haciendo que no pudiera evitarlo mirar, el chico lo estaba haciendo a propósito, porque a ningún vampiro se le podía resecar los labios, no era tan estúpido, sabía esas cosas.

—Entonces ya que estamos y sabes que soy amigo de Raphael ¿Vas a confiar en mí? — preguntó Fran.

Era un ridículo a pensar que por ser amigo de su chico iba a hacer todo lo que le pidiera.

—No.

Vio como el chico dejaba de sonreír como lo estaba haciendo para mirarlo sorprendido, el plan de Camille había fracasado.

—Eso es injusto, soy el único que ha venido a verte a este mugroso lugar—dijo Fran haciendo pucheros— ¿Por qué eres así?

Simón trato de acomodarse en el pequeño lugar, no debía ablandar, si no sabría su debilidad.

—Nadie te mando a que lo hicieras— dijo Simón— ¿O sí?

Fran mordió su labio inferior mientras que con una mano hacia los pequeños resortes hacia atrás con una manera tan... No Simón, no.

—Solo quería ver al responsable de que Raphael se atara a algo tan importante—dijo Fran— y quiero ayudarte a que salgas de aquí y vuelvas con tu chico.

Lo miró sorprendido.

— ¿Qué?

—Quiero ayudarte, le debo favores a Raphael y con esto puedo saldar la deuda —dijo Fran—tú solo déjame ayudarte y en unas semanas o menos tú estarás fuera de aquí y regresar a los brazos de tu vampiro.

Todo dentro de él le gritaba que no confiara en él, que era un truco de Camille, pero la otra mitad le decía que lo pensará, que el chico no se veía tan malo y que capaz sus intenciones eran buenas.

—No necesito tu ayuda, Raphael vendrá por mi-contesto Simón.

Escuchó al chico mirar hacia atrás y después mirarlo a él mientras lo veía inclinarse más cerca.

—Los caprichos no te llevarán a nada Simón, solo déjate ayudar, no te haré nada, solo confía—susurro el chico —vendré más tarde y esperaré una respuesta positiva.

Y después se alejó haciendo que la tapa del ataúd se cerrará de nuevo haciendo que el olor a tinta que el chico desprendía se quedara encerrado con él, si Raphael se enteraba de esto, lo castraría o bueno con el nuevo Raphael no sabía cómo reaccionaría, pero debía calmarse, no debía pensar en otra cosa más que idealizar planes para salir del lugar y no ser atrapado, ni quemado con el sol y menos sufrir algún tipo de herida, la tapa de ataúd se abrió de nuevo dejando ver a aquel muchacho.

— ¿Y si te llevo a conocer al hotel? — Pregunto Fran— lo amarás.

— ¡No!

El chico frunció el ceño disgustado.

—Te lo pierdes.

Y la tapa se cerró de nuevo, Simón no pudo evitar reír.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro