Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

(33)

SIMÓN

Entró por la ventana de su habitación teniendo una pelea antes con Raphael porque iba a arrugar su perfecta chaqueta, pero el vampiro menor largo tantos argumentos que terminó ganando, su pieza estaba intacta, la ropa esparcida por el suelo, el espejo hecho trizas y la cama desordenada, parecía todo normal ¿Normal? ¡Su madre creía que él estaba muerto! caminó hacia el espejo y miró entre los pedazos que quedaron intactos, podía verse y no sabía cómo definirse por los cambios que estaba teniendo por la transformación, muy atrás de él estaba Raphael, no podía dejar de preguntarse ¿Por qué tenía unos rasgos tan maduros mientras que el parecía un niño entrando a la pubertad?

—Simón no podemos estar mucho tiempo acá—advirtió Raphael.

Empezó a caminar buscando su mochila y algunas que otra ropa cómoda colocándola dentro de ella, también algunos libros, no podía dejar a Deamon y Katy aquí, necesitaba que saber que pasaba en el último libro, tenía un tipo de adoración a Luc. Pero faltaba algo aquí ¿Dónde estaba Betty? empezó a buscarlo preocupado, Betty tenía que irse con él, no podía dejarla a la deriva, seguro que su madre lo vendería para poder superar su pérdida o la guardaría en una caja donde se echaría a perder.

— ¿Qué sucede?— preguntó Raphael.

El mayor estaba ojeando unas hojas donde de seguro tenía anotaciones de los juegos súper nerd que jugaba. Eso era muy vergonzoso, pero no le importaba en estos momentos sacárselo.

—Betty no está—dijo Simón— la necesito.

Vio como Raphael alzaba la mirada y lo miraba confundido.

— ¿Quién es Betty?— preguntó.

Podía verlo caminar tratando de evitar la ropa expandida por el suelo, Simón estaba sintiendo el doble de vergüenza al notar que Raphael Santiago estaba asqueado por la situación de la habitación desordenada. Trató de dirigir la mirada hacia otro lado.

—Betty es mi guitarra— respondió Simón—bueno sabes toco el instrumento y tenía una banda también.

Lo ponía nervioso hablar de uno de sus más grandes hobbies con Raphael, estaba diciéndole una parte muy importante de su vida y no sabía si al vampiro mayor le gustaba aquello, aun mas se estaba preparando para escuchar sus burlas.

—Creo que eso es bueno.

Vio como Raphael subía sus hombros como si quisiera restarle importancia a lo que decía.

—Ya sabes la música es buena— añadió Raphael.

Le estaba asombrando un poco el amable comportamiento del gran vampiro, se estaba portando bien a pesar de todo, vio Raphael se sentó en su cama y lo miró con una de sus cejas arqueada, algo estaba pensando, su forma de mirarlo lo decía. Simón se dio vuelta tratando de disimular que estaba buscando algo y no que ver a Raphael en la cama le hacía imaginarlo en bóxer en ella. Si leer mucho a veces te volvía un poquito pervertido.

—Tenemos que irnos—dijo Raphael ya apurado.

Asintió, se dio vuelta y caminó en dirección a la ventana para mirar hacia abajo, se veía alto para él. Pero los vampiros caían de pies ¿Cierto?

—No puedes saltar, todavía no estás adiestrado— dijo Raphael pasando frente a él— pero te agarraré.

Vio como tomaba la mochila y se la colgaba para largarse hacia el suelo con mucha elegancia, ahora era su turno, miró que en su visión no estaba solo el pasto verde si no un chico con su mochila tendida y mirándolo esperando por su largada, parecía una novela, cuando el chico caía a la casa de la chica y la muchacha se escapaba con él para tener una loca noche de aventuras, pero no, esto no lo era, eran dos chicos, vampiros y quien estaba abajo esperándolo tenía un constante problema con sus cambios de humor. Esto era lo más loco que iba a hacer, iba a caer de cara en el pasto y se rompería algunas costillas o huesos mientras Raphael dejaría escapar carcajadas​ por su inutilidad.

—Vamos Simón, lárgate— susurró/gritó Raphael.

Simón se tiro, cerró los ojos esperando el impacto, sabía que no caería de pie, lo sabía, pero el impacto no llegó, a cambio sintió caer en unos brazos haciéndole abrir los ojos.

—Me salvaste— susurró Simón asombrado— otra vez.

Raphael lo dejó en el suelo y vio como su comisura del labio se levantaba.

—Te dije que no estabas adiestrado— dijo Raphael alzando sus hombros— tenía que hacerlo, no iba a dejarte caer.

Simón sintió la vibración en su pecho que ya le estaba molestando por estar repitiendo constantemente, siempre con Raphael presente.

—Tenemos que irnos—dijo Simón.

Empezó a caminar sin saber para donde se estaba dirigiendo o el camino.

—Es por el otro lado Simón— dijo Raphael.

—Claro, si ya lo sabía

Caminar viendo como Raphael llevaba su mochila, se le venían tantas imaginaciones de libros con ellos dos de personajes, no sabía porque estaba así, recién lo conocía, de seguro Raphael tenía un poco de razón que la falta de nicotina se estaba subiendo a su cabeza.

—Raphael ¿Quién era la Nephilim que estaba cerca mío más temprano?— preguntó Simón.

Vio como el mayor se hacía a un lado para no pisar un charco de agua y evitaba mirarlo.

—Isabelle Lightwood— musitó Raphael.

— ¿Tuviste algo con ella?

Raphael lo frenó.

—No novato, no estuve con la Nephilim, no estuve con Ragnor ni con Camille— dijo Raphael molesto— No estuve con ninguno.

Simón dio unos pasos hacia atrás, no tenía derecho a reaccionar así con una pregunta, eso era descortés de su parte, lo estaba preguntando en buenos términos.

— ¿Entonces nunca tuviste a alguien al lado tuyo?— Preguntó Simón.

Mirándolo a los ojos, haciendo mal porque se había quedado embobado con las facciones del mayor, es que Raphael era guapo y lo tenía confundido con solo mirarlo.

— ¿Para qué necesito a alguien a mi lado?— preguntó Raphael

—Ese alguien te puede dar amor—dijo Simón sonriendo.

Raphael rodeó los ojos, se dio vuelta y empezó a caminar.

—El amor no existe—murmuro Raphael—tienes que aprender eso.

Empezó a seguirlo ¿Como que el amor no existía? ¿Raphael había pasado por algo mal de amores? empezaría a investigar la vida de Raphael, no tenía la culpa de que le estuviera empezando a llamar la atención, además los comportamientos de ese chico daba señal de que algo malo había pasado, quería saber todo del vampiro mayor.

—El amor si existe— dijo Simón.

— ¿Existe?

Simón empezó a caminar más rápido para alcanzarlo.

—Claro Deamon Black necesito el amor de Katy para no destruir el mundo, Ethan ayudó a Lena a que no se convirtiera en un monstruo gracias al amor—dijo Simón— hay muchos ejemplos.

—Me estás dando ejemplos de libros Simón—dijo Raphael—los libros no son reales.

No podía creer lo que estaba escuchando, eso había dolido.

—Retractar ya lo que has dicho.

Raphael seguía caminando sin inmutarse que Simón se había alterado por su comentario.

—Nunca me retractó de algo—respondió Raphael.

Simón saltó sobre la espalda de Raphael enojado, clavándose unos de los libros en alguna parte del cuerpo, aunque por el enojo no se inmuto.

—Simón salte de encima— gruñó Raphael.

Los dos cayeron al piso, Simón empezó a dar vuelta a Raphael quedando arriba de él.

—Retracta las palabras que has dicho.

Vio como el mayor ponía sus brazos bajo su cabeza y empezaba a aparecer una sonrisa rara en su cara, Simón se miró, estaba sentado muy cerca del miembro de Raphael, estaban en una postura muy comprometedora en un lugar público, se paró con vergüenza.

—Lo siento— se disculpó

Raphael se paró sacudiéndose y acomodando su chaqueta.

—Y yo me retracto—dijo Raphael empezando a caminar.

No podía creer por sus acciones ¡Se había sentado en el abdomen de su adiestrador! Tenía que hacer algo antes de que pasaran más cosas así, antes de que perdiera dignidad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro