SIMÓN

Sentía su cuerpo doler, sus músculos ardían y parecía que agujas estaban lastimando su cuerpo, intentaba abrir los ojos sin éxito alguno, después de que había pasado eso en su casa rogaba que todo fuera su imaginación, pero todo había sido tan raro esos días que era inútil decir que lo que había vivido eran imaginaciones de él y ahora estaba en una oscuridad de la cual no podía salir. Este solo pensaba que estas criaturas solo existían en sus juegos de computadoras cual sabia jugar todas las noches, pero ¿Qué estas criaturas salieran de ahí y fueran reales? Era algo cual no podían imaginar, no debía pasar. Un frío empezó a recorrer su ser y empezó a sentir que partes de él se estaba yendo, desvaneciéndose de a poco.

— ¡Yo no puedo dejar que se muera!

Miró hacia todo lados y empezó a buscar alguna guía para ir hacia la voz de Clary, capaz lo ayudaría para salir de la oscuridad.

— ¿No ves que si no se convertirá en un vampiro?

Una voz masculina y un poco gruesa llegó a sus oídos, no le gustaba tanto y era un poco irreconocible para él.

— ¡Es mi mejor amigo! No dejaré que muera.

Algo en él no estaba encajando en todo esto, la conversación que estaban teniendo Clary y el otro muchacho, unas de sus palabras era que debían salvarlo ¿Pero él estaba muerto? No podía ser cierto, si solo había sido un tonto desmayo.

— Ya no es tu amigo, tú decides su muerte o que se convierta en un subterráneo.

¿Ya no podía volver a ser un humano? ¿No podía volver a su vida y no convertirse en eso? No entendía nada.

— Soy una Nephilim novata Jace, antes fui una mundana y el que siempre ha estado en mi vida ha sido Simón, no estoy preparada para dejarlo ir.

— Después no lo veras Clarissa, tú serás una Nephilim y el un subterráneo, dos clases distintas.

El silencio llenó el ambiente, empezó a luchar con la oscuridad que lo rodeaba, pero era inútil, él no quería morir, en su adolescencia no había sentido la necesidad de acabar con su vida como muchos adolescentes lo hacían, él disfrutaba de la vida, era curioso y tenía unos objetivos para el futuro, faltaban muchos cigarrillos por fumar y no podía dejar a su banda, aunque hace dos semanas no haya ido a ensayar, tenía que cuidar a su madre cada vez que estuviera excediéndose en el trabajo ¡Tenía una vida!.

— Tenemos que volver al instituto, Hodger nos espera Clarissa.

— Pero, Simón se quedará solo.

— Yo lo cuidaré Nephilim mientras tanto piensa que vas a hacer con él.

Esta voz la reconocía, esta la voz de su salvador, el vampiro Raphael, una voz masculina pero suave y grave, como si estuviese susurrando, escuchó como unos tacos de zapatos se iban y otros pasos más pareciendo seguirlos, sintió unos labios en su frente, cálidos y suaves, después un susurro.

— Te prometo que no te dejaré morir Simón.

La puerta que se había cerrado de un golpe, que revelaba que la pelirroja ya se había ido y que él estaba solo, pero no tan solo.

— Vendré más tarde Raphi, tengo que arreglarme para esta noche.

— ¿Esta noche?

— La transformación del mundano.

Las voces se oían un poco alejadas de donde estaba, pero podía escuchar con claridad la conversación, preparaciones, aun no era de noche, algo pasaría esta noche, todo lo tenía confundido.

— Estas tomando una afirmación que la Nephilim todavía no ha dicho.

— No importa, tengo que verme fabuloso igual.

— Dime que no es para impresionar al Nephilim ojiazul.

— Claro que no, adiós muñequito.

Un silencio se posó en el lugar otra vez y Simón empezó a buscar una salida, no entendía qué estaba pasando, si estaba en un sueño o había inhalado algo que lo estuviera haciendo alucinar una vida irreal. Unos pasos empezaron a resonar hacia él y unas manos se posaron cerca de su brazo, en el mesón.

— Parece que tendré que adiestrar a un novato. 

-Aclaraciones-

• Subterráneos: Los subterráneos son seres sobrenaturales y criaturas híbridas que habitan el Mundo de las Sombras. Subterráneo es un término ampliamente usado para referirse a seres que son parte humano y parte demonio, e incluso se dice que son la contraparte demoníaca de los cazadores de sombras, quienes son parte humano y parte ángel. Incluyen a los hombres lobo, vampiros, brujos y hadas.Aunque son demoníacos en origen y naturaleza, los subterráneos poseen almas humanas y son contados como personas por las divinidades del Cielo.