Sung Mi Soo  

Mi cuerpo cae contra la cama de mi habitación, dejando mi rostro contra la almohada ensangrentada.

Mis sentimientos se hallaban mezclados, siendo difícil respirar.

El recuerdo de sus labios posados sobre los mios me hacía preguntarme si todo había sido un sueño, dejando caer mis dígitos sobre mis belfos y dejarlos ahí recordando el calor de los suyos.

La lluvia aumentaba junto con los fuertes latidos de mi corazón, el cual se emocionaba con tan solo recordar aquel suceso, dejando fluir una corta sonrisa, una emoción que nunca se me había permitido.

Las luces de la habitación del frente se apagan de un segundo a otro, quedando sentada en el borde de mi cama y dejar caer mi vista en la sombra que ahora se ocultaba detrás de sus cortinas, él se encontraba ahí, mirando hacia mí, y si no fuese por la interrupción de ella en mi habitación, habría corrido hacia el balcón en busca de sus ojos, siguiendo las órdenes de un cuerpo que comenzaba a sentir sensaciones nunca antes vistas por mis ojos.

—¿Soo? — el toque en mi hombro me hace voltear hacia el cuerpo de mi tía, la cual me analizaba con una hermosa sonrisa, e ignorando el estado de su rostro y el mío, nos fundimos en un abrazo.

¿Acaso..nos había visto?

— Él no está, no tienes que preocuparte mi niña — y sus palabras me lo habían confirmado.

Siendo separada por el agarre en mis hombros y analizar su magullado rostro, dejando a mi mente cuestionar una sola pregunta.

"¿Eres feliz?"

Mi incógnita provoca las carcajadas de ella, para verla asentir con una lastimera sonrisa.

– Aquí la pregunta es...¿A qué tienes miedo? – quedo confundida por sus palabras – Eres como una hija para mí Soo, te conozco mejor que nadie. Sé que algo está atormentando a tu pequeño corazón.

Sus dedos se dejaron caer sobre aquel órgano que no hacía más que latir con fuerza, sobresaltándome ante su toque y admirar la sonrisa que no se borraba de sus labios.

" Tienes razón, pero primero quiero descubrirlo por mi misma "

Sin dejar que responda, me tiro en sus brazos, dejando besos en sus golpeados pómulos.

– Sólo te diré una cosa pequeña, amar con miedo no es la mejor elección.

¿Amar con miedo?

¿A qué se refería exactamente?

                           
                          ☾☾☾

La mañana había llegado y junto con ella, el sonido de diversos pajaritos que se dedicaban a servir de alarma en mi día a día cada vez que se posaban en mi balcón, y como siempre en todos estos años, el sentimiento de envidia hacia aquellas aves libres retumbó dentro de mí.

Envidiaba ver los rayos del Sol incidir sobre ellos, sabiendo perfectamente que nunca sería capaz de sentir el mismo sobre mí.

Con una mueca que sustituía a las sonrisas matutinas de cualquier persona normal, decido levantar mi agotado cuerpo de aquella cama, dejando mi anatomía postrada delante de su habitación, sin salir hacia aquel balcón que me llamaba con exigencia, siendo prohibido para mí.

Su cuerpo aparece en mi campo de visión, vistiendo tan solo unos shorts cortos y dejar su pecho al aire libre, dejando ver la leve sonrisa que adornaba en su fisonomía y cerrar sus orbes a la vez que el viento hacía bailar sus desordenados mechones de cabellos.

Sí, típico de una película juvenil, pero así era su vida, un cliché color rosa.

No conocía su historia, pero todo en él gritaba libertad.

Sus orbes se posan en mí por primera vez desde que salió de aquella habitación, dedicándome esta vez una expresión nunca antes vista en él, la seriedad emanaba por su cuerpo y el sólo pensamiento de que le había amargado su vida con tan sólo un vistazo, empeoró mi humor.

Aquel beso....¿No significó nada?

Pero recordé mi cobardía la noche anterior y mi casi perfecta huida, sin tener en cuenta los sentimientos del pelinegro que ahora no dejaba ver aquellas hermosas sonrisas que tanto envidiaba en su tiempo y ahora extrañaba.

Su anatomía se inclinó levemente hacia el frente, recostando parte de su abdomen en aquel barandal y dejar fluir un suspiro, o al menos era lo que veía, dejando atrás aquella fría mirada y dar paso a una leve sonrisa marcando unos casi inexistentes hoyuelos a sus lados.

¿Intentaba...intentaba ser amable a pesar de lo que sentía?

Y al parecer la respuesta era sí, o al menos eso pensé hasta ver como sus dígitos dibujaban un inexistente corazón al aire para darse media vuelta y dejar mi mente maquinando diversas incógnitas que no tendrían respuestas en un buen tiempo.

Y por primera vez en mi vida, mi cuerpo reaccionó por impulso a algo que sería la mejor o peor decisión de mi vida, dejando atrás aquellas cadenas que me retenían de mis acciones y correr fuera de mi habitación directo a aquella sala, donde el único cuerpo que se movía por el alrededor era el de mi tía y correr hacia sus brazos, dejándola extrañada ante mi repentino comportamiento.

Y si llegasen a existir dos Sung Mi Soo en carne y hueso, apostaría que la de hace unos minutos atrás estaría cuestionandose también esta actitud.

— ¿Sucede algo cariño? — sus dígitos se movían conforme sus labios pronunciaban a su vez aquella pregunta, asintiendo frenéticamente a esta y verla sonreír levemente — ¿Tiene que ver con el doctor Kim?

Y mis mejillas tomaron color ante su incógnita, haciéndola emitir una corta risa y apretar mis delgados pómulos.

" Miedo, es lo que siento al sentir esto "

Mi puño se posó sobre mi corazón, dejando a una sonriente mujer frente a mí y posar su frente contra la mia para luego separarse de mí.

— Has retenido tus emociones desde pequeña mi niña, te he mantenido oculta del mundo con miedo de perderte luego de mi hermana — murmuró moviendo con rapidez sus dígitos frente a mí mientras veía sus ojos humedecerse en el acto — No has mantenido contacto con el mundo pensando que serías feliz, y lo único que he logrado es todo lo contrario.

Negué secando sus lágrimas, mientras ella seguía echándose la culpa encima.

” Nada es tu culpa mamá "

Y ante aquel sobrenombre, todo se detuvo. Dejando ver la sorpresa en su rostro y segundos después una inmensa sonrisa que sustituía la tristeza en su afligido rostro.

Sus brazos me rodearon por segundos, para admirarme con una bella sonrisa que iluminaría aquella casa rodeada de espinas negras.

— Sigue tus instintos cariños, no retengas lo que sientes sólo por miedo — murmuró al separarse de mí y expresarlo todo a través de sus manos por tercera vez y agradecía su gesto — El amor es el sentimiento más hermoso que una persona podría experimentar en su vida, y ahora que lo tienes a metros de ti, no deberías de renunciar a él sólo por miedo.

Pero no quería, no debía de arrastrarlo junto a mí. No cuando él merecía algo mejor.

— Sea lo que sea que pase por esa cabecita, todo es erróneo mi niña. Si algo me prometí en estos años, fue mantener una sonrisa en tu hermoso rostro, pero no fui yo, sino él quien desbloqueó tal expresión en ti y tan sólo en unos segundos.

Su expresión se endureció de un segundo a otro, desviando su mirada detrás de mí y ante el apretón de sus manos en las mías, comprendí lo que sucedería.

Y por esa razón, él lograba que retrocediera los pocos pasos que yo lograba avanzar.

Porque hasta que él se destruyera de nuestras vidas, ninguna de las dos experimentaría al cien por ciento la palabra felicidad por primera vez.

============================

Bien, drama is come back😂
Perdón si hay algún error.

En fin, ya pronto pienso subir el próximo, lo tengo bastante adelantado :)

Tengo muchas cosas dramáticas planeadas para este fanfic –insertar risa malvada–

💜🐛