Kim Tae Hyung  

Recorro con mis dedos el borde del cuadro, el cual llevaba en su interior, la fotografía de mi padre y una sonrisa de nostalgia se forma en mis labios.

— Prometo no defraudarte padre — murmuro sin apartar mis ojos de los suyos — Prometo cuidar tu imperio..

Meses atrás:

Nuestras risas se detuvieron al escuchar el teléfono de mamá y ver como la mencionada depositaba un beso sobre nuestras frentes y se alejaba a contestar la llamada.

Nuestras vistas se quedaron fijas en ella y pude detallar el miedo en sus ojos, para segundos después, escuchar su llanto.

— Ve a tu cuarto — ordeno sin mirar a mi hermano, el cual obedeció corriendo hacia el segundo piso.

El ruido que provoca el celular al impactar contra el suelo, hace ecos en el lugar.

— ¿Qué ocurre? — interrogo al sentir sus brazos rodear mi cuelllo y pegar su cabeza a mi pecho — ¿Mamá?

Sentía sus lágrimas mojar mi camisa y mientras los minutos pasaban, mi preocupación aumentaba junto a su llanto.

— ¡Mamá! — exclamo agarrandola por los hombros y separarla de mí — ¿Qué sucede?

Su voz tiembla al hablar y el pánico crece en mi interior.

                     
                          ☾☾☾

Mis manos agarran con fuerza una de las suyas, acariciando con mi pulgar la misma.

— No llores — murmuró con dificultad, limpiando mis lágrimas con su otra mano — Aún llorando, sigues manteniendo tu belleza . Te tengo envidia.

— Creo que no es el mejor momento para hablar de mi físico . ¿Cómo te sientes?

Niega lentamente y cierro mis ojos aguantando mi llanto.

— Sabrás manejar bien la situación. Debes de estar fuerte por tu hermano y tu madre, ellos no podrán aguantar — su rostro muestra una sonrisa y no evito soltar un fuerte sollozo — No decepciones a tu padre.

Y ocurrió...ocurrió lo que más temía. El pitido de la máquina se hacía más fuerte con el pasar de los segundos y mi mente no quería aceptar que lo había perdido para siempre.

Los doctores y enfermeras corrían por toda la habitación, tratando de hacer un último esfuerzo por salvarlo. Pero para eso hacía falta un milagro y los milagros no existían. Los presentes en la sala bajaron sus cabezas, logrando hacer a la misma vez, una reverencia a mi padre y eso sólo provocó que apretara el agarre que tenía en su mano, dejando salir todos los sollozos que llevaba aguantando desde hace minutos.

— Muerte del paciente Kim Seok Hyun a las 13:09 de la tarde...

                   
                         ☾☾☾

— ¿Es necesario qué te vayas a estas horas? — pregunta por tercera vez y sonrío agarrando sus manos.

— Mamá, es mi deber ir — murmuro pegando mi frente a la de ella — Además, papá dejó toda su confianza en mí. Cuando perfectamente podía haberle dado la jefatura a mi tío.

Sonrío al verla asentir y dejo un beso en su cabeza para abrazarla.

— ¿Quién se encargará de tu hija? — interrogó por última vez al separarme de ella.

— No sé, tal vez el perro — digo soltando una carcajada — Mamá, ni siquiera tengo esposa.

— Valía la pena intentar — alzó sus hombros restándole importancia y niego por sus ocurrencias.

Lunes; 7:30am

— Buenos días Sr. Kim — devuelvo al saludo con una perfecta sonrisa, logrando ver el gran rubor que comenzaba a formarse en las mejillas de aquella enfermera — Tenga un buen día.

Un brazo se cuelga sobre mis hombros logrando que perdiera un poco el equilibrio.

— ¿Alterando hormonas tan temprano? — volteo mi cabeza hacia Jin, volteando mis ojos antes sus palabras y acomodar mi bata — Al menos sonríe un poco.

— Soy tu jefe y estamos en el pasillo central, debe de cuidar su imagen y la mía — suelto adentrándome a mi despacho.

— ¿Podrías dejar las formalidades al estar conmigo? Se siente raro — murmuró lo último tomando asiento enfrente de mi escritorio — ¿Qué?

— ¿Acaso piensa quedarse todo el día aquí? Porque perfectamente puedo otorgarle más trabajo si es necesario.

— Amargado — susurró al llegar a la puerta y niego al verlo salir de una forma dramática.

Recuesto mi cuerpo en la silla giratoria, dejando caer mi cabeza hacia atrás. Cierro mis ojos y suspiro al sentir el teléfono de la oficina sonar, alargando mi mano y llevarlo a mi oído.

— Señor Kim, ha ocurrido un problema en la primera planta — suspiro al escuhar sus palabras y cuelgo colocando mi bata.

Al salir del despacho me encuentro cara a cara con Jin y por su rostro, debe de estar aquí por el problema de abajo.

— Señor ... - alzo mi mano deteniendo sus palabras y entrar al elevador junto a él.

— Ya me informaron sobre eso. Sólo espero que no sea tan grave.

Las puertas se abrieron justamente en el primer piso y todos los gritos y voces se detuvieron al sentir mi presencia. Mis ojos fueron directamente a la chica que se encontraba agachada en el suelo y por su ropa, se daba a entender que era un paciente.

Mis pasos se detuvieron al estar enfrente de ella, su cabeza miraba al suelo mientras que sus manos apretaban los bordes de aquel camisón y no pude evitar sentir un escalofrío al recordarme en la misma posición y al lado del cadáver de mi padre.

— ¿Qué ocurre aquí? — alzo la voz, logrando que todos se sobresalten a causa de mi gruesa voz.

Todos...menos ella.

La respuesta a mi interrogante no llega, provocando que el enojo comenzara a florecer en mi interior.

— Sigo esperando una.. — mis palabras se vieron interrumpidas al detallar como la chica alzaba su rostro.

Sus ojos se mostraban vacíos, pero estos aún mostraban un poco de brillo o mejor dicho, un poco de esperanza. Nuestras miradas no se apartaban e inconscientemente dejo caer mi mano sobre su cabeza, acariciando con delicadeza la misma.

Sus párpados se cerraron al sentir mi caricia y por un momento logré sentir mi corazón latir con fuerza.

Esa fue la primera vez..fue el primer eclipse de nuestra vida. Ya que yo pertenecía a la luz, mientras que ella descansaba en la oscuridad.

...Porque yo era el Sol y ella la Luna...

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Y así damos comienzo a esta querida historia, espero que les guste mucho y la apoyen😙.

Cambio y fuera..💜🐛