Era fin de semana y desde que había comenzado a trabajar como repartidor de comida la parte favorita del día era cuando recibía la paga y se iba pronto a su casa, era demasiado feliz de tener un poco de tiempo  libre después de tener una semana pesada.

Le encantaba llegar a casa con refresco, helado y papas para ponerse a escuchar música era demasiado feliz con eso porque era el único día a la semana que se daba la oportunidad de comer eso pero en esta ocasión sus amigos se reunirían en su casa para planear el cumpleaños de Denisse, todos sabían que debían ser muy cuidadosos con los detalles de la fiesta, ella era demasiado perfeccionista  además era de las personas que más se esforzaba en los detalles para los cumpleaños o de cualquier celebración de cada uno de ellos y querían agradecerle de la misma manera.

El primero en llegar fue Uriel aunque no tardó mucho en tocar la puerta Maryam y como era de esperar el último en llegar fue Jorge que llego con ropa cómoda y lentes oscuros.

-       Disculpe es que estaba dormido

-       Pues de milagro te despertaste

-       Bueno puse mi alarma y la escuche cuando sonó por cuarta vez

-       Al menos se esfuerza – dijo Christopher dándole una palmada en la espalda pues realmente agradecía eso después fue por un lápiz y papel a su recamara

-       ¿Chicos que creen que le agradaría a Denisse?

-       Realmente todo, ella sonríe y se alegra con todo eso es lo bueno de tener a una amiga como ella

Se rieron porque eso era verdad Denisse era una chica muy positiva y alegre demasiado que cuando se juntaba con Jorge lo contagiaba un poco de esa energía positiva.

-       Bueno le encanta los antojitos mexicanos– a lo que los chicos estuvieron de acuerdo sobre todo porque a todos les gustaban entonces decidieron pedir la comida en un restaurant de comida mexicana.

-       Un pastel  no debe faltar y que sea de chocolate y glaseado de fresa con relleno de frutas eso es lo que le gusta de postre – todos volvieron a estar de acuerdo con Marisol, todos conocían ese sabor de pastel gracias a Denisse que siempre que podía lo comía.

-       ¿Dónde la organizaremos?

Esa era una muy buena pregunta todos se miraron esperando que alguien tomara la iniciativa de decir el nombre de un lugar.

-       Aquí es un buen sitio - dijo finalmente Uriel mirando a su alrededor  pero ¿Te gustaría prestarnos tu casa Christopher?

-       Tendré que preguntarle a mi madre

-       Está muy bien hazlo lo más pronto posible para saber por favor

Maryam se encargaría de la decoración ya que decía que ninguno de ellos tenía idea de cómo hacer una buena  decoración y todos estuvieron de acuerdo pero fue por la sencilla razón de que no querían fatigarse con ese trabajo que aunque se pudiera ver divertido y sencillo la verdad tomaba tiempo.

Tocaron la puerta y Christopher abrió se trataba de Aimeé que llego con un vestido negro y un cinturón que la hacía ver elegante, saludo a Christopher y la hizo pasar y al verlos a todos ahí se puso tímida pues no esperaba encontrarse con sus amigos de pronto se sintió como llegar a un lugar donde no era requerida.

-       Chicos ella es mi amiga Aimeé – la presento

Y todos se mostraron diciendo su nombre muy amablemente, cuando la gente se conoce por primera vez no esperas que se aprenden tu nombre pero ella era tan buena para eso que estaba segura de que la próxima vez que lo viera igual los recordaría.

-       Christopher me comento Alex que nos necesitan en la agencia – hablo cuando terminaron de presentarse

-       ¿Pasa algo?

-       No lo sé pero me comento que no nos quitaría mucho tiempo – esa era una frase de cajón pero siempre se tenía la esperanza que se cumpliera.

-       Está bien dame unos minutos

-       Te espero afuera ¿Te parece? – se notaba tímida

Christopher asintió y la acompaño a la puerta y en cuanto cerró la puerta escucho los comentarios de sus amigos.

-       Esa mujer es demasiado guapa ¿Dónde la conociste?-  de inmediato el coqueto Uriel pregunto

-       Trabaja en la agencia –le contesto por simple educación ya que no quería que nadie se fuera interponer entre los dos.

Para los chicos eso lo explicaba todo, era una modelo y se notaba a kilómetros de distancia en su forma de caminar que era tan ligera y con gracia además ese perfil ese rostro era demasiado bello como para no dárselo a conocer a todo el mundo.

-       ¿Esa chica tiene novio? – fue lo siguiente que pregunto Uriel a lo que Maryam reacciono soltando una carcajada

-       No creas que te va hacer caso

Y Christopher sabía que eso era verdad aunque no por las razones que quizás ellos pensaban pero no tenía tiempo de explicarles, pero si lo tuviera tampoco lo haría porque hacerlo sería contarles lo que pasaba con ella y decirles que estaba enamorado de ella pero que ella no creía en el amor quizás lo hacía ver patético y hasta causaría lastima en sus amigos y como lo querían tratarían de animarlo con miles de cosas y  eso no quería.  Pero el único que conocía de su situación era Jorge que antes de que se fueran lo interrogo para confirmar que se trataba de ella.

-       Es ella ¿verdad?

-       Si

-       Bueno viéndola entiendo porque te gusta pero aun así no te enamores.

Ese fue un claro recordatorio de algo que no estaba cumpliendo, Christopher se fue y se subió a la camioneta de Aimeé y vio como sus amigos  tomaban también su camino aunque pretendían ser discretos ellos notaban que les echaban unas miradas de reojo.

-       ¿Por qué no me dijiste que estabas ocupado?

-       No me avisaste que vendrías

-       Bueno estamos a mano

Enseguida se pusieron en marcha aunque estaba en desacuerdo con el comentario de Aimeé porque el realmente no hizo nada, si ella le hubiera marcado o mandado un mensaje le hubiera contado con quien se encontraba y lo que estaban haciendo.

-       Te de pena que te vean conmigo – pregunto Christopher y volteo a mirarla aunque realmente no podía descifrar mucho de su mirada porque estaba puesta en el camino tratando de manejar sin tener un accidente

-       No – contesto inmediatamente y Christopher para reflexionar eso se acomodó en el asiento de piel

-       Nos han visto muchas personas en muchos lugares ¿Por qué piensas eso? – Christopher  quería decirle que esa podría ser una razón por la que no quería tener una relación con él , odiaba cuando tenía ese tipo de inseguridades y dudas y como ya se sentía demasiado expuesto contesto lo más tonto que se podía ser

-       Es solo una pregunta

-       Bueno de hecho tenía una propuesta para esta noche

-       ¿De qué se trata?

-       Bueno solo te diré que es música

-       ¿Por qué no me dices? – intento que su voz sonara tierna para que le dijera de una vez

-       Porque estamos llegando y tenemos que concentrarnos en trabajar

Si no lo hubiera mencionado no se daba cuenta, entonces salieron del coche para dirigirse a la empresa, en la recepción no atendía nadie como era normal los fines de semana que no se trabajaba por lo que se dirigieron directamente a la oficina de Alex donde se encontraba acompañado del colorista y los chicos se sentaron en la mesa quedando de frente.

-       Le tenemos información sobre la campaña You and me, se realizara en la ciudad de Paris, tienen que organizar todo para poder viajar dentro de dos semanas

-       Ya tenemos prendas para ustedes por todo eso no se preocupen- menciono el colorista

La noticia los emociono demasiado aunque también los pies de Christopher se pusieron como gelatina de los nerviosos, no quería cometer ningún error,  esperaba que las personas de la agencia no se arrepintieran de darle la oportunidad, dar todo de el mismo era la única forma de demostrarles su gratitud. Por la emoción la reunión se fue como agua, cuando terminaron Christopher simplemente se dejó llevar por Aimeé el camino lo disfruto demasiado.

-       ¿Jazz? no sabía que te gustaba

-       Es uno de mis lugares favoritos

El lugar era demasiado clásico, una banda  de jazz se estaba presentado, el piano se escuchaba increíblemente hermoso,  las sillas de madera estaban alrededor pero en el centro había espacio suficiente para que las personas se pusieran a bailar y ya unas parejas lo estaban haciendo, sus rostros felices estaban siendo iluminados por un candelabro enorme de luz amarilla  las personas que se encontraban ahí parecían todas ser mayores que ellos todos se veían increíblemente elegantes.

-       Te gusta el sitio

-       Me encanta – dijo un poco distraído por la buena música

Se acercó un chico del staff para invitarlos a una de las mesas que estaban desocupadas, les toco un poco más cerca de la banda de jazz, Christopher ayudo acomodarse en la mesa a Aimeé ella con una sonrisa se sentó.

-       ¿Qué desean? Pregunto el camarero

-       Por favor nos puede traer un tequila y unos snack

El chico enseguida se dirigió por eso  y ya la canción había cambiado y aunque Christopher no la conocía le pareció muy  dual entre lo romántico y sensual o quizás eso fue lo que al le transmitió ese solo del saxofón lo busco con la mirada para poder ver quién era el músico detrás de ese solo y no tardó mucho en ubicarlo.

-       Diablos – dijo para sus adentros 

Christopher sintió que la sangre se le bajo hasta los pies, sus manos repentinamente empezaron a sudar, imágenes se le empezaron amontonar en la cabeza pero lo que más esperaba era que Carlos no lo mirara pero no quería desperdiciar la noche con Aimeé el mismo intentaba tranquilizarse pero ¿Cómo pueden domarse los fantasmas del pasado?  Las cosas que te dejan marcado son muy difíciles de olvidar.

Decidió tomarse unos minutos para pensar las cosas con calma, sabía que tenía poco tiempo  para tomar una decisión inteligente y quería salir de ahí con Aimeé.

-       No puedo estar aquí – dijo Christopher con una  voz quebrada intentando ser transparente con lo que pasaba pues ella era la única que le importaba.

-       Pensé que lo estabas disfrutando

-       Me gusta pero por favor no quiero estar aquí

Aimeé  al ver la cara de sufrimiento de Christopher se levantó y lo tomo del brazo para salir de ahí, pero de repente lo intercepto el chico camarero pidiendo que si no iban a pagar al menos cancelaran el pedido claro que hacer eso tenía un costo, un poco molesta Aimeé le dijo que esperara un momento, hasta que estuvieron afuera lo soltó.

-       Tengo que regresar adentro

-       Lo se

Vio como volvía entrar  Aimeé, seguía con la impresión de ver a Carlos, desde afuera se escuchaba la música aunque ya no escuchaba el saxofón Christopher estaba deseando que pronto volviera para explicarle lo que estaba pasando y no creyera que era su culpa.

-       ¿Te vas?

Carlos estaba frente lo puedo apreciar mejor, sin que las mesas y la gente se interpusiera y se encontraba más delgado, su cabello estaba largo y rizado, de la boca de Christopher no salía ninguna palabra

-       ¿Sigues igual de tímido?

-       Tú sigues siendo el mismo – contesto después de un rato

Carlos se acomodó a su lado y saco una cajetilla de cigarros y le ofreció uno, el cual rechazo

-       ¿Qué no debes estar tocando?

-       Yo también te vi desde que entraste – dijo ignorando su pregunta 

Afortunadamente regreso Aimeé y Carlos con un saludo de cabeza se despidió de ellos.

-       ¿Quién era él?

-       Alguien de mi pasado

Pensó que esa no era una forma normal en la que contestaba y pregunto de forma directa

-       Es por el que te quieres ir

-       Si 

Christopher no entendía porque en ese momento tenía que regresar, las cosas estaban bien pero lo que no sabía es que las cosas con Carlos no estaban sanadas, las cosas que vivieron en la escuela juntos son casas que los dejaron marcados y deben de superarse y era lo que Christopher tenía que hacer después de tanto tiempo sin decir nada, sin que nadie de su familia supiera lo que vivía en esa época. Las heridas no estaban sanadas pero al menos estaba cicatrizadas y en gran medida gracias a los amigos que tenía hoy en día y no quería volverlas abrir.