9
—¿De qué hablas? —Fue lo único que preguntó, sintiendo algo extraño.
—Soñé con alguien igual varias veces-
—¿Varias veces? —interrumpió confundido, recordando sus propios sueños con Hoseok—. ¿Estás seguro? —No podría ser que Hoseok se metiera en los sueños de Jungkook como lo hizo en los suyos, ¿cierto...?
—Estoy casi seguro, quiero decir, apenas verlo lo reconocí. Nunca podría olvidar sueños con él, ¿quién es?
—¿Qué quieres decir? ¿Qué clase de sueños eran? —Taehyung se sentía cada vez más desesperado por saber todo lo que tenía para decir—. Jungkook —mencionó apurándolo porque se había quedado callado como si no quería responderle eso.
—Bueno —comenzó diciendo y le molestó demasiado el tono que comenzaba a usar—... No son sueños de los que me gustaría hablar con alguien. Te considero como un hermano pero, fueron sueños un poco... un poco subidos de tono —agregó entre tímido y divertido.
Las manos de Taehyung se cerraron con fuerza en puños. Había entendió a la perfección lo que quiso decir con eso, y se estaba conteniendo con todas sus fuerzas de hacer algo estúpido. No debió ser Hoseok, intentó convencerse, no pudo haber sido él.
—Solo fueron sueños, no debería importarte quien es —soltó Taehyung, acercándose a la salida. Queriendo alejarse de quien comenzaba a desagradarle, algo que creyó imposible alguna vez.
—Me importa porque me gusta. —Taehyung dejó su mano en la perilla de la puerta, se tensó ante la confesión—. Sé que suena raro porque fueron solo sueños, pero fue más para mi. De verdad quiero saber quien era, estoy seguro que debí haberlo visto antes en persona, mi subconsciente no pudo haber creado a alguien tan... tan único.
La perilla fácilmente pudo haberse doblado por la fuerza con la que ahora lo apretaba, sus dientes dolían por cómo de fuerte apretaba la mandíbula. La descripción sonaba a Hoseok, para Taehyung también habían significado algo mas los sueños con Hoseok, también lo consideraba único. Único e increíble en muchos sentidos. No podía evitar pensar que era Hoseok de quien hablaba, y eso lo hacía arder en celos. ¿Hoseok se había dejado tocar por Jungkook?
—Si tú lo dibujaste significa que lo conoces, ¿tal vez entonces lo vi en algún cumpleaños tuyo o en alguna foto tuya? ¿Es tu amigo?
—¿Te das cuenta de lo raro que suenas? —La pregunta salió con un tono que frío y despectivo—. Si un sueño te afecta tanto deberías ir a terapia. Es solo un consejo.
—Tae...
—Tengo cosas importantes que hacer, será mejor que te vayas. —No lo dejó hablar, y le importó muy poco que se viera dolido con su trato despectivo. Salió de la habitación recreativa chocándose con su madre a unos pasos, apenas la miró antes de hablar—. Jungkook ya se va.
Caminó sin detenerse ni un instante a su habitación, en el piso de arriba. Sus palmas dolían por cómo clavó sus uñas pero poco le importó, una vez dentro solo miró a todas partes buscándolo.
—Aparece —exigió, yendo de un lado al otro, entrando al baño de su habitación y hasta corriendo la cortina de la bañera—. ¡Aparece! —exclamó de nuevo, desesperándose mientras salía del vacío baño.
—Quiero creer que no me estás llamando a mi con ese tono. —Hoseok estaba semi acostado en su cama, agarrando y mirando uno de sus tantos adornos de cristal. Tenía las piernas cruzadas, totalmente relajado.
—¿Dónde estuviste todo el día?
Hoseok rió bajito, sin sacar su mirada de la esfera de cristal.
—¿Me creerías si te lo dijera? Porque ayer no me creíste cuando dije que a tus padres no les importas.
Taehyung apretó los dientes con fuerza por unos instantes, intentando controlarse y no llenarle de preguntas con respecto a lo que había dicho Jungkook: —Estás molesto.
—No tanto como tú ahora —respondió Hoseok con una sonrisa divertida—. ¿Por qué tan molesto, Taehyungie?
Taehyung se acercó más a donde seguía acostado, mirándolo fijamente.
—No soy el único al que entraste en sus sueños, ¿cierto?
Hoseok alzó su mirada recién a él, ahora se veía más divertido que nunca. Parecía disfrutar de como de mal se estaba sintiendo.
—¿Qué? —preguntó, sin borrar esa sonrisa.
—No soy el único. Entraste en los sueños de otros. Un amigo te reconoció en el dibujo que hice de ti.
Hoseok tocó su mentón con su delgado dedo índice, haciendo una expresión de que estaba pensativo mientras se sentaba en la cama. Se veía adorable con esa expresión, pero Taehyung estaba ardiendo en celos presintiendo que diría que si.
—¿Y cuál es el problema si fuera cierto? —cuestionó con voz suave y seductora, provocándolo claramente, apoyando sus manos a cada costado de su cuerpo sin soltar la esfera de cristal y dándole esa mirada penetrante de siempre.
Taehyung sintió algo muy feo por dentro, una emoción que jamás había sentido antes.
—¿C-cuál es el problema? —Ni siquiera podía hablar por aquel sentimiento desagradable—. ¿Entonces es cierto? ¿Te metiste en los sueños de Jungkook? ¡¿Dejaste que Jungkook te tocara?!
Hoseok lanzó la esfera de cristal a un rincón de la habitación, haciendo que el estruendo de cristales partidos prácticamente callara sus últimas palabras. Taehyung casi saltó del susto por el ruido.
—¿Jungkook? No recuerdo a nadie llamado así —respondió con voz curiosa, alejándose hacia un mueble, exactamente al mueble en el que siempre se apoyaba mientras Taehyung lo tomaba—. ¿Por qué ese tal Jungkook vio un dibujo que hiciste de mi? Tú nunca sacas tus dibujos de esa habitación horrible y abandonada...
—Él vino a verme, seguramente mis papás hablaron con sus papás y-
—Oh —murmuró Hoseok como si hubiera recordado algo—. Jungkook, ya lo recuerdo.
Taehyung se tensó, ¿entonces era cierto lo que había dicho Jungkook?
—Eso significa que-
—Ese es al que defendías una vez. El que te gusta, ¿no? —Hoseok se giró a mirarlo, lo había tomado por sorpresa con esa pregunta. Recordaba esa vez que lo defendió, había pasado mucho de eso y fue cuando creyó que Hoseok era malo.
—Ya no me gusta.
—¿No? —Hoseok preguntó con un tono muy diferente al tono divertido que estaba usando—. Entonces, ¿qué hacías con él a solas? Tú no dejas entrar ni a tus padres a esa habitación donde tienes tus dibujos —preguntó agarrando unas tijeras.
Taehyung se acercó más a él aunque estuviera dándole la espalda
—Creo que mis padres hablaron con los suyos y por eso vino... ¿Qué importa eso de todas formas? Me di cuenta que no me gusta desde que estoy contigo y te hice una pregunta, ¿te metiste en sus sueños-
Su pregunta murió en su garganta, exactamente en el mismo lugar donde ahora Hoseok apuntaba con la punta de la filosa tijera.
—No me gusta que me hables con esa forma —murmuró Hoseok con voz tranquila como si nada estuviera pasando, mientras que Taehyung estaba completamente paralizado y sintiendo un frío atravesarlo—. Y no me gusta saber que te viste a solas con el idiota que te gustaba —agregó y Taehyung cerró con fuerza los ojos, a punto del desmayo cuando Hoseok apretó la tijera más en su cuello—. Ayer no me creíste lo que te dije de tus padres y hoy haces esto... eso no me hace nada feliz, Taehyungie. ¿Y sabes que le pasa a las personas que no me hacen nada feliz como tú?
—Hoseok... —Apenas susurró, creyendo que con un mínimo movimiento esa tijera lo atravesaría—. Yo no... l-lo siento.
—Pero te estás portando muy mal, Taehyungie... Eso me pone muy triste —susurró con un puchero que en algún otro momento le hubiera dado ternura y que ahora no lo hacía porque estaba demasiado asustado—. ¿Te gusta que yo esté triste?
—C-claro que no, amor...
Hoseok retiró la tijera y lo primero que Taehyung hizo fue exhalar, respirando al fin bien y sin miedo a que la tijera lo atraviese.
—Entonces, no hagas cosas que me pongan triste. —Hizo un mohín adorable.
—Lo siento, amor —suplicó su perdón de inmediato, tomándolo del rostro y besándolo—. Solo... yo solo... no podía soportar imaginar que alguien más te tocara. —Decía entre besos—. Tenía miedo que me hayas mentido cuando dijiste que eras mío.
—Uhm... está bien —murmuraba Hoseok con su labios aún formando un triángulo cada vez que dejaba de besarlo.
Taehyung lo abrazó, queriendo estar más pegado a él de lo físicamente posible, pero Hoseok comenzó a besar su cuello pasado unos instantes del abrazo. Provocándolo. Más aún cuando Hoseok le pidió algo imposible de ignorar:
—Fóllame... toda la noche.
Y Taehyung lo hizo.
—Me alegra que vinieras, si no venías ya teníamos planeado ir a tu casa mañana. ¡Nos tienes preocupados! —Jimin exclamó por encima de la música fuerte.
Estaban en una fiesta, había decidido ir para que sus padres no le molestaran. De hecho, había sido idea de Hoseok que aceptara ir en primer lugar. Sus padres habían estado muy insoportables -como Hoseok decía- con que "no salía nunca de su habitación", si lo veían ir a una fiesta seguro que lo dejarían en paz buen tiempo.
—Taehyung, qué bueno es verte —dijo Yoongi también.
Todos sus amigos estaban ahí, felices de verlo y comenzando a invitarle bebidas que tenían poco alcohol o nada como sabían que él tomaba. Jungkook también estaba ahí, pero apenas lo había saludado. Estaba seguro que seguía pensando en sus palabras del día anterior, sabía que se había pasado con lo de "raro" y que fuera a hacer "terapia", pero había estado tan celoso que simplemente habló sin pensar. Se disculparía apenas tuviera la oportunidad, no quería que creyera que lo odiaba o algo así.
—¡Vamos a bailar! —exclamó Namjoon, lo suficientemente alegre para saber que ya le estaba afectando el alcohol. Pero nadie se opuso a su proposición, todos fueron a la pista a bailar. Taehyung tomó algo con ligero alcohol, e intentó bailar aunque no fuese de fiestas. Debía lucir lo más normal posible, esa era la idea.
En algún punto llegó a ser divertido el bailar, había pasado mucho de que no se divertía con sus amigos, ellos hacían todo más divertido a decir verdad. Ya sea con sus ocurrencias y comentarios. Pero en un momento su mirada se desvió hacia un lugar, se había sentido extrañamente observado. Y su sonrisa se congeló en su cara al chocar con la silueta de alguien muy conocido.
Se detuvo, ahí mismo, en medio de los que bailaban y saltaban a su alrededor, siguiendo con la mirada a Hoseok. ¿Qué hacía Hoseok ahí? ¿Cómo era posible?
—¿Pasa algo? —preguntó Seokjin y Taehyung le dio una sonrisa, una muy forzada sonrisa, antes de negar. Seokjin le creyó porque volvió a seguir bailando con los demás, y él aprovechó a girarse para volver a mirar hacia donde había visto irse a Hoseok.
Como era de esperar, lo perdió. Y claro, comenzó a desesperarse y preocuparse. Estaba seguro que no había sido su imaginación, podía reconocer a Hoseok donde fuera que estuviera y sin importar la poca luz que había en ese club nocturno. Podía reconocerlo con solo esas luces de colores alumbrando el lugar y la música alta que ensordecía. Era él, metía sus manos al fuego porque era él.
Y estaba seguro que estaba ahí para buscarlo. Tal vez algo había pasado, Hoseok nunca salía de su habitación y a lo sumo recorría un poco su casa junto a él. De hecho, no había creído posible que pudiera aparecer en otro lugar hasta ese momento que lo vio ahí. Necesitaba saber que había pasado para que Hoseok fuera a buscarlo. Esperaba que no fuese nada grave.
Taehyung se alejó de sus amigos para buscar a Hoseok, tenía que encontrarlo como fuese. Fue de un lado al otro, no podía creer que tan rápido se hubiera alejado. Casi chocó con un par de personas de lo concentrado que estaba buscándolo, a cada instante era más desesperante. Estaba que siguiera ahí.
Comenzó a buscar en la pista de baile, ya rindiéndose y pensando que debió irse. Era la única opción. Pero, una vez más, se confundió y mucho. Porque al fin lo encontró, lo vio, y tal vez hubiese preferido no haberlo visto.
Hoseok estaba a unos pasos de él, frente a Jungkook. Muy cerca de Jungkook, lo suficiente cerca para saber que estaban susurrándose, aunque no era tonto, sabía que era más que eso. O al menos de parte de Jungkook, conocía esa forma en la que prácticamente estaba encima de Hoseok.
Le estaba coqueteando, coqueteando descaradamente.
El horrible y amargo sentimiento que crecía dentro suyo parecía no poder volverse peor hasta qué pasó algo más, algo que rompió algo dentro suyo. Jungkook tomó el rostro de Hoseok, y lo besó.
Lo besó y tocó como si fuese suyo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro