14
—Mátalo.
Hoseok volvió a repetir, su voz era firme, casi una orden.
—¿Qué pasa, Tae? —preguntó Jungkook, con mirada aún más preocupada. Como si estuviera seguro que algo malo le estaba pasando, como si quisiera ayudarlo—. Sé qué pasa algo, Yoongi también lo nota. Desde que le describiste a Hoseok, lo ha notado...
—Solo se hace el que se preocupa por ti, pero a espaldas tuyo dice que me desea...
—... dice que mencionaste que Hoseok tiene el cabello negro. Pero el cabello de Hoseok es castaño...
—. Cuando está a solas conmigo, dice como le gustaría follarme... —murmuró Hoseok, ahora más cerca suyo, a su lado, como si quisiera que lo escuchara bien. Su cabeza daba vueltas, no sabía que hacer, no sabía cómo sentirse, qué creer
—¡Taehyung!
La mirada de Taehyung se oscureció por completo y sus piernas de debilitaron haciéndolo caer. El grito de Jungkook llamándolo fue lo último que escuchó.
Dolía demasiado su cabeza, eso fue lo primero que sintió al abrir los ojos. Se quedó paralizado por unos segundos cuando notó que no estaba en su habitación.
—Hijo, despertaste —dijo su madre aliviada—. El médico tenía razón, solo fue un desmayo.
—¿Desmayo? —preguntó más que sorprendido porque nunca se había desmayado y ahora que se daba cuenta que estaba en un hospital más sorprendido aún.
No recordaba que había pasado, no hasta que vio a Hoseok apoyado en la pared casi frente a la camilla en la que estaba acostado.
—Si, hijo, te desmayaste. Jungkook y Yoongi te trajeron en la tarde, les dije que se fueran porque pasaron muchas horas y debían dormir también —contó—. El médico dijo que tienes anemia muy fuerte y que eso es muy peligroso, por eso estás tan débil como para desmayarte. Ya están a punto de ser la una de la mañana, estaba tan preocupada —agregó peinando su flejillo.
Hoseok soltó una risa irónica desde su lugar, cruzando sus brazos.
—Me pregunto si también estaba así de preocupada luego de matar a tu perro sabiendo cómo te afectaría.
El comentario fue como un balde de agua fría, un recordatorio del dolor que apenas estaba curándose. La herida volvió a abrirse y todas las demás también, se alejó de las caricias de su madre casi instantáneamente.
—Quiero irme a casa —expresó sin mirarla, sin ninguna emoción. Por suerte, su madre no se lo negó.
—Eres tan débil... tan diferente a Jungkook.
Taehyung se tensó antes de mirar a Hoseok, ya estaba en su habitación, a punto acostarse para dormir. El pelinegro había callado hasta ese momento.
—Deja de mencionarlo.
—¿Por qué? Es la verdad, Jungkook si es fuerte a diferencia de ti —dijo Hoseok sin titubear, haciéndolo sentir peor de lo que ya estaba físicamente—. Y es tan apasionado... Por eso me gusta. —Taehyung quería taparse los oídos, oírlo decir eso dolía demasiado, era un dolor dentro de su pecho—. Pero ese sentimiento puede desaparecer, Taehyungie. Haz que desaparezca.
—Quieres que lo mate. —Hasta decirlo en voz baja era escalofriante, pero eso fue lo que le había dicho antes que de desmayara, lo recordaba.
—¿Quieres tenerme solo para ti? —preguntó en cambio, Hoseok, con una sonrisa inquietante, acercándose a él—. Entonces, hazlo. Porque mientras Jungkook siga vivo, yo seguiré queriendo tenerlo.
—T-tiene que haber otra forma.
—¿Por qué no quieres acabar con él? Tú no le importas, no coquetearía conmigo si fuese así. Se burla de ti.
—Conozco a Jungkook desde hace años-
—¿No me crees? —preguntó de pronto, con una expresión tan triste que no pudo evitar sentir la necesidad de consolarlo. Se alejó cuando dio un paso hacia él haciéndolo sentir más mal aún—. Jungkook me besa siempre que puede, no le importa lo que somos —confesó, paralizándolo por completo, sintió como la ira lo recorrió—. Y yo no lo detengo. Lo siento, Taehyungie...
—No lo dices en serio... solo, solo quieres que me enoje, por alguna razón-
—Puedo demostrártelo —aseguró y, aunque no quiso creerle cuando le dijo la forma, aunque no quería creer nada de lo que le decía, Taehyung tomó la decisión de averiguarlo.
Al día siguiente, Hoseok no apareció, el día se ponía cada vez peor por esa razón y por la llegada de la noche. No se sentía completamente sano físicamente tampoco, tenía alguno que otro mareo y su cabeza dolía demasiado, aunque bien podría ser por lo que estaba por hacer en cuanto llegara la noche.
Cuando la noche llegó, Taehyung pidió un taxi al lugar que Hoseok dijo que estaría. Donde le demostraría que Jungkook no era como pensaba, que estaba detrás suyo a pesar de saber que era su novio. Sabía que Hoseok no le mintiera con algo así porque lo amaba, pero simplemente en su mente tampoco cabía la posibilidad de Jungkook haciéndole algo como eso a sus espaldas, burlándose a sus espaldas.
"Me invitó a una fiesta que habrá mañana. Si... no le importó que estuvieras desmayado en el hospital, no le importó que tan grave podrías estar, apenas me vio, me invitó para que nos divirtiéramos y luego pasáramos la noche juntos, en su casa."
Recordaba cada una de las palabras de Hoseok, eran agujas que se clavaban una y otra vez en él. No podía creer que de verdad fuera cierto. Que le importara así de poco a su amigo de años, que quisiera quitarle a quien tanto había llamado y mencionado como la persona que más amaba y su vida misma.
Deseaba tanto que fuera mentira. Un error.
El taxi se detuvo en la dirección que le dictó y, en cuanto salió, se sorprendió al ver que estaba frente a una gran casa. Una mansión de la cual música a todo volumen salía y estaba llena de gente tanto dentro como fuera.
Era una fiesta, tal y como Hoseok le había dicho. Un mal presentimiento se posó en él mientras comenzó a caminar dentro. Sus piernas comenzaron a temblar, casi tanto como sus dedos dentro de sus dos bolsillos, donde solo uno estaba vacío.
Hacía solo unas horas Jungkook había llamado preguntando cómo se sentía, diciéndole que aún tenía algo que decirle pero lo haría luego y que si necesitaba ayuda lo llamara. Era simplemente extraño saber que ahora estaría en una fiesta, ninguno de sus amigos había mencionado la fiesta tampoco cuando ellos siempre hablaban de todo. Tal vez... tal vez Hoseok simplemente se había equivocado. Era posible, no tenía que ni siquiera estar ahí.
Su mente le decía que se fuera, pero entonces recordaba las palabras de Hoseok.
"... me invitó para que nos divirtiéramos y luego pasáramos la noche juntos, en su casa."
Caminó dentro de la fiesta, todo era oscuro a excepción de una luz blanca iluminando como un flash de cámara. La música fuerte se volvía aún más fuerte, ensordeciéndolo. No podía avanzar rápido, había mucha gente bailando, mucha gente moviéndose junta. Era un desastre, era simplemente imposible de encontrar a Hoseok o a Jungkook ahí. Una vez su mente gritó que se fuese.
Pero una vez más lo ignoró.
Caminó hasta el final de la sala, donde una gran puerta de vidrio estaba abierta y llevaba directamente al patio trasero poco iluminado. No había casi nadie afuera, a excepción de parejas, así que Taehyung decidió volver a la sala.
Estuvo a punto de entrar hasta que una risa conocida se escuchó por encima de la música que se escuchaba menos fuerte ahí.
Se giró tan rápido como lo escuchó, paralizándose por completo al ver que era Hoseok. Y al ver que no estaba solo.
Su visión se volvió oscura y su cabeza dolió peor aún al identificar casi de inmediato con quien estaba, quien lo abrazaba hasta acorralarlo en una de las paredes. Jungkook, Jungkook besó a Hoseok tan apasionadamente como sabía que al pelinegro le gustaba. Lo besaba de una forma que le dejaba en claro que no era la primera vez, y que lo conocía perfectamente Un nudo en la garganta se formó en su garganta y sus puños se apretaron en sus bolsillos, la imagen mental había dolido tanto cuando se lo dijo, pero verlo en persona lo destrozó desde dentro por completo. Un vacío se forma dentro suyo. Sintió una ausencia, una pérdida agrandándose. Una irreparable.
Hoseok se iría con Jungkook tarde o temprano, por eso sus visitas habían estado disminuyendo también. Por eso apenas lo tocaba. Hoseok prefería a Jungkook antes que a él, y no podía permitirlo. No podía permitir que prefiriera a alguien más, no podía permitir que lo dejara solo. No podía dejar a que alguien como Jungkook se lo quitara, alguien que se había burlado de él a sus espaldas. Y, había una forma para arreglar todo eso.
Caminó rápido hacia ambos y, sin reparo, empujó a Jungkook tan fuerte que lo tiró al piso.
—¿Tae? —Se atrevió a mencionarlo desde el suelo, con una cara sorprendida y confundida como si no entendiera que pasara. Como si nunca hubiera tenido su maldita boca y manos sobre su novio.
Una de sus manos volvió al único bolsillo que no estaba vacío desde su casa, y sus dedos se aferraron al frío mango de madera, antes de sacarlo de ahí sin dudarlo.
Los ojos de Jungkook fueron pánico total, comenzó a balbucear y retroceder aún en el piso.
—Para —rogó retrocediendo cuanto más avanzaba a él—. ¿Q-qué haces con eso? ¿Taehyung? ¿Qué haces?
Taehyung solo avanzó a él, ignorando por completo lo que decía. Ignorando por completo a quien no le importó nada lastimarlo tocando a quien más quería. Su mirada solo iba dirigida a él, no veía nada más que Jungkook.
—¡Detente!
Fue lo último que lo dejó decir antes de lanzarse sobre él y, comenzar a apuñalarlo con el cuchillo que había traído desde su casa. A sangre fría.
Lo apuñaló tantas veces hasta que no se moviera en lo absoluto, hasta dejara de intentar a hablar aunque se atragantara con la sangre, hasta que no parpadeara más. Dejó de parpadear mirándolo a la cara.
—Oh, eso fue tan... sexy.
Taehyung respiraba con dificultad, soltó el cuchillo y se giró a Hoseok. No dudo en agarrarlo de los hombros.
—¿Me quieres? ¿Ahora me quieres?
Hoseok sonrió, tan hermoso como siempre. Tan perfecto.
—Primero deshazte de él —dijo indicando con la mirada—. No puedes dejarlo ahí.
Solo ahí Taehyung se dio la vuelta al cuerpo en el piso, lo miró y un estremecimiento de terror lo recorrió. La sangre seguía saliendo del torso de Jungkook, sus ojos seguían abiertos y cada vez se ponía más pálido. Cayó en cuenta de lo que había hecho y, el pánico se apoderó de él.
—Y-yo-
—Prende fuego todo.
—¿Q-qué? —Temblaba y no sabía por cuál de todas las cosas que estaban sucediendo. Se sentía fuera de su propio cuerpo, como si no fuera él
Pero si lo había sido, se había convertido en un asesino.
—Mételo en alguna habitación y préndelo fuego. Ahora.
—Hoseok-
—Cuando termines vuelve a tu habitación rápido, te tendré la respuesta a tu pregunta.
—Hoseok —llamó de nuevo pero el pelinegro se fue.
Sintió como el aire salió de sus pulmones, estaba por tener un ataque de ansiedad, pero no podía. Sabía que no podía esperar más tiempo, así que se movió. Se movió a agarrar a Jungkook y meterlo a una habitación como había dicho Hoseok, sostener su cuerpo frío fue demasiado. Terminó por quebrarlo y apenas lo pudo dejar en un lugar dentro de esa casa gigante. Sabía que su ropa tenía sangre pero no se veía porque era negra, solo fue a lavarse las manos. Temblaba, sollozaba, cada vez estaba peor porque caía más y más en cuenta de lo que había hecho. No podía creerlo, no podía entender como pudo ser capaz. Debía estar en una pesadilla.
Espero a ver cómo todos salían huyendo de la casa al darse cuenta del incendio. Por supuesto, todos demasiados ebrios como para animarse a apagarlo o ser consciente de marcar un bombero. Dejaron todo incendiarse, aunque no estaba seguro por cuánto tiempo, él se fue a su casa rápido.
Entró a su habitación y solo esperaba ver a Hoseok, intentaba no pensar en nada más, de todas formas su dolor de cabeza no lo dejaba.
—Lo hice —dijo cuando lo encontró en su habitación.
Hoseok solo sonrió y se levantó de la cama. Caminó hacia él, creyó que le diría algo pero no hizo nada más que besarlo. El beso no era romántico o suave, era intenso como siempre, apasionado como a él le gustaba.
Cayó a la cama y Hoseok se subió encima suyo montándolo. No quería hacerlo, estaba demasiado exhausto y tembloroso por lo que había pasado, demasiado mareado también.
—Te veías tan sexy apuñalando a tu amigo mientras él te suplicaba que pararas...
Se alejó del beso, mirando a Hoseok y asustándolo su sonrisa de satisfacción casi tanto como sus palabras.
—Por favor, no...
—Él se veía tan consternado... nunca se lo esperó. Nadie creería que el inocente y tierno Taehyungie resultara ser un asesino.
—Hoseok-
Lo interrumpió besándolo, desvistiéndolos. Aún cuando hizo fuerza para evitarlo, Hoseok no se detuvo. Lo forzó.
Taehyung no podía sentir peor que antes, el dolor dentro suyo era insoportable, ¿qué había hecho? ¿Cómo había sido capaz?
Cuando su mente más pensaba en todas las cosas malas que habían ocurrido ese tiempo, solo venía alguien como algo en común todo. Como algo que uniera a todo. Y ese era Hoseok. Al principio, estar con él era lo mejor que había vivido, pero en algún punto todo cambió. No se daba cuenta hasta ahora que era forzado nuevamente a tener relaciones con él.
Hoseok no era humano. Sus padres siempre habían mencionado, en una de todas esas charlas religiosas que tuvieron, sobre seres con apariencia humana que no eran nada buenos. Nada que fingiera ser humano era bueno. Nunca.
—¿Recién te das cuenta? —Una risa se escuchó a lo lejos—. Ay, Taehyungie, resultaste ser más idiota de lo que creía.
Un peso muerto cayó sobre él. Abrió sus ojos de inmediato por eso, alguien estaba sobre él, alguien que no era Hoseok.
Hoseok le estaba hablando de pie contra una de las paredes de su habitación.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro