Único.
Bueno, no tengo mucho que comentar. Solo que tengo que aprender a hacer capítulos largos, y agradecer a los que ya leyeron la primera versión y vinieron a esta.
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El cuerpo del pilar del viento se sentía entumecido y cansado, tras todas las sensaciones que arremeten contra su cuerpo en menos de 1 meses, dejándose descansar sobre la pared mirando el cajón de metal donde la joven demonio y la mujer que amada a la vez estada. Saliendo de la caja para verlo en su forma más pequeña luego de ser convertida. El pilar del viento saco su espada para herir su brazo y que algo de sangre saliera intentando alimentar a la mujer demonio pero esta solo sujeto su brazo para sanarlo, teniendo el mismo efecto con todo su cuerpo.
Esa mirada, esa hermosa mirada que la demonio le dedicada, dulce y tranquila, todo lo apuesto a lo que debería ser en su estado demoniaco era tanto para Sanemi, era un esperanza de cumplir su promesa de volverla humana otra vez.
- Prometo que cumpliré con lo que dije mi amor. Sé que aun me reconoces y me amas, cuando acabe con esto seremos los 2. - Susurro, abrazado su pequeño cuerpo contra de si de forma posesiva, suspirando queriendo relajarse y quedarse dormido.
*-*-*
Tanjiro le había confiado a su hermana, hace tiempo cuando los 2 se unieron a los cazadores de demonios luego de que Giyuu los ayudara tras el asesinato de su familia, fue mucho lo que lo llevo a ganarse el corazón de la chica y la aceptación del peli-burdeos, pues cuando quería era un hermano sobre protector.
- Haber mocoso déjame en paz, no hago nada malo con tu hermano. Solo lo normal. - Una de esas veces le reclamo, luego de un cabezazo que lo dejo en el suelo tras salir con la chica.
Nezuko se había quedado al marguen solo mirando.
- ¿Crees que de verdad te dejare con mi hermana? ¡Se como tratas a tu propio hermano! - Le reclamo, parándose del suelo como si no acabara de abrirle una herida y hacer que el albino sangre de la nariz solo con su cabeza.
- Estúpido mocoso, si Genya no es capaz de defenderse de mi, ¿Crees que de verdad lograra ganar sobre algún demonio? Ya estaríamos todos muertos así. - Con fuerza se levanto y con igual de fuerza se agarro a discusión y pelea con el chico Kamado.
Eso claro que causo muchos problemas y conmoción entre todos los del cuerpo anti demonios. Kyojuro como gran amigo de Tanjiro busco que se calmara, pero también intento que le ofrezca una oportunidad a Sanemi pues lo conocía. Tanjiro también parecía muy molesto cuando se entero, no lo culpaban solo estada protegiendo a su hermana de más, un poco exagerado pero una reacción normal luego de lo que pasaron los 2 viendo morir a sus familiares.
*-*-*
- Parece que tu hermano ahora me odia. - Expreso el hombre cicatrizado, boca abajo luego de lo que el mismo llamaría; un buen y necesitado sexo.
- No creo que de verdad lo haga. Solo me está cuidando. - Le respondió ella. Ninguno traía ropa, mientras Sanemi estada acostado, la chica Kamado estada sentada de costado dejando reposar su cabeza en sus piernas, que ante la mirada del Pilar era como si una Súcubo lo hubiera visitado de tal belleza que tenía en frente, y saber que fueron uno del otro hace poco.
- Ojala se le pase. No quiero estar exponiendo nada que lo pasa aquí entre los 2. - Sonada tentador echarle eso el cara a Tanjiro pero era mejor disimular y que fuera algo entre ellos. Cosa que hizo que Sanemi cayera en cuanta de algo. - ¿Sabes? Hemos tenido sexo de vez en cuando y no nos hemos casado. - Expreso, pues era bien sabido que mujer entregada en cuerpo y alma antes de casarse solo era considera una puta del barrio rojo, y mucho peor si había hijos de por medio sin antes casarse.
- Si me estas pidiendo matrimonio; Acepto.
- Tranquila tigresa, aun no es tiempo. - Se jacto sonriendo de medio lado en un gesto picaron, moviéndose para dejarle un espacio a la chica para acostarse y abrazarla a la vez. Acariciando su cuerpo de forma sutil antes de besarla, dejándola debajo de su cuerpo empezando otra vez ese buen sexo. - Solo espera, y prometo darte una digan boda. - Le expreso sonriendo lleno de amor por la chica, aunque era un poco extraño de ver por su voz gruesa y apariencia de sicario... Tal vez eso era, un sicario de demonios.
Sin importarle mucho, sus fuertes caricias no se hacían esperar en esa noche, delicados gemidos salían de cada uno mientras la cabera del pilar se movía uniéndose entre los 2, si bien no quería dejarla embaraza aun, tampoco quería detenerse al momento de que él y Nezuko se entregaban el uno al otro, en ese acto de amores, pasiones, que tanto revuelo encerrado en su significado sacada entre algunas personas.
Lástima que no todo dura para siempre. Y luego de eso la menor de los hermanos Kamado sufrió en una de sus misiones y término como ahora, vuelta una mujer demonio. Para la mente de los presentes, esto no pudo ser un accidente, fue algo hecho a breve, querían que ella o Tanjiro terminen como demonios, de eso estada seguro.
Ninguno tuvo corazón para hacerle baño, Sanemi estada molesto, frustrado en un mar de sentimientos donde no supo cómo seguir. De pequeño no tuvo remordimientos en matar a su madre al ver que su viva estada peligro, fue una reacción activada por el instinto de supervivencia, pero ahora; No podía, su pecho lo dolía al estar en el escenario donde toda mujer que amada se moría, primero Kanae y ahora Nezuko, solo que esta vez sería como de él.
Tanjiro tampoco quiso matarla, o siquiera pensar en herirla, pensada dejarla escapar. Pero ella se calmo, Sanemi fue capaz de presenciar cómo sus ojos empezaban a llorar al estar en esa posición hasta que volvió una mujer pequeña, casi del tamaño de una niña de 9 años, y se abrazo al pecho del pilar siendo consolada por este, en esa noche donde la luz de luna dejo ver todo lo que paso.
- Tanjiro... Quiero que me dejes a tu hermana a mi cargo. - Expreso Sanemi, levantándose de donde estada luego de la pelea, sus heridas seguían abiertas pero poco le importo, logro conseguir una caja de madera para llevar a su futura esposa en la espalda.
- ¿Qué harás?
- Se que hermana aun esta consiente y nos reconoció a los 2. Buscare una forma de volverla a la normalidad.
- ¿Qué? Estás loco, no sabemos si de verdad eso se puede hacer, puede que estés en un viaje eterno.
- Cuñado. - En otras circunstancias diría eso solo para molestarlo, pero en este momento era algo más serio. - Puede que el patrón haya tenido confianza en Nezuko, pero no es seguro, todos aquí hemos sufrido y deseamos eliminar a los demonios, Nezuko antes habrá sido de los nuestros, pero nada quita que la confianza se pierda y intenten matarla. Déjame hacer esto por mi futura esposa.
*-*-*-*
Las hijas del patrón le habían ofrecido su ayuda, le habían indicado a donde ir y con quien, ahora estada como estada, de cierta forma, estada feliz al saber que algo se podía hacer y ella si podía volver a ser humana, gracias al conocimiento de Tamayo.
Al menos tuvo suerte que Tanjiro aceptara, siguiendo el, Zenitsu, Inozuke y Kyojuro la casería de Muzan y las 6 lunas superiores. Aunque tuvo que explicarle mucho, pero al menos tuvo suerte que en ese momento Tanjiro entendió lo importante que era Nezuko para él.
- Mi pequeña... - Expreso teniéndola dormida entre sus brazos al momento de despertar, aunque de forma que rara vez pensó.
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