La visión que Nezuko tiene del joven Shinazugawa ha cambiando mucho en el tiempo que ha ganado a su lado, como su amiga y puede que como su enamorada. Sanemi era un hombre muy peculiar, siempre rudo, serio y hasta agresivo, en todo el sentido de la palabra. Pero no era del todo malo, tenía su corazón pero este lo demostrada de forma sutil.

Ahhh. Qué lindo había sido ese momento. Cuando luego de hacerle caso a Mitsuri y esperar, no apurar su corazón y sus decisiones, ambos se confirmaron que se querían, no solo de forma normal si no más al estilo de amantes.

Aunque no contralada las técnicas de respiración, Nezuko se sabía defender con las armas y dar pelea, nunca logro lo que le Sanemi le exigió el primer día, pero poco importada. Con su cuerpo algo a calandrado ambos estaban sentados recuperando el aliento en esa noche llena de luz de luna.

Fue sutil su declaración, abrazando el pilar a Nezuko por los hombros y acercándola a donde su pecho expuesto y con cicatrices estada, dándose un pequeño beso que subió de tono con facilidad, terminando ella debajo del cuerpo del pilar, calmándose mientras este le susurrada cosas tiernas al oído que se contraponían con su voz, dejándole acariciar sus largas piernas subiendo hasta su rostro.

- Kanae... - Y así se murió todo. Nezuko casi lloro pero solo logro apartar al pilar y golpearlo con fuerza, yéndose del lugar en pleno llanto. Sanemi tampoco tardo en caer en cuenta de lo que hizo, sintiéndose totalmente arrepentido, adolorido y molesto consigo mismo, seguro de haber enterrado ya ese recuerdo de un amor que a nada llego, y por eso mismo debía pedirle perdón a la joven Kamado antes de que ella lo odiara por completo.

Al menos tenía que explicarle, y su conocimiento del sexo femenino era correcto (Que era poco, solo recuerdos de su madre que en paz pueda descansar) Debía darle un poquito de tiempo, haciendo lo posible para editar pensar en eso y atormentarse, pensando en como pedirle perdón.

- ¡Sanemi!

- "¿Y esta desgraciada que quiere?" - Un patada de parte de la mujer pilar poseedora de una gran agilidad fue lo que lo callo en sus propios pensamientos, parándose molesto. - ¡¿Qué te pasa tetona fácil?!

- Más respetito que ando molesta contigo. ¿Cómo se te ocurrió romperle el corazón a Nezuko de esa forma?

- ¿Enserio crees que lo hice apropósito? ¡De ser por mí estaría feliz ahora luego de un buen sexo!

- Ahhhh - Soltó de pronto pareciendo incrédula. - ¿Ósea que solo te interesa para eso?

- ¡Claro que no, yo si la amo! Se que soy un perfecto idiota por dejar que eso pasara y no hacer nada. Eso fue un accidente, pero ella no me quiere hablar y yo tampoco la obligare.

- Yomoya, yomoya. Mi amor cálmate. - Hasta que el pilar de la flama apareció, no negada que fue interesante verla arremeter contra el pilar debido a lo molesta que estada luego de ver a Nezuko llorando, sumado a sus conversaciones. - No se agarren a pelea.

- Lo siento... - Se disculpo, normalmente ella no era tan agresiva pero no soportada ver a su amiga llorando por un hombre, sabiendo cómo era eso. - No soporto ver a Nezuko en ese estado. Sanemi... - Engroso la voz. Mirando fijamente al pilar. - ¿Estas consiente de lo que hiciste? - Asintió de mala gana.- ¿Estas cociente que eres un idiota y que por esto puede que no la merezcas? Porque si de verdad la quieres ve a disculparte. Explícale las cosas y deja en claro que si eres un verdadero hombre.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Que ve y muéstrale que si la mereces, a ella y su perdón. - Dijo el pilar de la flama desde su lugar con los brazos cruzados.

- Claro que iré. Solo necesito que ella me deje verla un momento.

- Ve de frente, no envíes a otro a decirle que te ve oportunidad, demuestra que le importas.

- Mmm... - De mala gana aceptada los consejos de la Pilar del Amor, si bien quería recuperar a la joven Kamado y sus ideas para disculparse eran muy vagas, seguía molesto por esa patada.

*-*-*

- Nemi... - Susurro ella, un poco resentida, no era muy tarde casi como las 4 de la tarde. 

- Quería disculparme. - Empezó bien y de forma lenta, Himejima sabía lo que fue Kanae para él por eso no dudo en hablarle sobre eso, además que le tenía más confianza a él que a Mitsuri. Himajima fue sincero y lo escucho con detenimiento, en estos momentos debía estar orando por él. - Tsk... - Un fuerte suspiro abandono sus labios antes de volver a hablar. - No sé cómo explicártelo, pero... Kanae fue una mujer que ame, ella actualmente está muerta, no pensé de verdad que paso por mi mente cuando eso paso.

- Entiendo... - Bueno, eso explicada un par de cosas, porque nunca quiso preguntar sobre ese tema, y Mitsuri no le dijo mucho tampoco, solo la abrazo con fuerza hasta consolarla. - Eso no te perdona, agradezco que me dieras esas semanas de tiempo. Pero esos dulces no te aseguran mi perdón. - Expreso, cual niña pequeña aun molesta con eso, suspirando antes de preguntar lo que le venia carcomiendo la cabeza. - ¿Me parezco a ella?

- No... Ella era por decirlo más seria, era amable con la gente y hasta despreocupada o infantil, tu eres mucho más expresiva y sin temor muestras lo que sientes. Es... Algo que me gusta de ambas en cierta forma... - Expreso, su rostro se mantenía serio en todo sentido mientras hablada, acercándose a la chica para acariciar su rostro de forma suave por unos momentos. - Pero las son un mundo único y diferente. No miento al decir que eso solo un impulso estúpido de mi,  no creo que de verdad me recuerdes a ella.

- ¿De verdad me amas?

- Si lo hago. ¿No te lo deje claro en aquel momento? Sé lo que hice, y que te lastime. Por eso quiero dejarlo fuera y disculparme. No quiero que de verdad una muerta, aun con todos los recuerdos que aquí se tienen de ella. Sea lo que me cueste mi relación contigo. De verdad no me arrepiento de haberte conocido. 

- Sanemi. Te entiendo. No sé bien que decirte la verdad, me has dicho mucho y no sé cómo responder.

- ¿Con un "Te perdono mi amor"?

- Ummm. No. - Soltó una ligera carcajada por lo bajo, aceptando el abrazo que el pilar el ofrecía, sonriendo sintiendo tranquila otra vez en el lugar donde estada, levantándose para besarle los labios por un ligero momento al pilar. - Pero te vare la oportunidad. No la desperdicies porque yo también te amo. - Le sonrió, separándose de Sanemi antes de empezar a ser perseguida por él hasta tenerla entre sus brazos, cargándola cual princesa para besarle por unos momentos.

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Muchas Gracias por haber leído, esto ha sido todo, la versión 2 la tendrán mas tardar en pocos días. 

Puede que haga epilogo.

PD: Lamento haber matado a Tanjiro, ustedes saben que yo lo quiero.