Bueno, primero debo dar una  explicación, la verdad a mi nunca me ha gustado la idea del Zenitsu x Nezuko (ZeNezu) Lo prefiero como la comedia de la historia, en los últimos capítulos y un extra para justificar el ZeNezu van a entender que Sanemi si se llego a enamorar de Nezuko luego que esta se vuelva humana otra vez, ya que es lógico que los hechos que han marcado su viva les tenga mucho odio a los demonios, y al ver que permitieron a una mujer demonio entre ellos es normal que se disguste. De hay me entro la duba, ¿Cómo hubiera reaccionado Sanemi conociendo a Nezuko desde el primer momento como humana? ¿Se hubiera enamorado a primera vista? Y esa es aquí mi duba. Aclaro que, originalmente esto iba a ser un poco mas largo con un final diferente, pero no pude pasar de punta A a punto B sin que se viera forzado, por eso 2 versiones, la siguiente durara solo un capitulo. Espero les guste.

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 Rogada, suplicada, desesperadamente al pilar del viento para que su hermano quede vivo. La joven Nezuko Kamado se encontró en una de los peores situaciones al ver a su familia muerta, y al único de sus hermanos vivo convertido en una bestia que come carne humana.

- ¡Mocosa quítate de mi camino! - Exigió, desde que llego intento matar a ese demonio y ¡Salvarle la vida a esta mocosa! Pero Esta estada obsesionada por su hermano, sin saber que este la mataría sin problemas.

- No puedes, el es mi hermano, se que esta hay y reaccionara, no me ha hecho baño aun antes de que llegaras...

- ¡Cállate! Si no lo ha hecho es porque tienes suerte, este tipo ya no es tu hermano, solo es un demonio que busca sangre humana. - Reprimido, empujando la chica lo suficiente para que le viera espacio de portal su espada y decapitar a quien antes fue el mayor de los hermanos Kamado. - Tú no tienes derecho a decidir quién vive y quien muere. El no lo hubiera pensada si quiera. - Fue lo que dijo a la chica que ese momento estada llorando a mares, había perdido a su familia y sus hermanos y padre estaban muertos, estada sola.

Tanjiro había sido asesinado, ya no le quedada nadie. Al verla, el albino se acerco a ella, dejando su camisa sobre sus hombros, arropándola con ella. Pensando que fue muy duro y cruel, a la final él sabía lo que era perder a tus familiares de forma cruel, teniendo que seguir solo, sin importar matar a alguien como instinto de supervivencia. Nezuko estada sola y era débil.

Al momento de sentir la tela sobre su cuerpo dejo de llorar para mirar de frente al albino, y asustándose viendo grandes cicatrices que adornaban su cuerpo de un extremo hasta el otro. De forma amable y cariñoso (Cosa que pocos ven) El pilar del viento puso su mano sobre la cabeza de la chica para calmarla.

- Dime cómo te llamas y tu edad. - Ordeno, su voz se sentía tranquila aunque intimidante.

- Nezuko Kamado, tengo 17.

- Ven conmigo, no te dejare sola donde solo puedes esperar la muerte. Se lo horrendo de esa situación, solo y sin familia. - Le extiende su mano, que la chica solo observa con detenimiento hasta sostenerla, mirando aun con los ojos llenos de lágrimas a los ojos del pilar, que en ese momento, perdieron su expresión salvaje, ahora eran de compasión. El pilar del viento la llevo en su espalda hasta el cuerpo de los exterminadores de demonio.

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- Patrón. - Sin soltarle de la mano a la joven Nezuko, a petición de este, debido al lugar donde irían, el de cabellos blancos se arrodillo frente al hombre con medio rostro escamado, presentándole a la chica. - Ella es Nezuko Kamado, cuando me envió contra el demonio ella estada sola, a punto de ser asesinada por su propio hermano luego de volverse un demonio, su hermano murió en mis manos, por eso quiero pedirle su clemencia con ella.

- Ara, Ara... - Varios pilares estaban viendo eso, nadie. Pero nadie pensó en ver a Shinazugawa Sanemi, así con una mujer. - ¿Sera que se habrá enamorado?

- Shinobue, no seas tan metiche. - Le regaño la pilar del amor, aunque de forma algo contradictoria, ya que varios pensarían que esa pregunta bien la pudo hacer ella. -Ya lo escuchaste, Sanemi de verdad es un caballero dentro de su corazón, lo esté o no. La chica corrió con suerte.

- Yomaya, Yomoya, esto si no lo vi venir. Creo que Mitsuri tiene razón.

- ¿Verdad, amor? - La chica de cabellos rosados se le pego al brazo a su pareja, el pilar de la flama, como si corazones salieran de su cabeza.

- Vaya. Debo decir que de ti esto no lo esperada. Pero acepto tu petición, Shinazugawa-San. - Tomo la voz el patrón de los cazadores, volteando su mirada a la mujer de cabellos negros que estada al lado del albino. - Dime niña. ¿Te interesaría entrenar como cazadora?

- Ummm. Lo lamento, pero me tengo que negar.

- ¿Estas Segura?

- No me veo capaz de pelear, de matar a una persona, aunque sea un demonio. El corazón se me partió de solo de ver a mi hermano, no creo tener la fuerza para algo como eso.

- Entiendo, espero no te moleste, pero quedaras a cargo de Shinobue en la finca mariposa. - Volteando la mirada, hizo un gesto con la cabeza para pedirle a la pilar del insecto que se acerque. - Pueden retirarse.

- Ara, ara. Creo que me quedare a tu cargo jovencita, descuida, que no dejare que Sanemi se acerque a ti demás, al menos claro que tú lo desees. Jeje.

- Estúpida ramera. - Dijo por lo bajo, donde nadie más fue capaz de escucharle.

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- Niña... - La voz fuerte del pilar del viento saco de su ensoñación a la joven Kamado, varias semanas luego de su alojamiento en la finca.

- Shinazugawa-San... ¿Qué necesita?

- Ven, te ensañare a defenderte. - Con un asentimiento de cabeza le indico a donde ir, aceptando ella, pero en un intento vacio por detenerle.

- Sanemi-San, yo no sé pelear, yo no puedo luchar contra demonios.

- Yo nunca dije que pelearías con demonios, dije que te ensañaría defenderte, a sobrevivir. - De una pequeña caja saca 2 pequeñas vagas que le entrego a la joven Kamado, eran del tamaño del tipo de arma usada como último recurso para sobrevivir, dándose la vuelta para buscar su espada.

- No entiendo... - Susurro mirando las armas en su mano detalladamente, antes de volver a ver a Sanemi notando que se había quitada la camisa, pero lo que gano el asombro de la joven eran la enorme cantidad de cicatrices, eran enormes y por todo el cuerpo. Soportando una exclamación ante la expresión indiferente del albino.

- Tarde o temprano, tendrás que defenderte, te lo digo por experiencia que se cómo se siente, pero no siempre tendrás la mas puta suerte del mundo y saldrás ilesa. Quiero que te defiendas y me hagas un corte con tus armas.

- ¡Yo no podría hacer eso!

- No te lo estoy preguntando. - Secamente corto. - No te dejare siendo doncella en apuros como todas las niñas que tiene Shinobue, a diferencia de ellas; tú puedes pelear. ¿Empezamos?

Sin decir mucho, Nezuko acepto, tomando las armas de forma descuidada y débil, no las sabía sostener haciendo que las pierda en el momento de moverse contra el pilar, sin mucho problema de solo moverse un poco lograda esquivar cada golpe, sujetar sus manos y de un mínimo movimiento con la espada, desarmarla.

- Necesitaras mucho. Te espero cada noche aquí. - Ordeno, parándose a un lado de la chica y ayudándola a parar. - Te enseñare mejor como usarlas.