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ㅤㅤ๑ treinta y seis 𓂃


ଓ ଘ ଙ

𝗧𝗵𝗿𝗲𝗲!!

—Es tan hermosa...

—Se parece a ti, Joonie.

—¡Eh!

—A tí también Jinnie, obviamente.

—Es muy bonita.

—Y tan pequeña...

—¡Mira, apretó la mano!

—Creo que será alfa.

Toda la sala era un silencioso caos, que entre susurros de adulación a la recién nacida, comenzaba agobiar a los padres. Por supuesto, una condición para todos había sido usar supresores, pero la presencia, aunque a distancia, de tantos miembros de la familia comenzaba a sobrar.

—Creo que deberían descansar—. Murmuró Namjoon, señalando con el mentón a Jin y su hija en brazos.

El omega había tenido un parto largo, pero no había sufrido complicaciones. Aún así, estaba visiblemente agotado tras apenas dos horas de sueño.

—Claro, nosotros nos retiramos—. Anunció Yoongi.

Él no había hablado demasiado, pero su poca participación había sido positiva y ayudaba a Jimin a mantener el control.

Él por su parte, se había aferrado a su brazo nada más entrar y seguía de esa postura, casi escondido tras él. Aún así, había visto a su sobrina y la había adulado igual que los demás.

Cuando Yoongi apartó su brazo para llevarlo a su cintura, no se quejó, sino que se dejó guiar sumisamente. Su lobo estaba algo más tranquilo en ver a la cachorrita.

—Descansad—. Se despidió a los padres, que asintieron en su dirección.

Taehuyng también se despidió con alguna excusa y les siguió detrás, saliendo del ala médica junto a ellos.

—Es muy pequeña, ¿Verdad?—. Comentó con una sonrisa rectangular y adorable.

Jimin le tendió su mano, le gustaba estar con la única persona que no se guiaba por un lobo interior, a veces era un calmante.

—Sí, ¿Viste la manita? Era como el meñique de Jin—. Comentó él, alegre.

Sin embargo, conforme dejaban atrás la sala, su lobo se iba haciendo más insistente en volver. Apretó la mano de Taehuyng inconscientemente, así que el beta se acercó un poco más a él. Pero Yoongi, en contraste, le acercó de la cintura en un gesto posesivo.

Jimin no quiso darle importancia, pero sintió un hilo tensarse dentro de él al pensar en poder molestar a su alfa.

—Tete—. Le llamó con cariño—. Hemos de hacer algo, en poco bajaremos para comer, ¿Sí?—. Este asintió.

El beta miró a Yoongi y después a él y comprendió, así que tras estrechar su mano se alejó.

—Tenemos cosas de las que hablar—. Le recordó mientras marchaba.

Con un asentimiento y una mirada cómplice, Jimin le hizo saber que después hablarían. De hecho, estaba deseando ponerse al día con él, desde que había llegado a Busan no habían tenido ningún rato a solas.

—No era necesario—. Susurró el alfa en su oído.

Jimin se giró hacia él y entonces lo abrazó, aspirando su aroma y a la vez expeliendo el suyo.

Taehuyng podría esperar un poco, primero tenía que resolver algo.

—Sí lo era, te noto tenso—. Explicó—. Eres un alfa demasiado territorial.

Ante aquello, Yoongi enterró su nariz en el cuello del omega y curvó sus labios en apenas una sonrisa. Se conocían demasiado bien.

—¿Quieres ir al jardín?—. Susurró sobre su piel.

Jimin asintió incluso antes de que hubiese terminado la pregunta y volvió a arrimarse a su lado para caminar hacia el exterior.

Lo cierto era que su lobo estaba casi triste por estar lejos de la pequeña, pero a la vez estaba tranquilo bajo el aroma de Yoongi, que poco a poco le había conseguido calmar, al menos por unas horas.

—Mi sobrina es tan bonita...—. Comentó, pensando en voz alta.

—Lo es—. Asintió el alfa, estrechando su cintura—. Se parece a sus padres.

—Tiene los ojos de Namjoon y los labios de Jin, eso seguro—. Replicó con una sonrisa, a lo que Yoongi asintió.

JungEun era hermosa, pequeña y con un aroma tan dulce a cachorrito que lo había notado incluso desde la otra punta de la estancia. Era la criatura más frágil y hermosa que Jimin había visto jamás, como un ángel inocente rodeado de monstruos.

—Parecía de cristal... Me daría miedo sostenerla, o a culaquier cachorro, son tan... Delicados—. Susurró.

Miró sus manos extendidas, sus brazos simulando acunar algún recién nacido. ¿Y si se le caía? ¿Y si le hacía daño? ¿Cómo sabría si tenía hambre o estaba incómodo? Un bebé era complicado, pero aún así sintió unas ganas gigantes de tener uno en sus manos, respirar su aroma, besar su pequeña cabecita...

Yoongi miró los gestos de su omega con una sonrisa suave, enternecido. Jimin ya parecía menudo, pero en ese momento le pareció incluso más frágil que JungEun. Supo que debía cuidarlo con su propia vida, a él y cualquier cachorro que tuviesen.

El calor golpeó el rostro de Jimin en cuanto alcanzaron el jardín y volvió a la realidad, dejando sus brazos cruzados.

De pronto se sentía vacío y casi comprendió la tristeza de su lobo. Él también quería estar con la bebé, tenerla en sus brazos, cuidarla y protegerla. Pero su parte racional le decía que no, no era su cachorro, debía mantenerse alejado de esa manada. ¿Y por qué se sentía tan frío y... Solo?

Se recordó que no estaba solo, tenía a Yoongi y...

Entonces se detuvo sobre el césped, junto al alfa, que le miró extrañado. Porque de pronto comprendió todo y necesitaba un momento para asimilarlo.

—Alfa—. Le llamó con una voz débil, clavando su vista en los arbustos, pero sin ver realmente nada, ni siquiera poder oír la respuesta del contrario.

Su lobo lloraba por el nacimiento, por la bebé. Se sentía vacío porque no estaba junto a ella, pero lo había entendido completamente al revés.
Sus manos se dirigieron a su propio viente sobre el hanbok y miró la zona con total perplejidad.

Su lobo había estado llorando por un bebé, sí, pero no por JungEun. La insistencia de estar junto al aroma de la leche, la incomodidad de estar en Busan, los mareos, los celos y la posesividad de Yoongi...

Todo era por el cachorro, por su cachorro. Ahora todo tenía sentido.

—¿Omega? ¿Qué ocurre?—. Preguntó seguidamente el alfa al no ser respondido.

Jimin entonces alzó la mirada hacia él y sonrió con los ojos empañados. Sin apenas hacer nada Yoongi comprendió y tragó saliva, asimilando lo que creía haber adivinado.

—¿Jimin?—. Preguntó de nuevo, con la voz algo más ronca.

Este no podía hablar del gran nudo que se había formado en su garganta, así que solamente tomó su rostro y juntó sus labios de la forma más sincera que pudo, sin dejar de sonreír.
Tras unos instantes se separó para tomar aire y juntar sus frentes.

—Vamos a tener un bebé—. Susurró contra sus carmines, sonriendo a la vez que algunas lágrimas le caían por las mejillas.

Yoongi rió de la sorpresa en tanto no le besaba, y sus brazos lo rodearon de una forma protectora con fuerza, pero sin aplastarlo.

—Por eso tu lobo estaba tan alterado—. Murmuró cuando separó sus rostros, queriendo formular mil preguntas—. Y el mío tan alerta...

—Eso creo—. Concordó Jimin—. Es decir... Puede que me equivoque, tendré que hacerme pruebas y no quiero ilusionarme pero-

Fue callado por los labios del alfa, que volvieron a aprisionarlo por un instante.

—Estoy seguro, ahora lo sé—. Gruñó, estremeciéndole—. Todo tiene sentido Jimin, tendremos un cachorro—. Aseguró.

El omega tembló entre sus brazos de pies a cabeza y asintió, él también lo sentía, su lobo estaba feliz al fin, estaba completamente en paz.

Entonces Yoongi abandonó su cintura con uno de los brazos y llevó la mano a su cintura, tanteando la zona. Como Jimin no se lo impidió, lentamente se posó sobre el vientre con toda la suavidad del mundo, provocando que el omega emitiese un quejido.

Aquella mano le había causado un hormigueo que le recorrió todo el cuerpo e incluso le erizó la piel. Probablemente el lobo de Yoongi había aceptado al bebé con antelación, pero aquel simple gesto se lo había confirmado. Eran una manada, definitivamente ese cachorro era más que bienvenido.

—Nuestro pequeño—. Susurró el alfa, acariciando la zona con el pulgar—. Nuestro cachorro.

Jimin emitió un sonido que no se distinguía entre risa o llanto, porque estaba hecho una mezcla de emociones.

—Alfa—. Farfulló, sonriendo mientras se limpiaba las lágrimas—. Estoy muy feliz...

Yoongi rió brevemente mientras se acercaba a tomarlo por la cintura y prácticamente alzarlo en el abrazo, dando un par de vueltas con él.

—Yo también, omega, no sabes cuánto—. Aseguró.

Después se dedicó a besar tanto sus labios como mejillas y cuello, dejando todo el aroma que podía sobre él. Si antes era posesivo, a partir de ese instante no dejaría que nadie le mirase siquiera.

Jimin se liberó al fin y pudo admirar el rostro de su alfa cuando terminó de marcarlo con su olor. Se sentía como en una nube de felicidad, no podía siquiera pensar en nada más que no fuese su familia. Tenía un cachorrito dentro de él, o al menos un proyecto de ello.

—Te amo—. Concluyó en un susurro.

Su corazón iba a mil por hora y ni siquiera sabía si quería reír, saltar, llorar, gritar o dormir. O todo eso respectivamente.

—Te amo mucho más—. Prometió Yoongi, dejando un beso en sus carmines que le hizo suspirar.

—Yo más—. Se quejó él.

—Oh, vamos a tener esa discusión—. Rió el alfa.

—Sí, porque yo te amo más.

𓍢𓎗 continuará ...

💮 𝗡𝗼 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗿 𝘁𝘂 𝘃𝗼𝘁𝗼! 💮

Emoji bonito si adivinaste lo que le ocurría a Jimin ✨ →

¡Estoy muy muy feliz por ellos!

Pronto tendré noticias para esta historia, estad atentos a las actualizaciones porque se acercan cosas importantes y anuncios 👁️

Espero que os haya gustado este capítulo 💜

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