ㅤㅤ๑ veinticuatro 𓂃
ଓ ଘ ଙ
𝗠𝗲𝗺𝗼𝗿𝗶𝗲𝘀 𝗽. 𝟭!!
Cuando Jimin salió del baño, vio a Yoongi sacar de un cajón un pequeño reproductor de vinilos. El alfa, totalmente ajeno a su presencia, buscó entre sus cosas hasta que sacó una funda amarilla y negra, se veía antigua.
—¿Coleccionas vinilos?—. Preguntó mientras se acercaba a él, ajustándose el batín de seda que le había dado para cubrir su desnudez.
—Hace años que no, sólo escucho los que tengo—. Murmuró, dejando que sonase una melodía de piano y violín.
Solamente era instrumental pero los pies de Jimin no tardaron en reaccionar al ritmo.
Yoongi observó aquello y rodeó el escritorio hasta él para tomarlo de la cintura y pegarlo a su cuerpo.
—Oh—. Susurró Jimin, sujetándose a él—. ¿Ahora te gusta bailar?
El alfa, conteniendo una sonrisa socarrona, comenzó a balancearse junto a su omega de forma lenta, sin prisa y con toda la calma del mundo.
—Sólo si es contigo—. Respondió de forma melosa, rodeándole con su aroma.
Jimin rodó sus ojos por haber escuchado algo tan cursi viniendo de él, pero no se podía quejar si así conseguía un baile. En cambio dejó la cabeza sobre su hombro y cerró los ojos, disfrutando del tacto y la sensación de se mimado por su alfa.
Este último acercó la nariz a su cuello, olisqueando para comprobar que sólo olía a él. Satisfecho, se acercó a la reciente marca de sus dientes y la repasó con pequeños besos.
—Sabes que no va a desaparecer, ¿verdad?—. Comentó Jimin, sonando ahogado por el sueño.
Yoongi gruñó y dejó allí una lamida antes de dejarlo en paz.
—No puedo evitarlo—. Replicó, bufando—. ¿Te duele?
Hacía muchas horas que Jimin había sido marcado, que se había acostado con él, pero el quemazón de la herida por sus colmillos había durado más de lo esperado.
—Ya no, ahora sólo noto el lazo—. Respondió, alzando su cabeza para poder mirarlo de frente y rozar su nariz con la suya.
Yoongi, ensimismado con el omega y su tenue aroma casi cubierto por el suyo, le dejó un corto beso en los labios.
—¿Tampoco te duele...?
Jimin enrojeció de vergüenza.
No habían hablado sobre aquello, pero el alfa lo había notado incómodo tras el nudo.
—No... No duele—. Murmuró, apartando la mirada y el rostro de su vista.
Yoongi, por fastidiar, mordió con suavidad su mejilla.
—¿Y esa cara? No te puedes poner así después de...
—¡Para!—. Se quejó Jimin, riendo nervioso y alejándose de él.
Yoongi, divertido con su repentina timidez, se acercó más, ignorando la música a ese punto.
—El rojo te sienta muy bien, omega—. Rió, persiguiéndolo por la habitación.
Jimin se cubrió la cara con sus pequeñas manos y bufó.
—Déjame—. Se quejó, malhumorado.
Pero las intenciones de Yoongi eran otras.
Apretó el paso hasta él justo cuando iba a sentarse en la cama, impidiéndoselo.
—¡Déjame!—. Repitió Jimin, que fue alzado en los brazos del alfa, dando patadas al aire.
—¿Qué me darás a cambio?—. Preguntó Yoongi, divertido.
Jimin, cansado, emitió un quejido.
—¡Si ya tienes todo lo que quieres!, te detesto, bájame—. Refunfuñó.
El alfa, lejos de dejarlo ir, ahogó una risa y negó aunque no pudiese verlo.
—Negativo, omega.
Jimin, con un sonido parecido a un gruñido, se rindió.
—Vale, te doy un beso, ¿Sí?—. Tanteó.
Yoongi lo sopesó, pero siguió sin bajarlo.
—Más.
—Dos besos.
Silencio.
—¡Te doy los que quieras, ya bájame!—. Dijo un Jimin desesperado.
Yoongi, satisfecho, aflojó su agarre y lo dejó sobre el suelo con muchísimo cuidado, dejando que se girase hacia él.
Jimin rodó sus ojos y saldó su deuda con un pequeño beso en la mejilla. Después, salió corriendo.
—¡Jimin!
Yoongi lo persiguió de nuevo, no demasiado hasta que lo alcanzó con facilidad y lo retuvo contra sí, escuchando aquellas carcajadas que le llenaban el corazón de calidez.
Jimin sintió algo en su pecho, una sensación familiar de felicidad y cariño, pero también un cosquilleo alegre que otorgó al lazo.
—Alto ahí, me debes más—. Murmuró el alfa, apresando sus brazos mientras lo arrinconaba en la pared más cercana.
Jimin se sintió pequeño y de nuevo sus mejillas se calentaron. Odiaba saber que el alfa sacaba facetas suyas que nadie más había visto.
—Yo...
Yoongi no le dejó terminar: sus labios callaron al omega en un abrir y cerrar de ojos, cobrándose lo que era suyo.
Jimin emitió un quejido y apoyó sus puños en el pecho de su alfa, pero no se esforzó demasiado en apartarlo, solamente recibió sus carmines con el mismo gusto de siempre.
Y le besó. Pero no por un estúpido comentario o porque lo tenía acorralado.
Le besó porque lo necesitaba como podía necesitar respirar cada día. Necesitaba a Yoongi en sus labios, en su cuerpo, en su corazón, en su vida. Y la llama que acrecentaba con el paso de las horas se volvió tan insufriblemente fuerte que Jimin se sujetó al batín del alfa para poder pegarse a él como si fueran uno sólo.
Necesitaba a Yoongi, quería tenerlo y sentirlo sólo suyo, en todos los aspectos. Su alfa. Quería su tacto, quería su aroma, quería sus besos, quería... Quería. Lo quería a él.
—Te odio—. Se quejó Jimin en un jadeo, casi sin poder respirar, sabiendo que era mentira.
El alfa gruñó.
—Yo también te odio—. Susurró entre besos.
Un chasquido anunció que Yoongi había decidido poner fin a aquel momento, devolviendo a Jimin a la realidad de una forma tanto dulce como repentina.
Le habría gustado quedarse así el resto de noche, así que, de forma sutil, fue dejando pequeños besos para no tener que alejarse de él tan pronto.
—¿Puedo hacerte una pregunta?—. Murmuró Yoongi, devolviéndole los besos con una sonrisa leve.
Jimin asintió, rodeando su cuello con los brazos para impedir que huyera.
—¿Quieres tener una cita conmigo?
El omega se detuvo súbitamente a escasos centímetros de su cara, mirándolo como si se hubiese vuelto loco. ¿Una cita? ¿A caso no estaban casados ya?
—Antes de que digas nada—. Añadió—. Es que no tuvimos un buen inicio, siento que nos conocimos a la fuerza y... Nunca tuve una cita—. Confesó, atenuando su voz.
Jimin, sintiendo ternura, sonrió.
—¿En serio quieres tener tu primera cita conmigo?—. Preguntó incrédulo, aunque era obvio.
Yoongi llevó sus manos al rostro de Jimin, acunándolo con suavidad antes de besarlo con suma lentitud durante unos segundos.
—Por supuesto.
El omega se humedeció los labios con nerviosismo y sintió el sabor de los de Yoongi allí.
Con el corazón en la cabeza asintió.
—Entonces me encantaría.
El alfa, contento por la respuesta, lo tomó por la cintura para alzarlo y permitirle a Jimin que lo rodease con sus piernas.
—También es mi primera cita, ¿Sabías?—. Murmuró el omega, volviendo a los besos pequeños.
—¿Sabes que fuiste mi primer beso?—. Dijo entonces Yoongi.
De nuevo se detuvo con una exhalación de sorpresa, mirándole con un brillo especial en sus pupilas.
—¿De verdad? ¿Pero tú...?
—No sentí la necesidad de mostrar afecto a ningún omega del harem, nunca—. Confesó.
Jimin observó el rubor en las mejillas del alfa. No sabía que podía ser tímido en ese sentido, por ello sonrió tiernamente.
—Eso no debería contentarme tanto como lo hace, pero me alegra saberlo—. Murmuró riendo levemente.
Yoongi le imitó y suspiró, observándole con atención.
—Eres precioso, omega.
Volviendo a sonrojarse, el apelado rodó sus ojos. ¿Es que no podía parar?
—Tú no estás mal—. Bromeó, cambiando el tema.
Yoongi volvió a reír y, aprovechando que lo tenía cargado en sus brazos, lo llevó rápidamente hasta la cama, dejándolo bajo él. Sin embargo, Jimin cambió las tornas y poco a poco se posicionó arriba esa vez, deshaciéndose de los batines que cubrían sus cuerpos.
Y de nuevo se perdieron el uno en el otro, dejando que las sonrisas y los besos tímidos fuesen los protagonistas aquella noche.
𓍢𓎗 continuará ...
💮 𝗡𝗼 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗿 𝘁𝘂 𝘃𝗼𝘁𝗼! 💮
Muchas gracias por apoyar esta historia, apenas escribo notas de autorx a final del cap porque creo que saca de contexto a lxs lectorxs, pero veo muchas personitas que corren a leer en cada actualización y eso me anima muchísimo, también los comentarios aunque sean poquitos, eso me anima a seguir escribiendo, gracias a todxs ❤️✨
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