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Capítulo 10. 🖤

Capítulo +++++++18

Sabemos que esta historia es +18 pero en esta ocasión hay escenas subidas de tono y recomiendo discreción. Sino te gustan las escenas lésbicas u homosexuales pasa de este capítulo, si por lo contrario te gustan las escenas de este tipo te invito a votar y dejar muchos comentarios ;)

Alease

El fin de semana no tardó en llegar y lo agradecía ya que estos días había odiado mi existencia. No dejaba de pensar en Devan y su ex novia, estuvieron juntos, él la follaba y ella lo disfrutaba. ¿Sentía celos? Más bien me sentía como una idiota por creer en él, por pensar que le podía gustar, por sentirme especial con cada una de sus palabras. Maldito mentiroso. Pero estaba mucho más molesta conmigo por creer en él. 

Archie me lo dijo, "No te acerques a Devan Hawke, vas a terminar destruida" ¿Le creí? No. ¿Le hice caso? Menos. Y ahora lamentaba no haberlo hecho. Pude evitar esta vergüenza, pero fui necia y creí en sus palabras llenas de mentiras.

Archie y yo salimos a caminar por la ciudad, pasamos por algunas tiendas de ropa y entramos a un restaurante donde pedimos lo más caro del menú. No medimos lo que pedimos, mucho menos reparamos en el dinero, esta vez fui yo la que pagó todo y lo hice con gusto porque Archie me había ayudado tanto, era hora de pagarle todo el amor y la comprensión que tenía hacia mí. Siento que a veces podía ser un poco tonta e insoportable, pero él me entendía, creo que hasta me quería. Yo sí lo quería y mucho.

Hablé con mis padres y les deposité dinero para que no tuvieran nada de qué preocuparse, ellos estaban bien, se veían contentos y eran felices de que yo estuviera estudiando y haciendo lo que más me gustaba. Papá estaba dejando poco a poco el miedo que tenía al principio cuando me vine a vivir aquí, saber que estaba bien y feliz lo tenían menos preocupado.

—Esta noche Aiden quiere que vayamos a tomar algo con él —Archie le dio un sorbo a su bebida sin dejar de mirarme —. ¿Qué dices? Creo que le gustas —casi me atraganto cuando dijo esto último.

Empecé a toser, sentía mi rostro rojo. Me di unos golpecitos en el pecho y le di un sorbo a mi bebida.

—¿Qué? —me raspaba la garganta —. ¿Lo dices en serio? —asintió —. ¿Y eso no te molesta?

—Para nada, cari, al contrario. Te he dicho que eres hermosa, no solo yo lo noto. Además, Aiden no es cien por ciento homosexual y eso está bien, cada quien sus gustos.

—Pensé que tal vez te ibas a enojar —me encogí de hombros.

—Nada de eso —me sonrió sincero —. ¿Entonces? —enarcó una ceja —. ¿Vas o no vas?

—¡Sí! —grité bajito —. Sí voy. Esta noche me quiero olvidar de ese tonto y pensar en otra cosa, así que sí voy.

Archie aplaudió feliz.

—¡Bien! Te la vas a pasar muy bien, te voy a cuidar de cualquier imbécil que te quiera poner las manos encima. Además, te compraste un hermoso vestido que puedes usar hoy —subía y bajaba las cejas.

—¿El azul? —asintió —. ¿No crees que es muy descarado?

—¡Para nada! Ya te dije que la que no enseña no vende y tú cariño, tienes mucho que mostrar —me hizo un guiño.

—Tienes razón —cada que hablaba con él me sentía más poderosa y guapa —. Esta noche voy a disfrutar y nada más.

Dimos otra vuelta por la ciudad y compramos más cositas. Ahora no tenía miedo de quedarme sin dinero o no saber que hacer después para pagar la renta del departamento, eso ya estaba cubierto los próximos meses así que pude gastar sin sentir culpa.

—Estoy muerta —me dejé caer en el sofá y solté un suspiro cansado. Archie dejó las bolsas al lado de la puerta y se sentó a mi lado rodeando mis hombros con su brazo.

—Gracias por la ropa —me acomodé en su regazo y sonreí.

—De nada, eres mi mejor amigo y te quiero mucho —dejó un tierno y suave beso en mi frente. Cerré los ojos y puse mi mano en su estómago.

—En definitiva, eres la mejor amiga que he podido tener en toda la vida. No me dejes nunca, Alease, si lo haces te voy a golpear.

—Dame unas nalgadas mejor —ambos reímos a carcajadas —. Te quiero mucho, Archibald.

Bufó.

—Te lo paso porque eres mi mejor amiga sino sí te daba las nalgadas. Ahora mueve ese culito y ve a darte un baño que tenemos que beber hasta morir —negué de inmediato y me separé de él. 

—Nada de eso, ya no quiero que pase lo de la otra vez —me miró con los ojos entornados.

—Te refieres a lo de Devan —asentí. No me atrevía a mirarlo a los ojos, como si lo hubiera traicionado —. Eso ya pasó, no sirve de nada lamentarse.

Asentí dándole la razón.

—Tienes razón, ahora me toca disfrutar porque estoy soltera y no le debo fidelidad a nadie —chocamos las palmas y me hizo un guiño —. Me voy a dar un baño de una vez porque tú te tardas años ahí dentro.

—Mentirosa —me mostró la lengua y me dio una nalgada que me hizo chillar del dolor. 

Al pasar por la puerta cogí las bolsas y fui a mi habitación para dejarlas y coger mi ropa interior. No demoré dentro solo lo necesario para que los músculos de mi espalda se relajaran y dejar de pensar en los trabajos y las tareas. No me estaba quejando, pero la universidad era dura. 

—¡Alease! —escuché a Archie. Me gritaba desde su habitación —. ¡Alease Black! —salí en ropa interior, entré a su habitación y él tenía solo los pantalones puestos.

—¿Qué quieres?

—Aiden ya está en el bar.

—Que pesado es, dile que se espere una hora más. Ni siquiera me he maquillado —salí de su habitación.

—¿¡Pues que tanto haces!?

—¡Qué te importa! —entré de nuevo a mi habitación y me apuré para terminar rápido. Mi maquillaje era ligero, nada más acentué un poco el color de mis ojos con una sombra oscura, dejé mi cabello suelto y me puse el vestido que Archie sugirió, el de color azul que me llegaba más arriba de la mitad de las piernas, tenía un gran escote en la espalda y me quedaba justo delineando las curvas de mi cuerpo. Acompañé el vestido con unos tacones negros y una cartera del mismo color. 

Al bajar un auto ya esperaba en la entrada del edificio y nos llevó al bar que estaba en el centro de la ciudad. Era un lugar grande, de dos pisos, el letrero de color neón llamaba la atención. Había una larga fila de personas esperando entrar, pero nosotros caminamos directamente a la puerta lo que hizo enojar a las personas que no dudaron en soltar una que otra grosería para nosotros.

—Aiden nos espera —le dijo Archie al hombre que esperaba al lado de la puerta. Este miró sobre su hombro y dentro Aiden agitaba la mano, el hombre hizo a un lado la cadena y nos dejó pasar.

Estaba un poco confundida, pero agradecía no tener que esperar de pie afuera.

Nos dimos paso entre las personas hasta que llegamos con Aiden. 

Aiden era un chico de piel morena, alto, con grandes músculos que se notaban debajo de aquella camiseta negra que llevaba puesta esa noche. Piernas largas y bien torneadas, ojos de color avellana, pero con algunos toques miel, labios gruesos, manos bien cuidadas. Por lo que Archie me dijo era pintor y estudiábamos en la misma universidad, pero nunca lo había visto hasta que mi amigo lo llevó al departamento esa noche.

—¡Al! —me cogió de la mano nada más al verme y me dio la vuelta —. Que hermosa te ves esta noche —me jaló hacia él y dejó un beso cerca de mis labios. 

—¿Y yo estoy pintado o qué? —masculló Archie a mi lado. Aiden no tardó en soltar mi mano y coger la suya, pero a él sí le dio un beso en los labios. 

No coman pan enfrente de los pobres.

Sostuve mi cartera mirando hacia otro lado. 

—Quiero presentarte a Lily —al lado de Aiden estaba una chica rubia, que sostenía un vaso con alguna bebida. Al verme sonrió y fui la primera a la que saludó, al igual que Aiden me dio un beso cerca de los labios.

¿Qué les pasa a las personas esta noche?

—Vamos a pedir algo de tomar —me enganché al brazo de Archie y fuimos a la barra para pedir una bebida. 

—Me dijo Aiden que tomas fotografías —Lily quedó a mi lado. Pasó su dedo índice por mi brazo hasta llegar a mi hombro. Su mirada verde era intensa.

—Así es —pasé saliva. Archie estaba a mi lado, pero platicaba con Aiden.

—No debes sentir pena —habló Lily.

—No sé por qué dices eso —la chica detrás de la barra nos entregó las bebidas, cogí la mía antes de hacer otra cosa. No sé qué pedí, pero tenía una fresa como adorno. 

—Se nota —dentro de su vaso había una cereza, metió dos dedos para sacarla y la llevó a su boca. Sus labios se amoldaron a la fruta, la chupó y la metió por completo a su boca.

—¿Por qué? —enarqué una ceja.

—Tus mejillas —puso su dedo en mi mejilla derecha.

Ahora sentía calor. Las piernas me fallaban, en mi estómago se formó un nudo. 

—Disculpa, ¿estás coqueteando conmigo?

—¡Sí! Eres la primera chica que se da cuenta en tan pocos segundos.

Esto no me lo esperaba.

—¿Debo sentirme halagada? —pregunté.

—Eres muy bonita, Aiden ya me lo había dicho —miró a Aiden que seguía platicando amenamente con Archie. 

—¿Él te dijo qué? —parpadeé.

—Eso, que eres muy bonita.

De repente una canción muy movida empezó a sonar por todo el lugar y las luces parpadean al ritmo de esta.

—¡Amo esa canción! —dijeron Archie y Lily al mismo tiempo. Se miraron y sin decir nada mi amigo cogió sus manos y juntos fueron a la pista a bailar.

De nuevo bebí de mi copa, sabía rica.

Quiero más de esto.

—Tu amiga Lily...—Aiden se acercó porque la música apenas permitía que me escuchara.

—¿Sí? —apoyó el codo sobre la barra y su enigmática mirada se clavó en mi rostro.

—Estaba coqueteando conmigo —estaba realmente confundida.

—¿Se te hace raro que alguien lo haga? —afirmé —. Eres muy bonita y me imagino que muchos chicos y chicas te coquetean —me reí bebiendo de la copa que sostenía con una mano.

—Pues crees mal porque no es cierto.

Solo hay un imbécil que me coquetea, pero estoy tan molesta con él que voy a fingir que no existe.

—Vaya —dijo algo decepcionado —. Yo pensé que iba a competir con alguien más.

¿Qué dijiste?

Su mirada se enfocó en Archie y Lily que bailaban sensualmente en la pista. Ella se acercaba demasiado al cuerpo de Archie, mi amigo pasaba sus manos desde sus muslos hasta sus senos que masajeaba sin problema alguno. Lily no ponía resistencia, al contrario, parece que lo disfrutaba en demasía.

—Me dijo Archie que pintas —giré la cabeza y ya tenía demasiado cerca de Aiden.

—Así es, quizá uno de estos días me puedas visitar en mi aula.

—¿Cómo para qué o qué? —se rio con mi pregunta. Me sentía una tonta.

—A veces poso desnudo para los demás compañeros.

—¿Qué tú haces qué?

—Posar desnudo para mis compañeros —repitió. 

—¿Lo haces gratis? —me terminé mi bebida y pedí más, pero esta vez con un poco más de alcohol.

—El arte lo vale, Alease —murmuró con una nota sensual en su voz. 

—Si tú lo dices te voy a creer —sonrió de manera dulce y pidió otra cerveza.

De nuevo miramos a Archie y Lily, ahora ellos se estaban besando. 

¿En qué momento pasó esto? 

Los miré extrañada y sentí la mano de Aiden en mi espalda baja, un escalofrío me recorrió de los pies a la cabeza.

—¿Por qué no vas a bailar un poco? —sugirió. Habló cerca de mi oreja, su respiración mentolada con un toque de alcohol me erizó la piel.

Le hice caso y fui junto a Archie y Lily. Ella me tomó de la mano y empecé a bailar a su lado, Archie estaba detrás de mí, cuidándome de los chicos que se querían acercar más de lo debido. Lily seguía coqueteando conmigo, sin descaro alguno y me sentía rara porque a parte de Devan nadie me había dicho tan directamente que le gusto. 

La canción cambió de nuevo y esta vez empezó a sonar una que era necesario bailar muy pegados, Lily no desaprovechó esta oportunidad y se acercó mucho más. Puso sus manos en mi cintura, me atrajo a ella y empezó a rozar sus senos con los míos de manera descarada. Subió sus manos por mis costillas provocando un cosquilleo en mi piel, pasó por mis senos y mi cuello hasta que se detuvo en mis mejillas. Sus labios se abrieron acercando su boca a la mía, no me moví ni un centímetro solo dejé que me besara y amoldara sus labios, su lengua salió filosa y se metió en mi boca, sus manos se quedaron en mis mejillas. Mordía mi lengua, la succionaba, pasó la suya por mis labios y mordió el inferior un poco. Cuando se separó yo estaba extasiada. Todo mi cuerpo temblaba de placer y emoción. Lily sonrió y me llevó con ella hacia la barra donde pedimos más bebidas.

En algún momento de la noche ya me sentía mareada, pero Archie me pidió una botella de agua y dijo que lo mejor que podía hacer para no embriagarme era beber alcohol y después un poco de agua. Le hice caso y seguí bebiendo sin problema alguno, me sentía desinhibida, atrevida y sexy, capaz de hacer cualquier cosa sin sentir pena o vergüenza. Bailé con Lily y Archie mucho más tiempo, saltaba de un lado al otro, gritaba cuando una canción que me gustaba empezaba a sonar, bebí más, bailé, disfruté tanto que al llegar al departamento de Aiden yo estaba muerta en vida. 

Decidimos seguir bebiendo en el departamento de Aiden que era, por mucho, más grande que donde vivíamos mi amigo y yo. No me quejaba, era pequeño pero cómodo, quedaba cerca de la universidad y me sentía bien ahí. Creo que Archie también se sentía cómodo en ese lugar y por ahora no nos íbamos a salir de ahí.

—¿Dónde dijiste que trabajas? —le pregunté a Aiden y este se rio nada más. Sostenía mi cintura para que no fuera a caerme con esos tacones.

—No trabajo, mi padre tiene suficiente dinero para pagar este departamento —habló bajito. Detrás venían Archie y Lily.

—Ahora me siento mal por el lugar donde vivimos Archie y yo —hice un puchero.

—A mí me gusta —musitó. Levanté la cabeza para mirarlo.

—Joder, que guapo eres —solté un hipido.

¿Por qué me pasan estas cosas a mí?

Aiden se rio de una manera tan sutil. Llegamos a su departamento y abrió la puerta, entramos y nos dirigimos a su sala, me soltó y caí como un costal de papas sobre este. Archie dejó a Lily del otro lado y vino a sentarse a mi lado. Puso una mano en mi pierna y le dio un apretón.

—¿Cómo te sientes? —preguntó. Dejó caer la cabeza en el respaldo del sofá.

—Bien, ¿y tú?

—La verdad estoy ebrio —hipó —. Lo suficiente para sentirme mareado, pero no tanto como para no querer beber más —confesó.

—¡Vamos a seguir bebiendo! —parece que Lily tenía un resorte porque no tardó en correr a la cocina e ir por una botella de quien sabe qué. Trajo cuatro vasos y dejó la botella encima de la mesita, nos sirvió lo que sea que tenía esa botella, por último, le entregó su vaso a Aiden y se sentó a horcajadas encima de él, sus piernas al lado de los muslos del moreno. 

Este no dudó en amasar su trasero y darle una nalgada seguido de un apretón que hizo gemir a Lily.

—Cómo que hace calor, ¿no? —preguntó Archie. Bebí de mi vaso y el líquido me quemó la garganta.

—¿Qué es esto, veneno? —Archie se rio de mí.

Aiden y Lily se comían a besos. Me sentía como un estorbo ahí.

—Ustedes nada más antojan —se quejó Archie. Lily y Aiden se separaron y fue este quien estiró su mano hacia mi amigo. 

Archie no dudó en ponerse de pie y se sentó al lado de Aiden que sonrió al ver que cedía y se unía a ellos. Los tres compartieron un beso tan apasionado que empecé a sentir como mis braguitas se mojaban. Tenía calor, estaba excitada al verlos besarse de esa manera, se tocaban por todas partes, Lily pasaba su mano por el pene de Aiden y después con Archie. Ellos la tocaban, desde las piernas hasta su cuello, mi amigo metió la mano bajo el vestido de Lily, gimió y cerró los ojos. 

—Alease —habló Aiden. Su mirada era oscura y prometía una noche sexo desenfrenado —. ¿Te quieres unir? 

—No sé si deba hacerlo —murmuré.

Aiden, Lily y Archie compartieron una mirada cómplice. Lily se bajó de las piernas de Aiden pero fue mi amigo el que devoró su boca en pocos segundos. Aiden se sentó a mi lado.

—¿De qué tienes miedo, Alease? —subió su mano por mi brazo provocando el mismo tipo de escalofrío que sentí cuando Lily hizo lo mismo.

—De no hacer las cosas bien —pasé saliva con dificultad —. Nunca he hecho esto.

—Siempre hay una primera vez, Alease —metió su rostro en el hueco de mi cuello y solo sentí su respiración caliente en mi piel, solo eso bastó para que apretara las piernas. Estaba caliente, no lo voy a negar —. ¿No quieres probar cosas nuevas? —deslizó su lengua por mi garganta hasta mi barbilla, subió a mis labios y me besó.

Hizo a un lado el vaso que sostenía con una mano y se acomodó arriba de mí, metiéndose entre mis piernas.

—Eres muy bonita, no deberías negarte la oportunidad de disfrutar —gemí cuando mordió mis senos por encima de la tela de mi vestido. Al no llevar sostén lo sentí mucho más.

—S-sí —gemí. Se acercó a mi sexo y sentí el gran bulto bajo la tela de sus pantalones.

—¿Lo sientes? —asentí —. Estoy duro por ti.

Jesús.

Cerré los ojos en el momento que devoró mi boca, metió su mano bajo mi vestido y empezó a tocar con cuidado, primero fue por encima de la tela de mis braguitas, sus dedos se mojaron con mis fluidos. Después procedió a hacer a un lado la tela y pasó un dedo por los pliegues de mis labios, lo metió en mi vagina y sentí tan rico que hiciera eso que me olvidé por completo del pudor y la pena. 

Del otro lado solo se escuchaban los jadeos de Archie, Lily maldecía, gemía y gritaba extasiada.

—¿Te gustaría hacer un cuarteto? —dudé un poco —. Iremos lento, Al —murmuró con esa voz ronca. 

Se incorporó enterrando una rodilla en el sofá. Se deshizo de su camiseta dejando ver los músculos de su cuerpo, se quitó la hebilla de su cinturón, bajó sus pantalones y su miembro saltó frente a mis ojos. Era grande, del mismo tono que el color de su piel, la punta se veía suave. Se estiró hacia la mesita donde tenía su cartera, la cogió y sacó un preservativo, rasgó la bolsita con dos dedos y sacó el látex que deslizó por su pene bien erecto.

En ese momento no existía Devan ni Declan, solo era yo siendo Alease y disfrutando de mi sexualidad. No le debía fidelidad a nadie, lo repetí una y otra vez.

Aiden bajó sus manos a la orilla de mi vestido y lo deslizó por mis muslos y mis caderas hasta que me lo quitó y lo dejó a un lado. Su boca se asió a uno de mis senos, lo metió a su boca, su pene rozaba con mi sexo.

Mientras se hacía cargo de mis senos metió su mano entre mi cuerpo y el suyo para tomar su pene, lo frotó en mi entrada y de una sola estocada se enterró en mí. Gemí y apoyé mi barbilla en su hombro. Miré a Archie y Lily follar, él sentado en el sofá y ella a horcajadas en sus piernas, apoyaba las manos en el respaldo del sofá. Metía los senos de Lily a su boca, los lamía y chupaba sus pezones.

Aiden metió el brazo bajo mi espalda y me sentó en sus piernas, copiando la misma posición que Lily y Archie. No me quitó la tanga lo que le ayudó a sostenerse de la tela y enredarse entre sus dedos, ejercía tanta presión que sentía que la tela iba a ceder y se iba a romper.

Al diablo la tanga, me puedo comprar otra.

—Follas tan bien —jadeó Aiden —. Tu piel es tan lechosa —mis senos rebotaban cada vez que me movía encima de él —. Están tan apretada —cerré los ojos dejándome llevar por este momento. El primero en mi vida y se sentía tan jodidamente bien.

—Así, así —Lily gemía cada vez más fuerte —. Archie —abrí los ojos y giré la cabeza para mirarlos.

—No te lo voy a poner tan fácil —dijo Archie sobre los labios de Lily que hizo un puchero.

Archie junto a Lily salieron de la sala y se perdieron el pasillo. Miré de nuevo a Aiden y sonrió perversamente. No dejaba de moverse lo que provocó que dentro de mí todo fuera a explotar en cualquier momento. Seguía el ritmo de sus movimientos con mis caderas, mis manos en sus hombros desnudos, mis senos rebotaban y de vez en cuando los metía a su boca para chupar mis pezones.

—Mierda, mierda ——musitó. Soltó mi tanga y cogió mis caderas para moverlas más rápido —. Sí, sí.

Empecé a sentir aquella sensación de éxtasis invadir mi cuerpo, el orgasmo se aproximó y recorrió este de un extremo al otro. Gemí echando la cabeza hacia atrás, los movimientos de Aiden se detuvieron dejando caer la cabeza en el respaldo del sofá. Mi boca estaba seca, mis piernas débiles, un cosquilleo se acentúo en mi sexo.

Cuando Aide dejó de moverse me bajé de encima y me acerqué a la mesita para servirme más alcohol, el preservativo con el semen de Aiden voló por los aires. Sentí sus manos en mis caderas y me atrajo a él sentándome sobre su pene. Me bebí de golpe lo que había dentro del vaso, sus manos fueron a mis senos a la vez que se encargaba de besar mi nuca.

—¿Qué quieres hacer?

—Ahora solo quiero unirme a ellos y follar los cuatro. Quiero probar tus labios —deslizó su mano a mi sexo —. Sabes a cuales me refiero —gemí en el momento que metió dos dedos —. ¿Quieres que lo haga?

—S-sí —apenas podía hablar. De nuevo estaba hirviendo, deseosa de probar cosas nuevas.

Dejé el vaso sobre la mesa. Me puse de pie y Aiden me atrajo a él llevando sus manos a mis nalgas para levantarme del suelo, enredé mis piernas en su cintura. Su pene estaba erecto de nuevo y lo sentía en mis labios, se frotaba y se movía. Caminamos hacia el pasillo donde dejé de ver a Archie y se detuvo para enterrarse en mi interior. Besaba mis labios, me sostenía con ambos brazos para que no fuera a caerme. Dio unos pasos más hasta que llegamos a una habitación, ahí estaban Archie y Lily. Al ver que nos unimos ellos una gran sonrisa de satisfacción se dibujó en los labios de la rubia.

—¡Alease, ven conmigo! —Aiden me dejó en el suelo. Archie se hizo a un lado y Lily me llamaba. Estaba de rodillas en la cama, sin ropa, subí frente a ella y me tomó de las manos. Quedé de rodillas también encima del colchón. 

Lily no tardó en comerme la boca poniendo sus manos en mis caderas. Nuestros senos se rozaban, se apretaban y mis pezones no tardaron en reaccionar, estaban duros y erguidos. Lily metió una mano entre mi tanga, sus delgados y suaves dedos empezaron a palpar y deslizarse por mis labios. 

—Mírame, Alease —abrí los ojos y metía los dedos que antes estaban en mi vagina a su boca, los chupó como si estos fueran una paleta —. Sabes bien —de nuevo me comió la boca y seguía tocando mi cuerpo.

El colchón se hundió cuando Archie y Aiden se unieron, nosotras nos besábamos, ellos quedaron detrás y así nos penetraron, Aiden conmigo y Archie con Lily. Ella no dudaba en besarme, me tocaba por todas partes, mis senos, mi sexo que ahora mismo era embestido por Aiden, tocaba mi estómago y me estimulaba el clitoris.

Aiden se encargaba de entrar y salir, rodeó mi estómago con un brazo y el otro en mis senos. Nunca había hecho esto, pero me estaba gustando. No sabía cómo iba a mirar a Archie a los ojos después de esto, pero ahora no pensaba en eso, solo me dejaba llevar. 

Cuando sentí los labios de Lily en mi sexo abrí los ojos y la tenía en cuatro a la vez que Archie la seguía follando. Sus carnosos labios lamían mi clítoris y lo chupaban, tiraba con sus dientes, metía sus dedos junto al pene de Aiden, yo era una masa gelatinosa que estaba a nada de explotar y correrse de una vez.

Aiden jadeaba en mi oreja, su aliento olía a menta y alcohol.

—Quiero correrme en tus tetas —gimió. Mordió el lóbulo de mi oreja y lo lamió después.

—Hazlo —respondí.

Lily seguía ahí abajo pero no tardó en correrse al mismo tiempo que Archie, pero antes de hacerlo por completo, se salió de ella y puso su pene entre sus nalgas para vaciarse entre ellas. Cerró los ojos, Lily gimió y se incorporó. Aiden también se salió, pero sostuvo su pene con una mano y me invitó a tomar la misma posición de Lily, también se corrió entre mis nalgas. El líquido estaba caliente y resbaló por mi centro y mis muslos. 

—Nunca había hecho esto —murmuré para Lily.

—No te preocupes, bonita, nadie dirá nada. 

Aiden se bajó de la cama y Lily sostuvo mi mano.

—Vamos al baño —asentí y dejé que me llevara al baño. Entramos y cerró la puerta.

—No sé cómo voy a mirar a Archie a los ojos —pasó una toalla bajo el chorro de agua y me la entregó.

—Pues, así como lo has visto todo este tiempo —abrió las piernas para quitarse los fluidos —. No debes sentir pena, Archie es muy abierto a este tipo de cosas. Te aseguro que si él no hubiera querido no lo hace y ya —se encogió de hombros.

—¿Eso crees? —asintió.

—Claro que sí, él no te va a obligar a nada que tú no quieras, Aiden es así.

—¿Vives con él? —de nuevo me dijo que sí —. ¿Y hacen estas cosas muy seguido?

—Más de las que te imaginas —Lily me quitó la toalla de las manos. Me sentó sobre la tapa del retrete y ella misma se encargó de pasar la toalla por mis muslos —. Por eso es que Aiden no vive con sus padres, muchas veces hemos hecho orgías, tríos o cuartetos como ahora. Archie ha sido parte de ellos —mis ojos se abrieron de par en par.

—¿Cómo dices?

—Lo que escuchaste. Esto que hicimos no es nada, querida.

No me puedo imaginar a Archie en una orgía.

—Aiden y yo no tenemos una relación, follamos cuando se nos antoja y si él quiere follar con alguien más lo hace y yo no digo nada. Si yo quiero follar con alguien más él no dice nada.

—Que...liberales —cuando terminó de limpiarme dejó la toalla a un lado. Se apoyó en el lavabo. 

—Te aseguro que ahora mismo esos dos ya están follando —llevó su dedo índice a sus labios y pudimos escuchar las embestidas de alguno de ellos.

—No —dije y se encogió de hombros.

—Puedes mirar si quieres —dudé un poco, pero al final la curiosidad pudo más que yo. Me puse de pie y abrí la puerta solo un poco, nada más. En la cama estaba Archie, Aiden entre sus piernas penetrándolo.

—Jesús —cerré la puerta despacio y regresé al retrete —. No quiero interrumpir —Lily se arrodilló frente a mí con sus manos en los muslos —. ¿Que acabo de ver? —me cubrí los ojos con las manos —. Ojalá pudiera olvidarlo.

—¿Quieres que te ayude a olvidar? —abrió mis piernas con una mano. Me quité las manos de los ojos y estaba metida entre mis piernas.

—¿Qué haces? —deslizó sus manos por mis muslos hasta llegar detrás de mis rodillas y me jaló hacia la orilla del retrete.

—¿Tú que crees que hago? —me puse de pie, pero Lily me detuvo, se puso de rodillas frente a mí y metió su cabeza entre mis piernas —. Desde que te vi quise hacer esto, probarte y darte placer.

—N-no tienes que hacerlo —puse mis manos en su cabeza, pero ella se negaba a alejarse.

—Lo hago con gusto, Alease —chupó mi clítoris y sentí que me caía de culo. Mis dedos se deslizaron por su cabello y cerré los ojos.

¿Qué puede pasar? 

Nada, una noche de placer no se le niega a nadie.

Así que dejé que Lily me hiciera un oral y me chupara hasta el alma en el proceso. No se midió, no dudó ni un segundo. Me dio placer bajo el chorro de agua, besó cada centímetro de mi cuerpo, acaricio cada parte de mi piel, me regaló un rico orgasmo que me dejó cansada. Al salir del baño Aiden y Archie ya habían terminado, nos metimos con ellos bajos los cobertores y los cuatro compartimos la misma cama.


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Espero les haya gustado este capítulo y que no haya sido guarro, pornoso sí para que digo que no. La verdad no había escrito este tipo de escenas, pero creo que lo hice bien, ¿No?
¿Qué creen que haga Devan cuando se entere de esto?

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