Taehyung se encontraba sobre su cama siendo abrazado fuertemente por Jungkook, quien estaba encima suyo mientras repartía besitos por toda su cara, evitando sus labios.

Soltaba risitas y las feremonas de felicidad inundaban la habitación, ambos lobos chillaban emocionados y su parte humana no estaba muy diferente.

Las cosas habían cambiado notablemente desde la presentación del mayor, ambos tenían una dualidad increíble en cuanto a personalidad. Jungkook podía ser un alfa fuerte e intimidante pero cuando menos te lo esperabas pasaba a ser todo un bebé necesitado de amor. Taehyung era igual, pasaba de ser un omega que protegía a su alfa y lo cuidaba, a ser un pequeño que necesitaba de mimitos y besos todo el tiempo.

Y eso es justo lo que pasaba en este momento, ambos estaban en su sesión de mimos diaria, esta vez en la casa del mayor, ya que habían quedado en tener una tarde de muchas películas, videojuegos y más.

Jungkook seguía besando el rostro del mayor con afán, besaba desde las regordetas mejillas sonrojadas hasta los párpados de sus ojitos, Taehyung solo soltaba risitas mientras se abrazaba al cuerpo del menor.

El alfa dejo un tímido y último beso más en su mejilla, muy cerca de sus labios y se separó repentinamente con sus ojos cerrados, suspirando pesadamente, dejando a Taehyung un poco confundido.

—Hyung... ya no puedo más —habló el menor mientras negaba con su cabeza, el omega solo tomó entre sus manitas el rostro contrario.

—¿Qué pasa, bebé? —preguntó preocupado, acercando solo un poco el rostro del alfa al suyo, solo para plantar un besito en la punta de su nariz.

Jungkook suspiró y sus labios temblaron debido a los nervios, cerró sus ojos y los apreto, para luego abrirlos y mirar fijamente los ojitos color caramelo.

—Quiero besarte —confesó.

Los mofeletes del mayor no tardaron en colorearse más rojitos de los que que ya estaban, mirando hacia todos lados aún sosteniendo el rostro del menor.

Jungkook ante la falta de respuesta y el como su omega evitaba mirarlo, hizo un puchero inconscientemente, sus ojitos negros se llenaron de lágrimas y antes de que si quiera pudiera soltarlas, Taehyung afianzo el agarre en su rostro y lo acercó al propio y en menos de un segundo el mayor junto sus labios en un beso de piquito.

El contacto fue mínimo, pero lo suficiente para que sus corazónes letieran rápidamente y sus lobos aullaran contentos.

Se separaron y el menor miro a su hyung, quien tenía sus ojitos cerrados y una bella sonrisa.

Jungkook solto una risita completamente feliz y los giro a ambos en la cama, esta vez quedando el sentado en el colchón con el omega a horcajadas sobre sus piernas.

Tomo el rosto del mayor y lo acercó nuevamente al suyo, paro su boquita como la de un patito y comenzo a dejar inumerables besitos en los rosados labios de su omega.

Una vez aquellos contactos que le sacaban risitas al mayor termino, el alfa apresó entre sus fuertes brazos el cuerpito de su amor, hundiendo su rostro en el cuello acanelado para aspirar el aroma que lo volvía loco.

Taehyung igualmente hizo lo mismo, embriagandose del varonil aroma de su alfa y abrazando entre sus bracitos el fornido cuerpo.

Se quedaron así por un largo rato, en completo silencio, solo el sonido de sus respiraciones calmadas inundando el lugar.

Se separaron cuando el sueño empezó hacerse presente en sus cuerpos, ambos se miraron con una sonrisa y  con todo el cariño del mundo, sus ojos por un momento cambiando al color rojo y ámbar, anunciando la presencia de sus lobos.

—Te amo, hyung —habló Jungkook, llevando una de sus manos a la mejilla contraria para comenzar a brindarle caricias suaves.

—También te amo, Kookie —murmuró, inclinandose hacia el toque del menor. Un bostezo escapo de su boquita y Jungkook sonrió enternecido—. Tengo sueño, vamos a dormir, alfa —pidió y Jeon asintió.

Se acomodaron de modo en que la espalda de Taehyung chocara con el fuerte pecho del alfa, las manos de este apresaron la cintura del castañito y las piernas de ambos quedaron enrolladas, haciendo así la pose de cucharita.

Se taparon con las mantas y se propusieron dormir profundamente, cosa que lograron al instante al ambos estar olfateando el aroma contrario.

Los padres del omega entraron a su casa luego de un largo día de trabajo, ambos compartieron un beso antes de comenzar a subir las escaleras con sus manos entrelazadas.

Caminaron en dirección a la habitación de su hijo Taehyung, una vez estuvieron frente a esta Hye toco con sus nudillos la puerta, esperaron unos segundos y no recibieron respuesta.

La señora Kim se permitió abrir la puerta de madera, ambos encontrándose con la bonita escena de su hijo y el alfa de este durmiendo profunda y tranquilamente mientras estaban abrazados y tapaditos con las mantas.

Ambos sonrieron, Hye miro a su esposo con una mirada melancólica y este acarició su mejilla con su mano.

—Nuestro cachorro ya creció —habló la omega, abrazando a su esposo mientras miraba a su hijo y al menor de todos. El señor Kim asintió.

—Son una linda pareja, me alegra saber que su conexión es tan fuerte que se dieron cuenta que eran destinados desde que eran unos niños —murmuró el alfa, soltando una risa al final de hablar—. Jungkook cuidara bien de nuestro hijo —dijo seguro, Hye suspiró.

—Y Taehyung también cuidara de Jungkook.

Ambos volvieron a tomarse de la mano y salieron de la habitación, cerrando despacio la puerta para no despertar al par de enamorados.

La conexión de Jungkook y Taehyung iba más allá de lo normal, es por eso que su amor era el más lindo y puro que haya existido. Pues era un amor que comenzó cuando solo eran unos niños.

-Nana.☁️

Creo que las actualizaciones empezarán a ser un día si y un día no ya que aca su servidora quiso sacar otro fic y ahora estoy hecha un lío, espero puedan entender:(

Gracias por todo, nos vemos en el próximo cap♡