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La felicidad seguía manteniendose entre muchos jugadores Argentinos y fanáticos que habían estado celebrando el bien merecido triunfó.

Aunque muchos habían vuelto a algunas ocupaciones normales, y otros más querían un merecido descanso.

El Mundial dejo algo más que buenas amistades y algo más.

Cuando Guillermo regreso a casa tenía planeado pasar las fiestas Navideñas con su familia... El Portero Mexicano seguía con la idea de que aquel sería su último Mundial, quizás no se alejaba del todo de la cancha pues la carrera de un portero es más longeva que la de otros jugadores y se sentía bien al menos físicamente para seguir jugando.

Respecto a un futuro mundial, ya el tiempo lo diría.

Ahora quería tener tiempo para si mismo por lo menos unas cuantas semanas y empezar el 2023 con nuevos proyectos.

El 25 de Diciembre se lo había pasado bien con su familia.

El 28 de Diciembre, recibió una sorpresita.

— Hijo es para ti.

— ¿Quién, mamá?

La señora Natalia le pasó el teléfono, todavía era casi medio día y Guillermo recién acababa de bañarse pero sujetó el teléfono.

— ¿Bueno?

— ¡Amor!

— ¿Julián?.— Eso sorprendió a Memo, habían estado en una videollamada la tarde anterior, le extraño de repente la llamada.— Lindo, ¿que estás...?

— Oye... ¿cómo se llega a tu casa?

— ¿Espera, que?.— Sorprendiendo a Ochoa.

En un dos por tres, el Alfa comprendió todo.

"Estoy en el aeropuerto de Guadalajara pero no sé que más hacer".

— Espera lindo, voy para allá.

Enseguida Memo se arregló y tomo el auto, se había sorprendido bastante que Julián se haya atrevido a ir a verlo, sin decir, y quizás sin permiso...

Pese a tener 22 años, Julián de sus tres hermanos era el único Omega; Raphael y Agustín siendo Alfas lo trataban a veces como a un bebé y siempre se preocupaban por su bienestar. Todavía no les quedaba del todo claro el noviazgo que se traía con alguien mayor...

Incluso ya habían amenazado a Memo si le llegaba a hacer daño. Amenazas normales de hermanos un poco protectores. Pero Guillermo fue siempre educado y tuvo la aprobación de los padres de Julián.

Al cabo de media hora, Memo llegó al aeropuerto...

No fue difícil de notar al muchacho enmedio de algunos fans que lo habían reconocido y le estaban pidiendo fotos y autógrafos.

Ya no estaban en Qatar...

Así que cuando Julián vio a Memo se le iluminó la mirada y salió del círculo de fans para abrazarlo con fuerza. Eventualmente de ello le dio un beso que Memo correspondió.

— ¿Qué estás...?

— ¡Mis papás me dejaron pasar Año Nuevo contigo!.— Sonrió feliz.

Por eso pese a todo Memo sonrió y lo abrazó besando su cabeza, si se había molestado por no decirle nada pero eso se esfumó al tenerlo entre sus brazos.

Era difícil enojarse con Julián.

Habían salido del aeropuerto tomados de la mano y Guillermo llevando la maleta de su amado.

Eso no fue pasado desapercibido por las cámaras.

Pero eso no les importaba en ese momento. Julián lo único que quería era conocer a la familia de su novio y pasar los días bien con él. Memo por su parte quería tenerlo cómodo y feliz. Había llamado a los padres del joven para decirles que ya estaba con él y que se encargaría de todo, cuidándolo muy bien.

Sería una linda fiesta de Año Nuevo.

Otro par, también estaba preparando las cosas que harían por fin de año.

— Olvídalo Javier no voy a subir.

— Deja de ser tan fresón y ven conmigo.

Javier lo jalo del brazo y subieron al vagón del metro, que no era similar al de la ciudad de México pero, el de Guadalajara tenía lo suyo.

Ya habrán subido a ese varias veces antes y ni así se acostumbraba el Portugués.

— ¿Que te pidió tu mamá para que compremos?

— Aquí dice.— Reviso la hoja de la lista.— Perejil, cilantro... Wey ¿tu los sabes diferenciar?

La cara de Ronaldo reflejó su respuesta.

— Olvida lo que pregunte.— Prosigió Hernández viendo la lista.— También dijo que encarguemos el pavo.

Iban hablando de lo que comprarían, sentados a unos metros de las puertas, notaron como el vagón se llenó rápidamente.

— Ya vamos a bajar...— Javier le aviso tomando su mano.

— Está bien.— Ronaldo asintió, entrelazando sus dedos con los de Javier.

No solo porque le gustaba sujetar así su mano, sino que, al levantarse no se separarían entre la multitud que quiere bajar y la que no deja pasar al momento de abordar el vagón.

Aunque también por otro detalle más.

Siendo reconocido y además de atractivo... alguien le había tocado el trasero al Portugués.

— Oigan eso es mío.— Se quejó El Chicharito cuando se dio cuenta de ello.

— Ya deja eso...— lo jalo Ronaldo pero se burló besando su mano.

— Es lo único malo del metro, que quieren manosearte.— Había gruñido ligeramente su descontento.

— Así te quiero.

Ronaldo le dio un beso en la frente y sonrió, eso hizo sonreír también a Javier.

Comenzaron a caminar de la mano para atender las compras y a veces a uno que otro fan que los lograba identificar...

Estaban llamando más la atención claramente.

Pero aún así, los días habían sido bastante ajetreados para ambas parejas.

Las cosas estaban saliendo bien para ambas parejas, los días eran tranquilos y sobretodo felices.

El Rosario, Argentina.

31 de Diciembre.

También en la residencia de los padres de Lionel se preparaban para la fiesta de año nuevo, era buena hora de la mañana y muchas cosas ya estaban casi listas para la noche.

Sin embargo, no estaban yendo del todo bien para Leo, había salido de su habitación tocándose la boca...

— ¿Te sientes bien?.— Su madre se había percatado de eso.

— Estoy bien...— Había sonreído para no preocuparla.

— Te vez pálido.

En la sala, se escuchaba la televisión encendida. Y si que daba de que hablar cuando se acercaron a ver.

"Cristiano Ronaldo, el mejor jugador de Portugal se le a visto en México".

"De la mano de Javier Hernández, el Chicharito".

"Y más de una vez se les vio muy felices juntos".

"No han afirmado un romance pero las miradas que dan indican que si".

"¿Será que finalmente el Bicho sentará cabeza?".

Ante las noticias, la señora María cambio de canal... siendo la madre del muchacho ya sabía cómo estaban las cosas, incluso las metidas de pata que tuvo su hijo... pero siendo una madre comprensiva si que lo regaño pero motivo a por lo menos, arreglar algo de todo ese enredó.

Al cambiarle de canal, un programa directo de México estaba en su horario de noticias de chismes.

"Guillermo Ochoa a anunciado su relación con Julián Álvarez".

"Pese a la diferencia de edad todo es formal y respetuoso".

"Posiblemente haya boda".

Eso molestó ligeramente también a Leo, pero no pudo decir nada más.

Sintió náuseas y salió corriendo al baño.

Eso evidentemente preocupo a su madre quien lo siguió esperando detrás de la puerta.

En México las cosas iban perfecto para Ronaldo y Guillermo... estaban sanando ciertas cosas pero aún así...

Quién sabe.

El ruido provocado por los fuegos artificiales iluminaron la plaza principal de Guadalajara para recibir el año nuevo entre la gente que acudió a acompañar al presidente municipal.

En casa, la familia de Memo mantenía el sonido de la música, algunos niños quemaban lucecitas y Julián estaba platicando con Ana Laura, quién sería su cuñada. Memo sonrió al ver qué se llevaba bien con todos, aunque eso no era problema para alguien cuya personalidad era luz.

— ¿Ya te quieres dormir?.— Memo le beso la frente.

— Hace un poco de frío...

Eran las dos de la mañana, ya hacía un poco de frío por estar en el jardín pese a la fogata que armaron... Así que se despidieron para ir a dormir.

Aunque al entrar a la habitación, Julián le dio un beso y este fue correspondido.

— Soy muy feliz.— Álvarez lo abrazó.

— Yo también...

Le había devuelto el abrazo para darle un beso y varios más, de ese modo lo recostó en la cama quedando sobre él.

"Quiero hacerte Siempre Feliz".

Quería que fuera así...

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