Llorar es necesario a veces, cuando llegas al límite, cuando parece que se acaba el mundo, cuando el dolor desgarra tu alma. Si la vida te pesa, si un amor se termina, si las esperanzas se agotan, simplemente llora. Llorar te calma, llorar te limpia, llorar te sana. Pero nunca olvides cuando estés llorando que, este dolor también pasará, porque en la vida todo pasa. Luego sonríe, porque como siempre, tú podrás con todo, aunque pierdas esa guerra, serás conciente de que lo intentaste, lo diste todo, que nunca por difícil que sea te sentirás perdedor, porque en realidad ganaste momentos, recuerdos que se quedan eternamente y personas que guardan en su corazón lo más puro de tu hermoso ser.

A todas esas bellas personas, que luchan a diario contra el cáncer u otra enfermedad mortal: Guerreros incansables su alma tiene poder, aprecien cada día de vida, cada momento con seres queridos, cada segundo del tiempo. Recuerda siempre que tu eres fuerte y que nunca es tarde para cumplir un sueño.