Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

(Cap 5)** DETRÁS DE UNA MENTIRA**


— Audrey, me preocupa que Asher no está reaccionando a la quimioterapia. Los análisis que le hemos estado haciendo muestran muy poco avance en el tratamiento. En pocas palabras, no está mejorando.

A penas podía seguir escuchando la conversación entre el doctor y mi madre, digamos que irresponsablemente la puerta la dejaron abierta, y yo, eh aprovechado para escucharlo todo, porque ellos no me dicen nada de lo que en realidad está pasando con mi cuerpo.

Si el doctor Camilo, dice que no hay avance en mi tratamiento, entonces eso solo puede significar una cosa; muerte. Si es tan grave como ellos dicen,  quizás tendría que seguir con la lista de Elizabeth, antes de que sea demasiado tarde para mí.

La verdad, desde el primer momento en que supe de mi enfermedad, me estuve preparando para lo peor, pero la vida me dió la oportunidad de tener los mejores ultimos días de mi vida junto a Elizabeth.

— ¿ Asher?— Julia la enfermera, me ah sorprendido detrás de la puerta, tengo que inventarme cualquier cosa— ¿ Espiabas a tu madre?

— No, solo que estoy algo celoso de las atenciones que tiene con el doctor.— Le sonrío y ella ladea su cabeza como si yo no tu viera remedio.

— Ellos solo hablan de tu estado, así que no te preocupes ¿ Qué tal tu sesión de quimio?

— Ahí lo llevo, termino un poco mareado, pero no siento que me haga ningún efecto, ya sabes, no siento mejoría, de lo contrario ya estuviera por ahí sin este concentrador.

— Eso suele pasar, no eres el único paciente que lo dice ¿Y con Elizabeth?

Wow, que rápido corren los chismes.

Bueeno, digamos que en estos dos meses las aventuras han sido espectaculares, pero además Beth y yo decidimos llevar lo nuestro más allá de la amistad. Su padre al principio tuvo un poco de objeción, pero poco a poco se ah ido adaptando a la idea de que su pequeña niña, ya creció.

— Ella es lo mejor que me pudo pasar en la vida.

Julia sonríe, entonces me da la espalda y entra a la oficina del doctor.

+++


— Asher ¿ Llevas tus medicamentos?

— Si Audrey, ya no me molestes con eso.

Ella se tensó al escuchar su nombre, muy pocas veces le decía mamá, digamos que la relación de nosotros no ha sido la mejor desde que falleció papá.

— ¿ Algún día me perdonarás cielo?

Y ahí estaba de nuevo, pidiendo perdón por eso que me arrebató a la persona más especial que tenía en mi vida, mi padre.

— ¿ Qué te perdone?— volteo a verle, está vez un poco más severo.

— Asher, no me puedes culpar por ese accidente, mil veces te eh pedido perdón, por algo en lo que no tengo nada que ver. Ya eres mayorcito, sabes bien el problema que tenía tu padre, y por convertirte en la misma mierda que era él, mira como terminaste.

Mi padre era un alcohólico, uno de los malos, de esos que no se despegaban la botella de los labios y su personalidad cambiaba de una manera impresionante cada vez que bebía. La noche del accidente, esa noche papá salió enojado de casa, él y mamá siempre estaba discutiendo, por las malditas borracheras, por eso no la perdono, ella tuvo la culpa de que mi padre muriera en ese accidente, sí tan solo no hubieran peleado esa noche, hoy el estuviera aquí y yo, no estaría en esta situación.

— ¿Y qué quieres? ¿ Te doy un premio por haber causado su muerte?— le reprocho bastante alterado, ella cambia su expresión repentinamente y es como si se quitara un peso de encima.

—No sabes nada Asher, no te imaginas todo lo que pasé con tu padre. Dime ¿Cuántas veces me viste llorar por su culpa? ¿Cuántas veces viste por todo mi cuerpo marcas, moretones de golpes que él me daba? pero no, es más fácil para tí defender a alguien que se pasó toda su vida maltratando a su mujer, mientras ella solo intentaba mantener la imagen de buena y feliz familia, mientras ella solo quería proteger a su hijo, del monstruo que era su padre. Sé que te sonará feo, pero cuando tu padre murió, me dolió, porque estaba cegada por el amor que sentía por él, pero sentí paz, sentí que era libre, que por fin podía estar con mi hijo, sin tener que vivir con el miedo de que su padre en una de sus borracheras le hiciera daño, pero fué todo lo contrario, mi propio hijo se convirtió en una versión de él.

Estaba llorando, mi madre, esa mujer a la que nada podía derrumbarla, estaba llorando de una forma descontrolada, que en mis veintitrés años no había visto jamás, yo, a penas tenía fuerzas para decir algo, no podía creer lo que acababa de escuchar. Siempre mi padre era él héroe, el padre ejemplar, el que todos querrían tener; quería ser como él, quería vivir como lo había hecho él— quitando la parte de su serio problema con el alcohol— pero yo no tenía ni puta idea de lo que había sufrido mi madre, y todo por protegerme. Quien iba a decir que luego me convertiría en ese monstruo para ella.

No, definitivamente no tenía que perdonarla, ella tenía que perdonarme a mí, porque fuí un imbécil, que no vió más allá de las mentiras de su padre, que no vió la otra cara de la moneda, que la culpó durante todos estos años de la muerte de alguien que sólo le causó dolor, y que a pesar de todo lo que le hizo mi padre y lo que le hice yo, seguía cuidando de mí y velando por cada cosa que me sucediera.

Después de todo ella me seguía protegiendo,
nunca dejó de hacerlo, nunca dejó de amarme, tal vez si me merezco todo lo que me está sucediendo.

—Lo siento— ella alzó su rostro, tenía su cara toda húmeda por las lágrimas, su nariz estaba ligeramente roja, al igual que sus ojos, estaba débil, y lo peor es que era la primera vez que la veía así— yo no sabía...

— No te preocupes, eso quedó en el pasado— me ofreció jadeante, con la voz un poco quebrada aún por las lágrimas.

Como podía ser así, ella simplemente no es capaz de molestarse con nada de lo que le diga, siempre está en mi defensa, siempre está dandome la razón, aún, sin yo tenerla.

Vale, extrañaba a mi madre, pero mi orgullo y mi dolor estaban siendo más fuertes que mi amor por ella. Sin pensarlo dos veces la abracé, se sintió como volver a casa, como estar en el lugar en el que siempre debí estar y del que nunca tenía que haberme ido. Ella comenzó a llorar nuevamente y está vez, ni siquiera yo lo pude retener, esa mujer fuerte era mi madre, y yo, estaba orgulloso de ser su hijo.

— Te amo Asher.

— También te amo mamá.

+++


— ¿ Estás bien?

Elizabeth y yo estábamos en la fiesta de cumpleaños de un compañero de clase de Agatha, la novia de Ben, había un poco de gente desconocida en el lugar, pero era una fiesta después de todo.

Como de costumbre, todos se quedaban observando a la pareja más rara del lugar, osea, Elizabeth y yo; el chico con gorra que ocultaba su cabeza rapada y llevaba un concentrador de oxígeno en el hombro, y la chica con mascarilla para evitar pescar alguna bacteria del ambiente.

— Sí, solo estoy observando todo esto, nunca se sabe cuándo acabará la vida, así que me lo paso bien y la disfruto cómo puedo.

— No digas eso, tú mismo me dijiste que debíamos ser optimistas— es cierto, fué cuando le dieron la noticia de que solo tenía un año de vida— tu apoyo ah sido crucial, el doctor ha dicho que estoy un poco mejor, que no me desanime, que no pierda las esperanzas, tal vez aparezca un donante para mí.

Esa noticia incluso a mí me dejaba más tranquilo. Ella es maravillosa, no merece todo lo que ah sufrido, ella si merece la oportunidad de vivir.

Ya estaba dejando a Elizabeth en su casa, Ben y Agatha nos habían acompañado. Fué una noche bastante diferente, nunca me había ido de una fiesta, sin tomar alcohol o consumir drogas, culpemos a mi enfermedad.

— Estoy cansada de terminar siempre en lo mismo ¿ Qué tal si rompemos la regla una vez más?

Vale eso sonaba tentador, pero no sabía a qué se refería.

— ¿ Qué propones?— le ofresco una sonrisa ladina.

— Esta noche dormiré contigo, en tu casa. Eso tampoco lo eh hecho en toda mi vida, supongo que sí eres mi novio eres el candidato perfecto.

— ¿Y arriesgarme a que tú padre me arrebate el poco tiempo que me queda de vida? No, gracias.

Lo decía en serio, el padre de Elizabeth era el menor de mis problemas, pero la perspectiva de tenerla a ella en mi habitación, en mi cama, no, no era lo más aconsejable, verán, yo estoy enfermo, pero estoy vivo, y hay ciertas partes de mi cuerpo que siguen funcionando a la perfección.

— Vamos que solo será hoy, además, ya te dije, quiero romper las reglas, mamá estará de acuerdo, ella me ayudará con papá. No dejarás que muera sin antes pasar una noche contigo ¿Verdad?

Estaba ella chantajeandome emocionalmente otra vez, y yo siempre terminaba cediendo. Vale, también me encantaba la idea, pero lo digo y lo repito, no me hago responsable de lo que suceda.

— Está bien.

Volvimos al coche y Ben, ya sabía lo que sucedía sin preguntar al respecto.

— Mira Agatha, parece que hoy unas personitas tendrán una noche intensa y llena de amor.

Sentí como el calor de todo mi cuerpo subía hasta quedarse en mis orejas ¿ Estaba ruborizado?

— Sí, ya lo creo, mira no más la cara de Ash— dice Agatha con su típico tono travieso.

Volteo a ver a Beth, pero ella estaba sonriendo ¿ Eso le divertía? Vaya, nunca ser la burla de alguien se había sentido tan bien.

Bajamos del auto, me recoloqué mi corazón centrador, y le tomé la mano, era la primera vez que lo hacía, ella se quedó tan sorprendida, que dejó de caminar al instante.

Ben y su novia ya se habían ido en el auto, pero nosotros seguíamos afuera de mi casa, ella mirándome fijamente totalmente inexpresiva y yo sin saber que hacer, porque no tenía ni puta idea de lo que pasaba por su mente.

— Elizab...

— Nunca nadie me había tomado de la mano— wow, admito que eso me hizo sentir genial.

— Entonces deberías acostumbrarte, porque somos novios, y los novios se toman de la mano.

Ella sonrió. Cada vez que lo hacía, era como si le sumaran un minuto más de tiempo a mi vida, me encantaba verle sonreír, verle feliz, verle viva.

Entramos a casa, pero había cierta compañera esperándome en la cosina.

— ¿Asher? ¿ Eres tú hijo?

Paso mi brazo por encima del hombro de Beth, ella se sobresalta cada vez que la toco, no está acostumbrada a tanto contacto físico. Ambos nos quedamos parados en la puerta de la cosina, mamá es pésima disimulando, así que abre sus ojos estupefacta al ver a Elizabeth en casa, era la primera vez que la llevaba, de hecho, también la primera vez que se quedaba a dormir.

— Hola mamá— le sonrío divertido al ver su cara de sorpresa.

— Hola Elizabeth ¿ Cómo estás?

— Muy bien Audrey, me eh sentido mucho mejor estos últimos días, ya sabe, gracias a Ash.

— Me alegra mucho, que estés bien y de que estáis juntos.

Estuvimos un largo rato conversando en la sala, luego Beth y yo subimos a mi habitación, la cuál no era muy grande, estaba decorada con póster de equipos de fútbol americano, y el resto eran afiches de bandas: Rolling Stones, Eagles, Beatles, The 88, The camberries... Estaba mi cama, la que adoro con mi vida, un sofá largo en el que se queda Ben, cuando pelea con su abuela, mi ordenador, y un pequeño estante de libros— que no uso mucho— estaba en primer lugar, el que me regaló ella en el hospital, me faltaban algunas páginas para terminarlo.

— Interesante, la primera habitación de un chico a la que entro y me resulta encantadora.

Sí, digamos que eh aprendido a ordenar mi habitación, ya sabéis, por si surgen visitas sorpresas.

— Será porque yo soy encantador— le ofresco divertido y suelto una carcajada, ella pone sus ojos en blanco y me da la espalda, se va de mi lado investigando cada detalle de mi cuarto.

— Tienes muchos posters de música— pasa su dedo índice por la silueta de los integrantes de Maroon 5— Este me gusta mucho.

— Sin duda tienes buen gusto ¿ Alguna canción en especial?— le pregunto, ella hace un gesto pensativo y luego me sonríe.

"Animals", esa me gusta mucho.

— Vaya elección. Me pregunto si algún día me dejarás ponerla en práctica contigo— le sonrío perversamente, a lo que ella se sonroja.

— Este... ¿ No tienes guitarra?

Vale, me había cambiado el tema, una vez más.

— Tenía, pero necesitaba dinero y se la vendí a un colega.

Ella debió suponer para que era el dinero, pero no me juzgó, ni si quiera dijo algo al respecto. Siguió hablándome de música, mientras yo estaba preparando la cama para dormir.

— Ya la cama está lista, me voy a duchar. Si quieres ducharte, puedes tomar lo que quieras de mi armario.

— ¿ Porqué asumes que no quiero bañarme?— ella se puso una mano en el pecho, toda teatral. Era broma, pero eso la había ofendido.

— Jeje, es broma, solo te decía para que sepas dónde está la ropa.

Ya eran más de las doce de la noche, pero Elizabeth no quería dormirse, y yo me sentía bastante agotado, y eso que apenas había hecho nada en todo el día, tampoco es que en esa fiesta me haya  movido mucho.

— ¿Ash? ¿ Estás despierto?

— Umm.

— Si yo muero y tú te curas... ¿ Estarías con alguien más.

Ataques de toxicidad a esta hora, genial.

— En primer lugar no morirás, en segundo sí estaría con Laura.

Estoy aguantando la risa, pero ella solo se queda con los ojos abiertos, no se esperaba esa respuesta.

— ¿Con esa? Preferiría que te cases con el idiota de tu amigo, antes que con ella.

— Oh, pero Ben es un buen partido, debería replantearmelo.

— No seas pesado, anda, hablo en serio.

— No Elizabeth, yo no podría estar con nadie más, eres imposible de superar, eres única, eres especial, y de alguna forma, mi corazón solo te pertenece a tí.

— Es lo más bonito que me has dicho desde que te conozco.

Ambos nos reímos, es cierto, siempre le estoy diciendo piropos perversos, o la llamo pesada, solo para molestarle.

Me abraza debajo del edredón, le doy un corto beso en su frente. Siento como poco a poco mis ojos se van cerrando, pero escucho su voz.

— Te quiero Asher.

En un susurro le digo...

— Y yo te amo Elizabeth.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro