25
Capítulo 25
El trágico cumpleaños de TaeHyung
— Creía que tú me amabas.— dijo TaeHyung con sus ojos cristalizados.
— Y te amo, Tae por favor, déjame que te expli...
— ¡No quiero saber nada de ti!— la interrumpió.— Quiero que te largues inmediatamente de este departamento y de mi vida.
El silencio reinó por unos escasos segundos. La había cagado, pero nunca lo hizo con mala intención. Y ahora se ha ganado el odio del hombre que ama.
Un día antes de...
Justamente hoy comenzarían los preparativos para la ''Operación Cumpleaños de Tae´´'en la cual se encuentran los implicados SeokJin (por obligación, ya que es su hermanito), Wheein quien está aquí por voluntad propia para ayudar en la fiesta de su cuñado del alma, Hoseok (quien está aquí obligado por su amiga NaRi), YeonJun (quien como siempre muestra una sonrisa inocente, el pobre) y por último, NaRi, quien es la promotora oficial de todo.
Los cinco se encontraban bebiendo refrescos en una cafetería del centro comercial, el denominado "Lugar Secreto de Reunión" a escondidas. Era la mañana de viernes 29 de diciembre, y justamente al día siguiente será el cumpleaños del implicado (implicado que no sabe nada aún).
— Bien, el primer paso es conseguir el regalo perfecto, por eso estamos aquí.— habla NaRi con cierta emoción.— Tenemos cada uno dos horas para buscar el regalo perfecto por separado, luego de eso, nos reuniremos en este punto para buscar útiles y cosas para la fiesta.
Todos los presentes asintieron.
— ¿Alguien tiene alguna pregunta?
SeokJin levantó su mano, NaRi simplemente lo ignoró:— ¿Nadie tiene dudas?
— Oye, estoy levantando mi manita.— dijo inocentemente el pelinegro. NaRi suspiró y lo miró achicando sus ojos.
— ¿No dirás ninguna tontería? ¿Cierto?— SeokJin negó.— Bueno, adelante.
— El regalo para mi adorado hermanito ¿podría ser una pastilla para que se le quite lo tonto?
Se ganó un zape por parte de su novia, una mala mirada por parte de NaRi y la risa de los otros dos.
— Prescisamente por eso no quería que preguntaras nada.— se quejó NaRi y se levantó de su asiento.— Bueno, adelante, vayamos a hacer las compras.
Todos se dispersaron por el gran lugar buscando el regalo perfecto para su querido Tae. Aún faltaban Jimin y Jessica; Jimin le había comentado por chat que mañana en la mañana estaría en Corea –ya que todavía se encuentra en Inglaterra– para celebrar el cumpleaños de Tae, mientras que Jessica confirmó que iría, aunque no pudo reunirse con ellos en el centro comercial.
NaRi salió muy emocionada a recorrer la enorme cantidad de tiendas con las que contaba el centro comercial. Aunque en realidad sea un trabajo un tanto tedioso de hacer confiaba plenamente en que conocía muy bien a TaeHyung como para estar segura de que se limitaría a buscar tiendas a corde con los gustos de su novio. En fin, ella estaba muy emocionada de poder regalarle algo personalizado que le guste mucho al pelinegro.
Y prescisamente supo que había encontrado el regalo perfecto en el momento en que sus ojos hicieron contacto visual con esa adorable criaturita.
***
— ¿Y bien? ¿Encontraron algo?— preguntó NaRi con una sonrisa a sus amigos quienes estaban ya de salida del centro comercial, y por supuesto, todos portaban bolsas de plástico con el logotipo del centro comercial.
Eran pasadas las 2:00 pm y justo ahora habían concluido sus compras, y después de haber echado un amistoso "Piedra, papel o tijeras" –el cual perdió el pobre de SeokJin– almorzaron en uno de los restaurantes del lugar. Y por supuesto, el que perdía debía pagar el almuerzo de cinco personas. «Pobre SeokJin»
— ¡Por supuesto!— exclamó SeokJin para nada sarcástico. Bueno, tal vez un poquito sarcástico.— A mí que un rayo me parta.
— No seas dramático.— exige Wheein.
Y luego de esas quejas, cada quien se fue por su lado con la promesa de estar a tiempo en la casa para ayudar a NaRi con las decoraciones y todo eso. La castaña, que iba tarareando Stray Gold de Bangtan sin ninguna clase de preocupación mientras cargaba las bolsas fijó su mirada nuevamente hacia el frente del edificio donde se hospeda junto a TaeHyung y notó nuevamente ese extraño auto negro aparcado ahí. No se pudo evitar preguntar ¿de quién es? Porque no era la primera vez que lo veía ahí.
Frunció su seño algo confundida, porque se sintió observada de repente. Volteó hacia atrás, sin embargo, la calle aunque no estaba desierta, no habían personas prestándole atención.
Sacudió su cabeza dejando de darle importancia a eso y entró al edificio. Saludó al portero como cada día y subió hasta su piso. Al entrar lo primero que hizo fue dirigirse a la cocina para depositar las bolsas de todo lo que había comprado encima de la encimera. Notó que había un pos-it en el refrigerador pegado, es una nota. Lo despegó para leerlo:
NaRi, hoy llegaré a eso de las 7 porque Jimin me pidió que fuéramos juntos a una tienda de no se qué cuando saliera de mi trabajo. Así que nos vemos en la tarde.
TaeHyung.
NaRi asintió contenta, ya el plan había sido puesto en marcha, observó su reloj. Tenía exactamente cinco horas para tenerlo todo listo. ¡No era tanto!
Rápidamente llamó a SeokJin para que se encargara de buscar el pastel, luego mensajeó a los demás pidiéndole ayuda con la decoración y todo eso. Si es una fiesta sorpresa, debía de ser una con todas las de la ley.
La emoción de NaRi era colosal, quería hacer sentir bien a su amado TaeHyung.
•••
— ¿Bocadillos?
— Listos.
— ¿Bebidas?
— También.
— ¿La música? Deben de ser de sus artistas favoritos, ah y...
— NaRi, NaRi, cálmate.— pide Jessica en una sonrisa.— Ya todo está listo, solo falta que venga TaeHyung, y para eso tenemos a Jimin, nos avisará cuando lleguen al edificio.
NaRi inhaló aire fuertemente y lo expulsó de la misma manera. Tenía razón la morena, debe calmarse y no agobiarse por eso, estaba todo bien planeado y nada podía salir mal.
— Cierto.— asintió la castaña.— Bien, chicos.— los llamó a todos a reunirse.— Les agradezco por la ayuda que me brindaron hoy, sola no habría podido.
— Para eso estamos.— le sonrió Hoseok.
— ¿Crees que falte alguna cosa?— preguntó YeonJun mirando la lista que NaRi le había proporcionado.
— Según yo, está todo ahí.— afirmó SeokJin.
— Oigan, prepárense, Jimin me acaba de avisar que ya están camino al ascensor.— avisa Jessica.
Todos corrieron hacia sus escondites, NaRi apagó la luz y cargó el pastel en sus manos con un hermoso glaseado verde que decía “Feliz cumpleaños TaeHyunie”.
Se escuchó una voz masculina muy grave que se quejaba de su día largo, se me notaba molesto. Luego el sonido del llavín y por último...
— ¡SORPRESA!— gritaron todos y prendieron la luz.
Comenzaron a cantarle el cumpleaños feliz. Hoseok le coloca un gorrito de cumpleaños muy gracioso a Tae quien traía una cara de emoción. SeokJin abrazó a su hermanito mientras cantaban el feliz cumpleaños.
— Los odio.— fue todo lo que dijo TaeHyung.— Me mintieron. Habían dicho que tenían planes, los detesto, en serio.— se queja.
— Todo este mérito lo tiene NaRi, ella fue quien nos convocó en secreto para hacerte una fiesta sorpresa, Tae.— habló JiMin a su lado. Sonrió ocultando sus ojitos con sus mejillas.
Tae miró a la castaña quien trae en sus manos el pastel de cumpleaños con varias velas encima. Le pareció la imagen más tierna y conmovedora de todas las escenas tiernas y conmovedoras. Sonrió como estúpido y repartió muchos muchos muchos besos en las sonrojadas mejillas de su adorada y tierna NaRi.
— Gracias, eres la mejor.
— ¡Es la hora de los regalos!— exclamó SeokJin animado y corrió hacia el sofá.— Para que luego digas que no velo por tus cosas.— me entregó una bolsa de plástico.— Ábrelo, te encantará.
TaeHyung asintió y sacó de la bolsa un bonito conjunto Gucci.
— Por Dios.
— Lo sé, lo sé, tengo dinero.— me restó importancia Jin haciendo un gesto con sus manos.
— Gracias.— lo abrazó.
Procedió a recibir los demás regalos. Wheein le regaló una bonita pintura que le pareció atrayente cuando la vio. Y así poco a poco cada uno le fue dando un regalo a la medida de él, estaba muy emocionado, no por los regalos, sino por el bonito ambiente que había en su casa. Por primera vez en mucho tiempo TaeHyung celebra su cumpleaños, de hecho, hasta había olvidado lo bien que se sentía estar rodeado por ese ambiente cálido y acogedor.
— Te daré mi regalo, pero estaba demasiado inquieto, por eso tuve que meterlo a mi habitación.— habló NaRi jugando con sus manos algo tímida. TaeHyung frunció su seño.
— ¿Inquieto?— inquirió Tae.
— Verás, es que no estaba segura de que regalarte, por eso es que yo...— mordió su labio inferior y abrió la puerta de su habitación. Una bolita de pelos salió corriendo de ahí y comenzó a olfatearlo todo.— Él es mi regalo, para ti.
Tae sonrió enternecido por la bonita criaturita y rápidamente lo cargó y acarició. El pomerano agitó su colita.
— Su nombre es Yeontan.
— Es hermoso.— besó la peluda cabecita del can.— Gracias.
— Que bonito, TaeHyung y NaRi tienen un hijo.— y ese fue SeokJin. NaFi se sonrojó por el comentario del mayor.
— Bueno, que empiece la fiesta.— animó Hobi colocando la música en el estéreo.
Un par de horas después, el timbre de la puerta principal sonó. Fue SeokJin quien abrió sin molestarse en mirar quién era. Y fue un gran error.
— ¿Mamá?
— Mi amado SeokJin.— acarició la mejilla del hombre.— Por Dios, como has crecido. Mírate, eres todo un hombre.
— Mamá.— la apartó.— ¿Qué haces aquí?
— Es el cumpleaños de mi hijo menor, vine a verlo.— sin tener aun el permiso de su primogénito, entró a la casa llamando la atención de YeonJun y Hoseok quienes estaban conversando en el salón.
— Buenas noches.— les sonrió a los jóvenes. Ellos correspondieron su saludo.
Se dirigió a la cocina en donde se encontraban Jessica, Wheein, NaRi y JiMin.
— Señora Kim.— NaRi sorprendida se me acercó.— ¿Qué hace aquí?
— Solo pasaba a saludar y felicitar a mi hijo.
— Pues váyase, él está bien.— fue JiMin quien habló con cierto tono de molestia.
— Tan sobreprotector como siempre, soy su madre.— se quejó.— Soy quien me dio la vida, tengo derecho a verlo.
— No creo que sea buena idea.
Un TaeHyung totalmente ajeno a la situación salió de su habitación con el conjunto Gucci que su hermano le había comprado. Se dirigió a la cocina, su hermano le pidió que no fuera ahí, pero¿cuándo lo ha obedecido? Exacto, nunca.
Él iba dispuesto a agradecerle a su amada NaRi por todo lo que había hecho por él el día de hoy.
— NaRi.— la llamó. Paró en seco al ver la compañía de la cocina.
— TaeHyung.
— Mamá.
— Hijo.
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