14
Capítulo 14
El compromiso
1RA PARTE
Con pesadez la castaña agarraba su teléfono celular para apagar la dichosa alarma que no la dejaba aclarar sus ideas. No había dormido prácticamente, estaba estudiando sus partituras, tocando una y otra vez la canción, escribiendo y escudriñando la hoja de papel inconforme con su trabajo, todo durante la mayoría de su noche. Su falta de inspiración hizo que se acostara por fin, sin embargo, no pudo dormir hasta pasada las 6 de la mañana, y se debía levantar a las 7 para ir a la universidad.
Caminó al cuarto de baño pasando por el salón donde yacía Tae aún dormido, ella intentó llenarse de calor y despertarlo, sin embargo algo la detuvo, sus pensamientos intrusivos respecto al beso que había tenido con TaeHyung el día anterior la habían llevado a pensar que él no quería hablar con ella, ya que después de haber llegado a su casa luego de haber ido a conversar con Jimin de lo que fuera que debía hablar—su compromiso y el beso no tan accidentado que habían tenido— no le había dirigido la palabra, de hecho desde temprano apagó la luz del salón y se envolvió en una sábana muy grande y de buen grosor, ya se estaba sintiendo el frío de la estación de invierno, pese a que aún faltaban semanas para que el otoño comenzara, los vientos y el ambiente se encontraba frío—demasiado frío el ambiente—.
NaRi se metió rápidamente al baño al notar que Taehyung se removía en el sofá, dormía ahí porque Jin necesitaba descansar en una cama cómoda y no es un sofá del salón de la casa de su hermano menor—luego quién aguantaba sus quejidos al día siguiente —. Prosiguió a tomarse una ducha no tan larga, a pesar del clima, ella necesitaba una ducha caliente para poder despertar.
Fue a la cocina —sin nada de ánimos para absolutamente nada— y decidió tomar un paquete de galletitas de chocolate, eso, sería su desayuno.
Cuando estuvo a punto de llegar a abrir la puerta de su habitación para agarrar su mochila —que siempre llevaba con ella— y salir a la universidad con tiempo de sobra para la clase de Historia del Arte cuando vio que algo le obstruía el paso.
— ¿TaeHyung?— o más bien, alguien.
— Buenos días— si rostro era completamente serio, su voz muy ronca –ya que acababa de despertar–. Cruzó sus brazos— Quería hablar contigo. Menos mal, que aún no te haz ido.
— ¿Hablar?— inquirió haciéndose la desentendida— No tengo tiempo, debo irme, tengo examen y...
— No me tomará ni diez minutos, por favor— ella lo miró sobrepensando la situación hasta que al final, aceptoó escucharlo.
Cabe mencionar lo nerviosa que se sintió de repente, no comprendía el por qué.
— Ayer...— comenzó el pelinegro, humedeció sus labios— te besé... — continuó, ella sintió el corazón latirle ferozmente, repentinamente emocionada, emoción que fue esparcida al escuchar las siguientes palabras del muchacho— y no estuvo bien haberlo hecho, disculpa— se acercó a ella.
» Fallé, porque realmente no tengo derecho a besarte. Ni siquiera supe por qué lo hice, no le doy importancia tampoco. — ella sintió un nudo en su garganta.
»Pero quiero que sepas que para mí, no ha significado nada, así que puedes estar tranquila.
La cosa es que ella estaba de todo, menos tranquila.
Ella no entendía que pasaba, pero quería llorar, por supuesto, no lo hizo. Iba a decir algo más—Taehyung— sin embargo, cuando abrió la boca para decir algo, el timbre de la puerta principal sonó. NaRi, con una mezcla de emociones internas, abrió la puerta topándose con la sonrisa de Hoseok, parecía un sol—él es su Sol— y ella intentó sonreír, sin embargo no pudo hacerlo, él lo notó, iba a preguntar pero ella habló.
— Buenos días Hobi— sonrió, fue la sonrisa más falsa de la historia de las sonrisas falsas— ¿Mi mochila? Claro, voy a buscarla, ahora mismo salimos.
Prácticamente corrió a su habitación obviando que TaeHyung estaba ahí, de pie, sentía que aún no había dicho todo, pero en su mente se aclaró él mismo que no había nada más que mencionar. Pero...¿Por qué motivo sentía que no estaba bien?
Vio a la chica salir, con su mochila, sus auriculares alrededor del cuello, unos lentes transparentes que siempre solía ponerse —ella dice que son para proteger su vista— su cabello suelto, la verdad es que le había dado igual peinarlo, así que no lo hizo.
Por la mente de Tae pasó el recuerdo del primer día que la vio...ella vestía exactamente igual que ahora, con una chaqueta de mezclilla, un pantalón holgado muy cómodo, una blusa color negro de tirantes (con una tela muy fina) y esas zapatillas. Por un momento se preguntó por qué recordar eso, pero si duda quedó en el aire.
Miró a la habitación de la chica observando que estaba completamente desordenado todo, eso no era común. Lo menos común aún fue haber visto su chelo —ese que llevaba a todas partes— tirado fuera de su funda a un lado de su escritorio.
¿Qué le sucedió a NaRi como para olvidar su preciado chelo?
//
Mientras tanto, NaRi retenía las lágrimas, estaba en el autobús, sentada mirando por la ventanilla, Hoseok a su lado la observaba angustiado, ese brillo que siempre poseía su amiga hoy no estaba. Aún pensaba en la escasa conversación que le dio hace un rato cuando la pasó a recoger para la universidad.
—¿ Y esa cara solecita?— le preguntó sonriente, como siempre.
— Nada. Tengo sueño— él no me creyó.
— Puedo verlo en tu cara— expresó sin quitar la sonrisa— Tus ojeras son notorias, y no sé qué te pasa hoy, no te haz maquillado, tu cabello está desarreglado y no llevas tu ch...
— Que no me pasa nada. ¡Vámonos!
Ella luego de eso no volvió a dirigirse a él, y él prefiere darle su espacio para que ella cuando crea que sea el momento —y cuando quiera hablar— él la escucharía.
Estaba demasiado distraída, sin embargo hizo un gesto involuntario como de sostener algo que estaba recargado en el autobús, sin embargo no había nada y ella despertó de su ensoñación.
— Mi chelo— dijo frunciendo su seño— Lo olvidé— lo dijo para sí misma más que para su acompañante.
Hoseok la miró algo triste.
«¿Qué le sucede a mi solecita?» Fue lo que se preguntó para sí mismo con total aflicción y preocupación en su rostro.
(•••)
NaRi buscaba algo de paz en la cafetería, no había desayunado, sin embargo las galletitas que tomó para desayunar nunca las probó, las vio en su mochila.
Sentada, sola, en esa mesa para seis personas, se sentía un poco en paz, en cambio, sus pensamientos la invadieron. Abrió el paquetito de galletas y agarró una para comerla, la comió de un solo bocado. Miraba a la nasa mientras comía, pero salió de sus recuerdos —de la tarde anterior— al ver una bandeja colocarse sobre la mesa, cuando tuvo su vista al frente lo enfocó; se trataba de TaeHyung quien se sentó justo frente a ella, en completo silencio y como es típico de él —sin molestarse en preguntar si podía o no— no habló absolutamente nada. Jimin llegaba también sentándose al lado de su mejor amigo, y al lado de ella se sentó esa chica extranjera, Jessica, pero ella no se molestó en mirar a ninguno de los presentes más que a Tae quien no se atrevía a encararla y lo peor de todo, es que no conocía el verdadero motivo.
La voz de JiMin terminó por sacarla de sus pensamientos invasivos.
— Y bueno, después de lo que te dije anteriormente— cosas de las que ella ni siquiera había prestado atención — Quería invitarte hoy a mi fiesta de falso compromiso.
— ¿Compromiso?— la castaña abrió sus ojos grandes— ¿Te casarás?
— Ojalá que no lleguemos ahí, no tengo intenciones de casarme con mi prometida, ni siquiera me gusta lo más mínimo de ella— comentó despreocupado mientras mordía una manzana— su entrenador (Jungkook) lo obligaba a comer sano.
— ¿Entonces por qué harás una fiesta de compromiso?— preguntó la chica del pelo rizado y mirada tímida. Él rápidamente la observó.
— Porque mi padre me obliga.
Ella calló y fingió mirar su celular, aún se sentía tímida cuando le hablaba a él, especialmente a él.
— Iré — dijo NaRi— tal vez me venga bien para despejar la mente.
— Puedes llevar a quien quieras de acompañante— comentó el rubio— Y sí es un secuestrador que me lleve a Sicilia y me torture, mejor— la castaña rió por su sarcástico comentario— Hablaba en serio.
— Llevaré a mi amigo Hoseok, estoy segura que te caerá bien, aún no lo conoces.
— Sospecho que no— habló — Pero si es tu amigo seguramente es buena persona. Por mí excelente, así mejor, excusa perfecta para pasar el menor tiempo posible cerca de KaLia.
— ¿Ella?
— Sí, esa es mi prometida y...
— No, te pregunto que si es ella— apuntó con una galleta hacia detrás del rubio— Viene hacia acá.
— Ay no.
En pocos segundos la rubia puso delicadamente la bandeja sobre la mesa, corrió la silla justo de al lado de Jimin y se sentó sin molestarse en pedir permiso para sentarse a acompañarlos.
— Hola a todos— puso la sonrisa más falsa que podría haber puesto— Oh, eres NaRi— dijo mirando a la castaña — Adoro tu conjunto, es muy...emmm...¿cómodo?— hizo una sutil mueca, con su tenedor pinchó el brócoli de su almuerzo y lo depositó dentro de su boca, masticó lentamente.
— Gracias— respondió NaRi sin ganas ni intenciones de continuar la conversación.
— Espero que Jimin te haya invitado a nuestra fiesta de compromiso de esta noche— se prendió del brazo del rubio— Sé que eres buena amiga suya, además, eres la novia de TaeHyung ¿no? Así que serías como mi cuñada. ¿Cierto?
El mencionado casi se ahoga con el agua que bebía en ese preciso momento, NaRi no sabía donde meter la cara y sentía el calor en ella, sin duda alguna estaba completamente roja; y Jimin se metió muchas papitas fritas dentro de su boca deseando meter la cabeza en el suelo como los avestruces.
— ¿Yo? ¿La novia de TaeHyung?— inquirió aún en shock.
Tae aún tosía, estaba ahogándose y nadie hacía un pequeño esfuerzo por darme unas palmaditas en su espalda para que no se terminara de ahogar, y tampoco le cortaban la yugular, ya nada podía ser peor.
— Que yo sepa, él es gay— habló la chica morena que hasta ahora no había mencionado ni una sola palabra. KaLia lo sabía, sabía que él era homosexual, sin embargo era más divertido esto. Miró a Jessica con expresión severa.
— ¿Es gay?— preguntó haciéndose la desentendida— Vaya— puso su mano derecha en su pecho— ¿Me disculpas Tae? Es que yo no tenía la más mínima idea, te conozco hace tiempo, pero realmente no creía que fueras homosexual.— miró a NaRi — Es que creía que eran pareja porque NaRi le lanza unas miradas tan cautivadoras y pensé realmente que estaban muy enamorados, pero veo qué no es el caso. De verdad, que vergüenza.— dijo fingiendo arrepentimiento mientras continuaba comiendo su almuerzo.
— Ya— dijo por fin Taehyung con expresión de fastidio. Sinceramente la odiaba.
— Bueno…— dijo NaRi— Debo irme, tengo clase de composición justo ahora.
— Bien— sonrió KaLia— Te veo esta noche en mi fiesta, no faltes, y perdona por mi error.
NaRi se dirigía al baño para lavar su rostro, realmente estaba haciendo el mayor esfuerzo para no llorar.
(•••)
Mientras tanto, un SeokJin abandonado y solito veía un K-drama que estaban poniendo en la televisión, estaba a punto de llorar por la conmovedora escena cuando el sonido del timbre se escuchó, con esfuerzo caminó hasta la puerta apoyándose en las muletas mientras maldecía a los ascensores y a sus creadores hasta que por fin llegó a la puerta, la abrió topándose con el bello rostro de la doctora que lo había atendido el día anterior.
— ¿Qué hace usted aquí?— preguntó de mala gana— Acosadora, llamaré a la policía.
— No te hagas ilusiones, idiota— dijo venenosamente— Jungkook, ese maldito, me debo favores y me pidió que cuidara de su cuñado.
— ¿Cuñado? ¿Jungkook?— pestañeó varias veces, confundido— ¿Usted está loca? No conozco a ese tal Jungkook.
— Es el novio de su hermano, señor Kim— dijo con obviedad— O al menos eso me dijo él.
— ¿Qué viene a hacer usted aquí?
— Vengo a hacer de enfermera a pesar de ser la mejor doctora de urgencias en ese maldito hospital en el que trabajo— expresó sin interés de darle explicaciones a ese tipo tan dramático. No lo conocía, y solo había chocado palabras con él en el hospital ayer, sin embargo y por un motivo que desconocía, sospechaba que estaba algo desequilibrado.
»Como sea— dijo nuevamente la rubia— Vengo a atenderlo hasta que se recupere porque su hermano está ocupado en la escuela y no puede cuidarlo.
— Comprendo— la miró con desconfianza— ¿Y quién me asegura a mí que usted no me envenenará o me hará un conjuro?
— ¿Conjuro?— ya más molesta completó— ¿Te crees que soy una bruja?
— Solo te falta la escoba, bruja oxigenada.
— Maldito espermatozoide descerebrado.
— ¿Cómo me haz llamado?
— Pues no dije nada que fuera falso— cruzó sus brazos enojada, no, más bien, furiosa, detestaba la idea de cuidar de ese hombre durante dos semanas enteras, eso no era lo peor.
Lo peor, es que eran sus vacaciones, sus malditos días libres que por lo visto no serán nada gratos.
— Más me vale a Jungkook pagarme muy bien por esto— suspiró profundamente antes de apartar a Jin para entrar a la casa.
Serán dos “ increíbles ” semanas.
~
~~~~~~~~~
Hasta otra ;)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro