Capítulo Dos

[Calma tigre]

Aún adaptándose a su nueva casa, NaRi se levantó dispuesta a caerle bien a su compañero de habitación. ¿De qué forma piensas hacer eso NaRi? Ah sí, su mamá siempre decía que debía de ser buena cocinera, cuando cocinas bien los que comen tu comida son felices y no podrán decirte que no.

Ese era el plan, hacerle un exquisito desayuno a su amigo no tan amigo.

Pero en el refrigerador no había mucho de donde elegir.

Al revisar la repisa no había tampoco mucho, pero si encontró harina. Decidido, haría tortitas. Luego de encontrar todos los ingredientes preparó la masa y comenzó a freír en la sartén.

Mientras tanto prepararía un jugo de naranja, ya que era prácticamente lo único que había.

Debo hacer la compra.

Ella estaba en su mundo sin siquiera darse cuenta que un peli rubio y un pelinegro estaban observando la escena con solo su cabeza asomada por la apertura de la puerta.

- Es un lindo gesto, se levantó temprano solo para preparar el desayuno- comentó Jimin.

- Tal vez lo envenene, o quizás simplemente lo haga para ella y por eso esté tan feliz- comenta el pelinegro achinando sus ojos.

- No seas así Taehyung.

- ¿Por qué la defiendes?

- No la estoy defendiendo, solo que la atacas como si ella te hubiera hecho algo malo- elevó sus hombros- Temes no caerle bien. ¿Es eso?

- No.

- ¿Crees que no acepte que seas gay?

- No es eso carajo.

- ¿Y que es entonces?- interroga el rubio.

- Nada, solo es...

- Estás celoso porque llegué junto a ella- rió un poco fuerte, Taehyung abrió sus ojos rápidamente y cerró la puerta cubriendo la boca de Jimin, pero por supuesto algo salió mal porque siempre algo sale mal y cayeron ambos al suelo en una posición comprometedora.

Ninguno de los dos hizo un solo movimiento, se estaba comenzando a sentir la vergüenza, el bochorno y sobretodo el arrepentimiento por parte del pelinegro.

El rubio pestañeó varias veces y quitó suavemente la mano de su amigo de su rostro para comenzar a hablar.

Taehyung tragó saliva fuertemente.

Estaba demasiado nervioso e inquieto.

- Tae, si no querías que me riera solo debías decírmelo no hay por qué exaltarse d...- se detuvo ya que Taehyung hizo lo que nunca antes se había atrevido a hacer.

Si, estaba besando a su amigo.

Jimin rápidamente lo apartó.

- ¿Qué haces?- habló completamente sorprendido.

- Nada es solo que...emm...yo...

- ¿Estás...enamorado de mí?- interrogó el rubio.

- Bueno, que conste que lo dijiste tú- se levantó del suelo completamente rojo, su rubor era en demasía.

- ¿Por qué no lo habías dicho antes?- vuelve a interrogar el rubio sentándose sobre el suelo.

- No quería que me rechazaras.

- ¿Tan seguro estabas?- preguntó nuevamente.

- ¿Me habrías dicho que si?

- No- sonrió avergonzado- Pero me lo hubieses dicho, Tae, somos amigos desde hace años, prácticamente desde que nacimos, valía la pena decirme por todos esos años de amistad.

- Prescisamente por eso no quería contarte- agachó su cabeza intentando ocultar un poco sus ojos cristalizados- No quería que esta amistad se arruinara por mi culpa- su voz se escuchó diferente, le estaba costando hablar, iba a comenzar a llorar.

- Tae- se levantó del suelo y se arrodilló frente a su amigo- Nunca te excluiría solo por gustarte- lo obligó a mirarlo- Somos los mejores amigos y no quiero que nada arruine nuestra amistad, tranquilo, no me importa que gustes de mí.

- ¿De verdad?- sorbió su nariz.

- De verdad.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo- levantó su mano en señal de juramento- Así que ahora vamos a desayunar, esas tortitas de ven deliciosas- sonrió y se puso de pie. Despeinó al pelinegro sin quitar su sonrisa y salió de la habitación.

A pesar de ser rechazado me siento muy feliz.

Después de haberse dado un baño salió al salón con su vista en la cocina y los lindos panqueques cubiertos por miel y con trozos de fresa por encima.

Evidentemente él quería probarlos.

- Buenos días TaeHyung- reverenció NaRi- Te esperábamos para desayunar- sonrió cálidamente- No es mucho, pero es lo que encontré para poder desayunar, así que espero que te gusten. Este es el tuyo- apuntó el plato con las tortitas de Tae. Al lado había un vaso con jugo de naranja recién exprimido y unas galletas Oreo de Chocolate que ella había traído para él, pero ahora compartirían sin duda alguna.

- Muchas gracias NaRi- éste se sentó después de agradecer con su rostro de pocos amigos. El cual cambió en cuanto probó la delicia de tortitas- Mmm, ¡están buenísimas!- exclamó animado.

- ¿Te gustan?- interrogó la chica con una linda sonrisa.

- Están muy ricas- comentó Jimin- Estoy seguro que a TaeHyung le encantan ya que es muy fan a las tortitas.

- Que bien- sonrió complacida y decidió comer también. La verdad es que no las había probado aún a pesar de haberlas cocinado ella misma.

Y después de haber disfrutado los tres de un grato desayuno cada uno comenzaría a prepararse para su primer día de clases.

(•••)

- Waaaaa- dijo NaRi sorprendida por la altitud del edificio- ¿En serio esto es una universidad?

- Lo es- sonrió tiernamente Jimin- Es la Universidad de Seúl.

- Que ruidosa eres- torció sus ojos TaeHyung- Vámonos de una vez- habló en tono molesto, aún no le terminaba de caer bien su compañera de departamento.

Los tres al ser del mismo curso y la misma especialidad irían juntos, sobretodo porque NaRi no conoce a nadie más que el par que la acompañaba.

- Luego te daré un recorrido express- comentó Jimin.

- ¿Conoces todas las facultades? Creí que no se permitiría ir a otra facultad, en Busán es así- preguntó la castaña.

- Oh, muy raro, se permite siempre y cuando se tenga una excusa para ir a otra facultad.

- Ohh, es muy interesante- sonrió como niña pequeña.

- ¡¡¡Jimin-ssiiiii!!!- una voz femenina se escuchaba animadamente llamando al rubio.

- Ay no, ella no - suspiró y puso blancos sus ojos.

- Amor mío- se colgó de su espalda.

- ¿Qué quieres KaLia?- habló en tono serio quitándola de encima.

- Ay, no me hables de esa forma- hizo un puchero tierno- Sabes que somos los mejores amigos- se agarró del brazo del rubio- Ah, hola Tae, hola chica que no conozco- sonrió animada.

- Hola- habló TaeHyung sin ánimos de seguir la conversación.

- Ey, ¿Qué tal?- estiró su brazo- Soy Han NaRi, un placer.

- Oh, soy KaLia, Nam KaLia. Un placer- repite la acción de la castaña.

- ¿Eres estudiante de artes?

- No, soy del tercer año de ingeniería química- explica sin despegarse de Jimin.

- Déjame, necesito oxígeno por favor- se suelta el rubio del agarre de la chica- Anda por ahí y finge que no me conoces, no sé.

- Ok- sonrió y besó la mejilla de Park- Adiós mi amor, nos vemos- se terminó de despedir de los otros dos y se fue casi corriendo.

- Wao, que chica tan- piensa un poco la castaña.

- ¿Pesada? ¿Estresante? ¿Agobiante? ¿Molesta? ¿Intensa?- interroga el rubio.

- Iba a decir pasional- sonrió tiernamente. Gesto que no dejaron pasar los chicos frente a ella. Bueno, ni esos chicos ni los que rodeaban el sitio.

Se encontraban en el Lobby, ahí darían el discurso de bienvenida a los alumnos por un nuevo curso. Y eso incluye a Taehyung y sus compañeros.

Y bueno, luego de que fueran llamados comenzó el acto, y así como comenzó terminó, para suerte de muchos. Todos se dirigieron a sus respectivas aulas para recibir su primer clase del día.

- Sigo pensando que esta universidad es enorme- habló la castaña aún sin poder creer que pisaba esos suelos que no cualquiera consigue pisar.

- ¿Cuál es nuestra primera clase TaeHyung?- interroga Jimin.

- Historia del arte- responde rápidamente- Vamos, este es el salón- les informa a sus acompañantes.

Al llegar ya habían algunos alumnos dispersos en el salón. Obviamente los chicos se sentaron cerca, primero al lado de la ventana en la última fila NaRi, a su derecha TaeHyung y Jimin al lado del antes mencionado. Solo faltaba una persona para completar los cuatro en esa larga mesa. Eran cuatro filas con muchas mesas en posición horizontal, y en cuanto a la posición vertical, se ubican alrededor de diez mesas por filas.

Era un salón enorme.

- Disculpa- un par de chicas se encontraban frente a ellos- Ustedes chicos, ¿están libres después de clases?- habló una chica rubia, obviamente rubia oxigenada.

- En verdad...- TaeHyung hablaría, pero fue interrumpido por Jimin quién agarró su mano y miró al de negros cabellos con su mirada de sígueme la corriente.

- Es que teníamos planes- habló Jimin agudizando un poco su voz- Mi amorcito y yo debemos ir a una cena de aniversario. ¿Otro día se puede?- colocó rostro angelical.

Las chicas frente a ellos solo se observaron entre ellas y se retiraron un poco incómodas- Emmm, lo siento, el día era hoy. Adiós- habló nuevamente la rubia.

La castaña no aguantó mucho para reír muy divertida por lo que acababa de suceder.

- Realmente las chicas solo observan el físico- comenta TaeHyung ofendido- Ellas, me caen mal.

- Calma tigre- dijo la castaña retractándose enseguida de lo que acababa de decir. No, Han NaRi, no haz dicho eso.

- ¿Tigre?- interrogó Taehyung con cara de "no puede ser Santa Ramona"

- E-eso fue una pequeña equivocación- abrió sus ojos a más no poder.

- Ya veo- asintió, la castaña lo observó un poco, sus mejillas estaban un poco rojas. Era tierno el gesto de parte del chico.

- Bu-bueno, yo...

- Buenos días alumnos- saludó el profesor muy feliz- Soy Kim Namjoon, y seré su profesor de Historia del Arte durante los próximos tres cursos- sonrió de lado- Es un gusto conocerlos, y espero que tengamos un buen lazo, todos somos iguales aquí, por ello, ningún alumno tiene trato especial. Por tanto, los regalos y sobornos, no van conmigo. Si alguno se pasa de la raya será llevado con el director y él sabrá que hacer con ustedes.

- Tae, ¿Ese no es...- pero Jimin fue interrumpido por el pelinegro.

- ¿No escuchaste? Es el profesor de artes- sonrió- Solamente eso.

¿Por qué la actitud del chico había cambiado de esa forma? NaRi se preguntaba si le molestaba el tal profesor NamJoon.

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