- Solo espero que no lo haya dejado tirado en la cama para irse a trabajar. - contaba Rosé a Jisoo después de haber dado el examen de biología.

- No te preocupes. Si Jungkook estaba ebrio se la pasará durmiendo todo el día.

Rosé asintió desanimada. Ya quería que pásara la hora de matemática y química para volver a su casa.

- ¿Por qué tienen que estar así los dos? No comprendo.

Jisoo se alzó de hombros.

- Quizás se les agotó el amor.

Rosé frunció las cejas.

- Ellos se quieren... Todavía. O sea... Taehyung lo quiere pero no sé da cuenta que su trabajo le quita tiempo con nosostros... A veces llega a las cuatro de la madrugada y ni siquiera se toma el tiempo se dormir junto a Jungkook. Simplemente se acuesta de su lado y ya.

- ¿Cómo lo sabes?

- Hubo una noche que me quedé despierta. Taehyung siempre deja la puerta del cuarto abierta. Así que me asomé para ver si era verdad lo que Jungkook decía: Taehyung no lo abraza mientras duerme. Creía que papá estaba siendo algo escandaloso... Pero ahora me doy cuenta que no.

Jisoo le apretó el hombro para reconfortarla.

- ¿Sabes que te puedes quedar unos días en mi casa si no te sientes cómoda allí, verdad?

Ella asintió con la cabeza y le ofreció una sonrisa.

- Gracias... Pero no puedo dejar a papá solo mientras esté así.

Jisoo bajó la cabeza algo desanimada.

- Te preocupas tanto...

Y la abrazó con fuerza. Mucha fuerza. Su mejor amiga estaba pasando un momento muy feo.