Capitulo 21
Luego de aquellas lágrimas Taehyung y Jungkook se habían metido a ducharse juntos. Estuvieron un rato besandose bajó el agua y haciéndose mimos y luego salieron. Fue todo un lío porque Rosé, Gyu y Jisoo seguían en el living comiendo la pizza y viendo Netflix y desde ahí se podía ver el pasillo. Jungkook tuvo que salir primero y desde su habitación le lanzó toda la ropa a Taehyung.
Finalmente Taehyung había cenado las sobras de la pizza con una cerveza y Jungkook había preparado una ensalada.
— Finalmente decidí retomar mi vida fitness — le susurró Jungkook a su esposo cuando se metieron en la cama a eso de las once de la noche. Jungkook tomó el mando de la tele y encendió Netflix — ¿Quieres ver algo?
Taehyung miro la hora.
"Debería estar durmiendo... mañana entro a las seis de la mañana para estar aquí más temprano." Pensó él.
— Veamos una serie. — dijo Taehyung finalmente. — ¿Hay algo que tengamos pendiente?
Jungkook se quedó pensando por un momento...
— Me gustaría empezar una que se llama Riverdale. Rosé dijo que es muy buena.
— Sí... está bien. — Taehyung bostezó como un oso y Jungkook soltó una risa.
— ¿Te quieres ir a dormir, no es cierto? — le dijo apoyandose en su pecho.
— Es que mañana tengo que entrar más temprano de lo normal.
— ¿De verdad? Siempre entras a las siete.
— Mañana voy a las seis. Así que me tengo que levantar antes.
Jungkook apagó la tele y Taehyung se acomodó mejor sobre la almohada. Jungkook iba a dormir sobre su pecho, así que almohada no necesitaba. Taehyung le acarició la espalda. Estaba por alzarle la barbilla cuando Rosé entreabrió la puerta.
— Pasa no más. —dijo Jungkook sarcástico.
— Ups... Esto... venía a preguntarles algo.
— Dinos. — susurró Taehyung volviendo a bostezar.
— Jisoo me dijo que hay una fiesta mañana... pero... es a la madrugada. ¿puedo ir?
— Sí. — dijo Jungkook.
— Ni lo sueñes. — dijo Taehyung.
Ambos se miraron. Rosé inclinó la cabeza.
— Yo escuché algo de una fiesta — volvió a hablar Jungkook — ya sabes, en tu curso Jackson y los demás de su grupo hablan a los gritos. ¿Por qué a la madrugada? Siempre es a la tarde noche.
Rosé se alzó de hombros.
Taehyung se levantó de la cama y la hizo salir del cuarto. Se la llevó al comedor.
— ¿Lo de la fiesta es verdad o es otra excusa para dejarnos solos? Antes dijiste que Jisoo y Gyu se quedarían en la casa de él para hacer una pijamada, hasta el sábado.
— Sí... pero también pensábamos ir a la fiesta.
— ¿De madrugada? — replicó Taehyung cruzándose de brazos. — Lo siento, pero no.
—¿Por qué? hace tiempo que no voy a una fiesta con ellos dos.
— Tú vas a fiestas que empiezan a las siete de la tarde y terminan a las tres. No a fiestas que empiezan a las 3, Rosé. — le llevó un dedo al medio de la frente y le dijo — Piensa un poco ¿Qué crees que va a pasar a esa hora de la madrugada?
— Diversión — contestó irónica.
— Drogas, alcohol... conozco a los adolescentes, soy policía no tonto. No vas a ir y punto.
— Pero no creo que pase nada malo, solo es una fiesta y...
— Y punto, dije. Escúchame, ¿sabes cuántos reportes tenemos de chicas y algunos chicos que son tratados por la fuerza en una fiesta? Cada fin de semana que pasa mi unidad se tiene que hacer cargo de algún caso nuevo. Ya sea para investigar una intoxicación a la fuerza o algún tipo de violación de persona. Y yo no voy a aguantar que te suceda algo de eso a tí.
—Eres muy paranoico.
Taehyung se fue otra vez a su habitación y sin mirarla le dijo:
— ¿Quieres que me quedé sin mi hija el día de mi aniversario?
Ella bajó la cabeza. Taehyung tenía bastante razón. En el mundo existía muchísima gente mala y descarada y vil... gente cruel que no le importaba romper a las demás personas.
Taehyung para no dejarla tan mal se le acercó y la atrajo hasta su cuerpo, la envolvió en sus brazos, luego le dio un beso en la cabeza.
— Si quieres una fiesta trae a todos tus amigos al departamento y pon la música a todo volumen y coman comida chatarra, les puedo permitir unas botellas de soju. Pero yo me quedaré en mi habitación para asegurarme de que no suceda nada peligroso. ¿sí?
— Bien... igualmente no tengo tantos amigos.
— No. — él sonrió — pero tienes amigas chillonas que apenas tocan algo y ya lo rompen.
Rosé soltó una risa.
— Lisa rompió un cuadro una vez... no fue para tanto.
— Le clavó un dardo a un cuadro que yo mismo había hecho — replicó irónico agudizando la voz. —aish, nadie valora las obras de arte de tu padre. — se quejó.
Ella volvió a abrazarlo.
— Tú eres una obra de arte. — susurró ahogada contra su remera — Yo sí te valoro, papá.
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Este capitulo fue un poco de relleno, pero quería hacerles ver cómo la relación avanza para mejor :)
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