Finalmente Rosé, Gyu y Jisoo habían conseguido comprar un cartel enorme de color blanco, muchos plumones de colores pastel, brillantina, pegamento, estrellitas de colores y unos globos rojos y azules.

Eran los únicos globos que había en toda la tienda.

— Parecen los colores de Spider Man... — dijo Gyu mirando todas las cosas que estaban sobre la cama de Rosé. — ¿Entonces... Planean decorar todo esto para mañana? ¿Tú crees que lo llegamos a terminar?

— Claro que si. Hoy los invité a dormir y mañana nos vamos juntos a la escuela. — explicó Rosé — ustedes dos se encargarán de entretener a Jungkook con preguntas difíciles sobre el examen de lengua que es la próxima semana. Yo vendré aquí y colgaré todo. ¡Será una linda sorpresa!

— Eso si Taehyung no está en la casa. ¿Sabes algo?

— Es posible que se pida el día... O quizás no lo haga.

— Ve y pregúntale. — sugirió Gyu.

Rosé hizo una mueca pero luego se levantó y fue hacia el comedor. Cuando habían llegado, a eso de las siete de la tarde, le sorprendió ver qué Taehyung estaba en la casa. Por eso tuvieron que esconder las cosas en la mochila de Gyu que era enorme.

Rosé se acercó sigilosa para ver qué hacía su papá en la computadora. Estaba viendo hoteles.

Ella le cerró la computadora casi sobre los dedos.

— Gracias, casi me quedo sin manos.

Ella le sonrió a modo de disculpa.

— Deja de buscar hoteles, papi... Mañana tendrán la casa sola hasta el sábado. Me quedaré en la casa de Gyu con Jisoo unos días.

A Tae se le iluminaron los ojos.

— Bien... Porque no encuentro ningún hotel que me guste. Ninguno tiene buenas vistas a la ciudad y el único lindo que encontré esta cerca de la zona donde hubo un par de robos hace una semana, ni de loco me meto ahí.

— No hace falta que se vayan a un hotel para estar juntos. ¡Por cierto! Mañana te pides el día ¿Verdad, papi?

— No, solo pude pedir la tarde libre. Estaré aquí a las cuatro. — y él levantó las manos a modo de "yo no lo hice" y dijo: — no te enojes.

Ella le sonrió, se acercó y le dió tres besitos en la mejilla.

— No me enojo.

Ella se fue a su cuarto y cerró la puerta.

— ¿Qué rayos querrá que le compre ahora? — susurró Taehyung para si mismo algo confundido. Ella siempre se ponía más cariñosa cuando quería que le compraran algo que sus ahorros no podían abarcar. — sospechoso...

Y así fue como comenzó el plan de Rosé. ¡Por fin les daría una linda sorpresa!