Capitulo 16
Miércoles 25 de enero. Madrugada.
Taehyung le acariciaba el cabello a Jungkook mientras él estaba apoyado sobre su pecho. A Taehyung se le estaba durmiendo el brazo por la cabeza de Jungkook, pero no importaba. Así podía acariciarle el sedoso cabello.
— Como que deberíamos dormir... ¿Verdad? — dijo Jungkook haciéndole mimos en estómago a Taehyung.
— No tengo sueño. ¿Irás a trabajar mañana?
— Mañana ya es hoy, genio.
Taehyung soltó una risa pero se tapó la boca para no despertar a su hija que dormía en la otra habitación.
— Bien... ¿Tienes trabajo hoy entonces?
— Si, pero solo doy dos horas de la clase de música. Los miércoles son días simples, por suerte.
—Mmm... Por lo menos descansas un poco.
— Si, a veces el ruido de la escuela me aturde. En los recreos los alumnos ponen un parlante y la música es insoportable.
— Deberían prohibirlo.
— Ellos solo quieren divertirse y ya.
— Si pero no es correcto que molesten a los profesores. Mucho menos a los directivos.
Jungkook se alzó de hombros y se acomodó más sobre el pecho de su hombre. Entrelazó sus manos. Las alianzas resplandecían con la luz de la luna que entraba por la ventana.
El menor de los dos suspiró con fuerza.
— ¿Sabes? Creía que seguiríamos igual o peor de mal para nuestro aniversario. Falta un día.
— Lo sé. ¿Dónde quieres ir?
Jungkook levantó la cabeza, su nariz rozó la mandíbula de Taehyung y decidió darle un beso allí. Jungkook tuvo que acomodarse un poquito más arriba para besar su mejilla. Lo besó con delicadeza y Taehyung lo disfruto. Al fin y al cabo los días que llegaba relativame temprano a su casa pudo haber estado compartiendo esos minutos con su compañero de vida.
Pero no lo había hecho.
— Yo solo quiero estar contigo. — le susurró al oído. Luego se subió sobre él y Taehyung se sentó para estar mas cerca de Jungkook. Estaban frente a frente.
Y se besaron.
Después de tanto tiempo.
Sus labios recorrían los de Jungkook con paciencia, lentitud y esmero.
Lo estaba besando como su el mundo se acabará después.
Taehyung lo abrazó por la espalda. Era verdad: ese cariño también le había hecho falta a él. Se le aguaron los ojos por haber sido un completo imbécil.
— Lo siento, bebé... Fui un mal esposo y un mal padre. Estuve mal.
Jungkook le acarició los rulos del cabello azabache. Taehyung agotó sus lágrimas en el pecho desnudo de su esposo. Lo abrazó con toda la fuerza posible. Ambas manos le hacían mimos cerca de la nuca.
— Se que esto puede sonar como si fuera un cobarde, pero... Pero no sé cómo remendar más de un mes sin besos, caricias y abrazos... No sé cómo recuperarte y la idea de perderte me duele.
Jungkook lo abrazó con más fuerza.
— Seré sincero... — le dijo Jungkook dándole un beso en la cabeza — no te perdonaré porque en realidad me causaste mucho dolor... Y sabes que no me gusta mentir. — Taehyung asintió con la cabeza; Jungkook tenía todo el derecho del mundo a echarle en cara lo muy descuidado y desatento que había sido con él. — pero puedo olvidar que todo esto pasó. Quizás me cueste varios días, varias semanas, pero estaremos mejor ¿Si?
Taehyung sonrió a medias. No se ganaría un perdón tan fácil. Tardaría tiempo y eso él lo entendía.
— Si, mi vida. — le susurró y volvió a besarlo.
Taehyung empujó a Jungkook contra el colchón y se posicionó entre sus piernas. Jungkook soltó un "uhh" acompañado de una sonrisa gigante y se dejó besar el cuello y los labios por su amado. Al fin.
Jungkook tenía las manos debajo de la camiseta del pijama de Taehyung, tocándole la espalda, de pronto sintió que él tenía la espalda lastimada.
— ¿Qué te paso?
— Oh, eso... Bueno perseguimos a un tipo que quiso estrangular a su esposa y su cómplice intentó dispararme. Me choqué con una mesa antes de pegarle un tiro en la pierna.
Jungkook hizo una mueca de horror.
— Iré por una pomada.
Se levantó de la cama y fue al botiquín que estaba guardado en el baño. De pronto se dió cuenta que la habitación de su hija tenía la luz encendía. Entre abrió su puerta para ver qué hacía.
Estaba con un montón de hojas de tarea sobre la cama. Y estaba dormida con la laptop encendida. Estaba a medio cambiarse así que Jungkook entró y dejó el botiquín en una mesita. En silencio acomodó todas sus hojas en una pila arriba del escrito y le apagó la laptop.
Consiguió la remera de su pijama y se la colocó. Estaba tan dormida que ni siquiera se dió cuenta.
Jungkook la tapó con las sábanas y las mantas y antes de apagar la luz del cuarto le dió un beso en la frente.
Cerró la puerta y fue a su habitación.
— Espero que no le agarre un resfriado por dormir solo con el top.
— ¿Le pusiste una remera?
— Sí. Hay que cuidarla o estará como una semana con la voz tomada.
Tae soltó una risita.
— Parece un camionero cuando le pasa eso. Todos los inviernos se enferma. Es como tú, duerme a medio vestir.
— Quizás le molesta el pijama. ¿Debería comprarle un camisón?
— Si, un gorro de dormir y una vela para andar por la casa ¡Jungkook! Solo harás que parezca una vieja de los años 1800.
Ambos soltaron una carcajada.
— Es que no quiero que atrape un resfriado. — Jungkook se sentó en la cama y le quitó la remera a Taehyung. — te pondré esta pomada. Tienes un rasguño.
A Taehyung le dio un escalofrío al sentir la pomada tan helada. Jungkook le pasaba las manos por la espalda, su piel era suave y hermosa. Jungkook le besó el hombro y el cuello.
— Este viernes es feriado. Rosé tiene una fiesta el día de nuestro aniversario, este jueves. — le dijo Jungkook apoyándose en el hombro de Taehyung mientras lo abrazaba por la cintura — ¿Quieres que le diga que vaya?
— Oye ¿Qué quieres decir?
Taehyung le hizo ojitos.
— Ya sabes... Tiempo a solas.
— ¿No quieres ir a un hotel? Uno con vistas a la ciudad, el piso más alto y un jacuzzi.
A Jungkook le gustó la oferta.
— Lo tomo. — le dijo dandole otro abrazo aún más fuerte. — más vale que me hagas todo lo que no me hiciste en más de un mes.
Taehyung le acarició el cabello y le sonrió.
— Descuida, te haré el amor como si fuera nuestra primera vez.
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