— Sunggie, no me dejas concentrarme.

Dijo el pequeño omega, mientras escribia en su cuaderno.

El alfa se habia mantenido por más de 10 minutos pegado a su cuellito, el olor a coco del omega lo volvía loco.

— ¿La tarea es más importante que Sunggie? Estás literalmente sentado en mi regazo.

El alfa pelinegro acarició lentamente el antebrazo del mayor, mientras esté apoyaba su cabecita en el hombro del alfa.

— ¿Qué pregunta es esa? Tú eres más importante que la tarea, pero sabes que debo terminarla.

HaeChan agarró el lápiz, mientras el alfa aspiraba lentamente el olor del castaño.

El omega carraspeo y alejó su cabecita castaña de el alfa, mientras esté agarraba su cinturita.

— Channie, mañana la terminas.

El mayor soltó una risita y dejo un beso en los labios del menor.

— Mañana no es lo mismno que hoy.

El castaño tocó la punta de la nariz del
alfa, mientras esté dejaba besitos en la marquita del cuellito del omega, marquita con forma de coco.

— ¿Puedes dejar de hacer eso?.

— No.

El mayor arqueó su espalda, mientras su cuerpito temblaba y su labio inferior era mordido suavenmente.

— Amor, déjame.

El pequeño omega dió un leve golpe en el pecho del alfa pelinegro.

— Nop, no quiero.

El omega soltó una risita y dejo un besito en los labios del alfa, mientras esté acariciaba su cabello castaño.

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