Capitulo Único
El exitoso y famoso rapero Fudou Akio se encontraba parado en la vereda de una calle cualquiera junto a su conocido manager, el gran Sakuma Jirou.
Hacía un día caluroso, el sol invadía cada sector y los lugares con sombra escaseaban, se trataba de un día poco común. Sin embargo, lo que si era común era la presencia de una patrulla merodeando por el sector.
El ruido de la sirena alertaba a todos los presentes, curiosamente la marcha del vehículo se detuvo a un lado de nuestros protagonistas, la sirena cesó su sonido ensordecedor, para acto seguido, bajar las ventanas de la cabina delantera de la patrulla.
Desde la ventana se asomó un policía, su cabello era azul cielo, largo, tomado en una cola de caballo, pero no lo suficiente como para que descubriera su rostro, de hecho su cabello tapaba uno de sus ojos, lo que sumado a sus lentes de sol lo hacía parecer algo extraño, eso sumado a la forma en la que suele vestir su uniforme de policía, lograba hacer de su aspecto algo andrógino, comúnmente le confundían con una mujer...
—Llevas mucho metal en tu cuello, chico.
Comentó el oficial Kazemaru, sabemos su nombre porque lo dice en su placa. Su comentario iba hacia Fudou, quien portaba cadenas en su cuello, el solo lo miró con algo de incertidumbre.
—Parece que andas buscando problemas.
Comentó, su intención era provocar a Fudou.
—Nah, no conozco a nadie llamado "problemas", oficial.
Respondió, sacando un par de carcajadas en Sakuma, su compañero.
—No te hagas el listo conmigo chico, no soy tu madre... Y tu callate y subete los putos pantalones.
Esas últimas palabras iban dirigidas hacia Sakuma, no es que tuviera los pantalones abajo, sino que simplemente no tenía cinturón y se le caían un poco.
Kazemaru miró de reojo a Fudou, se le hacía familiar, ya lo había visto antes pues era un conocido rapero de la zona.
—Ey ¿No eres ese tal Maximum Saiko?
Preguntó, apuntando a Fudou.
—¿No es ese tal Maximun Saiko?
Preguntó nuevamente, esta vez a su compañero de patrulla, un policía corpulento, de largo cabello castaño y unas líneas rojas por debajo de sus ojos que lo hacían parecer un felino.
Este ultimo, Genda Kojirou, asintió, dándole la razón al oficial Kazemaru.
—El mismo que viste y calza.
Contestó Fudou.
—Te conozco, tu eres ese que ha estado haciendo todas esas canciones contra la policía... No soy tu fan, pero tu ultima canción fue bastante buena...
Fudou se limitó a asentir con la cabeza, no sabía que responder. Tanto el como Sakuma se encontraban descolocados.
—¿La siguiente como va a ser?
Preguntó Kazemaru.
—Mejor, señorita.
Respondió Fudou, esbozando una sonrisa que hizo enojar a Kazemaru.
—¿Acabas de decirme "Señorita? Chico.
Fudou comprendía medianamente la molestia de Kazemaru, digo, se estaba pasando con una oficial de policía.
Sakuma inmediatamente comprendió la situación, por lo que procedió a cubrir a Fudou.
—Disculpe a Fudou, a veces es algo cabeza hueca, pero supongo que usted lo entenderá oficial... ¿Ichirouta? Oh oh...
Sakuma había entendido el error de Fudou, la oficial era en realidad un hombre con muy mala leche, el cual los estaba mirando con una expresión de odio incontenible.
—¡Tienes derecho a permanecer estúpido, chico!
Exclamó Kazemaru, provocando que Fudou y Sakuma salieran corriendo en distintas direcciones mientras los oficiales Kazemaru y Genda salían de su patrulla con la intención de perseguir a ambos.
Tanto Fudou como Sakuma tenían habilidades naturales para correr largas cantidades de terreno, antes de dedicarse al mundo de la música eran deportistas, pero ese gran detalle no hizo ninguna diferencia, pues no se imaginaban a la velocidad que correría Kazemaru, el cual era reconocido por su rapidez a la hora de perseguir criminales.
El policía no tuvo problemas en atrapar y esposar a Fudou, mientras que su compañero Genda hizo lo propio con Sakuma, aunque con la ayuda de un par de patrullas.
Una vez esposado y frente no solo al oficial Kazemaru sino que a otros policías que se encontraban cerca, la discusión entre Fudou y el velocista no se hizo esperar.
—Oficial, yo no hice na', no puede culparme. Porfa aflojeme las esposas. Puede decirme como se le cante el culo pero no soy un soplón, no cooperación es exactamente lo que va a conseguir. No le diré niuna wea hasta que no tenga a mi abogado.
Exclamó Fudou, dejando claras sus intenciones, sin embargo Kazemaru contraatacaría.
—Es evidente que has estado viendo mucho CSI. A mi no me engañarás, así que no intentes contarme tu mierda, no soy ningún weon. Si no eres culpable de nada entonces ¿Por qué correrías?
—¡Porque eres la policía! Además te vi cargando tu arma, y la recamara no estaba vacía. Obviamente había una bala.
—¡Si piensas que voy a caer en eso es porque de verdad eres tonto!
—¿Huh?
Fudou, evidentemente descolocado escucharía las palabras del oficial.
—Se que oíste las sirenas y te metiste en ese auto que conducías. En vez de andarte quejando mejor cumple la ley. Ven con nosotros es obvio que estás mintiendo.
Dicho esto, los policías se llevaron a Fudou en la patrulla, completamente vigilado por el oficial Kazemaru, quien se encargaría de que recibiera una revisión e interrogación adecuadas.
Una vez dentro de las instalaciones, Kazemaru sabía lo que debía hacer, el tenía a Fudou en su oficina, mientras que Genda tenía a Sakuma en la suya. El plan consistía en hacerle una interrogación injusta, ellos ya poseían una causa de delito y una investigación pendiente para lo cual el sospechoso tenía las características adecuadas de ambos, por lo que solo faltaba hacer la trampa; Se trataba de un asesinato.
—Deja de mentirme chico, es mejor que confieses, creeme que puedo oler las mentiras en tu aliento.
Fudou se veía venir todo el chamullo por parte del oficial, por lo que mantenía una mirada de incertidumbre.
—Vi metanfetamina mientras estaba inspeccionando tu casetera.
Prosiguió Kazemaru, mostrando una bolsa que no pertenecía a Fudou, pero que era vital para inculparlo.
—Vi que estabas conduciendo ilegalmente cuando miré esto ¿Quién es el tal Haizaki? ¿Quién es el tal Hiroto? ¿Quién es tu amigo? Ese que lleva el cabello como un alce.
Kazemaru mostraba imágenes de quienes hablaba, mientras que solo recibía expresiones confusas por parte de Fudou.
—Hemos confiscado los Dvd's de una de tus casas como prueba, desde que escuchamos algunas de tus canciones ¿Qué hay de este tal Tsunami? Aparecía en una de tus canciones. Juraría que dijo que tenía el bolsillo lleno de pasta base en una línea ¿Me equivoco?
Kazemaru se veía en una posición superior, confiado, esperando la respuesta de Fudou hacia todas sus "pruebas".
—¡Claro que si! No se quien mierda son. No conozco a ningún Tsunami. Lo único que se es que soy rico, creeme; Simplemente pagaré la fianza y me iré de aquí rapido.
Contestó Fudou, tan confiado y calmado como siempre, no era la primera vez que algo como esto le pasaba.
—No vas a ir a ningún lado. Seguro piensas que eres muy listo. En el coche confiscamos el cripy y la pasta base. El diario que tenías y todos tus documentos. En el libro de tu pasaporte encontramos las huellas de tu pulgar y tu índice. Creeme, al juez le encantará esto.
"Esta mierda no acaba" Pensó Fudou, mirando hacia otro lado, resignado pues parecía que la operación continuaría un rato más.
La interrogación de Sakuma no fue muy distinta, las mismas preguntas estúpidas y los oídos sordos por parte del oficial Genda, que parecía no oír ni entender nada de lo que el moreno argumentaba.
Sakuma estaba molesto, pero era hora del proceso final.
Los oficiales se contactaron con la supuesta victima, que había sido parte de un proceso de allanamiento de morada, forzaron su cerradura y cometieron un asesinato en el hogar, en un intento de robo.
Los oficiales y la victima se encontraban sentados, frente a una cámara donde se encontraban los sospechosos, entre ellos Fudou y Sakuma. Puestos en fila para el análisis y detección correspondientes de la victima.
Kazemaru se dirigió al rapero antes de comenzar el proceso, poniendo contexto al asunto.
—Como puedes ver, estás hecho mierda Fudou. Como muestran las pruebas y a palabras del testigo: El delito ocurrió a las 3 de la mañana, nos dio una descripción precisa, así que tomamos a tu amigo, por lo que tendrás una sentencia menor si le pasas el crimen.
Fudou y Sakuma solo podían mirar en silencio como los policías hacían su trabajo, esta vez será Genda quien les hablará.
—Una gran celebridad, es un caso que esperábamos desde hace mucho.
Comentó, para luego referirse a Sakuma y hablar con el.
—¿Eres un pirata? ¿Por que llevás ese parche en el ojo?
—Es gracioso...
Respondió Jirou, con un dejo de sarcasmo en sus palabras, había perdido su paciencia hace mucho.
—He oído que vas matando gente por ahí a lo loco... Dime ¿Dónde estabas la noche del 2 de julio, chico?
Agregó el oficial Genda, continuando con el interrogatorio.
—En casa.
Respondió de forma seca el peliplata.
—Creo que tu información es incorrecta. Las pruebas apuntan a que Akio Fudou y tu robaron y dispararon a un par de inocentes en la zona residencial de ciudad Inazuma.
Dijo con seguridad Genda.
—¡¿Que?!
Sakuma dejó ver su incomodidad y confusión, pues era inocente de aquella acusación.
—Vamos a tener que encerrarte a ti también, ponte en fila con todos los demás, no hables hasta que te lo digamos.
Todos los sospechosos se pusieron en fila y con la cabeza gacha, por lo que Genda aprovechó de consultar a la victima.
—¿Es este el hombre que forzó su cerradura? Señor.
Preguntó Genda, apuntando hacia Sakuma.
—Bueno, es moreno, se parece... No estoy seguro.
Respondió la victima, dando entre ver que no tenía idea de quien era, por lo que Sakuma hizo uso de su inteligencia para contra arrestar las acusaciones y dar fin de una vez por todas a esta ridiculez.
—Falla en identificarnos porque el agresor es otro, no soy yo. Vete al carajo, basta de juegos. Como si fueran a conseguir incriminarnos de alguna mierda, es patético. Ya les resolví el juicio, ahora discúlpense.
La revisión tenía la supervisión de un juez, el cual había juzgado y analizado el caso hasta el momento, y que llegó en el momento adecuado para advertir a los policías que el caso sería cerrado, por lo que todos los imputados quedarían libres hasta que el caso volviera a abrirse.
—Te escapaste esta vez, pero prometo que esto no se quedará así.
Dijo Kazemaru finalmente. Molesto y con una impotencia considerable, tuvo que devolver lo confiscado y dar libertad tanto a Sakuma como a Fudou.
Una vez fuera de la comisaría, ambos se miraron con un dejo de rabia, habían perdido un día completo en algo como eso...
—Parece que a ese tal Kazemaru no le agradamos mucho.
Comentó Fudou.
—Pierde cuidado, no le agradamos a los policías.
Comentó Sakuma, con una expresión de desgano.
—Vámonos, ya no quiero estar aquí.
Fudou finiquitó la conversación, entraron al auto y enrolaron un pito, de todas formas el oficial no se había salido con la suya.
Otro día normal en la vida desventurada de ambos... Y por su parte, se comenta que el oficial Kazemaru gusta de escuchar aquella música en secreto, y que solo armó esa redada para tener la oportunidad de conocerlos, aunque bueno, era un policía.
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Gracias a mi querida y amada Sander235 por la preciosa portada <3<3<3
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