Una flor, miles de latidos
— No quiero ir con ella — susurró a mi odio Seungwan
— Espera aquí — dije alejándome de ella
Salí y vi a esa chica con un escote bien pronunciado y un vestido morado bien pegado a su cuerpo, además de que hacía un sonido fastidioso al mascar chicle.
— ¿Y Seungwan? — preguntó mirándome mal
— Primero que nada buenas tardes — dije viendo como puso los ojos en blanco — y segundo, estás no son horas de venir — dije sintiéndome realmente molesto
— ¿Y eso qué?, al menos vine — dijo fastidiada
— Maldita mocosa — dije viendo como ella retrocedió cuando me acerqué a ella — mira niña del demonio, será mejor que dejes tu trabajo, porque lo haces pesimo, mejor ve a tu casa y aprende a mascar un chicle, déjame a Seungwan a mí — dije para dirigirme al salón y cerrar la puerta — bien... — dije suspirando — Seungwan, linda, vamos a mi casa — dije sonriendo
— ¡Sí! —
Primero nos fuimos a comer unos helados, Seungwan de nuevo estaba como un loro, no dejaba de hablar y hablar, tampoco de saltar. Mientras estabamos en el bus decidí llamar a Jungkook y decirle que recoja a Seungwan luego en mi casa, cuando llegamos Sungjae se quedó viéndola y luego a mí, sabía qué me diría.
— Linda, tengo yogurt de fresa, ¿Deseas un poco? — pregunté viendo como ella asintió mientras sujetaba más fuerte mi mano — bien, ve a sentarte en el mue... no, mejor ve a mi cuarto, tengo una laptop para que puedas ver dibujos — dije sonriendo cuando ella apegó su cabeza a mi pierna
Sin soltarla me acerqué a la cocina, tuve que soltarla solo un segundo para servir el yogurt, luego de eso fui a mi cuarto con ella y la senté en mi cama, le puse un dibujo y salí, viendo a Sungjae verme fijamente.
— Deja esa mirada... — dije cruzándome de brazos
— ¿Es la hija de quién creo? —
— Sungjae no quiero problemas contigo — dije suspirando, sabía que diría, no quería escucharlo — solo es una niña, no tiene a nadie, Sungjae, no puedo dejarla a su suerte —
— ¿Lo haces porque es un alumno tuyo o porque es su hija? —
— Ambas, por ambas — dije dirigiéndome a la cocina para servirme algo de comer
— Me iré... creo que me quedaré mejor en otro lugar, no me gusta esto Taehyung, tú ya sab... —
— Lo sé, sé que lo que quieres decir, pero no pue... —
— Estás haciendo lo que a tí te hicieron, eso no está bien — dijo saliendo de la casa, sin siquiera dejarme terminar
Mientras esperábamos a Jungkook yo me fui a dar un baño, luego de eso me puse a jugar con Seungwan hasta que escuchamos un toque en la puerta. Era Jungkook.
— ¡Papá! — exclamó Seungwan colgándose en las piernas de Jungkook
— Hola hija... ¿Qué fue lo que pasó?, ¿Porqué Chaeyoung no te recogió? — le preguntó Jungkook a Seungwan quién volteó a verme
— Yo le dije que renuncie — dije ganándome la mirada de Jungkook — era una malcriada, no puedes dejar a una niña de cinco años al cuidado de una loca, no puedes — dije molesto
— Lo entiendo... pero ahora no tengo quien cuide de Seungwan — dijo soltando lentamente a Seungwan
— ¡El profesor Kim puede! — exclamó Seungwan corriendo hacía mí
— No lo creo... — dijo Jungkook con una mueca — eso lo veré luego, vamos a casa Seungwan, no puedes incomodar a tu profesor —
— No me incomoda — dije de inmediato
— Igual... vamos Seungwan —
— Ay — se quejó ella, pero igual tuvo que irse
(Una semana)
— ¿Kim Soyunmie? —
— Presente —
— ¿Choi Chojung? —
— Presente profesor —
— ¿Jeon Seungwan? —
— Profesor presente —
Estaba pasando lista, hoy era el paseo y debía de contar a todos, además debíamos organizar a todos con sus padres o hermanos.
— Soyunmie, tu sitio es el diecinueve y el tu papá el veinte — dije dándole un ticket — Chojung, tú el veintiuno y tu mamá el veintidós — dije viendo a Seungwan emocionada, no dejaba de saltar mientras Jungkook le decía que se calme, daba risa — Seungwan, tú eres el veintitrés y tu papá el veinticuatro — dije dándole el ticket a Jungkook
— Gracias — dijo Jungkook agarrando de la mano a Seungwan para subir al autobus
Cuando terminé todo subí, no tenía sitio, me tocó ir de pie, ese no era el problema, el problema era el calor, había olvidado lo que se sentía estar en estos lugares, es un horrible horno.
— ¡Papá no te gastes el agua! — escuché la voz de Seungwan, estaba renegando — ¡Oh por todo los cielos! —
Yo no podía dejar de reírme, sinceramente era gracioso escuchar como discutían.
— ¡Pero hija!, ¡Hay más agua! —
— ¡No papá!, ¡Estás loco! —
— ¡Hija mira! —
— ¡Nada!, ¡Le diré al profesor que te castigue! —
De pronto vi a Seungwan caminando con el ceño fruncido, era muy gracioso, apenas me vio se acercó y me jaló del brazo.
— Mi papá es malo — dijo seria — se acabó el agua, mire — dijo llevándome a su sitio
— Oh... — dije al verlo mojado, su cabello goteaba
— Mi papá es malo profesor, yo quería tomar agua y él se la echó, no le de estrellitas —
— Tienes razón Seungwan, no le daremos nada — dije sonriendo para cargarla, de pronto la vi bostezar, seguro no durmió bien por la emoción — vamos al fondo, me hice una cama con las mantas — dije sonriendo cuando ella me abrazó
— No, yo iré al fondo, ustedes sientense aquí — dijo Jungkook poniéndose de pie
— No-o, mejor ustedes dos — dije nervioso
— No, mejor ustedes dos — insistió Jungkook
— Mejor los tres — dijo Seungwan sonriendo
Las prácticamente tres horas en el autobus fueron las peores, todo estaba caliente a nuestro alrededor, todos estaban con mucha sed.
— Pa... ya quiero salir — dijo Seungwan apegándome a mí
— Ya hija — dijo Jungkook suspirando — si pudiera rompería la ventana para que entre el aire... maldita sea quien no arregle esto, desde niño tuve que aguantar estas cosas — dijo molesto
— Cierto — dije riéndome
Cuando llegamos les dije a todos los padres que tomen a sus hijos para salir, cuando salí salté de alegría, me puse a gritar y dar vueltas, sentía el aire correr en mi rostro y sentía toda su frescura de esta, pero de inmediato tuve que parar al ver como todos a mi alrededor me miraban.
— I-iré a buscar en donde estaremos — dije más que avergonzado
— Tú no cambias — dijo Jungkook sonriendo, yo no dije nada y simplemente me fui
Encontré un rincón con sombra y les dije que ese sería el lugar de todos, eran ya las doce así que saqué mi comida. Me senté a un rincón, iba a comer solo pues no quería incomodar a los padres, pero en eso veo a Seungwan sentarse al frente mío, seguido de Jungkook.
— Nadie debe de comer solo, además debemos de compartir — dijo Jungkook robándome un trozo de pollo de mi plato
— ¡Oye! — exclamé sonriendo para quitarle un trozo de sus rollos de tortilla — maldita rat... — paré al darme cuenta que Seungwan estaba aquí, no podía llamar así a su padre, sería una falta de respeto grave
Luego de un rato de comer Seungwan me dijo que quería pasear conmigo, Jungkook también vino detrás de nosotros.
— ¡Mire profesor!, ¡Una flor! — exclamó Seungwan saltando, quería alcanzar la flor del árbol
— Está linda — dije estirando para tratar de alcanzarla, fue imposible, lo volví a intentar pero nada, me iba a rendir, pero paré al sentir a alguien atrás mío, a Jungkook
— Toma — dijo bajando dos flores — te queda bien así — dijo poniendo uno detrás de mi oreja — te ves lindo — dijo sonriendo
— Sí papá, el profesor Kim es muuuuy lindo —
— Sí, lo es —
Mis mejillas se sonrojaron, mi corazón no dejaba de latir, era como volver al pasado, esos días en donde Jungkook gustaba.
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