Estabamos en una polleria, ninguno decía nada, solo Seungwan que no paraba de contarme todos los tipos de crema que vendían en el lugar.

— La tartara me gusta, pero la mostaza gana — dijo sonriendo en grande

Ella estaba sentada a mi lado mientras Jungkook estaba al frente mío, no dejaba de mirarme fijamente, se veía tenso.

— Iré al baño papá, no se vayan sin mí — dijo Seungwan para irse corriendo

— Claro que no hija... — dijo Jungkook volteando para ver por donde se iba

— Yo... yo te extrañé, cuando nos vimos no lo dije por... — dije sintiendo como las manos me sudaban, estaba nervioso — Jungkook te extrañé, mucho, Jungkook... —

— Soy señor Jeon para usted, es el profesor de mi hija, solamente eso —

— Jungkook... —

— ¿Sí señor Kim? —

— Pero qué terco... — dije suspirando

— Ya estoy lista papá — dijo Seungwan llegando para sentarse a mi lado — ¿Cómo se lleva con mi papá?, profesor —

— Seungwan... — dijo Jungkook de forma seria

— Papá silencio, cuando alguien habla los demás callan, eso me dijo mi profesorcito — dijo Seungwan sonriendo

— Seungwan... — dije sonriendo,— me llevo bien con tu papá, ¿Verdad? — pregunté volteando a ver a Jungkook de forma seria

— Sí, super, pidamos algo de una vez, tengo trabajo — dijo para abrir la carta de platillos

— Ay papá, todo es trabajo contigo, siempre trabajo y trabajo — dijo Seungwan renegando

— Seungwan... — dijo Jungkook en forma de regaño

— Nada papá, siempre te vas y me quedo solo con Chaeyoung, ella es mala y siempre se come los bombones que tu dejas para mí, también dice que debo de llamarla mamá — dijo ella renegando — yo no la quiero como mamá a ella... —

— Seungwan ya lo hemos hablado, no puedes quedarte sola en casa, ella es la única que puede cuidarte, además es menor de edad, no me metería con ella, mientras no tenga a alguien que te cuide ella te va a cuid... —

— ¡El profesor Kim también puede cuidarme! — exclamó Seungwan volteando a verme — ¿¡Verdad que puede cuidarme profesor Kim!? — preguntó con una sonrisa enorme en su rostro

— Se-seungwan, cariño no puedo cuidarte — dije sonriendo apenado — ahora no puedo, tengo visitas en casa —

— Seguro es su novio — dijo ella cruzándose de brazos — no es justo —

— Seungwan basta — dijo Jungkook poniéndose de pie — iré a perdir la comida — dijo yéndose

— Mi papá es muy renegon — dijo Seungwan riéndose

— Es que eres muy traviesa linda — dije sonriendo

— Profesor cuideme, yo quiero que usted me cuide — dijo abrazándome — ¿Puede? — preguntó viéndome con ojos de cachorro triste

— Voy a ver, no te aseguro nada — dije acariciando su cabello

Luego de un rato volvió Jungkook con una bandeja, comimos pero él seguía algo incómodo, yo por mi parte hablaba con Seungwan, ella me estaba contando de como una vez fue a la playa y vio un arcoiris, me contó que fue con sus abuelos y que se la pasó muy bien. Se notaba que era una niña con mucha energía, pero esa energía se acabó de pronto cuando sentí su peso en mi hombro.

— Se durmió — dije sonriendo, pero borré mi sonrisa al ver la cara de Jungkook

— Bien — dijo poniéndose de pié para con delicadeza agarrar a Seungwan y cargarla al estilo princesa

— Te voy a ayudar — dije caminando atrás de él

Llegamos al estacionamiento, abrí la puerta de su auto y me subí para recibir a Seungwan, la eché en mis piernas y Jungkook se subió en la parte de adelante para empezar a manejar, no dijimos nada por un buen rato, pensé que sería así todo el camino, hasta que de pronto escuché su voz.

— Por Seungwan voy a intentar llevarme bien contigo, Seungwan es muy alegre y muy inquieta, siempre hubieron quejas de su comportamiento, siempre hablaba y hablaba, incluso siendo una niña de tres años —

— Es igual a tí — dije riéndome

— No, es igual a tí — dijo haciendo que alcé mi mirada para verlo — veo que se llevan bien, eso me alegra, quiero que seas su amigo, quiero a alguien a su lado —

— Bien... yo voy a estar a su lado —

— Espero que sí —

— Lo estaré, voy a estar con ella — dije rascando su cabeza

— Bien, entonces por ella nos llevaremos bien —

Luego de eso todo fue silencioso, de nuevo. Cuando llegué a mi casa con cuidado me quise alejar de Seungwan pero en eso sentí como me sujetó fuertemente de la pierna.

— Seungwan, linda, debo de irme — dije en voz baja mientras acariciaba su mejilla

— Humm... —

— Mañana nos vemos en clases — dije agarrando sus manos para soltarlas de mi pierna y besar su mejilla — duerme bien linda — dije para rápidamente bajar

— Bien, llevaré a mi hija temprano mañana, descansa — dijo para rápidamente irse en el auto

— Descansa también Jungkook... — dije viendo el auto alejarse

Eran las nueve, pensé que encontraría un desastre, pero al llegar todo estaba bien, vi a Sungjae dormir en mi cama, pero que sinvergüenza.

— Te pasas — dije suspirando

Me bañé y salí, debía de hacer mis papeles de evaluación, quería dormir, pero debía de presentarlos mañana, no podía retrasarme. Estuve hasta muy tarde, ni bien terminé corrí al mueble y me eché, sin siquiera taparme me dormí, estaba muy cansado.

(Una semana después)

Las cosas con Jungkook eran aún distantes, bueno no tanto, ahora al menos podíamos hablar, no como antes, pero algo. Con Seungwan también habían cambiado las cosas, ambos eramos más unidos, ella solía sentarse conmigo a la salida para esperar a su niñera, no me agradaba, pero no podía hacer nada si Jungkook no lo hacía.

— Bueno queridos estudiantes — dije acercándome a la pizarra — ayer les pedí todo lo necesario para el día de la madre, por favor saquen sus cosas — dije emocionado — iré por unas cositas, ahora vuelvo — dije saliendo del aula

Solo me demoré unos minutos, ta lvez unos cinco o más, al volver vi a todos cortando o pintando corazones, todos estaban emocionados, todos menos una persona.

— Seungwan... — dije acercándome a ella

— Yo... ¿A quién le hago mi carta? — preguntó con los ojos llorosos

— Ven mi niña — dije atrayéndola hacia mí, no sabía que tanto le afectaba esto, fue mi culpa el no pensar en eso — shhh — dije al sentir sus hipidos — vamos a fuera un rato, los demás por favor continúen — dije cargando a Seungwan para llevarla afuera

La llevé hasta la cancha, debía de tomar aire.

— ¿Mejor? — pregunté arreglando su cabello, ella solo asintió — no debes sentirte triste, tu papi seguro es un ángel en el cielo —

— Lo ex-extraño — dijo en voz baja

— Yo también... — dije suspirando

— Me-me hubiera gustado co-conocerlo — dijo limpiándose la nariz

— Era hermoso — dije viendo como volteó a verme — era un omega muy lindo y alegre, era querido por todos, en serio era muy lindo, parecía un modelo de revista — dije sonriendo

" Por eso tu papá se enamoró de él... " pensé mientras suspiraba

— ¿Era lindo? —

— Mucho, tú también eres muy linda, en serio te pareces a él — dije tocando su mejilla — no llores linda, ve mejor a hacerle una carta a tu papi, yo sé que en el cielo él te observa —

— Sí, lo sé... él está para mí en el cielo — dijo sonriendo

Luego de ver a Seungwan un poco más calmada volvimos al aula, de todos ellos Seungwan era la que mejor hablaba, algunos de ellos aún tenían dificultades en eso, incluso ella sabía escribir bien, es una niña muy lista.

— Ya van a ser la una — dije viendo mi celular

Faltando cinco minutos dejé que uno a uno vaya saliendo, claro que algunos se quedaron porque aún no terminaban, como Seungwan, que en comparación a antes ahora la veía más animada mientras trabajaba.

— ¡Ya es hora niños! — exclamé viendo como algunos se apuraban en terminar — tranquilos — dije riéndome

Todos salienron y como siempre Seungwan se quedó, esa chica viene a la hora que quiere.

— Profesor... — dijo Seungwan acercándose a mi de forma tímida

— ¿Sí?, linda, ¿Qué pasa? — pregunté sonriendo

— Quiero... quiero darle esta carta a usted — dijo extendiéndome la hoja

— ¿A mí? — pregunté sorprendido

— Usted me hace sentir bien... yo-o quiero darle la carta — dijo poniéndose roja — yo... yo, usted es como un papi para mí —

— Ay linda — dije agachándome un poco para abrazarla — no sabes lo feliz que soy, gracias linda —

— Gracias a usted profesor — dijo ella rodeándome con sus gorditos brazos

— ¡Seungwan vamos!, ¡Niña no tengo tiempo! — se escuchó la voz de esa chica desde afuera del salón — ¡Niña rápido! — exclamó sonando molesta, a mí también me molestó esa actitud