(Una semana)

— ¿Te gusta éste polo? — preguntó Jungkook viéndome preocupado

— No, te ves viejo — dije riéndome

Era un día normal, bueno no tanto, era sábado por la tarde y Jungkook quiso que lo acompañe a comprar algo, no me dijo para qué, solo que necesitaba algo que ponerse.

— No veo nada de mi gusto — dije viendo a mi alrededor — no para tí... —

— Creo que no iré, llamaré a Hoseok — dijo tirando los polos a un costado, escribió algún mensaje rápido en su celular y luego lo guardó — vamos a pasear por ahí — dijo para agarrarme del brazo y salir de ahí

El centro comercial estaba lleno de gente, no demasiado en algunas tiendas, pero sí en el patio de comidas, al parecer a nadie le gusta cocinar los sábados.

— Un helado quiero — dijo Jungkook poniéndose en la fila de una tienda para pedir un helado

— Quiero uno de chocolate — dije sonriendo

— Bien, yo uno de vainilla — dijo sonriendo también

Nos demoramos como cincuenta minutos en llegar hasta la caja, pero llegamos, y menos mal, ya estábamos muertos de calor y aburrimiento.

— ¿Qué desean ordenar? — preguntó una chica en la caja

— Uno de chocolate y de vainilla — dijo Jungkook

— Ok lindo — dijo la chica guiñándole el ojo con coquetería

— Pero que asco — dije en shock — es mayor que tú... — dije volteando a ver a Jungkook, osea sí, era muy mayor, se notaba a simple vista

— Es obvio que lo es, trabaja aquí después de todo — dijo también algo impresionando, se veía aún pasmado

Luego ese incómodo momento ambos nos fuimos a pasear mientras comiamos nuestros helados. Estábamos comiendo tranquilos nuestros helados cuando veo a Jungkook hacer una mueca.

— ¿Pasó algo? — pregunté viendo como Jungkook simplemente asintió — entonces dilo... — dije viendo como suspiró — Jungkook... —

— Tengo miedo de que aquí a unos años no estemos juntos, así como ahora — dijo sin verme, solo quedándose con la vista en el suelo — mi mamá tenía amigos... pero con el tiempo los veo poco... creo que ni siquiera la llaman —

— Yo no lo haría — dije viendo como rápidamente volteó a verme — eres muy tonto y me daría miedo dejarte solo — dije sonriendo

— Soy muy tonto — dijo riéndose

— Mucho... —

Cuando volví a la tarde no vi a mis padres, seguro había una nota por ahí, pero no encontré nada, es raro, ellos suelen decirme cuando van a tardar y en donde estarán por si ocurre algo.

— ¿Jin...? — pregunté mientras subia las escaleras

— Llegaste — dijo saliendo del baño

— Sí... ¿Y Papá? —

— Salieron... ven Taehyung, vamos a conversar mientras nuestros padres no están — dijo agarrándome de la mano

Me llevó hasta su cuarto y me sentó en su cama, era raro su comportamiento, últimamente lo veo más callado.

— Dime... — dije viendo como se sentó a mi lado

— Namjoon terminó conmigo... — dijo suspirando

— Lo siento... —

— Papá me dijo lo mismo, yo también lo siento, Taehyung, me siento muy triste... pero fue mi culpa, ya no hablabamos mucho — dijo bajando la mirada — yo... descuidé la relación —

— Eso no es cierto — dije viendo a Jin — siempre le mandabas cartas, o lo llamabas de noche, además siempre fuiste claro, le dijiste que tus estudios eran primero —

— No sé si irme... mamá dijo que lo piense bien, me da un tiempo, creo que irme sería bueno —

— No te vayas, sé que podrán resolverlo, seguro muy pronto te llamará y te sacará a comer — dije sonriendo

— Eso espero... — dijo abrazándome

Cuando estaba solo me puse a pensar, en realidad esto de las relaciones y el amor es complicado, mucho. Estaba viendo una revista, era de ropa, quería cambiar de look, pronto terminaría el año y podría buscar un estilo nuevo para el próximo año.

— Creo que un estilo deportivo es bueno — dije viendo mis manos — me iré a bañar... — dije suspirando

En la noche llegaron mis padres, al parecer tuvieron una cita, ellos se conocieron en la universidad, según nos contaron todo fue muy lindo, al parecer mi papá es muy bueno bailando porque cada vez que hablan de como se conocieron mencionan una canción lenta y mi mamá habla de los movimientos que hacía mi papá.

— Humm... — dije viéndome en el espejo — creo que si me pongo un poco de... ¿Labial? — pregunté sintiéndome inseguro

Siempre, desde muy chico había visto a mi papá y Jin poniéndose maquillaje, incluso cuando Jin solo tenía diez, siempre, pero nunca pensé en hacerlo yo, no me gusta, una vez Jin me puso y no me gustó para nada la sensación, era algo pegajoso y no podía tomar agua o comer galletas con normalidad.

Mucha veces había querido maquillarme, pero creo que me vería raro, así que nunca lo hago, tengo una pequeña carterita con lo necesario, Jin me lo regaló en mi cumpleaños del año pasado, incluso me regaló aretes.

— Me siento tonto... — dije haciendo una mueca

Al final no lo hice, me daba vergüenza salir así y ver a mis padres, o a los demas, más a Jungkook.

A la mañana siguiente salí al colegio, estaba buscando a Jungkook pero no lo vi, iba a ir a buscar a Hoseok, pero en eso los vi entrar, ambos traían en sus manos unas rosas, iba a preguntar para qué pero en eso Hoseok me dió una.

— ¡Feliz día de los omegas! — exclamó sonriendo

— Wua... ¿Es hoy? — pregunté viendo a Jungkook repartir rosas a otros

— Sí, el director nos vio y nos dijo de debíamos repartilas si queríamos buena nota y postre de regalo en el receso — dijo Hoseok para irse y seguir repartiendo

Luego de eso el profesor llegó y empezaron las clases, estaba presentando atención, pero de pronto sentí como Jungkook me peñizcó el brazo.

— Auch... — me quejé, volteando a verlo con el ceño fruncido

— Toma... — dijo dejando una cajita pequeña en mi mesa

— ¿Qué...? — pregunté sintiendo como mis mejillas se calentaban

— Nunca te he dado un regalo de cumpleaños, tú si, y es por eso que quiero darte algo... eres mi amigo y un regalo es lo menos que puedo darte —

— Gracias Jungkook... — dije sonriendo para luego picarle una mejilla — ¡Tú sin duda eres mi mejor amigo!, ¡El próximo año te regalaré más que unas medias y calzoncillos de Iron man! — exclamé feliz

— ¡SÍ! — gritó Jungkook levantándose junto a mí

— ¡Señorito Kim!, ¡Jeon!, ¡Silencio! — exclamó el profesor

— Lo sentimos — dijimos ambos

— Ustedes siempre causando desorden... — dijo el profesor viéndonos mal — para el paseo espero que no les permitan ir, no podría soportarlos, no puedo, ni un niño de dos años se porta así —

— ¡Profesor no mienta!, ¡Usted nos quiere! — exclamé poniéndome de pie — ¡Además es día de los omega!, ¡No veo mi regalo profesor! — exclamé estirando mi mano

— Tal vez no te va dar un regalo porque no eres un omega realmente — escuché decir a alguien atrás mío, me dolió escuchar eso