La vida de Magaly es simple, ir a la universidad a estudiar, hacer un trabajo de medio tiempo y visitar a su psicólogo una vez a la semana. Aunque solo por fuera parece sencilla, en su mente solo existen los siete días que vivió con un secuestrador, que ahora solo está bajo tierra. Está obsesionada sobre el tema y nada la puede alejar de la necesidad de investigar.

¿Por qué la secuestro? ¿Quién era? ¿Cómo se llamaba? ¿Por qué quiso jugar con su psique durante siete días? Preguntas que no pudieron ser respondidas y la policía no le permitió involucrarse.

Magaly no puede dejar el pasado atrás, eso carcome su mente, y a cualquiera que esté a su alrededor.

Por otro lado, Navian tiene una clase en conjunto con Magaly y a pesar de que sus amigos le advirtieron sobre los comportamientos erráticos de su compañera, no puede evitar estar interesado en ella, aun así, no se le ha acercado en ningún momento. Ya que cree que ella se puede romper. Sus amigos dicen que es una loca, no ven lo que él puede notar detrás de esa conducta hostil.

La vida los termina cruzando todavía más, cuando Magaly descubre que el hermano de Navian, es el detective encargado del caso, así que él decide ayudarla.

¿Pero a qué costo conseguir respuestas te liberará? ¿Hay que dejar el pasado atrás? ¿Qué tanto puedes vivir con un trauma?

No ser vulnerable es lo que quiere Magaly, pero serlo es totalmente válido.

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Esta es la continuación del relato Siete días de vulnerabilidad.

¿Es necesaria su lectura? No, pero es bastante corto, así que puedes pasarte si no lo has hecho.

Aclaración: Este libro también pertenece a Impunes, así que los epílogos son los únicos que no son independientes.

Es una obra de capítulos cortos, tan solo disfruta porque son poquitos ❤️

Saludos, Vivi.