— ¡Feliz cumpleaños, Hyun! — Aplaudió la mujer mientras la menor soplaba sus velas y después correspondía el abrazo de la castaña y un beso.

Pero cuando levanto su mirada, noto como el hombre la veía con el ceño fruncido mientras sostenía el cuchillo. Solo quito su brazo de la cintura de su menor y la poso sobre sus hombres, tragando saliva nerviosa.

— ¿Qui-quieres abrir mi regalo o partir el pastel primero? — Noto la caja que se movía y los ojos curiosos de la menor se aventuraron en la caja, que fue caminando hacia ella, asintiendo. — Ven, ábrela, sé que te encantara.

— ¿Qué es, Momo? — Pregunto sosteniéndola y la mayor solo negó y llevo su índice a su boca, dando a entender que no diría nada.

— Pero ábrelo rápido, am-

Se tensó al sentir las grandes manos del hombre en sus hombros, y dejo de hablar. Solo sonrió

— ¿Qué le regalaste a mi princesa, Hirai?

— To-todavía no lo abre, señor Kim, así que... ábrela Dahyun. — La pelinegra sólo dejo la caja en la mesa, la abrió, y un cachorro salto de ella, haciendo a la menor reír y abrazar al cachorro, contra su pecho, riendo fuerte.

— ¡Lo amo! ¡Es el mejor regalo! — Salto a abrazar a su novia, repartiendo varios besos en su rostro, y ella solo miraba al padre de su novia verla con un rostro furioso.

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— Su papa casi hasta me amenazo si volví a besarla frente a él. — Tembló mientras quitaba el cigarro de su boca y veía a su amiga, que solo volteo a verla y reír burlonamente, apuntándole.

— Pues sales con una bebé, literalmente sigue siendo la bebé de tu suegro, o debo decir, señor Kim.

— Cállate, le digo señor Kim por respeto, todavía es muy pronto para decirle suegro.

— ¿Por cuantos mese llevan saliendo? — La morena le enseño 4 dedos, haciéndole saber la fecha exacta, y la otra asintió. — Son muchos, considerando que acaba de cumplir 18, salías con una menor.

— Yo igual acabo de cumplir 20.

— Esos 2 años pegan muy duro, me duele la espalda de saber que estas con una chica menor que tú 2 años. — Bromeo levemente pero la mirada insegura de la castaña le mostro que para ella, la situación no era nada divertida.

Ella amaba mucho a Dahyun y en esos meses llegó a un punto muy alto, como jamás había llegado con alguien, y luego hizo un puchero mientras llevaba de nuevo el cigarro a su boca. Suspiro. La menor había sido la que había dado el primer pasó de declararse y de querer iniciar una relación con ella.

Miro a Jeongyeon.

— No es una bebé, ella ya sabe lo que quiere.

— Y... ¿No han tenido algo? — El humo más la pregunta hizo que tosiera y tirara el cigarro al suelo, pisándolo, y después volteo verla, apuntándole.

— Si ella quiere que solo le agarre de la mano solo le agarrare la mano, ella es inocente, no creo que quiera dar ese paso aun.

— Momo evade los temas de sexo como si tuviera 12 años. — Y estaba hablando de la chica que no quería dar ese paso aun.

— Si sales con alguien aunque sea dos meses mayor que tu no va a querer tener relaciones porque piensa que eres una bebe, ahora súmale 2 años a esos dos meses ¿Crees que ella no te ve como una niña?.

— ¿Qué tengo que hacer? ¿Vestirme como las chicas que la rodean en la universidad? — Jihyo la miró divertida, negando, pero luego asintió.

— No lo sé ¿Ella ha tenido parejas de tu edad? — La pelinegra negó, haciendo un puchero. — Eres su primera.

— Y ella es la mía. — Comenzó a jugar con sus dedos y después miró a su amiga, tragando saliva. — De ambas cosas.

— De acuerdo, y después de esos cuatro largos meses de relación estas segura de esto. — Jihyo se acercó para tomar sus manos y hacer que la mirar fijamente, y la otra asintió. — Entonces habla con ella sobre eso

— Te digo que los evade, algunas veces no bajaba de mi cintura ni me toca los pechos.

— No tan rápido, velocista, no te toca de manera indebida porque no sabe si tiene tu consentimiento para hacerlo y es importante tenerlo, no le pidas que haga eso cuando ni sabe si te sientes segura cuando te toca.

— ¡Pero lo hago! — Hizo un puchero, y se acercó para bajar la voz. — Un día me toco el trasero por accidente y no pensé que se sentiría bien.

— Dahyun por Dios, tú... tú, ¿Por qué es tan difícil decirlo? tu ni siquiera le has dicho que te sientes de esa forma.

— Porque se si le digo me va a ver como una niña hormonal que jamás ha tenido pareja.

— ¿Y cómo quieres que te toque si no hablas con ella de eso?

— ¡Porque los evita! Aunque yo también.

— Tienen que hablarlo. — Fue lo último que dijo, haciendo que la menor asintiera, sacara su celular, y le enviara un mensaje a su novia.

"tenemos que hablar de sexo."

Y la otra al abrirlo solo palideció, sus piernas flaquearon, y no sabe cómo, pero su nariz comenzó a sangrar.

hisortias original de: @kttyongie y seulrene

Dahmo supremacy bitches