Si te dijeran que las muñecas y títeres que sueles ver en las tiendas, son personas secuestradas a las cuáles le robaron su humanidad... ¿lo creerías?

Una leyenda urbana para muchas personas, una triste realidad para Kim Seungmin...

Quien, cuándo era tan sólo un niño, fue secuestrado y obligado a convertirse en una muñeca de carne y hueso. Una muñeca la cuál sería usada para dos cosas: servir de entretenimiento a las masas y complacer los deseos más oscuros de su secuestrador.

De día servía de exhibición para las demás personas y de noche era utilizado cómo un mero objeto sexual.

¡NO SOY UNA MUÑECA!

Era lo que deseaba gritar el pequeño Seungmin a las personas qué venían a aquella jugueteria en la cuál era obligado a comportarse cómo una auténtica muñeca de porcelana.

¿Cómo pudo un niño tan lindo cómo él estar en tan horrible situación?

Bueno... todo ocurrió hacía algunos años atrás.