Los noticieros, redes sociales y periodicos de todo el mundo anunciaban multiples noticias: "Macabro hallazgo conmociona a toda Corea", "Niño secuestrado era obligado a fingir ser una muñeca", "Kim Seungmin, el niño que se convirtió en muñeca."

Con lujo de detalles los noticieros contaba la desgarradora historia de un niño que por cuatro años vivió un infierno en la tierra. La foto de quién fuese en vida Kim Seungmin se visualizaba en todos las pantallas de Corea y del mundo entero.

-Hoy le venimos con una impactante y dolorosa noticia. En un apartado distrito de Yongin se encontró el cuerpo sin vida de Kim Seungmin, un niño que se reportó como desaparecido en la noche de Halloween. Lo que debió haber sido una noche de diversión para el pequeño se convirtió en el inicio de una pesadilla, pesadilla qué terminó apenas anteayer. La policia ha arrestado al culpable de los hechos y se celebrará un juicio inmediato. pasaremos a nuestra colega Jeon Somin quien se encuentra en Yongin. Somin, cuéntanos ¿como están las cosas en Yeongin?.-

-Las cosas están bien tensas Soojin, muchas personas han hecho ver su enojo ante el caso, en estos momentos miles de personas están a las afueras del palacio de justicia pidiendo que se le haga justicia al pequeño Kim Seungmin.-

-¿Que se sabe sobre la preparación del juicio?-

-Este juicio será bastante conmovedor debido al terrible suplicio que el pequeño Kim Seungmin tuvo que pasar. Además, se dice que incluso se le asignarán nuevos cargos por secuestro y por realizar rituales satánicos, por qué después de su desaparición; otros niños de Seúl comenzaron a desaparecer de maneras misteriosas. Además, muchas personas conocidas alegan que la tortura y muerte de Seungmin se deben a una profecía que la madre del acusado hizo hace años atrás. Realidad o ficción, éste caso permanecerá en la memoria de Corea del Sur eternamente y esperamos que el pequeño Kim Seungmin pueda descansar en paz. Paso de vuelta contigo al estudio Soojin-

-Muchas gracias por la información Somin. Y con esta noticia nos despedimos el día de hoy.-

La transmisión terminó, pero la historia seguiría corriendo por los periódicos y canales de todo el país.

Minnie, Minnie, tú historia te ha traído fama.

{...}

Los continuos flashs de las cámaras arremetían contra su rostro, los camarografos querían querían obtener las tomas perfectas y las personas de la prensa se amontonaban a su alrededor queriendo que este les otorgara entrevistarlo.

-¿Es verdad que hizo pactos con el diablo?-

-Seo Changbin, ¿se enorgullece de todo lo que le hizo a ese niño?-

Los guardias sostenían con fuerza ambos brazos del coreano, evitando que este lograse escapar.

Ese día se celebraría el juicio en contra de Changbin.

Las personas aglomeradas alrededor del palacio de justicia, gritándole insultos a Changbin y gritándo que se le diese el debido castigo.

La gente clama por justicia. Justicia para que ningún niño pase por el mismo infierno que Kim Seungmin.

El juez, el tribunal y todos los que participarían en el juicio estaban presentes.

Era momento de empezar con el juicio.

El fiscal fué ante el doctor con una biblia en su mano derecha. El mayor colocó su mano diestra encima de la biblia y la zurda alzándola para que todos la vieran.

-¿Jura decir la verdad y nada más que la verdad?-

-Lo juro.-

El pelinegro se sentó y el abogado defensor se levantó para comenzar con el interrogatorio.

-¿Cuál es su puesto en el hospital, doctor Kang?-

-Soy jefe del departamento forense del hospital Yongin Severance Hospital.-

-¿Ha hecho autopsias en niños u adolescentes?-

-Sí, pero ninguna de mis autopsias me han destrozado tanto como la de este niño.-

-¿Puede contarnos lo que sucedió el 31 de abril a las diez de la mañana cuando llegó el cuerpo?-

Con un suspiro, Song Kang comenzó a relatar lo que había sucedido en la morgue.

{....}

Yongin Severance Hospital
10:00am

Dos hombres de blanco observaban con sumo silencio el cuerpo inerte de un chiquillo. Ambos doctores tenían un nudo en la garganta que les impedía decir palabra alguna.

Oh ilustres doctores, ¿Acaso jamás habían visto el cadáver de un niño?

Aquel cuerpecito ya estaba limpio, sin toda esa sangre encima se podía apreciar mejor los moretones, desgarres y huesos rotos que le había dejado aquella paliza. Kim Seungmin había sufrido una muerte digna de una película de terror.

Aquél chiquillo mostraba claros signos de abuso sexual, inanición y violencia a niveles agravados. Y por todos los análisis que se le habían realizado, se pudo corroborar que por cuatro largos años Kim Seungmin tuvo que soportar demasiado dolor.

Las entrañas de los coreanos estában conmovidas, pues en todos sus años de carrera jamás habían visto tal grado de maldad en contra de una persona, mucho menos en un niño. Ellos eran padres de familia y tenían hijos de la misma edad de Seungmin. En Seungmin, veían a sus amados hijos quienes los esperaban felices en casa.

No podían ni imaginar el dolor tan intenso que debían estar pasando los padres de Seungmin.

Corea siempre fué considerado uno de los países más seguros del mundo, jamás hubiesen imaginado que un ser humano pudiera hacer un acto tan macabro y despreciable, en especial a un niño.

Una puerta fué abierta y dos detectives entraron a la fría morgue.

Ambos doctores hicieron cortas reverencias las cuales fueron correspondidas.

-Buenos días caballeros. Soy el detective Nam Joo Hyuk y él es mi compañero, el detective Lee Jong Suk.-

-Soy el doctor Hwang Inyeop y él es mi compañero, doctor Song Kang.-

-Un gusto conocerles.-

Jong Suk desvío su mirada al cuerpo inerte de Kim y nudo en su garganta empezó a formarse. Pero teniendo que mantener su compostura, carraspeó su garganta para empezar a hablar.

-¿Cuál fué la causa de su muerte?-

-Perdida de sangre y un infarto fulminante por esta misma razón. Tuvo una muerte horrible.-

Logró a decir Song.

-Además, no sólo su muerte fué terrible, sino su vida. Fue abusado sexualmente en múltiples ocasiones, golpeado y privado del debido alimento.-

Llegó a agregar Inyeop.

-¿Lograron contactarse con sus progenitores?-

-No, pero una miembro de la familia vendrá a reclamar su cuerpo. Llegará en la noche para darle una sepultura digna.-

-En todos mis años como policía jamás he visto tal grado de maldad... mucho menos en un niño.-

El mayor se dirigió a la fría mesa en donde reposaba el cuerpo inerte de Seungmin. Sus ojos empezaban a cristalizarse y su mano derecha fué hasta la fría mejilla de éste. Esta estaba fría y sin su característico color carmesí.

Aún muerto, aquél chico seguía mostrando la belleza de un ángel.

-Ya estás a salvo, pequeño. Ya nadie volverá a hacerte daño. No tienes por qué temer.-

Las emociones de todos los presentes estaban a flor de piel.

Los mayores observaron el rostro del menor y los policías quedaron atónitos al ver como una lágrimas corría por su frío e inerte rostro.

Era como si Seungmin aún pudiera oírlo y sintiera paz de escuchar que al fin tendría el descanso

Este caso quedaría en sus memorias para toda la eternidad.

{...}

El caso de Seungmin tenía tanto detalles y pruebas que tuvieron que extenderlo a dos días más.

El último día de deliberaciones llegó y los abogados estaban dando sus últimos comentarios, mostrando las fotos de la tienda en donde Seungmin fingía ser una muñeca, las condiciones inhumanas en las que vivía y la sangrienta escena del crimen en dónde encontraron su cuerpo.

El juicio iba con suma normalidad, con la grande diferencia de que todos los presentes tenían lágrimas en sus ojos y algunos otros estaban perplejos al oír a todos los testigos.

Las pruebas del crimen y las fotos de la escena eran tan, pero tan crudas, que varios del jurado terminaron por desmayarse y otros tantos vomitando.

Inclusive el juez, quién es el que tiene que mostrar una cara de póquer, no pudo soportar y varias lágrimas empezaron a llenar su rostro.

Este era el caso que más le había dolido.

El jurado se levantó y fueron a la sala a deliberar.

Después de diez minutos, el jurado volvió.

-Antes de leer la sentencia, quiero que pase al estrado Kim Yongsun, tía legítima de la víctima.-

La coreana iba vestida de negro y en sus manos reposaba la última foto que su hermana y cuñado lograron tomarse con Seungmin.

Subió al estrado y sus ojos se fijaron en todos los presentes.

-Hoy estoy frente a ustedes por que mi hermana, cuñado y mi sobrino ya no pueden. Recuerdo esa noche de Halloween como si fuese ayer, mi hermana lloraba por qué su "cachorrito" no había vuelto. Mi cuñado salió corriendo de la casa y todos los vecinos nos ayudaron en su búsqueda. Metimos el reporte a la policía y ellos actuaron con rápidez haciendo sonar la alerta amber de inmediato. Creíamos que Minnie volvería pronto, pero nos equivocamos. Pasaban los días, semanas e inclusive los años y la policía no nos daba respuesta. Mi hermana cayó en depresión y mi cuñado se culpaba de haberlo dejado ir a pedir dulces solo cada que podía. El caso se enfrió por falta de pruebas y culpables, noticia que nos rompió por completo. Esa noticia nos cayó como balde de agua fría y debido a eso...-

Una pausa fué hecha y el silencio se instaló en el lugar.

La coreana empezó a sollozar.

-Debido a eso, mi cuñado tomó la desición de quitarse la vida. No soportaba la culpa y el remordimiento de la desaparición de Minnie. Mi hermana cayó en una profunda depresión después de eso, no podía comer, no podía dormir y cada día lloraba abrazada a la camisa de su esposo y a uno de los peluches de Minnie. Un día su corazón no soportó más y fué a acompañar a su amado esposo al cielo. Se que ahora ellos están juntos para siempre. Pero me duele mucho el ver que un maldito hijo de puta como tú le robó la vida a un niño inocente y destruyó a una hermosa familia. Minnie era un chico lleno de alegría y sueños, soñaba con ser un bailarín profesional de ballet, casarse en un futuro y tener una familia. Pero lamentablemente, por tú maldita culpa, la arrebataste todos sus sueños y anhelos. Ya no podré oír su hermosa voz llamándome "Solar Noona", ver su linda sonrisa y aquellos mofletes sonrojados que tanto adoraba besar y apretar, jugar a las escondidas con él y prepararle sus galletas favoritas.-

Su palma limpiando sus lágrimas y su mirada siempre fija en el contrario.

-Mi deseo es que vivas el infierno aquí en la tierra de la misma manera en la que hiciste pasar a mi bebé.-

La fémina bajó del estrado y fué a sentarse con sus abogados.

En su asiento, Changbin sólo pudo reír suavemente. Se regocijaba en ver el sufrimiento que había causado.

Un silencio sepulcral se instaló en el lugar por algunos minutos, hasta que el juez recibió la carta en donde el jurado habían escrito su veredicto. En letras negras se leía lo siguiente: CULPABLE.

¡Culpable! ¡Seo Changbin es culpable!

Quitándose sus anteojos, el juez comenzó a hablar.

-En mis cuarenta años que llevo como juez he visto todo tipo de casos, pero jamás uno de tal calibre cómo éste. El diablo existe y está en frente mío. El diablo tiene nombre y es Seo Changbin.-

El juez suspiró y posó su mirada en Seo.

-No sabes cuánto deseo darte la pena de muerte, pero eso sería una cruel burla a todo lo que ese niño sufrió en tus manos. Mereces sufrir en carne propia todas las aberraciones que le hiciste. Por eso, te sentencio a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en la prisión de máxima seguridad de la isla Jeju, pasarás novecientos años pugnando tus pecados. Vas a pudrirte en la cárcel hasta el fin de tus días y a la hora de tú muerte espero te quemes en el infierno para siempre.-

Con un golpe de mazo la sentencia fue dictada.

Personas empezando a gritar y a aplaudir de la felicidad. Los abogados defensores y Yongsun se abrazaron mientras gruesas lágrimas caían de sus ojos.

Seo Changbin ya no hará más daño.

La muerte y el sufrimiento de Seungmin fueron vengadas.

{...}

-¡Prepárense caballeros! ¡hoy les trajimos a su novia!-

Era lo que vociferaban los guardias de aquella prisión de máxima seguridad.

Un grupo de guardias sostenían con fuerza ambos brazos del coreano, en vez de usar el característico uniforme anaranjado usaba un largo y hermoso vestido de novia.

Vestido que muy pronto estaría roto y manchado.

Changbin, Changbin ¿creíste que te saldrías con la tuya?

Los prisioneros que estaban en las celdas gritaban para que los dejaran salir y vengar por mano propia la muerte de aquél precioso niño.

Aquella prisión era conocida por tratar con dureza a los delincuentes sexuales. Además, quienes hacían justicia, no sólo eran los guardias, los reos aplicaban la ley de la vendetta.

Podrían ser la peor calaña de criminales, pero algo que ellos abominaban eran los criminales sexuales, en especial los que tenían que ver con niños.

Llegando a lo último de aquella cárcel, un guardia sacó una llave y abrió la celda en donde las parejas podían tener relaciones.

Seo fué tirado y amarrado a la cama.

Éste intentaba safarse de las ataduras, pero no había escapatoria.

Changbin, Changbin ¿tienes miedo ahora?

La puerta de todas las rejas fueron abiertas y todos los reos empezaron a salir de sus celdas.

Tenían un destino: la habitación de visitas conyugales.

-Es hora de que la novia pase su luna de miel, caballeros, diviértanse.-

Los guardias se fueron y los reos empezaron a entrar en manada al lugar en donde Seo estaba amarrado.

-Bienvenido al infierno muñequito.-

Comentó el jefe de los prisioneros.

Muñequito, iban a usar con él el mismo apodo que había utilizado con Seungmin.

-Así que te gusta lastimar niños y tratarlos como muñecas de trapo ¿eh? Pues, veamos sí también te gusta que te usen como una muñeca.-

Y con esas palabras todos los presos empezaron a manosear y golpear el cuerpo de quién fué la pesadilla de Kim Seungmin.

Changbin, Changbin, recibirás el castigo que te corresponde.

Seo Changbin iba a recibir el castigo que merecía.

La muerte y sufrimiento de Kim Seungmin serían vengados.

La ley de la carcel como la judicial habían hecho justicia.

Fin. Pero... ¿en realidad es el fin?