—¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? —estaba confundida, no sabía qué era lo que había pasado, no recordaba absolutamente nada.

Me encontraba en un lugar lleno de nieve, no había pinos, no había nada más que los copos cayendo del cielo e inundando el lugar, extrañamente no sentía el frío, no sentía nada, todo era de un color blanco acompañado de tonos fríos, podía parecer una pesadilla estar en un desierto helado pero lo único que llegaba a mí era paz y tranquilidad, como si ese fuera un descanso de todas las emociones vividas anteriormente.

Caminé un poco investigando el lugar no había un principio ni un fin, eran kilómetros y kilómetros los que cubrían el paisaje.

Perdí la noción del tiempo, no sabía cuánto había recorrido pero tampoco me sentía cansada, no tenía en mente parar, no hasta que una luz se poso frente a mis ojos, me cegó por un momento, cerré mis párpados para evitar que mis globos oculares fuesen dañados nuevamente.

—Lin Ah... —reconocí la voz al instante, después de tantos años no la había olvidado, abrí lentamente mis ojos. —Mi hermosa princesita Lin Ah.

—¿Papá? —era él, era mi padre, no lo pensé ni un solo segundo solo me lancé contra él para abrazarlo. —No sabes cuanta falta me haz hecho, te he extrañado tanto —lloré al tenerlo entre mis brazos.

—Y yo a ti mi niña —acarició mi cabeza. —No sabes lo feliz que estoy por volver a verte.

—Espera un momento, ¿esto quiere decir que estoy muerta? —negó con una sonrisa.

—Aún no es tu tiempo, en estos instantes hay personas allá que están intentando que vuelvas y tienes que hacerlo.

—No quiero volver, quiero quedarme contigo, todo ha sido muy dificil, no quiero seguir sufriendo —me aferré a él.

—El sufrimiento es parte de la vida, Lin Ah —me separó para mirarme a los ojos. —Tienes que ser fuerte, eres muy inteligente, estoy seguro de que sabrás resolver todos los problemas que se te presenten, además si te quedas aquí, allá habrá un chico que sufrirá toda su vida por tu muerte y se culpará a si mismo.

—¿Qué? ¿Quién?

—Kim Taehyung —sonrió y acarició mi mejilla. —Vuelve, habla con él y ten una larga y feliz vida a su lado, porque él te ama más de lo que te imaginas.

—Pero él me mintió...

—Él es quien te inspiro a pintar, aquel niño a quien le compraste sus dibujos, ¿lo recuerdas? Te mintió porque lo único que quería era protegerte, no quería lastimarte porque siempre te amo —agaché la mirada, cerré mis ojos para tomar aire pero cuando los abrí, él ya no estaba.

—¿Papá? ¿Dónde estás? No te vayas... por favor...

Todo comenzaba a desvanecerse, la nieve desapareció y el color blanco se transformo en negro.

—¡Tres, dos, uno!¡Despejen! —sentí una descarga leve —¡No responde! ¡de nuevo!... ¡Tres, dos, uno!¡Despejen! —otra vez sentí la descarga pero más fuerte. —Bien... logramos estabilizarla, lo demás dependerá de ella.

Estaba sentado en la sala de espera del hospital, nos habían traído a Lin y a mí en ambulancia, todo el trayecto ella estuvo inconsciente, los paramedicos la atendieron lo más que pudieron pero por sus expresiones supuse que algo malo pasaría.

No despegué mi vista de mis manos ni un solo momento, estaban manchadas con su sangre, las lágrimas recorrían mi rostro, sentía un nudo en mi garganta, me sentía culpable por no poder protegerla, yo debía haber recibido esa bala, debía ser yo quien estuviera en el quirófano en ese momento, no ella.

Noté que alguien se acercó a la recepción para pedir informes, no le di demasiada importancia hasta que escuché el nombre de Lin, levanté la mirada y vi que era el señor Choi, la enfermera le dijo un par de cosas, supuse que sería lo mismo que me dijeron, en pocas palabras nada que ayudara a tranquilizar.

—Taehyung... —el mayor se me acercó. —¿Qué fue lo que pasó? —preguntó con preocupación.

—Todo fue mi culpa —no pude ni mirarlo a los ojos. —Mijoo quería matarme a mí pero Lin se interpuso y no pude hacer nada para evitarlo.

—¡¿Qué dijiste?! —una tercera voz se unió, no me dio tiempo de reaccionar, me tomó del cuello de la camisa mostrándose amenazante. —¡¿Cómo qué es tu culpa que Lin esté herida?! —Seokjin realmemte se veía enojado, no pude contestar, me sentía fatal y apenado.

—Señor Kim, por favor calmese, la señorita Lin es muy fuerte, seguro que estará bien —el señor Choi lo separó de mí, él solo respiró hondo y acomodó su corbata para después mirarme de mala gana, era comprensible que estuviera enojado conmigo, seguramente sabía toda la verdad de mis mentiras.

Un par de horas más tarde, el doctor a cargo de Lin apareció, tenía miedo de escuchar las noticias que nos tenía.

—¿Familiares de Oh Lin Ah? —pregunto, el señor Choi se levantó inmediatamente y nosotros los seguimos. —Bueno, voy a ser muy sincero con ustedes, la buena noticia es que pudimos sacarle la bala, unos cuantos milímetros más y hubiese dañado un pulmón pero no logró hacerlo, la mala es que no estaba resistiendo la cirugía por lo que le dio un paro cardíaco cuando estábamos terminando el trabajo, pudimos estabilizarla, pero está muy débil, perdió mucha sangre así que la tendremos en observación, pueden ir a descansar a sus casas y volver mañana, no tiene caso que se queden aquí ya que no podrán verla por el momento.

Los tres agradecimos por el trabajo del profesional, el señor Choi nos ordenó irnos a casa a Seokjin y a mí, yo quería quedarme ahí pero me lo prohibió incluso me pidió no volver por la mañana diciendo que me daría las noticias por mensaje.

No pude dormir ni un solo momento, estaba lleno de preocupación, tenía miedo de que algo malo le pasara a Lin mientras estaba en el hospital; no iba a quedarme en casa sin hacer nada por lo que cuando un nuevo día llegó desobedecí la petición de Choi, tomé mis cosas y volví al hospital.

Al llegar me encontré con Jin en la sala de espera, un poco más a lo lejos vi al señor Choi, estaba hablando con un par de enfermeras.
Me acerqué lentamente a Kim, me miró con seriedad y luego suspiró pesadamente para después evitar el contacto visual.

—Lamento lo de ayer —dijo sin mirarme. —No debí exaltarme como lo hice, es solo que... Lin me preocupa mucho.

—Entiendo, si los papeles fueran al revés yo igual hubiese reaccionado de la misma manera —me senté a su lado. —¿Hay alguna noticia?

—Acabamos de llegar, el señor Choi está pidiendo información acerca del estado actual. —volvió a suspirar. —Cuando Lin Ah esté bien, fuera de cualquier peligro, habla con ella, ha estado sufriendo bastante después de que se enteró de tu engaño, estoy seguro de que esta vez si te dara la oportunidad de explicar bien las cosas.

Estuve a punto de contestarle a Jin y decirle que lo que más deseaba era poder arreglar las cosas con Lin, sin embargo, el señor Choi se acercó a nosotros, nos levantamos y escuchamos sus palabras.

—Me acaban de notificar que la señorita Lin esta fuera de cualquier peligro, aún está dormida debido al medicamento que tuvieron que inyectarle pero la pasaran a una habitación vip así que podremos verla.

—Esas son excelentes noticias —sentí un peso menos de encima.

—Oye —me habló Jin, creía que no sabía mi nombre. —Deberías ir a verla.

—En realidad señor Kim —Choi se adelantó a responder. —¿Qué tal si va usted primero y luego lo alcanzamos? Necesito hablar con Taehyung.

Seokjin dio un leve asentimiento de cabeza para dirigirse a la habitación que le sería dada a Lin, el señor Choi solo señaló los asientos de la sala de espera para indicarme que me sentara lo cual hice y comencé a escuchar lo que tenía para decir.

—Kim Taehyung —suspiró. —Escucha, realmente me siento mal por pedirte esto otra vez pero quiero que te alejes completamente de la señorita Lin, esta vez para siempre.

—Pero- —me interrumpió.

—Debes hacerlo, la última vez me ignoraste, te acercaste a ella y mira cómo terminó todo, sé que la quieres pero estar cerca de ti para ella es un peligro y no voy a tolerar qué vuelva a salir lastimada física o emocionalmente.

—Señor Choi, yo no quiero a Lin Ah... yo la amo —hice mi mayor esfuerzo para no ponerme a llorar delante de él, nuevamente sentía como me la arrebataba de las manos. —Entiendo que soy un peligro para ella y que usted está preocupado pero... ¿No cree que es Lin Ah la que debe decidir eso? Es ella quién debe decirme que me alejé de su vida, no usted así que voy a verla, vamos a hablar y si no me quiere en su vida me iré y no volveré nunca.

—Bien, no me dejas otra alternativa —ajustó sus anteojos con el dedo indice. —Voy a pedir que te echen del hospital —hizo una seña a unos tipos que parecían ser guardias de seguridad, ellos se acercaron me tomaron con brusquedad de ambos brazos. —Si te acercas a la señorita, voy a demandarte y te aseguro que acabarás en la cárcel, es mejor que te mantengas alejado.

Los dos hombres me echaron a la calle como si fuera un perro callejero, esa era una de las pocas razones por las que odiaba los hospitales donde les daban más privilegios a los ricos, no podía hacer nada, sabía que la amenaza de Choi era real, me metería a prisión si no me mantenía al margen por lo que mi única opción era aceptar que no volvería a ver a Lin Ah.

Mood: achicopalada :(

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