
☾︎ 37 ☾︎
Detuve el coche justo delante del lugar que me marcaba el GPS, ahí tenían a Taehyung, por más decepcionada o enojada que estuviera con él, no podía permitir que le hicieran daño, era una persona y su vida valía mucho más que los ceros qué había en mi cuenta bancaria, misma que Oh Mijoo quería.
Antes de bajar del vehículo no podía cometer la estupidez de no tener un plan B.
Llamé al señor Choi para decirle lo que haría y lo que tenía que hacer.
—Señorita Lin, la he estado buscando por todas partes, ¿Dónde está? —preguntó preocupado.
—Estoy bien, pero necesito que vaya con el detective Kang ahora mismo.
—¿El papá de Kang, su empleado? ¿Para qué?
—Mi tía Mijoo secuestró a Taehyung pensando que era K8, así que necesito que la policía venga para detenerla, esta vez no voy a dejarla ir, quiero enviarla a prisión de por vida, le enviaré la dirección, igual dejaré la ubicación de mi teléfono encendida.
—Tenga mucho cuidado, no haga nada riesgoso hasta que llegue con la policía.
Colgué la llamada, bajé del auto y me adentré en el lugar, parecía ser un almacén aunque estaba completamente vacío, las paredes eran blancas y la luz daba un toque futurista.
Di un par de pasos cuando de pronto escuché la voz de mi tía por detrás, me di la media vuelta y la visualicé, se veía más elegante de lo normal, llevaba puesto un vestido azul marino que le llegaba poco más abajo de la rodilla, tacones negros puntiagudos y un collar de diamantes que se veía muy costoso.
—Lin Ah, mi querida y hermosa sobrina —se acercó a mí para abrazarme pero solo la esquivé.
—¿Dónde está él? —fui directa.
—Ese pedazo de chatarra está encerrado, deberías educarlo de una mejor manera, no ha dicho ni una sola palabra desde que lo trajimos aquí, créeme que traté de mil maneras de sacarle información pero simplemente no abrió la boca —hizo una seña dando a entender que lo trajeran.
En menos de un minuto dos tipos aparecieron sujetando a Taehyung por ambos lados, su rostro se veía cansado parecía tener hambre, quería correr hacia él pero no lo hice porque si quería mantenerlo a salvo tenía que ser precavida.
—K8, ¿Estás bien? —esperaba que siguiera la corriente.
—Sí, señorita Lin, no se preocupe por mí —respondió en automático.
—Y bien, ¿qué es lo que quieres? —me dirigí a esa desgraciada mujer.
—Acompáñame —sonrió y comenzó a caminar hacia una puerta, no tuve más opción que seguirla, miré a Tae y solo noté como susurro un "deberías irte, es peligroso" lo sabía pero no tenía alternativa, no iba a dejarlo ahí.
Al entrar en esa habitación, me di cuenta que era una oficina un poco descuidada, había un escritorio, un par de sillas y una mesita donde había bebidas.
—Por favor, siéntate, ¿Quieres algo de beber? —se acercó a la mesa esperando mi respuesta.
—¿También vas a envenenarme como lo hiciste con mi padre?
—Oh vamos, Lin eso es pasado —no lo negó, quise pararme en ese momento y ahorcarla con mis propias manos, toda mi fuerza de voluntad estaba haciendo su mayor esfuerzo para no cometer una idiotez. —Bueno, vayamos al grano, ¿qué es más valioso para ti? ¿Tu estúpido robot o la galería y todo lo que te dejó tu papá?
—Sabes la respuesta.
—Entonces firma esto —sacó una carpeta con documentos de uno de los cajones del escritorio y me lo acercó. —Con esto me cedes los derechos de absolutamente todas tus propiedades, incluidas tus cuentas bancarias, después de que lo hayas firmado te podrás ir junto a tu maquina.
Tomé los papeles y un bolígrafo, comencé a leer los documentos, línea tras línea y todo abarcaba lo mismo, si aceptaba me quedaría sin un centavo, sin hogar, sin la galería, eso era lo que ella quería, tenerlo todo y dejarme en la ruina, siempre fue su objetivo, era una decisión muy dificil de la cuál había solo una respuesta, estaba dispuesta a dejarlo todo con tal de que Taehyung estuviera bien, fuera de todo ese problema, después de que las cosas se calmaran tendría que iniciar de nuevo.
Sujeté el boligrafo un poco insegura y justo antes de trazar mi firma sobre el papel, la puerta se abrió de golpe, un chico algo bajito y piel blanca se acercó a mí con rápidez me arrebató los documentos y los rompió en mil pedazos.
—¡Maldito bastardo!¿Qué crees que haces? —Mijoo se levantó y golpeó el escritorio.
—No voy a dejar que le arruines la vida a Lin Ah —esa voz, la reconocí pero su rostro me parecía tan desconocido. —Me utilizaste todo lo que pudiste pero no dejaré que hagas esto.
—¡Park Jimin! ¡Deja de hacer un escándalo y lárgate con el idiota de tu padre!
—¿Jimin? —pregunté con un tono muy bajo, no entendía nada de lo que estaba sucediendo.
En ese momento el chico me tomó de la mano y me jaló para ponerse frente a mí, mi tía lo encaró estuvo a punto de darle una bofetada pero él la detuvo, la agarró de ambas manos impidiendole hacer cualquier movimiento.
—¡Lin Ah! —me gritó. —¡Ve por K8 y salgan de aquí, yo la detendré!
—¡Sueltame pequeño bastardo! —vi como Mijoo intentaba soltarse del agarre de Jimin, yo solo salí a toda prisa de la oficina. —¡Oh Lin Ah! ¡Vuelve aquí maldita perra! —la escuché gritar como desquiciada.
Corrí lo mas rápido que pude, no sabía dónde podría estar Taehyung, había varias puertas y la mayoría de ellas estaban cerradas, no podía tardarme, estaba segura de que Jimin no podía detener a mi tía por mucho tiempo.
—¡Taehyung! ¡¿Dónde estás?! —comencé a llamarlo creí que no funcionaría, sin embargo, escuché unos pasos apresurardonde hacia mí.
—¡Lin Ah! —era él, se podía ver la preocupación en su rostro corrió a mí e inmediatamente me tomó del rostro para mirarme atentamente. —¿Estás bien? ¿Esa mujer te lastimó?
—Estoy bien —lo aparté. —Puedo cuidarme sola —evité cualquier contacto visual. —Tenemos que salir de aquí.
Le hice una seña para que me siguiera y pudiéramos por sin salir de ese horrible lugar, corrimos a la par, todo estaba en un extraño silencio, tenía un mal presentimiento y como si fuera magia, el recuerdo de aquel sueño se presentó en mi mente, K8 llorando, sangre en sus manos, la habitación blanca la cual era exactamente igual al almacén en el que nos encontrábamos, me detuve para respirar, el aire comenzaba a faltarme, y me preguntaba si ese sueño podría ser como una visión del futuro, si K8 lloraba eso quería decir que no era él, era Taehyung, y la sangre en sus manos podría deberse a que alguien lo lastimaría, tenía que evitar que algo como eso sucediera.
—Lin, por aquí —Tae me sacó de mis malos pensamientos y señaló una puerta. —Creo que podemos salir por ahí.
Esperaba que sí, no soportaba más un minuto ahí, me tomó de la muñeca y me hizo correr en la dirección del lugar señalado, no obstante, un ruido ensordecedor nos hizo parar en seco, nos heló la sangre a ambos y lentamente nos dimos la media vuelta.
—¿A dónde creen que van? —Mijoo tenía una sonrisa macabra, se acercaba lentamente paso a paso a nosotros mientras sostenía un arma en sus manos y nos apuntaba con ella. —¿De verdad creen qué los dejaré ir como si nada?
—Tia Mijoo... —Iba a dialogar con ella.
—¡Cállate! —se exaltó, Taehyung me jaló para ponerme detrás de él pero me negué y me solté de su agarre. —Quería que todo fuera de forma pacífica, iba a dejarlos ir cuando firmaras los papeles pero como eso ya no sucederá, hay solo una forma de que me des todo.
—¿De qué estás hablando? —necesitaba respuestas.
—Cuando el imbécil de tu padre te dejó todo, dijo que si algo te llegaba a pasar todo pasaría a mi poder —su sonrisa se borró, hablaba con mucho odio. —Intenté matarte en ese estúpido accidente de auto, intenté deshacerme de tu maldito robot para que no me delatara con el estado de cuenta de la galería y todo salió mal, traté de que sufrieras todo el tiempo que estuviste ciega para hacerte entrar en depresión y hacer que te suicidaras, siempre te preguntabas porque te sucedían tantas cosas malas, dejame decirte una cosa querida sobrina... tú no tenías la culpa, yo lo hice todo ¡Y nada funcionó! Te odio Oh Lin Ah, te odié desde el primer momento en que viniste al mundo y ahora te odio más que nunca, pero tranquila todo esto acabará.
—Entonces fuiste tú... tú me drogaste, tú sobornaste a la familia de los donadores, tú causaste el accidente, tú me arrancaste un pedazo de alma... —me interrumpió.
—Ah y no olvides que yo también maté a tu padre, para serte sincera te mentí sobre que iba a dejarlos ir, después de firmar los papeles te iba a matar y tu robot se convertiría en una escultura pero dado que no elegiste la forma pacífica, te asesinaré en este justo momento e iré luego a tomar lo que me pertenece.
En ese momento sentí miedo, no quería morir, no quería dejar que se saliera con la suya, no quería que todo acabará así.
—Estás completamente loca, la policía no tarda en llegar y en cuánto lo haga te arrestarán —trate de hacer tiempo.
—Claro que no, tú estarás muerta y solo culparé a ese inútil de Park que en realidad esta inconsciente en la oficina —rió. —¿Sabes que sería divertido? —No respondí. —Asesinar a tu robot a balazos justo delante de ti y luego que sea tu turno.
—Eres tan estúpida qué no pudiste ver que no es un robot, si no un humano —me burle de ella.
—¿Un humano? —preguntó dudosa pero volvió a reír. —Y si viniste aquí sabiéndolo, eso quiere decir que este chico te importa, entonces será mucho más divertido.
Sentí como el mundo se puso en cámara lenta, ella quitó el seguro de la pistola y su dedo lentamente jaló el gatillo, no hubo tiempo para pensar, mis instintos actuaron por si solos y justo cuando recobré el razonamiento lógico el sonido del disparo ya había sido producido.
Las cosas estaban sucediendo muy rápidamente. Luego de que Lin se fue con su tía, los matones querían volver a encerrarme en la misma habitación donde me mantuvieron,busqué la forma de escaparme, ese par eran algo idiotas así que esconderme de ellos fue relativamente fácil, de algo había servido escapar por años de los perros de Jangsu pues eso me ayudó a mantenerme como una rata en una coladera, escondida y salir cuando ni habia muros en la costa, aunque a diferencia de un ratón yo dejé encerrados a los gatos en la jaula.
Caminé en busca de Lin y para mi suerte la vi a unos cuantos metros de mí, ella me estaba buscando y yo solo estaba con la preocupación por los cielos, tenía miedo de que la lastimaran, aunque no debí dejar que notara mi preocupación, ella solo me apartó haciendo que mi corazón se encogiera.
Todo empeoró cuando un disparo retumbó en el lugar, Lin y su tía comenzaron a discutir por todo lo sucedido en los últimos días y al parecer más sucesos anteriores.
Yo solo era un espectador hasta que esa mujer comenzó a hablar sobre que nos mataría a ambos, yo estaba dispuesto a dar mi vida por la de Lin Ah, por lo tanto, cuando vi que estaba apunto de disparar me giré hacia la chica para cubrirla pero ella solo me empujó con tanta fuerza que me hizo caer al suelo, el sonido aturdió mis oídos y fue ahí donde razoné por completo que la bala no iba dirigida a Lin sino a mí y lo peor de todo es que ella decidió tomar mi lugar.
Mientras estaba tirado en el piso, la policía entró y arrestaron a Oh Mijoo, no les di demasiada importancia porque para mí todo giraba al rededor de Lin Ah, vi como su blusa color azul pastel comenzaba a tornarse de un rojo perturbante, ella me miró y un par de lágrimas salieron de sus ojos, pude notar fácilmente como sus piernas comenzaron a flaquear y se fue desvaneciendo lentamente ante mi vista.
Rápidamente me levanté y logré sujetarla antes de que cayera por completo en el suelo, su mirada estaba perdida, su respiración comenzó a dificultarse, puse mis dos manos sobre la herida para darle presión y sin mas comencé a llorar.
—Lin Ah... —hice el intento de llamarla para que no cayera inconsciente mientras alguien pudiera ayudarme. —¿Por qué lo hiciste? Debiste dejar que esa bala llegara a mí, tú eres más importante.
—¿I-incluso en este m-momento me re-regañas? —tosió sangre. —Taehyung... n-no puedo respirar...
Su piel estaba palideciendo con velocidad, la sangre no dejaba de salir, mis manos estaban empapadas de ese líquido rojo y mis ojos eran unas cascadas.
—Tranquila, no volveré a regañarte pero tienes que estar bien, no importa si no quieres volver a verme, no importa si quieres que desaparezca de tu vida pero por favor, no te mueras —sollozo tras sollozo.
—J-jin me dijo... —su respiración era muy pesada. —Lo que... l-le pediste... no sé... si podré e-escuchar una explicación pero t-te perdono.
—Mi pequeña Linie... —ella levantó su mano con pesadez y acarició mi mejilla, limpió algunas de mis lágrimas.
—Kim...Taehyung, no- no finjas ser alguien más de nuevo —comenzó a llorar. —T-tal vez en otra vida p-podamos comenzar de cero y-y estar juntos.
Su mano se deslizó delicadamente hasta caer, sus ojos se cerraron, perdió completamente su fuerza, yo por mi parte me quedé unos segundos congelado, deseaba estar soñando, deseaba que fuera una pesadilla de la cual despertaría pero el dolor era tan notorío que era imposible que fuese un sueño.
—¿Lin Ah? —pregunté esperando una respuesta. —No, no, no, no, por favor no ¡Lin! ¡Despierta por favor! ¡No te vayas! No me dejes solo...
Lloré como nunca antes lo había hecho, la abracé con tanta fuerza esperando que mis brazos le dieran la vida necesaria, pedía y rogaba por algo que parecía no tener solución, no imaginaba que desde ese momento mi corazón podía marchitarse y no volver a sanar nunca.
Dejaré esto por aquí y me iré a llorar 💔😭
Ahora sí, un par de caps más y se viene el epílogo.
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