
☾︎ 27 ☾︎
Salí de mi hogar junto al señor Choi, me sentía extraña de una buena forma, nunca había sido así de atrevida y pervertida con nadie, K8 me daba total confianza para mostrarme de tal manera con él y la verdad era que me gustaba, esa máquina me atraía de todas las maneras posibles y para ser sincera no me importaba que fuera un robot.
El auto avanzaba en dirección a la galería, cerré mis ojos tratando de recordar los momentos anteriores y revivir en mi imaginación las sensaciones que sentí con el contacto de sus frías manos en mi piel, cuando de pronto la voz de mi acompañante me sacó de mis pensamientos.
—Señorita Lin, ¿tiene algo que ver con K8? —su pregunta me tomó por sorpresa.
—¿Por qué le interesa saber? —a mí no me importaba que se enterara pero tenía la duda de su interés.
—Es que hace un momento usted lo abrazó y yo simplemente me preguntaba si de alguna forma esta interesada en él, ya sabe, hablando románticamente —tosió discretamente.
—Bueno, usted es como mi familia así que voy a ser sincera —hice una pausa. —K8 y yo estamos saliendo, él me gusta y sé que yo a él, por eso nos hicimos novios.
—Señorita Lin, no debería hacer esas cosas —su tono era de preocupación. —No me molesta que tenga citas o novios, como quiera, pero K8 es un robot, una máquina que no tiene sentimientos, si dice quererla debe ser solo una simulación, no quiero que al final termine lastimada por un objeto, así que por favor, le recomiendo que deje ese jueguecito del novio robot, salga con alguien de verdad, un humano de carne y hueso.
—Señor Choi, no quiero ser grosera pero le pido que no se meta en estas cosas, porque usted no tiene el derecho de decirme con quien salir o con quien no, y si quiero a K8 como novio o incluso como esposo eso solo me corresponde a mí y a él, así que ahorrese la saliva porque no voy a alejarme de esa máquina como usted lo llama, para mí él está más vivo que cualquier otra persona.
Realmente me molestó que hablara de esa manera así que desde ese momento decidí no continuar la conversación, algo infantil pero funcionaba para evitar malos sabores de boca.
Al llegar a la galería nos dirigimos directamente al salón de conferencias, ahí teníamos las reuniones con los inversionistas, organizamos los eventos con el equipo y las juntas con los críticos para que dieran sus opiniones con respecto a las obras que merecían estar en exposición.
Nos sentamos en nuestros respectivos asientos a esperar, una de las empleadas se acercó a ofrecernos una bebida, fue muy amable al recordar cómo me gustaba el café.
Pasaron 10 minutos.
40 minutos.
1 hora.
Los inversionistas no llegaron.
Me levanté de mi asiento decidida a irme, pero un rayo de esperanza apareció cuando escuché el sonido de la puerta al abrirse y desapareció cuando escuché la voz de esa mujer.
—¡Lin Ah! ¡Mi queridísima sobrina! —el tono que utilizaba siempre me causaba ganas de vomitar.
—Hola tía Mijoo, ¿qué haces aquí? —pregunté de la manera más amable.
—Por si no lo sabes, yo soy una de las inversionistas de este lugar, pero... ¿dónde están los demás?
—Los demás no van a venir —la voz de un hombre que supuse sería joven por su tono, se nos unió, el sonido chirriante de una silla llenó el lugar, imaginé que el hombre se había sentado.
—¿Usted es...? —preguntó mi tía con un tono desagradable.
—Lo siento, debí presentarme primero —volvió a recorrer la silla. —Me llamo Kim Seokjin, soy el representante del señor Kim Wosik, mi padre, quien es uno de los inversionistas anónimos de esta galería.
—Un placer señor Kim —le hice una reverencia. —Pero, ¿a que se refiere con que no vendrán los demás?
—Señorita Lin, si me permite hablarle por su nombre —di un leve asentimiento en confirmación. —Esos idiotas que se creen unos sabelotodo hicieron una junta entre ellos para acordar quitar todo el dinero que le aportaban, algo escuché sobre que alguien los convenció de hacerlo pero realmente no estoy enterado de quién fue —hizo una pausa para después continuar. —Mi padre era un muy buen amigo del señor Oh Chaewon, así que me envió aquí para hacerme cargo de su inversión.
—Entonces supongo que va a retirarse, lo entiendo —hablé con seriedad.
—¿Qué? No, para nada —río amigablemente, me transmitió un poco de confianza. —Estoy aquí como su representante para aumentar la inversión y ayudar en lo que sea para los próximos eventos.
—¡¿Qué?! —un grito de mi tía nos hizo sobresaltar, no lo esperaba. —Digo... —rió nerviosamente. —No es necesario que hagan eso, yo ayudaré a mi sobrina.
—No se preocupe señora, yo me haré cargo, tengo órdenes específicas de no abandonar a la señorita Lin como lo hicieron los demás inversionistas, así que si no les molesta, podemos comenzar con la reunión —Kim Seokjin me parecía alguien joven por su tono de voz, pude suponer algunas cosas sobre él, egocéntrico, extravagante, millonario, bromista pero sobre todo sincero y eso era lo que más importaba, no obstante, solo eran suposiciones sobre su personalidad, nada de eso estaba confirmado hasta conocerlo por completo.
—Por supuesto, señor Kim, comencemos.
—Bueno, antes que nada, llámame por mi nombre, si me dices señor me sentiré viejo y aunque creo que soy un poco mayor tampoco es para tanto —acepté su petición y comencé a explicarle los planes que tenía en mente, el evento que se estaba organizando y en lo que se convertiría la galería en el futuro. —Bien, creo que entiendo tu punto, pero aquí viene mi opinión, podemos apoyar el talento de esos chicos, pero debemos cobrar un porcentaje por cada obra vendida, ambos somos millonarios lo sé, pero tampoco podemos tirar el dinero así como así, tiene que estar en constante movimiento, ¿me entiendes?
—Sí, entiendo perfectamente.
—Genial, de esta manera tendremos ganancias, lo chicos tendrán la oportunidad de exponer sus obras y quien sabe, conseguir contratos, y nosotros no nos iremos a la bancarrota, ¿hay algo que quiera agregar señora Oh? —se dirigió a mi tía.
—No, parece que ustedes dos trabajan bien juntos —respondió como si estuviera molesta. —Me retiro, nos veremos en la próxima junta.
—Con todo respeto pero que grosera mujer —se quejó como niño pequeño una vez que salió mi tía.
—¿Tú crees? —me reí. —Definitivamente es un horror de persona, pero a fin de cuentas familia.
—Deberías echarla, se ve fácilmente que tiene malas intenciones.
—Aunque quisiera no podría —suspiré. —Cuando mi padre enfermó y yo tenía que estar a tiempo completo en la universidad, fue ella quien se hizo cargo de él, lo alimentaba y le daba su medicina todo el tiempo, nunca dejó que nadie más lo hiciera, luego mi papá empeoró y en su lecho de muerte me dijo que la tratara bien, así que no tengo otra opción.
—Espera... —detuvo sus palabras como si estuviera analizando lo próximo en decir. —¿Estás diciendo que ella lo alimentó, lo cuidó e incluso le daba su medicamento pero aún así tu papá empeoró y murió?
—Sí, exactamente, los doctores decían que si tomaba correctamente sus medicamentos mejoraría pero fue todo lo contrario.
—¿Le realizaron una autopsia a tu padre? me quedé confundida al escuchar eso, no sabía que giró estaba dando la conversación, mi padre murió por una extraña enfermedad en su sangre que avanzaba con rápidez, nunca encontraron la causa pero tampoco realizaron una autopsia, pues mi tía misma se opuso diciendo que no permitiría que el cuerpo de mi papá fuera tratado de esa manera. Por otro lado, el señor Choi estaba sentado junto a mi sin decir palabra.
—¿Qué estás insinuando? —necesitaba respuestas luego de lo que Seokjin estaba plantando en mi cabeza.
—Pensarás que soy un metiche y no te lo voy a negar, sí lo soy —aclaró. —Pero sinceramente me parece muy raro que ella estuviera a cargo de él, no dejara que nadie más lo hiciera y luego pum, el señor Oh empeoró y murió —iba a contestarle pero volvió a hablar. —Y después misteriosamente su hija, heredera de toda su fortuna tuvo un extraño accidente que la dejó ciega.
Bien, ese chico estaba bastante enterado de mi accidente, no sabía cómo o porqué, pero comenzaba a llenarme de sospechas.
¿Realmente mi tía sería capaz de hacer cosas como esas? Y si lo es, ¿por qué?
—Yo... —no pude formular palabra, mi mente estaba trabajando a mil por hora tratando de asimilar todas las especulaciones del chico.
—Lo siento, creo que hable de más —se disculpo. —Soy un bocón que no sabe cuándo parar, de verdad perdóname.
—No te preocupes, solo estabas dando tu punto se vista.
—Soy un maleducado, yo y mi tonta bocota, déjame invitarte a comer para disculparme.
—¿Ahora? —confirmó con un sí. —Es que tengo unos planes más tarde.
—Vamos, no tardaremos —soltó una risa. —Además quiero conocer el lugar ya que soy nuevo y tú eres mi única amiga aquí.
Creo que lo juzgue mal en un principio, se estaba tomando toda confianza conmigo.
No podía iniciar con el pie izquierdo con ese chico ya que por el momento era el inversionista mayoritario así que debía tratarlo bien, por lo que terminé aceptando su propuesta.
El señor Choi nos llevó hasta un restaurante de clase alta, ahí comimos los tres y conversamos un poco más para conocernos, teníamos que llevarnos bien para que de esa manera nuestra relación profesional fuese cómoda en todos los aspectos.
Oh dios, ¿qué veo?¿un rival para Tae?
Maybe or maybe not jsjajsja
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