
☾︎ 26 ☾︎
Este capítulo contiene escenas un poco subidas de tono, si no les agrada este tipo de contenido pueden pasar directamente al siguiente capítulo, no tendrá alguna alteración dentro de la trama.
Atte: Sweetsy ♡
Estaba tan feliz de mi noviazgo, era increíble y seguía sin creer que Lin estuviera enamorada de mí, era el hombre más feliz del mundo, así que quería aprovechar y pasar todo el tiempo posible a su lado.
Como era mi costumbre, bajé a la cocina para recoger su desayuno, ahí la señora Lee estaba terminando de hacerlo.
—Hoy tienes un brillo en tus ojos, K8 —dijo con una sonrisa.
—Deben ser los leds que hay por dentro de mi cabeza —respondí como un robot lo haría.
—A mí no me engañas —rió amistosamente. —Tú no eres K8, ¿verdad? —me quedé callado, mis manos comenzaron a sudar. —Tranquilo, no se lo diré a nadie, me di cuenta desde que llegaste, K8 tiene una personalidad muy distinta a la tuya, y por lo que puedo ver te enamoraste de la señorita Lin.
—¿De verdad no se lo dirá? —negó, en ese momento sentí una tranquilidad tremenda.
—Solo te pido que la cuides bien, en el pasado muchas personas quisieron dañarla, incluida su madre —al haber escuchado eso, recordé las fotografías que tenía de pequeña donde solo aparecía con su papá y el señor Choi, la curiosidad me lleno e hizo que preguntara al respecto.
—¿Su mamá? ¿Qué fue lo que hizo? Lin nunca la ha mencionado.
—Cuando esa mujer y el señor Oh se casaron eran muy felices viviendo juntos, pero había algo que el señor Oh no sabía y era que su esposa no quería tener hijos, entonces un día ella quedó embarazada y cuando la señorita Lin nació, se acabo el amor entre sus padres, la pequeña de convirtió en la princesa de su papá pero en la desgracia de su mamá, esa mujer la odiaba con todo su ser, tanto que un día intentó matarla mientras la ahorcaba, el señor Oh se enteró de eso y la demandó, se divorció de ella y ahora está presa.
—Qué desgraciada, ¿cómo pudo hacerle eso a su propia hija? —me quejé.
—Y no ha sido solo ella, su tía Mijoo, hermana del señor Oh también la ha menospreciado, aunque sabe disimularlo muy bien —suspiró. —Es por eso que te pido que la cuides, ella es una persona muy buena, aunque a veces tenga un carácter muy fuerte, no merece nada de lo que le paso ni lo que le está pasando, por favor, hazla feliz, no dejes que nada ni nadie la lastime.
—Señora Lee, amo con todo mi corazón a Lin Ah y le prometo que jamás voy a dejar que su corazón salga lastimado.
—Más te vale porque si algo malo le pasa, te clavaré este cuchillo en el pecho —me amenazó mostrándome el cuchillo que tenía entre las manos. —Ahora ve y llévale de comer, tampoco dejes que se muera de hambre.
Sin responder tomé la bandeja con comida y me dirigí escaleras arriba para alimentar a mi amada.
Al estar frente a la habitación toqué a la puerta tres veces y un segundo después escuché la confirmación en un tono muy dulce, mordí mi labio inferior para evitar gritar de la emoción, abri la puerta y la vi sentada en su escritorio mientras se cepillaba el cabello, rápidamente dejé la comida sobre la mesita de noche y me puse detrás de ella para quitarle el cepillo de las manos y continuar el trabajo, me encantaba cepillarlo.
—Buenos días —dije con un tono suave.
—Buenos días, amor —mi corazón dio un vuelco al escuchar el apodo meloso que pronunció, quería tirarme en sus brazos como si fuera un niño pequeño. —Dios... eso fue vergonzoso —rió tímida.
—Eres muy adorable, llámame así cuantas veces quieras —traté de calmar mis nervios pero por dentro era una bomba de emociones. —Listo, ven a comer algo —terminé su cabello y dejé el cepillo sobre el escritorio, ella se levantó y caminó hasta su cama buscando el plato de comida.
—Hoy tendré una junta con los inversionistas de la galería —bebió del vaso de jugo. —Mientras yo estoy ahí haciendo cosas aburridas, ¿tú podrías ir a comprar latas de pintura y lienzos nuevos?
—Por supuesto —me senté a su lado. —¿Pero no quieres que este a tu lado durante la junta?
—El señor Choi me pidió estar presente, dijo que quería ver por su cuenta propia los ingresos y otras cosas, aunque me pareció muy extraño, cuando lo dijo lo escuché algo preocupado —suspiró. —Pero en fin, consigue de todo en la tienda, pinturas de todos los colores, pinceles, lienzos, todo lo que veas necesario.
—Está bien, ¿qué harás con todo eso? —pregunté curioso.
—No me digas que lo olvidaste —no respondí, trataba de pensar en una respuesta pero ella habló nuevamente. —Dijiste que me ayudarías a volver a pintar.
Cierto, lo había olvidado.
—No lo olvidé —mentí.
—Mentiroso —soltó una risa, dejó el plato vacío en la mesa, ya había terminado. —¿Si vas a ayudarme?
—Lin Ah, lo que más deseo en este mundo es que seas feliz y si la pintura te hará feliz entonces te ayudaré, no quiero volver a verte llorar, ni verte sufrir —puse mi mano sobre su mejilla, la acaricié suavemente y segundos más tarde besé sus labios de una manera dulce y tierna, me separé ligeramente y susurré cerca de su boca. —Hoy iniciamos las clases de arte.
—Eres el mejor, te quiero, K8 —y sin previo aviso me besó, mi corazón se alteró, quería salirse de mi pecho pero la placa de metal se lo impedía, sentía infinidad de emociones distintas.
Inconscientemente llevé mis manos a su cintura, me acerqué lo más que pude, ella me cedió el control total del beso, sentí un escalofrío cuando pasó la yema de sus dedos por mi cuello tocando el botón de "apagado" que me ponía cada mañana para hacer mi disfraz más creíble, solo lo rozó pero inmediatamente quitó sus manos de ahí como si tuviera miedo de presionarlo por accidente.
En ese momento me sentí como un maldito pervertido, muchas imágenes comenzaron a llenar mi mente cuando su lengua pedía permiso para jugar con la mía, quería más, quería sentir toda esa experiencia, pero me preguntaba ¿realmente podía? No lo sabía, y algo era seguro, Lin quería exactamente lo mismo pues lentamente se fue recostando sobre la cama, me jaló con delicadeza para hacer que quedara encima de ella, aún podía controlarme, podía parar, quería hacerlo, y Lin no me daba muchas opciones, no me permitía separarme, continuaba besándome como si quisiera comerme, me gustaba eso, sentir su desesperación, ver lo mucho que me quería y deseaba.
—Lin Ah... —dije en un susurro audible apenas pude separarme.
—Shhh —dios esa chica era muy atrevida, me encantaba. —K8... esto quedará solo entre nosotros, ¿verdad? Los novios hacen esto, ¿no? Quiero hacerlo contigo...
Una de las pocas ventajas de que Lin era ciega era que justo en ese momento no podría ver lo rojo que estaba mi rostro debido a sus palabras.
—Yo... no... tengo lo que necesitas —mentí sin saber la verdad, realmente lo tenía y se estaba poniendo feliz, aunque no sabía si K8 también lo tendría.
—Lo sé —afirmó muy segura. —Y no me importa, K8... —hizo una pausa para darme un beso rápido. —Tócame.
Quería hacerlo, sin embargo, no estaba muy seguro de eso, la quería y ella a mí, Lin quería que hiciera eso y yo también, ¿cuál era el problema?
Qué la estás engañando pedazo de pacotilla.
Cállate maldita consciencia, déjame pensar.
Tenía miedo de lo que pudiera suceder, no obstante, toda mi mente se nubló cuando la miré a los ojos, esos hermosos ojos que tenía estaban brillando como si tuvieran estrellas dentro, como si una galaxia completa habitará ahí y justo cuando sus labios susurraron un "por favor" perdí mi autocontrol.
Me lancé directamente a besar su cuello, le daba besos, lo lamía y dejaba una que otra marca, ella llevaba puesta una blusa de tirantes, la cual me facilitó el trabajo, comencé a besar sus hombros, bajé mis manos hasta llegar a su abdomen y las metí por dentro de su blusa, acaricié su estómago y fui subiendo mis dedos lentamente hasta llegar a su pecho, al estar ahí apreté una de sus dos virtudes por encima del sostén, escuché como soltó un suspiro de satisfacción y eso solo me incitó a seguir mi camino de besos hasta encontrarme en el lugar donde estaba mi mano.
Con un movimiento ágil le quité la blusa dejándola solo con su sostén, puse mi rostro en medio de sus pechos, Lin me rodeó con sus brazos, sus dedos se estaban enredando en mi cabello, bajé por su abdomen lamiendo y sintiendo su piel caliente, llegué a su parte baja, estaba apunto de bajar su pantalon, ser un intruso en su feminidad y meter mi lengua para darle la mayor satisfacción que podía ofrecerle pero en ese justo momento la puerta fue tocada, me sobresalté, di un brinco por el susto y los nervios y terminé cayendo al piso.
—Señorita Lin, ¿está lista? Llegaremos tarde a la junta —era el señor Choi hablando detrás de la puerta.
—S-sí... enseguida salgo —respondió entrecortada, tomó su blusa como pudo y se la puso. —¿Estás bien? —preguntó con preocupación.
—Sí, no te preocupes —me levanté y le di un beso en la mejilla. —Tienes que irte.
—Volveré pronto —sonrió haciendo que sus ojos desaparecieran, caminó hasta su escritorio y a tientas buscó su saco y su bolso para después dirigirse a la salida, pero al estar en la puerta se detuvo. —Aún tienes la cuenta del banco para hacer las compras, ¿no? —era cierto, no tenía dinero ni una manera para pagar por sus productos.
—No, toda la información fue borrada de mi sistema después del accidente —me excusé.
—Entiendo, ven —me hizo una seña para que la siguiera. —Le diré al señor Choi que te de una tarjeta.
Bajamos a la primera planta, Lin habló con Choi y le dijo lo que yo haría en su ausencia, así que él fue al despacho del hogar y regresó con un pedazo de plástico que contenía una gran cantidad de dinero.
—Compra todo lo que creas necesario, igual si ves algo que te guste compralo y tómalo como un regalo de mi parte, no importa el costo, ¿está bien? —se acerco a mí, me dio un rápido abrazo y luego caminó a la salida con ayuda de su bastón, el señor Choi me miró de una manera extraña y sin decir nada salió detrás de Lin.
En cuanto la puerta fue cerrada corrí lo más rápido que pude al baño, estaba claro que era un pervertido de primera pero tenía que dejar salir todo lo que tenía dentro o seguramente explotaría.
Capítulo un poquito largo pero bien prendido sjajsj espero les haya gustado.
Ya casi estamos en la recta final de esta historia ^^
Sigan leyendo 👀
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