Toda la mañana me la había pasado encerrada en la oficina con K8, realizó una lista de todos los artistas que tuvieran alguna obra en la galería para así poder contactarlos y hablar con ellos sobre la subasta que se realizaría el fin de semana.

Mi robot se encargó de marcar a los números, decirme de quién era y pasarmelos para yo hablar con la persona, para mi suerte todos estaban respondiendo de forma positiva ante la noticia por lo tanto me sentía un poco aliviada. Sabía que tal vez le estaba cargando un poco el trabajo a K8 pero después de todo era como mi secretario, así que le pedí que mientras hacíamos las llamadas fuera haciendo otra lista donde confirmara las obras que permitían ser vendidas y las que no, además de los artistas que se presentarían para que de esa manera, al terminar pudiéramos trabajar con una nueva lista que estuviera más ordenada y enviar invitaciones formales para el evento.

En la secundaria siempre hubo una chica de los plumones, la chica de la letra bonita, pero yo, yo era la chica de las listas, mis cuadernos además de tener dibujos por todas partes, estaban llenos de listas de todo tipo, listas con materiales que tenía y me hacían falta, listas con mis compañeros de clase, e incluso con las cosas que tenía que hacer durante el día y mis ratos libres, una de mis cosas favoritas era ser ordenada con todo.

—Lin Ah, creo que deberías tomar un descanso, ¿quieres ir a comer algo? 2habló K8 sacándome de mis pensamientos.

—¿Qué hora es?

—Las 3:30 —respondió automáticamente.

—Que rápido pasa el tiempo —suspiré. —Tengo ganas de estofado de tofu, vamos —me levanté de la silla y sentí como K8 imitó mi acción, busqué su brazo para sostenerme de él con una mano y con la otra llevar mi bastón.

Salimos de la galería con rumbo a algún restaurante donde sirvieran la comida de mi gusto, mi compañero dijo que estaba buscando rápidamente en el GPS por un buen lugar así que me quedé callada esperando a que tuviera una respuesta.

K8 y yo nos estábamos llevando bien, al principio, luego de su reparación, estaba consciente de que me había portado como una completa engreída y mandona, sin embargo, el comportamiento de mi robot me hizo cambiar rápidamente de actitud pues gracias a eso nuestra relación poco a poco volvía a ser como antes, a excepción de que la nueva versión de K8 aceptó sin quejarse el que le pidiera que me hablara informalmente, el K8 antiguo nunca aceptó esa petición, me parecía extraño, sin embargo no le di importancia ya que decidí creer que era una de las cosas que incluía su nueva actualización.

Caminamos al rededor de 10 minutos, hasta llegar al lugar que mi robot había encontrado en el maps, me leyó algunas reseñas del sitio y me convenció, escuché ruidos de diferentes tipos, personas conversando, carnes siendo asadas, platos de porcelana golpeando a otros, un olor exquisito llego a mi nariz, automáticamente mi estómago comenzó a rugir.

—Buenas tardes, ¿mesa para dos? —una voz femenina se hizo presente.

—Sí, por favor -contestó K8.

—Por aquí.

Noté un tono demasiado amigable y molesto de parte de la chica, nos guió hasta una mesa, K8 me ofreció la silla y luego de sentarme, sentí como él se posicionó a un lado de mí.

—¿Quieres el estofado de tofu? Hay distintas cosas, el menú es muy variado —dijo mi acompañante, imaginé que estaría leyendo la cartilla.

—No, el estofado está bien, hace mucho que no lo como —respondí.

—¿Están listos para ordenar? —otra vez esa odiosa voz.

—Sí, sería un estofado de tofu para ella, por favor 2yo iba a pedir la comida pero K8 se me adelantó.

—¿Algo para usted apuesto caballero? —soltó una risita.

—No, estoy bien, gracias, ¿quieres algo de beber Lin?

—Agua, está bien.

—Enseguida se lo traigo —respondió con un tono más seco y se marchó a realizar el pedido, desde ese momento me cayó mal, estaba segura de que estaba coqueteando con K8 y no podía negarlo, él era muy guapo además de que si yo no supiera que era un robot seguramente pensaría que era un humano, un chico común y corriente y también estaría coqueteando con él, sin embargo no era así, él era puro metal con una asombrosa memoria.

Al poco rato mi comida llegó, comencé a ingerirla, K8 no decía ni una sola palabra y en parte estaba bien, me gustaba comer en tranquilidad.
Estaba apunto de terminar, cuando de pronto sentí como mi robot se levantó de la silla.

—El señor Choi me está llamando, voy a atender —sentí como se alejó de la mesa, yo continué comiendo.

Poco después la chica que me sirvió se acercó y dejó un objeto sobre la mesa con brusquedad.

—Aquí está su vaso de agua —si en ese momento hubiera podido ver su cara, podría apostar a que estaría torciendome los ojos, internamente me reí, no iba a rebajarme a su nivel y responderle, me limité a ignorarla. —Ojalá que no se atragante —escuché un par de pasos que luego desaparecieron, se había alejado de mí.

Di un sorbo al vaso con agua que me había entregado y lo volví a dejar sobre la mesa para terminar con la comida.

Minutos más tarde K8 volvió, se sentó junto a mi y tardó cerca de un minuto en hablarme.

—Lin Ah, el agua que ordenaste, ¿era con gas? —preguntó.

—No, debería ser agua normal, ¿por qué lo preguntas?

—Mejor ya no la bebas, tiene demasiadas burbujas como para ser agua natural.

—Está bien, de todas maneras ya terminé, ¿puedes pedir la cuenta y pagar? —le entregué mi cartera. —Iré al tocador un minuto.

—Te acompaño primero, no voy a dejar que vayas sola —sentí que me tomó por lo hombros, no respondí pero comencé a caminar a su paso, fue poco en realidad ya que la mesa en la que estábamos, estaba situada muy cerca del baño. —Es aquí, entra y te espero fuera.

Dejé que Lin entrará al baño mientras yo la esperaba afuera, saqué mi teléfono y comencé a revisar mis redes simplemente para matar el tiempo, pasaba las noticias una tras otra hasta que vi una que llamó mi atención.
Un ex compañero de mi clase de pintura de la universidad -de la cual me salí por la falta de dinero- había posteado una publicación sobre la subasta que haríamos en la galería.

La asombrosa Oh Lin Ah, ha tomado el mando en la galería Byeol quitando a su tía del puesto justo después de haber perdido la vista.
Sin haber pasado siquiera una semana al frente del lugar, han corrido los rumores de que se está preparando una subasta para deshacerse de todo el material que hay en el sitio, sin embargo ¿cómo podría una persona ciega realizar una subasta de arte o poder llevar una galería por el buen camino si no puede apreciar las obras de los artistas?
Seguramente todo el esfuerzo se le irá por el caño, creemos que Oh tenía talento aunque ella no ha entendido que su carrera está completamente acabada.

—Pero que montón de basura dicen estos sujetos —me quejé. —Esto no se queda así, voy a denunciar la cuenta.

Inmediatamente accedí al perfil de la persona, no tenía ni una sola fotografía o publicaciones de otro tipo, todo lo que compartía eran cosas sobre Lin y no muy buenas a decir verdad, yo por mi parte estaba furioso que hasta podría decir que me salía humo por las orejas, inmediatamente fui al apartado de denuncias y reporte el perfil por incitación al odio y seguido de eso decidí hacer mi propia publicación.

Oh Lin Ah es la pintora y persona más increíble que he podido conocer en toda mi vida además de talentosa, si la gente va a estar hablado de ella entonces que sean cosas buenas y no solo el montón de basura que dicen por su actual situación.
Así que no importa si todos los ignorantes la odian y tratan de hacerla sentir mal, yo siempre la voy a admirar porque Lin Ah es mejor que todos ustedes, aunque les duela.

—Palabras sabías Taehyung, palabras sabías —hablé conmigo mientras colocaba algunos hashtags y publicaba lo que había escrito, en cuestión de segundos comenzaron a llegarme respuestas, algunas decían que yo tenía razón y la gente era despiadada, otros decían que nisiquiera conocía a Lin en persona como para hablar de esa manera y otros simplemente se burlaban, estaba tan furioso que decidí apagar mi teléfono y ya no saber más sobre las redes sociales, no eran más que una manera de acabar lentamente con la cordura de las personas.

—Listo, vámonos —Lin salió del baño, tomé su mano y la enrollé para que se sujetara de mi brazo, caminamos hasta el mostrador y pagamos la cuenta.

Salimos del establecimiento, caminábamos tranquilamente por un parque hasta llegar nuevamente a la galería, era realmente rejalante estar de esa manera, sentir la brisa golpear mi rostro y el contacto de la mano de Lin sobre mi brazo me daba calidez a mi corazón, esa chica podía parecer dura y fría sin embargo no tenía ni idea de lo que provocaba en mí, quería darle el mundo entero, hacer que las personas dejaran de hablar de ella y que pudiera vivir tranquilamente, pero yo no era más que un chico pobreton que fingía ser un robot para ganarse unos cuantos wones.

—Espera K8 —se detuvo, me soltó para sujetarse el abdomen

—¿Sucede algo? —comencé a analizarla, algo andaba mal.

—Me duele el estómago, seguro la comida me hizo daño —parecía extraño, los comentarios que vi respecto al lugar no eran malos y ninguno hablaba sobre que la comida estuviera mala, aunque recordé ese extraño vaso de agua que le habían servido, desde el pincipio sospeché sobre eso pero preferí mantenerlo en secreto para no terminar equivocándome y alertando a Lin por nada.

—Vayamos a la farmacia a comprar algo de medicamento —sugerí.

—No creo que pueda caminar más, ve tú, te esperaré en alguna banca.

—¿Estás segura? No quiero dejarte sola —me hizo una seña de que estaría bien así que la guíe para que se sentara en un lugar en la sombra. —No me tardo, mientras tanto no te muevas de aquí —asintió, yo comencé a correr a la velocidad de la luz.