Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Muerto

Dominic escuchó el sonido de su puerta principal abrirse y supo quién era. Solo había una persona que podía pasearse por su casa como perro por su casa y que tenía también la llave, además de leo y su familia, sin que él se molestara. Pero esta vez era diferentes porque en vez de ir directo a su habitación, lo oyó caminar hacia donde estaba descansando su pareja destinada.

Se incorporó rápido en su cama y se puso unos pantalones de seda gruñendo, su gusto por solo dormir desnudo le estaba jugando una mala pasada. Sus ojos se abrieron impactado cuando lo escuchó gritar y supo que no era un sonido común, su omega pedía ayuda, su ayuda. Abrió la puerta de su cuarto rápidamente.

-Madox, no lo asustes- gritó usando su Voz sin mediar consecuencias

La imagen era un poco perturbadora. El mismo Dominic tenía que reconocer que su amigo no era precisamente alguien que pasara desapercibido y estaba seguro de que había asustado a Aidan y más en la forma en que lo había despertado.

-Qué bueno que estás levantado, me ahorras el trabajo, los dos a la sala. Ahora- sacudió unos papeles en su mano -Encontré algo muy interesante, nada bueno, y que hay que moverse rápido-

Y con la misma él fue el primero que fue al lugar de la futura reunión.

Dominic suspiró rascándose el cuello tenso y entró a la habitación para ver a Aidan pegado contra el respaldar de la cama con una expresión de terror en su rostro. El alfa se acercó y se sentó en el borde, pero no lo tocó.

-Tranquilo, es un amigo mío, tiene una cloaca en la boca, pero es buena gente. Es quién está investigando tu caso-

El chico lo miraba y después a la puerta, incómodo por si volvía a aparecer. La tensión de estar rodeado de dos alfas, uno que lo deseaba y el otro que marcaba territorio por donde fuera que pasara lo tenía nervioso y se sentía irregularmente inestable. Además, el cuarto se había llenado de feromonas del desconocido que alteraban una parte de su interior.

Aidan asintió con la cabeza y se arrastró por la cama tembloroso. Una mano atrapó su muñeca, jalándolo y sentándolo sobre el regazo de Dominic, que le agarró la barbilla y aprovechó su aturdimiento y lo besó salvajemente.

Aidan apretó sus hombros desnudos ante tal invasión, al igual que sus muslos cuando una sensación abrumadora comenzaba a ganar terreno en su abdomen. La sensación caliente de la piel desnuda de Dominic le resultó extremamente placentera.

-Dominic- logró decir al ser su lengua soltada por unos segundos.

-¿Mejor?- el alfa lo miró con los ojos vidriosos dejando que sus feromonas invadieran el cuarto sustituyendo las de Madox, totalmente desconocidas para Aidan y demasiado potentes.

Lo vio algo aturdido y mareado y solo deseo tirarlo a la cama y despojarlo de la ropa, pero él estaba totalmente indefenso y el no sería el hijo de puta que se aprovechara de su debilidad. Soltándolo, lo ayudó a ponerse de pie.

-Yo puedo vestirme- Aidan agarró algo de su bolso para ir al baño -Me reúno con ustedes en unos minutos-

Dominic lo vio desaparecer detrás de la puerta y el salió en dirección a la sala.

-Tú no puedes tener más tacto al tratar con él ¿verdad?- se paró delante de su amigo que se había llenado una taza de café y la tomaba con tranquilidad.

-Sabes que esos detalles no van conmigo, ¿y bien ya te lo tiraste?- el alfa levantó la ceja -Me parece que no- señaló con un movimiento de la barbilla la erección que se marcaba en los pantalones del otro.

Dominic solo apretó los ojos.

-Sigo diciendo que no tienes tacto- se giró, tenía que atender eso antes de comenzar a hablar o no lo haría tranquilo- espera aquí-

Él mismo entró en el baño de su cuarto y abrió el agua fría intentando bajar la calentura de su cuerpo, la cual se negaba a ceder.

No le quedó más remedio que bajar una de sus manos a su miembro y acariciarlo soltando un gemido que hasta el mismo se sorprendió. Estaba demasiado sensible y analizó las fechas. Su celo debía caer en cuatro o cinco días aproximadamente. Maldijo entre dientes. Coincidiría con la conferencia, hablaría con Leo para que su exposición fuera el primer día previniendo que no le diera tiempo.

Volvió a apretar sus dedos y la sensación que lo recorrió fue placentera, si solo sus dedos fueran los de su pareja. La sola idea hizo que el líquido preseminal empezaba a salir y su cadera temblara. Solo necesitaba pensar en él para excitarse de aquél manera.

Así que lo imaginó totalmente desnudo, con sus piernas abiertas, con su ano abierto y chorreando, y pidiendo más en medio del celo. Y él introduciéndose en su interior moviéndose tan rápido hasta dejarlos sin aire. La misma velocidad que usaba la empleó en agitar su mano a todo lo largo de su miembro hasta que una descarga eléctrica sacudió su columna y sintió el orgasmo recorrerlo haciendo que se corriera, apretando su glande para intensificarlo.

Gimió poniendo la frente sobre los azulejos mientras el agua fría bañaba su cuerpo que se estremecía deliciosamente en contraste con el líquido caliente que se pegaba en sus dedos.

Se relamió los labios y supo por el reflejo del espejo que su parte más salvaje estaba saliendo a flote. El baño estaba inundado de feromonas, sus músculos estaban ligeramente más hinchados, sus ojos de un verde intenso y amenazante y su erección se negaba a ceder.

Madox tendría que esperar un poco.

Había pasado media hora y Aidan se mantenía sentado frente al alfa tragando duro. A diferencia de otros a los que había podido oler, este alfa no tenía ningún problema en dejar sus feromonas al aire captando lo que estuviera alrededor. Le extrañó que estuviera soltero, alguien que tuviera pareja no haría eso.

-Dominic se está demorando- hizo el intento de romper el hielo.

Madox le dio una sonrisa pícara que parecería que estuviera coqueteando con él.

-Está resolviendo problemas de hombres ¿quieres que te dé detalles? Puedo ser bastante explícito-

Aidan no entendió en primera instancia hasta que lo vio hace un movimiento con la mano algo obscena y lo comprendió. Un leve sonrojo cubrió sus mejillas. No era tímido y sabía lo que era masturbarse y todo aquello, pero pensar en la imagen de Dominic haciendo algo como eso hizo latir la sangre dentro de sí. Además, aquel alfa estaba intentando ligar con él como si nada.

No era que el hombre estuviera mal, debía tener al menos cinco o seis años más que su amigo, era más alto y con el cuerpo bien definido que el traje ocultaba medianamente. Su cabello era de color cobrizo u oro viejo, algo largo que daba para llevarlo detrás de las orejas, con dos orbes color chocolate que podían devorar a cualquiera y fracciones tan bien ubicadas como todo alfa que darían envidia a cualquiera. Un partido tan perfecto que daba miedo.

-No puedes casi controlarte- oyó la voz de Madox- no creo que estar al lado de tu alfa sea la mejor manera o solo lograrás que te ataque en cualquier momento. Si lo haces llámame, estaré complacido de divertirme también- se podía ser descarado, pero a ese punto

-No lo atacaré- la voz de Dominic lo interrumpió sentándose al lado de Aidan y pasando el brazo por detrás del respaldar del lugar de él, mostrando que no le gustaba el comentario. Pero no sería la primera vez que compartieran algún omega que Madox hubiera contratado y no podía negar que le había gustado en más de un sentido, pero eso era algo entre ellos. Además, Aidan era su pareja destinada, no cualquiera que pudiera compartir, no sin el consentimiento del omega.

Madox alzó una ceja, algo muy común en él.

-¿Qué tan seguro estás de eso?-

-Me conoces de hace años-

-Eso no quita que eres un alfa y que tienes instinto- recalcó la última palabra dándole a entender que supo lo que había ocurrido en el baño.

Dominic gruñó bajo y el chico sintió una especie de tensión sexual girando entre ellos sospechando que se guardaban más de lo que decían.

-Vamos a lo que importa - el alfa menor no quería seguir alargando ese tema.

El doctor sacó los papeles y los dejó sobre la mesa.

-Primero, el resultado del examen de sangre-

Aidan los agarró viendo la letra de omega de color rojo y un 99,8% al lado y lo miró ya sin tanto asombro, ya se lo temía por los últimos acontecimientos.

-Segundo ¿qué demonios eran esas pastillas que estabas tomando?- él se echó hacia delante- Sabías que si las hubieras tomado por tres años más hubieras muerto-

Muerto, la palabra resonaba una y otra vez en su cabeza. Aidan no podía creer lo que estaba oyendo. Acaso ellos habían sido capaz de... Su cuerpo comenzó a temblar y una fina capa de sudor apareció en su frente. Llevó las manos a su regazo y las apretó fuertemente.

Primero lo habían engañado ocultándole la verdad sobre su verdadero estado, era un omega, no un beta. Después el tema de un noviazgo y un compromiso casi impuesto del que no podía sacar prácticamente nada positivo y por último las pastillas. Las llevaba tomando años, por Dios. ¿Y si no hubiera conocido a Dominic qué hubiera pasado? ¿Ellos pretendían dejarlo morir así de simple?

-Cálmate- Dominic puso una mano sobre él y la agarró impidiéndole hacerse más daño- respira lentamente-

El recién omega parpadeó e intentó regular su respiración para después de unos segundos sentir un leve dolor por sus músculos al haberlos tensados demasiado.

-¿Quieres que siga?- Madox había estado todo el tiempo callado viendo su reacción sin comentar, no tenía tacto, pero conocía la naturaleza frágil de los omegas.

Él asintió levemente con la cabeza, era mejor saber todo de una vez para no sufrir prolongadamente, además quería llegar a la raíz de todo. El alfa mayor respiró y continuó.

-Como te decía, no entiendo la razón por la que te hayan dado estas pastillas, pero dime, ¿con qué frecuencia las tomabas?-

-Las tomaba todos los días sin falta- vio como el ceño de Madox se arrugaba.

-¿Por cuánto tiempo?-

-Desde que era cachorro y tuve un accidente, me dijeron que debía seguir el tratamiento el mayor tiempo posible-

-¿Dónde las conseguías?- el alfa tomó un sorbo de café.

-Mi madre siempre era la que las traía, nunca le presté mucha atención, pensé que las compraba en la farmacia-

-Ya veo, pues quiero informarte que no son medicamentos comunes, son supresores- los ojos de Dominic se abrieron ante la explicación de su amigo- y unos no muy gentiles-

Tal vez él no tenía mucha idea del tema de los supresores pues hasta el otro día era beta y no tenía que interesarle, pero todo alfa y omega sabía muy bien que no debían abusar de estas sustancias. Podían ser efectivas durante el celo, pero nada era gratis, a tiempo prolongado podían causar estragos. Mientras fueran alfas no había tanto problema, su celo se efectuaba una vez cada seis meses y solo duraba 24 horas.

En cuanto a los omegas la situación era más complicada después de todo de delicado tenían todo. A largo plazo podían ocasionarles abortos espontáneos, o simplemente volverlos estériles, sin quitar las náuseas, vómitos y dolores de cabeza como efectos secundarios.

Por estas razones algunos omegas solo se recluían mientras fuera posible en vez de tomar estos medicamentos. Imaginarse a un omega tomarlos durante años todos los días los estremeció.

-¿Madox, él va a estar bien?- Dominic preguntó

-Por ahora no parece llevarlo mal, pero me preocupa su interior, su sangre está demasiado contaminada, además me contaste sobre sus reacciones hacia ti. Si ha dejado de tomar las pastillas se sentirá como si se estuviera desintoxicando-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro